[Aventura] [A - Presente] No es mi problema

Mis oídos se centraban por momentos en las palabras de aquel viejo mientras trabajaba mientras no podía evitar toser y sentir como mis ojos empezaban a irritarse por el humo de aquel incendio –pir…ta?... pirata, es un pirata- dije mientras ponía un pedazo de gaza sobre el sitio en que había estado trabajando procediendo a sujetarlo con cinta medica por la prisa mientras empezaba a escuchar como la madera empezaba a crujir a la par que la gente nos pedía que abandonáramos aquel sitio –King tiene razón!- exclame mirando un poco alrededor notando que las llamas parecían no querer contenerse con nada -Raiden hora de irnos!- dije mientras agarraba las manos del viejo –Viejo tenemos que salir de aquí esto te va a doler pero no te resistas-
 
En aquel instante pase las manos del viejo sobre mis hombros afianzándoles sobre mi pecho –Raiden despeja la ruta, King nos retiramos!- en aquel instante me levante algo lento dejando que el peso del posadero colgada desde sus axilas sobre mis hombros mientras me erguía inclinado al frente permitiéndome cargarle como mochila sin doblar demasiado su cuerpo, aquella era una maniobra de rescate de emergencia para distancias cortas de una persona pero era la más rápida para un rescate contra reloj; mis ojos trataron de recorrer la distancia a la puerta pero por el humo mi visión se dificultaba por lo cual opte por enfocarme más en mi oído antes de empezar a marchar hacia el sonido de la multitud que apenas lograba ver
 
Mi mano izquierda se extendió frente a mi mientras mi derecha aferraba las manos del posadero contra mi pecho sintiendo su peso y su pecho a mis espaldas antes de empezar a caminar aprisa, usando mi mano izquierda para monitorear el terreno frente a mí, dada mi baja visibilidad por el humo, para detectar cualquier obstáculo que Raiden pudiera haber olvidado quitar de mi ruta de hacerme caso; al momento que saliera de la posada avanzaría algunos cuantos metros más poniendo al posadera en el suelo lejos del paso a una distancia segura del incendio y la multitud antes de que empezara a toser sintiendo como mis pulmones trataban de sacar cualquier rastro de humo de ellos provocando que cayera a gatas por un segundo antes de que exclamara –King, Raiden están bien!- esperando escuchar la respuesta de que mis compañeros habían logrado salir a salvo del incendio -ocupo apoyo medico aqui- dije sintiendo como mis ojos aun no se recuperaban del todo por lo cual no seria capaz de continuar atendiendo al posadero de manera segura antes que empezara a indicar los procesos que había realizado -di primero auxilios, apuñalada en el costado del abdomen, el cuchillo perforo el estomago, realice puntadas rápidas antes de cauterizar pero evitar una hemorragia por la emergencia, no puedo continuar con el tratamiento con mis ojos en su estado, sufro perdida de visión parcial por el humo-

Ante la pregunta del capitán, la respuesta de Alex me pareció lo ideal, siguiendo el ejemplo de King, rompí parte de la tela que tenía, para que no fuera tan pesada y la sumergí en agua, para luego sofocar pequeñas llamas mientras despejaba el camino hacia la salida.

—¡Todos a un lado!— Grité como pude, ya que la falta de Oxigeno me estaba afectando, incluso más que el humo.
Si me hubieran preguntado hace un par de semanas, jamás hubiera pensado que me estarían pasando estas cosas, me uní a una tripulación pirata como cocinero, me gané el respeto del pueblo y ahora estamos corriendo por nuestras vidas luego de intentar apagar un incendio provocado por unos maleantes en una posada
«¿Estaré pagando algún Karma?»
Rompí la puerta de una patada para que mis compañeros pudieran salir, de inmediato, Alex colocó al Tabernero en el suelo
—Yo estoy aquí, ¿en qué te ayudo?
Pregunté ante su solicitud de apoyo, sin embargo, no tenía mi mente totalmente focalizada en esta situación. Examiné con la vista si había alguien herido y si el capitán había logrado salir, creo que debo agradecerle a mi fruta maldita el hecho de que el humo no me hubiera afectado tanto. Intenté botar todo el aire que tenían mis pulmones para luego tomar bocanadas de aire fresco.
—¿Alguien vio a los delincuentes escaparse con la hija del tabernero?
Pregunté a los habitantes que estaban alrededor, mientras me mantenía atento para recibir indicaciones de Alex para asistirlo en su trabajo.
«Tchk, ¿por qué tengo que ser así? Estamos aquí luchando por la vida de un hombre al que no le debemos nada, luego de arriesgar nuestras vidas por algo que no nos va a lucrar y, aun así, sigo pensando en salvar a la hija de este hombre.»
—King, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?

Aquella taberna parecía ser una parte del infierno desatada ya que el fuego amenazaba con consumirlo todo, los valientes piratas lograrían salir del edificio sin muchas complicaciones se podría decir que incluso bastante ilesos, la tos sería algo que pudiera molestarlos por unos días debido a la cantidad de dióxido que habían respirado, el que parecía no tener ninguna daño aun ni siquiera el humo se le había impregnado en la ropa se trataba de King cuando alguien se vuelve usuario de una fruta maldita por el mar adquiere dones que rozan lo sobrenatural y en ese caso el hecho de que más de una persona se fijara en el conejo intacto sus compañeros se notaban afectados por el fuego y por a ver respirado bastante de ese humo negro, como seria casi del médico un grupo de dos mujeres ayudarían al lobo a recostar el anciano que si aun seguía vivo era por las manos de aquel mink que había demostrado tener la sangre lo suficientemente fría para actuar aunque se le viniera el techo encima confió en sus compañeros y pudo hacer su trabajo aunque notaria como el anciano tomaría la mano del lobo apretando esta con fuerza y pronunciaría unas palabras antes de perder la conciencia completamente.

-mi hija.... por favor...

Sus ojos parecían estar brillosos era difícil de saber si se trataba por el motivo del humo que habían estado expuesto u por el hecho de que su amada hija acaba de ser secuestrada por una banda pirata y se la iban a llevar para hacer cosas con ellas que debería hervirle la sangre a cualquier hombre que tuviera instinto paterno, aunque estamos hablando de tres piratas sus intereses pudieran estar más inclinadas por otro lado. El pueblo parecía conmocionado luego de todo un incendio siempre podría extenderse más allá del control, aunque los pocos marines que estaban presentes parecían más preocupados en coordinar el transporte de los baldes de agua para poder apagar las llamas y evitar que el mismo se extendiera por los alrededores quemando más inmuebles del lugar los más interesados eran los vecinos los cuales gritaban pidiendo la ayuda de todos los presentes para evitar que el incendio caminara por sus casas. El grupo podría pasar prácticamente inadvertido quien se fijaría en los supervivientes de un incendio si no eran ellos los causantes, King podría oír entre alguno aldeanos murmurar.

-Esos malditos piratas, recién dinero de las fábricas y ahora se creen que pueden venir y secuestrar a los nuestros.

Uno de los hombres el más mayor notaria que King estaba demasiado cerca y terminaría tocando el hombre al que estaba sobre exaltado para que guardara silencio después de todo el grupo involucrado no era alguien que ellos conocieran podrían ser más piratas aprovechándose de lo mismo, lo que estaba claro era que esos piratas tenían dinero por ser mercenarios de las grandes fabrica no siempre hacer la cosa correcta estaba de la mano con ganar dinero pero al parecer en esta ocasión el conejo podría realizar ambas cosas si era que quería.

El grupo aun tenía que recuperar sus cosas en las distintas habitaciones pero sería difícil hacerlo hasta que pudieran apagar totalmente el fuego de la taberna, quedaba en ellos que hacer si moverse hacia los bosques en búsqueda de poder dar con esta banda de criminales o incluso ayudar con la extinción total del incendio, estaba en la mano de ellos decidir que camino tomar el anciano ya no podría reaccionar por un tiempo, los marines demasiado ocupados en salvar lo que quedaba para poder centrarse siquiera en el grupo.

Alexander fue la voz de la razón en ese momento de incertidumbre. Si se iban, sólo se perderían unos cuantos objetos y el negocio y casa de una persona que ni conocían ni les importaba. Arriesgar la salud o la vida misma en salvar unos pocos efectos personales no era inteligente. Como capitán y persona inmune al fuego, se quedó dentro hasta que sus nakamas salieron del lugar. El humo ya comenzaba a hacer que le ardiera la garganta, pero no sentía ni pizca de calor cuando debería haber estado abrasándose con aquellas lenguas de fuego que parecían querer lamer su pelaje para prenderlo en llamas pero que no conseguían nada.

Una vez fuera llamaba demasiado la atención. Sí, había otros dos minks con él, pero uno estaba atendiendo al dueño del local para que no muriera y él era el único que vestía un color que contrastaba tanto con el de su pelaje. Y por si fuera poco, además no se le notaba ninguna herida o zona chamuscada, ni siquiera sudaba debido al horno en que se había convertido el interior de la taberna. Pero tenía otras cosas de las que preocuparse. No había estado a la altura. No sólo no había podido sofocar las llamas, que no era algo que le preocupara tanto, pero es que ni siquiera pudo tomar una decisión por sí mismo. Se suponía que era el capitán, Alexander y Raiden estaban bajo su mando y confiaban en él… Tenía que haber decidido él mismo que se fueran del local en lugar de que tomara la decisión Alexander. ¿Cómo se aprendía a ser un buen capitán pirata? Necesitaba cambiar, aprender, mejorar, ser más fuerte. Pero no sólo fortalecerse en el sentido físico de la palabra, necesitaba la fortaleza mental para superar situaciones como esa sin que su tripulación estuviera realmente expuesta al peligro por una tontería.

Su hilo de pensamiento se vio interrumpido cuando algunas palabras de unos hombres cercanos alcanzaron sus oídos. Esos truhanes tenían dinero, les pagaban las fábricas de la isla, probablemente por una extorsión. Bueno, algo tenía que sustituir lo que habían perdido en ese incendio y tenían que compensarles por el tiempo perdido y el riesgo que había tenido para sus vidas. De paso rescatarían a la hija del posadero, aunque no le importaba lo que hicieran con ella, pero a lo mejor se llevaban una recompensa extra por ello. Se acercó a Raiden y Alexander con paso firme. – Vamos a atacar. Esos tipos deben tener una pequeña fortuna con el dinero que cobran extorsionando a la gente. Y nos van a pagar las molestias de su pequeña hoguera con intereses.

Mis ojos no se había recuperado del todo a la exposición al humo causando que la mayoría de lo que lograra observar fueran figuras algo borrosas pero las voces eran diferentes, la primera persona que se me acerco la reconocí bien –Revisa su herida, el costado izquierdo de su abdomen revisa que no se abriera- siempre era una posibilidad dado la forma en que lo había evacuado cuando sentí sus manos aferrarse a mis garras haciendo que por instinto mirara el viejo el cual usaba sus últimas fuerzas para suplicar por el bienestar de su hija antes de responderle con calma –te di mi palabra no es así viejo, si salías de esta salvaría a tu hija- escuchando como más personas se acercaban a nuestro alrededor –agua- dije antes que alguien pusiera un recipiente en mi garra quizá pensando que la deseaba para beber antes que lo alzara comenzando a verterle sobre mis ojos para limpiarlos de los restos del humo -les encargo al viejo, tengo otro trabajo que realizar-
 
Al momento que mi visión regreso a un punto decente me alce del suelo mostrándome orgulloso antes de girarme a King –no tienes que decírmelo, le prometí al viejo salvar a su hija un hombre jamás falta a su palabra King- para luego decir con voz leve –Mai jamás me perdonara si abandonara a una persona en problemas- antes de empezar a caminar hacia nuestro capitán cuando note algo en un escaparate de un vendedor ambulante, un par de guantes con una placa de hierro sobre ellos a manera de escudos un poco más grande que mis antebrazos individualmente y con una punta que debía sobre salir ligeramente de mis muñecas –me llevare estos- dije tomándoles antes de golpear con algo de fuerza el acero notando que eran de mejor calidad que mis guantes viejos –velo como un pago por librarles de estos piratas- le dije al mercader asegurando aquel par de escudos nuevos a mis brazos
 
-desde hace tiempo eh tenido una norma King, yo no asesino a nadie- comente con calma –eso no cambia que estoy de humor para destrozarles más de un hueso a esos sujetos, después de todo nunca tolere los problemas en mi territorio en Syrup, aquí tampoco los tolerare- luego de ello lleve mi mano a mi pecho sacando de un bolsillo interno de mi abrigo mi cajetilla y encendedor tomando un cigarro antes de encenderlo –irónico, salimos de un incendio y no se me quita las ganas de fumar, quizá Elena tenía razón en que tengo una adicción- dije con una voz algo leve recordando a mi vieja enfermera en jefe, ahora la nueva jefa de mi vieja clínica –tenemos dos lobos y un conejo para rastrear a nuestras presas, que tan seguro estas de tu capacidad de rastreo Raiden?- pregunte con calma antes de darle una calada a mi cigarro –por mi parte mi oído jamás me ha fallado-

Escudos

El trio estaba decidido a hacer lo que fuera necesario algunos por ética otros simplemente por querer aprovecharse de la oportunidad de hacerse con un poco de riqueza fuera cual fuera el motivo que moviera a este grupo de Minks estaban decididos a darles una lección que jamás olvidaran y dejarlos sin ninguna fortuna posible a este grupo pirata responsable del incendio, no tenían que preocuparse más por el anciano ni tampoco por el edificio se notaba que el pueblo estaba ya midiendo todo el esfuerzo necesario para poder contener las lenguas de fuego que pudieran consumir el resto del pueblo el grupo quedaba libre para actuar.
 
Uno de los ancianos se acercaría a ellos mirando al grupo que estaba decidido a actuar con destinos algunos más egoístas que otros el hombre ya ido en huesos se acercaría a grupo viendo que estaban hablando de ir por los extorsionadores lo que el indicaría nada más acercarse.
 
-Disculpen jóvenes, puedo indicarles en que dirección ir ellos se alejaron por allí, siempre vienen desde ese lado seguro que estén gritando y preparando para quedarse con más gente, por que atacan a los pobres que no tienen a donde ir y roban aquellos que no obedecen la voluntad de los tipos industriales esos malditos que solo roban nuestra tierra y la destruyen
 
El anciano quedaría como que ajeno a lo que pudieran decir los tres minks ya que estaba recordando los tiempos antiguos cuando la isla no estaba tan invadida por fábricas y destruida como se encontraba en el momento, el grupo quedaba libre para seguir las indicaciones del anciano u buscar por su propio medio como rastrear el humo les complicaría la capacidad de poder seguir olores y los ruidos serian algo difícil de seguir pero no imposible si el grupo seguía siendo escandalizado, el rasgo comenzaría a enfriarse si demoraban más tiempo en abandonar el pueblo y adentrarse en lo que era la zona verde de la isla donde estaba el refugio de estos seres. 
 
Si tomaban la importante decisión de centrarse en dicho lugar podrían ver que la zona era como una selva llenade colores verdes por todos lados detrás de ellos quedaría el pueblo y los olores de quemado también el sonido de la madera crujiendo en ese lugar, cuanto mas se adentraran mas sencillo seria para el trio darse cuenta de los pasos que habían seguido los agresores mas que nada por sus sentidos mas realzados y las huellas, ya que no estaban teniendo cuidado pensaban que nadie les perseguiría hasta el corazón del bosque se estaban creyendo intocables.

King iba a sacar un beneficio de esa situación, no cabía duda. De hecho, sacaría beneficios más que económicos, aprendería un poco más sobre ser capitán pirata. No de esos que hacían todo por su propio beneficio y mangoneaban a su tripulación porque los tenían aterrorizados. No, esos piratas de los que hablaban las historias, la historia. Él se preocuparía por sus nakamas, los protegería y se apoyaría en ellos para aquello que él no pudiera hacer por sí mismo. Las personas tenían habilidades y destacaban en algunas pocas, ninguno podía ser tan perfecto como para dominar todos los campos, la clave estaba en complementarse con otras personas.

Vio a Alexander pillar unos objetos de una tienda y decir que sería el pago por librarlos de esos bandidos. No era una mala idea. Aquel pueblo se beneficiaría cuando destrozaran completamente a aquella banda, así que él también tomaría unas cuantas cosas de esa tienda. – Lo mismo que mi compañero. Me llevaré estas cosas en pago por las molestias. – Lo dijo en un tono que no admitía réplica. No se contentó sólo con unos nuevos guantes con nudilleras y un accesorio para la parte frontal de los zapatos, sino que se llevó dos extrañas caracolas que le llamaron la atención. Juraría haber leído algo sobre ese tipo de artefactos en alguno de los textos de historia. Deberían ser capaces de almacenar y producir cosas. Ya lo investigaría.

Se equipó los nuevos guantes, similares a los anteriores pero menos gastados y de mejor calidad. Además ancló el accesorio de los zapatos, lo que le prometía unas patadas más dañinas a sus enemigos, lo que le venía especialmente bien ahora que iba a buscar a unos bandidos para darles una paliza, preferiblemente letal, y llevarse todo el dinero que tenían. ¿Quién dijo que para ser pirata había que robar a los civiles o de forma indiscriminada? Podía ser pirata y robar sólo a los ricos o malvados. Aunque no iba a mentir, a ojos de King casi todo el mundo era malvado, inevitable tras la infancia que tuvo.

Pude notar como King se acercó al mercader tomando algunas cuantas cosas igualmente –tomaste algunas cosas interesantes- le comente analizando aquellos objetos poniendo especial énfasis en aquellas caracolas –un par de diales- comente con calma antes de sacar algo del bolso en que traía mi equipo médico antes de mostrarse a King mi propio dial –existen muchos tipos, no estoy seguro de que hacen los tuyos- dije antes de apretar un poco el mío causando que expulsara una pequeña nube la cual empecé a pasar con cuidado entre mis manos como si la estuviera mala vareando mostrando que se trataba de una nube mucho más densa de lo habitual –debería averiguar que pueden hacer los tuyos pueden cambiar el balance de una pelea si se usan bien-
 
Poco después se nos acercó un anciano mencionándonos la forma en como podríamos localizar a aquel grupo de piratas –si son tan escandalosos como dices no serán difíciles de encontrar- dije con calma antes de arrodillarme cerrando mis ojos –mi olfato no es lo que era, demasiado cigarros, pero mi oído es otra cosa- mis orejas empezaron a moverse analizando la situación, podía escuchar a la gente en el pueblo a nuestras espaldas, los animales en el bosque, cuando al fin logre captar algo, el sonido de voces en la distancia provenientes del bosque –creo que tengo algo- comente con calma abriendo mis ojos –un grupo de personas, un par de kilómetros tal vez-
 
Aun así aquella era la mejor pista que teníamos por lo cual voltee a mirar al anciano que nos había dado la información –gracias, creo que podremos seguirles, asegúrate que el posadero este enterado al despertar que volveré con su hija sana y salva- tras lo cual di un par de pasos hacia el bosque para luego girar a ver a King diciéndole –vamos capitán, no tenemos mucho tiempo que perder antes de que perdamos a nuestras presas- con una clara sonrisa lupina en mi rostro, quizá me era algo difícil ocultar mi emoción ante la cacería que teníamos frente a nosotros y empezara a andar al bosque

Oídos Lupinos

U44001

ÚNICA

Racial - Pasiva

Tier

2/8/2024

Los oídos de los lobos son sumamente sensibles pudiendo escuchar sonidos y frecuencias que los oídos humanos no detectan, esto otorga un bono de +10 a los reflejos basado en el oído pero incrementa un +15 el daño de todo poder basado en sonido.

Para los aldeanos ya no importaba si se querían llevar media tienda con tal de poder hacerse cargo del grupo que llevaba un tiempo chantajeándolos y robando en nombre de los más poderosos estarían de acuerdo con eso, ya que las miradas que habían dado desde el principio y el comportamiento de pocos amigos que parecía ser por el hecho de que eran Minks se trataba de simplemente no confiar en aquellos que eran nuevos ya que los últimos habían causado mucho daño emocional y de estructura en la ciudad por lo tanto todo el que llega nuevo termina siendo tratado de manera hostil como había pasado con la tripulación del conejo. Pero todo estaba cambiando en ese momento aquel anciano les dio la guía necesaria al trio para poder hacerse cargo del grupo de piratas que había generado todo aquel daño.
 
Al parecer no fueron los tres quienes caminaron sino que dos de ellos decidieron adentrarse en el bosque mientras que el tercer era casi un locatario ya que llevaba más tiempo que la banda en el lugar, parecido quedarse mirando el fuego sin reaccionar era cuestión de saber si King le diría algo o simplemente lo dejaría quieto en ese lugar sin importunarlo por lo tanto no podrían contar con él para lo que se avecinaba, al encaminarse al bosque serian guiados por Alexander sin ningún problema ya que su audición le permitiría en ese momento moverse con total tranquilidad por el mismo, ya que las presas que en ese momento perseguían no siquiera se imaginaban que serían cazadas por un grupo pirata, la mayor ayuda con la cual contaban era que la joven gritaba de vez en cuando buscado ayuda de alguien que pudiera estar en medio del boque y decidiera ser un héroe, aunque cada vez sonaría más suave su voz agotada y desesperanzada de que alguien pudiera estar escuchándola. El dúo caminaría por el bosque encontrando también marca de que un grupo numeroso de al menos una siete personas caminaba por el bosque y transportaban lo que aprecia ser una carreta ya que notaban las ruedas en el suelo marcando una dirección hacia el este del bosque, por donde se podía oír los gritos de la fumea. 

Si aceleraban el paso podrían dar con los más rezagados del grupo se trataba tres matones que se encontraban en la parte de atrás más alejado del grupo principal porque habían estado discutiendo o eso se notaba ya que entre ellos parecía a ver una rencilla y el más alto de los tres señalaba con desdén a los otros dos gritando unas palabras de desaprobación por la actitud que estaban teniendo, cuando se dieron cuenta que estaban más atrás del grupo lo que los haría salir corriendo en ese momento para intentar alcanzar al resto del grupo, las opciones se encuentran claras interceptar  para aprovecharse de aquello o dejar que se reúna con el resto del grupo sin intervenir claramente les podrían llevar hasta donde querían llegar la jugada era arriesgada pero la recompensa podría ser justamente lo que estaban buscando.

Recompensas entregadas!