Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Evento] [Escolta] El traslado de Meethook
Ray
Ray
Apenas hubo terminado de pronunciar las cuatro palabras que les había proporcionado Murray Arganeo, un ruido metálico y ligeramente molesto comenzó a escucharse bajo la trampilla. La puerta se abrió, y tras ella apareció un hombre de avanzada edad. Era casi cómicamente bajito, y su globo ocular derecho no existía, habiendo sido sustituido por una esfera artificial de color blanco. Su brazo ipsilateral terminaba en un muñón, y una pata de palo ocupaba el lugar de la pierna derecha que una vez seguramente habría tenido. Vestía con ropas viejas y desgastadas, prácticamente harapos. No había lugar a dudas. Aquel hombre era a quien debían proteger: el farero conocido como Meethook.

Este se detuvo y analizó a todos con su único ojo, escudriñando cada detalle de su aspecto. Con el ceño fruncido en una mueca que parecía transmitir desprecio, miró a Ray e hizo un comentario bastante desagradable sobre su delgadez. Por suerte el joven nunca había tenido ningún complejo con su cuerpo, y era plenamente consciente de las ventajas que su constitución anatómica le otorgaba, así que hizo oídos sordos al comentario.

Camille, tras suspirar elocuentemente, le hizo saber que efectivamente eran sus escoltas. Componían un grupo estrafalario, sí, pero eran más capaces que nadie de llevar a cabo aquella tarea. El peliblanco miró a sus compañeros con orgullo. En ese momento pudo ver algo extraño en la expresión facial de Octojin y Takahiro, como si se hubiesen puesto súbitamente en guardia por algún motivo. Instintivamente sus músculos se tensaron y su cuerpo mutó hacia su forma híbrida, preparándose para una posible amenaza desconocida. Su concentración se disparó, activando aquella capacidad que había adquirido recientemente para detectar posibles enemigos y anticiparse a amenazas. No obstante por mucho que miró a su alrededor el marine no fue capaz de distinguir qué era lo que había hecho que sus amigos se activaran de aquella forma hasta que una sucesión de estallidos le hizo darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Varios disparos, probablemente realizados desde el mar, sonaron en la lejanía inundando todo con su estruendo.

Apenas unos instantes después una bala de cañón se dirigía hacia él, tan rápida que cuando se dio cuenta de su presencia tan solo pudo apartarse como buenamente pudo con una veloz voltereta con la que a duras penas logró evadir el ataque.

Rotación Rápida
ACR301
ACRóBATA
Defensiva
Tier 3
36
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Acróbata I 10 Agilidad y 10 Reflejos
El usuario realizará una voltereta rotando hacia cualquier dirección, hasta un máximo de 10 metros, en busca de evadir una ofensiva en su contra gracias al rápido y flexible movimiento.
+5 [Agilidad] y +5 [Reflejos]


Tan rápido como pudo echó a volar, buscando abandonar la estancia mientras veía cómo Octojin y Takahiro intentaban dirigirse hacia el mar para atacar al enorme barco que les estaba disparando y Camille agarraba al farero dispuesta a sacarle de allí antes de que el edificio se derrumbara. La oni gritó el nombre de Atlas, alertando al rubio sobre su posición. El peliblanco, mientras tanto, aprovechó para escudriñar desde el aire a su alrededor con el objetivo de entender bien cuál era la situación. Sus antenas, dos auténticos receptores que le permitían captar estímulos mucho más allá del sensorio humano habitual, serían de vital importancia en ese proceso. Mantuvo además activo su Haki de observación, concentrándose cuanto pudo para intentar distinguir si había algún enemigo cercano y anticiparse a sus posibles movimientos.

Resumen


Cuentas
#11
Atlas
Nowhere
Caminé por medio de la arboleda en paralelo a mis compañeros, alcanzando una posición cercana al faro pero sin llegar a salir del bosque. Mientras observaba lo que ellos hacían, mantenía un ojo en los alrededores en espera de identificar cualquier posible amenaza que pudiese tornar una misión de escolta en una carnicería. Al menos esperaba que unos hipotéticos enemigos esperasen a que se hiciera de día para emprender su ofensiva. Bastante tedioso resultaba un combate ya de por sí, como para encima tener que hacerlo por la noche.

Por desgracia, no fue así. Todo marchaba a la perfección, al menos en apariencia. El acceso al faro se había abierto después de que Ray le hablase a su ocupante, pero en ese momento una sombra en medio de la noche llamó mi atención. Cuando quise darme cuenta, no era una sino varias las siluetas que emergían como pesadillas desde lo más profundo de la oscuridad. Avanzaban hacia el claro con lentitud y en silencio en una clara maniobra que pretendía atraparnos con la guardia baja.

—¡Vienen desde el bosque! —exclamé al Den Den Mushi para advertir a mis compañeros. Ése no sería el día en que nos cogiesen por la espalda... O sí, porque mi advertencia coincidió con el estruendo de los cañones al disparar desde la distancia. Efectivamente, alguna embarcación había abierto fuego contra el faro desde la lejanía, convirtiendo a mis compañeros en su objetivo. Nos atacaban desde el mar y desde tierra firme. ¿Qué podía salir peor? En realidad, casi que parecía mejor no preguntarlo por lo que pudiese pasar.

A lo lejos pude ver cómo Taka y Octojin se encaraban hacia el mar. Del mismo modo, pude apreciar a la perfección cómo Camille intentaba atrapar a Meethook para separarle de la zona más peligrosa. Lo que probablemente no sabía era que el enemigo también se encontraba en la zona que presumiblemente debía ser más segura.

¿Cuál debía ser mi siguiente paso? Se antojaba evidente que debía avisar a mis compañeros de lo que podrían encontrar si se aproximaban demasiado al bosque, pero tal vez pudiese hacer algo más para inclinar la balanza un poco a nuestro favor antes de la advertencia. Con las ideas algo más claras, saqué mi arma de su soporte y me dirigí hacia el enemigo. En la mano derecha portaba mi naginata, mientras que en la izquierda llevaba mi Den Den Mushi. A toda velocidad, corrí hacia la sombre más cercana y tracé un único y profundo tajo vertical antes de, con un gran salto, tratar de alejarme del enemigo e incluso salir de la zona boscosa para reunirme con Camille y Ray.
Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Fisica
Tier 2
21
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Espadachín II - 5 Destreza - 5 Fuerza
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un impulso de hasta 10 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido.
Golpe Básico Arma Filo + [DESx2] de [Daño perforante]


—¡También están aquí! —comentaría en caso de que todo hubiese salido tal y como había planeado—. El enemigo avanza también desde el bosque. He intentado avisaros, pero ha coincidido con los disparos de los cañones —añadiría, procurando mantener abierta la línea del Den Den Mushi para que también Octojin y Taka, más alejados, estuviesen al tanto de nuestra situación—. Estoy bien —diría, por último, tras posicionarme al lado de Camille—. No sé si alegrarme de la idea de haber ido por el bosque o maldecir mi suerte por haber sido yo quien se ha topado con ellos.

Lo decía en broma, pues era evidente que me alegraba de haber podido advertir a mis compañeros. No obstante, tenía unas apariencias que guardar y una imagen que mantener.
Resumen
Daños
#12
Tofun
El Largo
Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos. Los cañonazos rugieron con una violencia ensordecedora, sacudiendo la tierra bajo sus pies. El impacto destrozó la parte superior del faro, cuyos escombros se desplomaron como una lluvia de destrucción, dispersándose en todas direcciones. Fragmentos de piedra y metal cayeron de manera irregular, golpeando el suelo con fuerza y poniendo en peligro a los presentes.

Octojin reaccionó rápido, lanzándose al mar con la precisión de un experto nadador, seguido de cerca por Taka, que no dudó en imitar su maniobra. Desde la cubierta del único barco pirata, algunos de sus más atentos tripulantes lograron divisar la caída del dúo desde el acantilado. Aunque la altura era considerable, los cuerpos entrenados de ambos marines absorbieron el impacto al entrar al agua, emergiendo intactos, listos para lo que vendría.

En el caos, Camille y Ray actuaron con rapidez. Sabían que el faro podría desplomarse por completo en cualquier momento. Ray cargó a Meethook al hombro sin perder el ritmo, mientras Camille cubría su avance. El haki de observación de Ray se activó al instante, su mente agudizada percibió alrededor de 20 presencias hostiles que los rodeaban, mezcladas con la de Atlas. Pero había algo más: una presencia mucho más fuerte que todas las demás. Era imponente, desafiante, y provenía... ¿del acantilado?

En ese preciso momento, una figura se alzó desde el borde del acantilado, lo había escalado con las manos desnudas. Era Broco Lee, un hombre de cuerpo robusto, su musculatura estaba ya tensa, como si cada fibra de su ser se hubiera esculpido para la venganza. Su cabello afro verde contrastaba con su piel oscura y su expresión era de pura furia, su mirada fija en un solo objetivo: Meethook. Broco gritó con voz profunda y llena de odio.

[Imagen: Broco-lee.png]

¡¡¡MEEETHOOK!!!

El grito resonó en el aire y, para algunos, serviría de señal. Meethook, al escuchar su nombre, se giró de inmediato. El color abandonó su rostro de golpe. Lo que una vez fue un pirata temido, ahora temblaba como un niño asustado. Los recuerdos de lo que había hecho a Broco parecían atormentarlo en ese instante. Pero... ¿Que había hecho realmente? - Chi... chicos. Tened cuidado cuando el... lo active. - El hombre que estaba en sus espaldas era todo lo que había temido desde hacía años.

Al mismo tiempo, los piratas veganos, ocultos hasta ese momento, comenzaron a salir de sus escondites entre los árboles y arbustos cercanos. Eran 19, sus siluetas oscuras y ágiles emergieron con rapidez. Sin perder un segundo, cargaron hacia Camille y Ray en oleadas de ataques desenfrenados, como si fueran una sola entidad que deseaba devorar a su presa. Atlas, mientras tanto, había logrado acabar con uno de los piratas tras sorprenderlo con un golpe letal, aprovechando su distracción. Sin embargo, cuando intentó acceder al claro, se encontró atrapado en medio de la estampida de piratas que corrían hacia el centro del conflicto. Las fuerzas enemigas eran demasiadas, pero Atlas, con su experiencia, sabía que no podía permitirse caer allí.

Broco, con los ojos inyectados de ira, se preparaba para el combate final estirándose y crujiendo su cuello. Este enfrentamiento no era solo una cuestión de violencia, sino una deuda de sangre que llevaba años esperando saldarse. El duelo contra Meethook sería una batalla personal, una venganza por todos los agravios sufridos.

A veinte metros de la costa, la tripulación del barco pirata abrió fuego nuevamente. Esta vez, las balas de cañón iban dirigidas hacia la supuesta posición de Octojin y Taka, quienes nadaban con todas sus fuerzas. Pero eso no era todo. Los piratas veganos, manteniendo su peculiar estilo, lanzaron una andanada de alimentos sobre los marines. Tomates, cebollas, manzanas y otras frutas volaron por el aire como si fueran proyectiles, pero con una fuerza y precisión sorprendentes, mucho más de lo que uno esperaría de estos simples alimentos. El aire se llenó de un olor dulce y ácido mientras los productos impactaban en el agua.

En medio de este caos, Octojin mantuvo la calma. Su mente analítica rápidamente localizó tres puntos débiles en el barco enemigo, pequeñas grietas en la estructura que podrían ser explotadas. A través del agua turbia, también divisó la aleta del timón y el ancla, ambos objetivos clave.

Pero el tiempo jugaba en su contra. Mientras Octojin y Taka luchaban por acercarse al barco, una nueva amenaza se cernía sobre ellos desde la cubierta: un grupo de piratas se había armado con lanzas y redes, listas para arrojarlas al agua con la intención de capturarlos o, peor aún, hundirlos. La situación escalaba rápidamente, y la derrota parecía más cercana a cada momento.

Datos generales


El líder Vegano
#13
Octojin
El terror blanco
Jōki no eikyō
KGY300
GYOJIN KARATE
Pasiva
Tier 3
Las técnicas del estilo emplean el elemento agua en ellas, con lo cual serán capaces de golpear a los usuarios de Akuma no mi que normalmente contarán con ciertas inmunidades con normalidad. Por otro lado, siempre que se encuentre en el agua o en un ambiente con una alta presencia de la misma y por lo tanto humedad sus técnicas causan +50 de Daño adicional y costarán -5 Energía (Hasta un máximo de 5 Energía).


El gyojin había nadado a gran velocidad hasta el barco, sorteando cañonazos, que ahora iban en su dirección, y lo que parecían ser... ¿vegetales? O fruta, no sabía muy bien, la cosa es que era algo curioso que jamás le había pasado con anterioridad y estaba casi seguro de que era algún tipo de alimento. Al llegar, pronto notó cómo Takahiro se encontraba detrás suya, así que se centró en el barco y en encontrar algo que les ayudase.

Sumergido en el agua y sin tiempo que perder, los detalles del barco enemigo se hacían cada vez más claros para él. Lo observó desde abajo, desde lo que sería la parte baja de la proa a la parte inferior de la popa. Y entonces, localizó tres puntos débiles: la aleta del timón, que si destruía, dejaría el barco inmóvil; el ancla, que una vez fuera de combate evitaría cualquier huida rápida; y finalmente, una grieta en el casco, probablemente producto de una reparación mal hecha que podría ser su golpe final para hundir la embarcación. El escualo comenzó a planear su ataque, calculando cómo maximizar el daño, pero justo cuando estaba inmerso en su estrategia, un objeto extraño lo golpeó de lleno.

Un proyectil inesperado: una berenjena, que lanzada a gran velocidad supuso una amenaza para el habitante del mar. El gyojin, sorprendido, simplemente bloqueó el impacto con su cuerpo, sin tiempo para reaccionar con más precisión. Aquellos maleantes del barco, efectivamente estaban lanzando alimentos, lo que lo hizo fruncir el ceño. Si lo que querían con aquella absurda táctica era desconcertarle, lo habían hecho, pero aún así no lo distraerían de su objetivo.

Volviendo a la acción, Octojin señaló a Takahiro los dos primeros puntos que atacarían, ya que se encontraban bastante próximos: el ancla y la aleta del timón. La estructura del barco les daba una oportunidad, pero realmente necesitaban coordinación y velocidad para que el ataque fuera exitoso. Lo primero era algo más complejo, pero lo segundo, al menos para él, no. El agua era su hábitat, y allí sentía que era mucho más ágil que de costumbre, podía moverse a una velocidad mucho más alta que en tierra, y su capacidad de reacción también era mayor.

—Primero el ancla y la aleta del timón, luego acabaremos con el casco. Necesitamos atacar rápido y de manera coordinada. ¡Vamos! —le dijo en voz firme a Takahiro, asintiendo y esperando que el humano le siguiese.

Con una rápida propulsión en el agua, Octojin comenzó a esquivar las balas disparadas desde el barco con suma agilidad. Fue un alivio para él ver cómo los cañonazos se dirigían a ellos y dejaban tranquilos a sus compañeros en tierra firme. Lo cierto es que el gyojin pensaba que el pirata al que tenían que escoltar no duraría mucho si alguna bala se interponía en su camino. O al menos no daba esa sensación. ¿Por qué sería tan importante un tipo que parecía no ser capaz de defenderse ni del aire que respiraba?

En cualquier caso, el agua era su terreno, y moverse a través de ella le daba una ventaja considerable, así que lo aprovecharía. Los piratas disparaban sin cesar, pero la velocidad del gyojin los desorientaba y parecía hacer que les costase seguirle, lo cual provocaba que no atinasen ni un solo disparo.

Cuando el tiburón llegó al lado del ancla y cerca de la aleta del timón, se preparó para el ataque. Primero dirigió un poderoso golpe ascendente hacia el ancla, empleando el agua de su alrededor para potenciar el golpe y descargando toda su fuerza para desestabilizarla. La fuerza del impacto resonó a través del metal y el agua, pero no se detuvo.

Wanto Giri
KGY301
GYOJIN KARATE
Ofensiva
Tier 3
32
Costo de Energía
2
Enfriamiento
15 Fuerza
Un impacto ascendente en que el usuario buscará trazar un gancho mientras golpea el vapor que rodea a su objetivo para elevarlo por los aires del impacto causando [Empuje] hacia arriba un máximo de 10 metros con el fin de dejarlo expuesto mientras cae.
Golpe Básico CaC + [FUEx2,4] de [Daño contundente]


Acto seguido, y esperando que Takahiro no se encontrase vegetales por el camino y pudiera seguirle, se lanzó hacia la aleta del timón y, con dos rápidos movimientos, la golpeó con toda su potencia intentando destruirla.

Senmaigawara seiken
KGY402
GYOJIN KARATE
Ofensiva
Tier 4
46
Costo de Energía
2
Enfriamiento
22 Fuerza
Un fuerte impacto que se transmite a través de las partículas de agua presentes en el cuerpo y aire que rodea al objetivo logrando que el golpe del usuario lo [Derribe] y [Empuje] hasta 10 metros.
Golpe Básico CaC + [FUEx2,6] de [Daño contundente]


Los crujidos en la estructura le dieron una señal de que los golpes parecían estar funcionando, pero aún era pronto para cantar victoria. Aunque hubieran conseguido destruirlos, aún quedaba el tercer objetivo: la grieta en el casco. 

Sin embargo, el gyojin había ignorado por un momento que su compañero Takahiro era un humano. Y como tal, debía salir a respirar a la superifice, así que le acompañó durante unos segundos, casi pegados al barco, en el cual apoyó su mano derecha e intentó cubrir a su aliado arropándolo con su cuerpo mientras tomaba aire y recuperaba un ritmo normal de pulsaciones. Entonces, su den den mushi sonó, y en él se pudo escuchar a Ray pidiendo ayuda. Aquello preocupó al tiburón, a sabiendas de que si pedía ayuda era algo extremadamente urgente.

—Debes ir —comentó mientras asentía con la cabeza—. Yo me encargo de esto, ve y ayúdales, en nada estaremos todos juntos de nuevo. Se me ha ocurrido algo, ven.

El escualo agarró al humano en cuanto notó que estaba preparado y se lo llevó unos metros sumergido, desde allí, aplicó parte de su fuerza para desplazarlo a gran velocidad, lanzándolo en el agua hacia la zona de la orilla, donde en teoría estaba el faro y sus aliados. Allí, quizá el espadachín podría ser de más ayuda. Tras ello, Octojin miró y remiró hacia la hendidura, acercándose a ella. No solo estaría a un par de golpes de acabar con el barco, sino que al estar tan cerca del casco, se protegería de los cañonazos. 

Si el ataque combinado del escualo y el humano había sido lo suficientemente bueno, el barco empezaría a hundirse poco a poco, pero no tenía tiempo de esperar, debía realizar un último ataque para hundirlo rápidamente y volver a tierra. La misión de escolta implicaba llevar en barco al pirata, por lo que cuanto menos tiempo estuvieran lejos del barco, mejor. Además, si la brigada estaba en peligro, eso quería decir que algo estaba ocurriendo en la zona del faro.

Los cañonazos y los proyectiles de alimentos que los piratas usaban no iban a detenerlo. Con su mirada fija en el casco del barco, Octojin estaba decidido a hundir la embarcación, dejando claro que cualquier amenaza contra la Marina no tendría escapatoria.

Matemáticas

resumen

Inventario

stats
#14
Takahiro
La saeta verde
«No sé si esto ha sido una buena idea», discurría el peliverde, mientras caía de cabeza al agua, con los brazos en forma de cuña para hundirse sin darse la hostia del mes. Y, como había esperado, su impulso y la gravedad hicieron lo que tenían que hacer: reducir lo máximo posible la distancia entre el acantilado y el barco.  El agua de aquellas costas era más fría que la que rodeaba a Loguetown, aunque también podía influir que la adrenalina que hacía que corazón latiera más rápido y, por ende, su cuerpo estuviera más caliente.

Antes de saltar, Takahiro, mas no sabía cuánto tiempo iba a poder estar sin subir a la superficie, así que tenían que actuar rápido y pronto. Su idea principal había sido la de subir al barco, pero el héroe de las profundidades, Octojin, tenía otros planes y se lo hizo ver. Quería que atacaran el barco desde abajo, seguramente para hundirlo. «Creo que se ha olvidado de que soy un humano», se dijo así si mismo el marine, al mismo tiempo que levantaba el pulgar y buceaba hacia donde le estaba diciendo su amigo.

Sin embargo, una serie de proyectiles comenzaron a caer al mar hacia donde estaban ellos. No eran disparos muy certeros, pero alguno de ellos pasaba demasiado cerca. Fue entonces, cuando alzó la vista hacia arriba, mientras agitaba sus piernas, y contempló como algo rojizo se acercaba a él a gran velocidad. Rápidamente, con la intención de deshacerse de él, desenfundó a Samidare y trazó un movimiento horizontal desde dentro hacia afuera, desviando lo que pareció ser un tomate.

Flujo Metálico
ESP102
ESPADACHíN
Defensivo
Tier 1
8
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Espadachín I - 5 Destreza
Usando su arma el usuario trazara unos movimientos rápidos buscando desviar las ofensivas que hayan lanzado algún tipo de proyectil en su contra de hasta cierto daño, desviando la trayectoria de dichos proyectiles para evitar el daño, pudiendo redirigirlos hacia un nuevo objetivo que se encuentre a sus laterales o espalda, respetando siempre el alcance restante del proyectil.
[DESx1,9] de Daño Mitigado


«¿En serio han disparado un tomate? ¿Y no se ha quemado con la pólvora?», se preguntó el peliverde, llegando tarde a una segunda verdura que le golpeó en su tonificado y musculoso pectoral. Esta vez se trataba de un pimiento morrón de color verde. 

Sintió una molestia bastante grande que le duró apenas un instante, en el que su compañero ya se había predispuesto a atacar los puntos clave del barco. Esa era la primera vez que veía un navío por debajo, y le impresionó bastante. El primer punto a atacar era como una púa de guitarra, pero más grande. No tenía ni idea de que parte del barco era, sin embargo, el espadachín nado hacia ella y haciendo acopio de todas sus fuerzas trató de terminar el trabajo que había empezado el hombre-pez. Tras ello, fue al segundo punto que le había indicado y volvió a trazar un corte en diagonal para deshacerse de ello. Puso todas sus fuerzas en cada uno de los ataques, apretando con ambas manos la empuñadura de su katana.

Tras ello, enfundó su espada y buceó hasta situarse cerca de Octojin. Podía estar un poco más bajo el agua, pero le hizo entender al gyojin que necesitaba subir a la superficie más pronto que tarde.

Y eso hicieron.

Recuérdame que debo pillar una bomba de oxígeno portátil o algo así —comentó, mientras tomaba aire en la superficie. Fue en ese momento cuando su den den mushi comenzó a sonar. Sin pensarlo lo cogió, llevándoselo a la cara, y se trataba de Ray. Necesitaban ayuda en la superficie. Después de preguntarles su ubicación, llegó la hora de ir hacia tierra—. ¿Estás seguro? —le preguntó al pez, en cuya mirada había mucha determinación—. Sí, sí —dijo sin dejarle responder—. El mar es cosa tuya.

Takahiro tomó aire de nuevo, llenando sus pulmones, y el tiburón lo acercó a la orilla lo máximo posible. Aquella era la primera vez que notaba como las escamas de pez tocaban su cara. Era una sensación extraña, como si le pasaran un peine de pequeños pétalos de plástico y esparto por la cara. Algo parecido a un rascador. Tras ello, con menos sutileza de la que hubiera esperado, lo lanzó hacia la orilla. Aún no hacía pie, pero las olas le ayudaron a llegar pronto a tierra firme. Trató de ir hacia un lugar en el que no hubiera mucha gente, para así pasar desapercibido y poder ir hacia el lugar en el que se encontraba Ray.

Números


Resumen
#15
Ray
Ray
Con el corazón latiéndole a mil por hora tras el repentino ataque que habían recibido, Ray se detuvo un momento a mirar a su alrededor. Había logrado salir ileso del interior del faro, y tanto sus compañeros como Meethook no habían sufrido más que rasguños sin importancia. Pero la parte complicada de la misión empezaba ahora. Además del barco que les había disparado y hacia el que se dirigían desde el mar Takahiro y Octojin, eran veinte las presencias extrañas que había podido percibir desde que activó el Haki de Observación. Diecinueve de ellas eran débiles, apenas dignas de atención, pero la última... Una presencia de excepcional poder se acercaba hacia ellos, ascendiendo por el acantilado.

En ese momento la persona que desprendía aquel impresionante aura emergió desde la pared de roca. Y el rostro que encontró el joven marine ante sí le resultó conocido. No porque se lo hubiera cruzado antes en persona, sino de los carteles de "Se Busca" que tenían en el Cuartel General. Se trataba nada más y nada menos que de Broco Lee, uno de los piratas más buscados de todo el East Blue y capitán de los infames Piratas Veganos. Y a juzgar por la fuerza que emitía su presencia... ocupaba esa condición de forma más que justificada.

El recién llegado gritó el nombre del farero con una voz poderosa y que desprendía un odio profundo y visceral. Este, visiblemente asustado, les avisó de que tuvieran mucho cuidado con él, en particular cuando activara algo que no fue capaz de precisar. Por el comportamiento de uno y de otro parecía claro que alguna clase de rencilla en el pasado había quedado pendiente entre ambos, una que daba la sensación de ser bastante importante. No obstante, el capitán se quedó donde estaba y comenzó a realizar unos estiramientos mientras sus hombres salían de la zona boscosa donde había percibido sus presencias y se dirigían con velocidad hacia la posición de Camille y Ray. Atlas había conseguido derrotar con facilidad a uno de ellos, pero eso no parecía haber disminuido el ímpetu de los demás.

Por suerte eran débiles y lentos, o eso habían demostrado hasta aquel momento. Lo importante era poner a salvo a Meethook para evitar que lo mataran. El anciano no parecía ser capaz de resistir muchos golpes, y no podían exponerle por el momento. Así que lo mejor sería que, aprovechando que estaba cargando con él en sus brazos, se alejara temporalmente del epicentro del combate.

- ¡Camille! - Llamó a su compañera. - ¿Puedes encargarte de ellos mientras pongo a Meethook a cubierto? No parecen gran cosas como luchadores.

Una vez la oni hubiera dado el visto bueno el joven de cabellos plateados, aún con su Haki activo, iría retrocediendo velozmente para esquivar las tres andanadas de ataques lanzadas por sus nuevos enemigos. No eran rivales para su rapidez de reflejos ni para sus sigilosos y ágiles movimientos, por lo que no le resultó en absoluto difícil conseguirlo. Acto seguido echó a volar, alejándose unos treinta metros con el farero en sus brazos, mientras le preguntaba:

- ¿Qué puedes contarnos sobre Broco? ¿Algo que debamos saber y que pueda ayudarnos a vencerle y poder protegerte de él?

Una vez el anciano le hubiera contestado, e imaginando que Octojin podría seguramente manejarse solo desde el mar para hundir el navío enemigo, cogió su Den Den Mushi y llamó a Takahiro. Cuando el peliverde le contestase, si es que lo hacía, le pediría:

- ¿Puedes volver a tierra a darnos apoyo? ¿Crees que Octo puede apañárselas solo? Tenemos enfrente a una gran cantidad de enemigos, y uno de ellos muy poderoso, y tenemos que evitar que maten a Meethook, así que nos vendría bien algo de ayuda.

Durante ambas conversaciones tendría activo en todo momento su Haki, así como atentas sus antenas para detectar cualquier posible amenaza que pudiera acercarse para intentar acabar con la vida del farero. Y una vez terminadas ambas guardaría el Den Den Mushi y comenzaría a realizar ejercicios de estiramiento tanto del tronco como de las cuatro extremidades, preparándose para el inminente combate. Debía estar a punto para cuando le tocase participar activamente, que sería en cuanto Camille se hubiese ocupado de reducir el número de enemigos de los que estar pendientes y que pudieran escabullirse y matar a Meethook mientras lidiaban con los demás. Aunque le preocupaba estar dejando demasiado tiempo también a Broco Lee para calentar también y que eso pudiera ser relevante para el devenir de la batalla.

Artista Marcial Iniciado
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
Calentamiento, si calienta un post gana +5 [Agilidad] y +5 [Fuerza].


Resumen


números
#16
Atlas
Nowhere
El tipo al que había atacado cayó inconsciente al suelo, derrotado. «Uno menos», me dije, aunque no tardé en darme cuenta de que estaba totalmente equivocado. Casi como si aquello fuese la señal de partida para una expedición de sangre y venganza, un sinfín de sombras comenzaron a emerger de entre los árboles y se abalanzaron sobre Ray y Camille, que mantenían a salvo a Meethook. La abrumadora cantidad de individuos que querían acabar con el antiguo pirata daba que pensar. Desde luego, a pesar de haber identificado varias de ellas movilizándose entre los árboles en ningún momento había pensado que pudiesen ser tantas.

No sabía si el motivo era el ansia asesina que les movía hacia su antiguo compañero o la penumbra en la que estábamos envueltos, pero la horda de corsarios pasó a toda velocidad a mi alrededor y se dispuso a atacar en grupos a mis compañeros. Eran muchos, muchísimos. Por un momento estuve tentado de interceptar a varios de ellos, cuantos me fuera posible, para aliviar la carga destinada a pesar sobre los hombros de la oni y el de cabellos plateados. Sin embargo, dos cosas me hicieron cambiar de opinión.

La primera fue la mirada que les dirigí a ambos marines. Con gesto serio y confiado pero en tensión, encaraban el desafío con una seguridad envidiable que me dejó claro que nada malo podría pasarles. La segunda estaba en el acantilado. Sí, acababa de hacer aparición como si de un alpinista se tratase. Mi piel se había erizado y un escalofrío había recorrido mi espalda. Algo dentro de mí me había avisado de que allí teníamos un obstáculo que no sería fácil superar.

Mi mente se expandió por el área, centrándose sobre todo en aquel sujeto al tiempo que el fuego prendía en mi piel. Llamas azuladas comenzaron a nacer en mis hombros y mis manos, dotadas de destellos amarillentos y anaranjados que se movían de forma caprichosa. Exactamente lo mismo sucedió con mis piernas, que se vieron envueltas en el mismo fuego antes de que, súbitamente, donde antes estaban mis brazos surgieran dos alas y mis piernas fueran reemplazadas por dos patas de ave.
Kenbunshoku Haki
KENB401
KENBUNSHOKU
Haki básico
Tier 4
7
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Kenbunshoku Básico
Permite al usuario percibir la presencia de otros seres vivos en un área. Confundirá el aura de los demás cuando estén dentro o detrás de otros seres vivos. Puede percibir el poder de los seres vivos en comparación al suyo. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].
Área: [VOLx10] metros | Anticipación: [VOLx0,1] metros


Volé hacia las alturas, saliendo de entre las copas de los árboles y dejando que la luz de mi fuego iluminase la zona con un agradable tono azulado. En aquel contexto no cabía la posibilidad de atacar por sorpresa a aquel tipo que con tanta rabia había amenazado a Meethook.

Volé en dirección hacia el sujeto del pelo raro y, al estar posicionado sobre él, dejé que mis alas desapareciesen para, durante el descenso, desenfundar mi Kurotsume no Kaijin. Su filo trazó una trayectoria descendente sobre su torso, buscando provocarle un corte lo más profundo posible.
Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Fisica
Tier 2
21
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Espadachín II - 5 Destreza - 5 Fuerza
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un impulso de hasta 10 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido.
Golpe Básico Arma Filo + [DESx2] de [Daño perforante]


Resumen
Cuentas

Vida: 490 / 490
Energia: 306 / 332
Haki: 118 / 125
#17
Camille Montpellier
-
Habían salido a trompicones en el momento en que los cañonazos impactaron contra el faro, y aunque había sido capaz de desviar uno de los proyectiles que fueron directos hacia ella y Meethook, no fueron lo suficientemente rápidos como para evitar los escombros que empezaron a caer sobre ellos. Tanto ella como el viejo pirata recibieron el impacto de uno bien grande que, aunque para ella no supondría mayores problemas, hizo dudar a la oni del estado de salud de su protegido temporal. Masculló un «mierda», apretando los dientes mientras se alejaba todo lo posible del derrumbe. En algún momento de este suceso, Ray pasó a tomar custodia del farero para ocuparse de él. Era una opción mejor, ya que el peliblanco poseía una velocidad que era impensable de alcanzar para ella. Mientras todo esto sucedía, Takahiro y Octojin se habían lanzado barranco abajo para alcanzar el barco, tal y como habían acordado.

Con esto la situación debía quedar bajo control a ojos de Camille, más allá de la pérdida del faro que tardaría un tiempo en volver a quedar operativo, por desgracia para los marineros que se dirigieran a Kilombo o Rostock. Por desgracia, todo aquel entuerto se encontraba muy lejos de estar solucionado. No solo debían lidiar con el barco, sino además con una amenaza inminente que no tardó mucho en presentarse ante ellos. De un momento a otro, la colina sobre la que antes se alzaba el faro se vio invadida por un gran número de piratas, alrededor de unos diecinueve. Por si esto no fuera poco, el que debía ser su capitán, Broco Lee si sus recuerdos de los carteles de búsqueda y captura no le fallaban, también había aparecido allí tras escalar el barranco a mano desnuda. Por suerte, parecía que este último se tomaría algo de tiempo antes de entrar en acción, aunque dejó claro que no se iría de allí sin saldar las cuentas pendientes que tenía con Meethook.

«Genial», pronunció sarcásticamente la recluta en su cabeza. Las cosas solo habían ido de mal en peor. Sus ojos rojizos se clavaron en la oleada de enemigos que cargaba contra ellos sin temor alguno, dispuestos a acabar no solo con ellos sino también con su antiguo compañero. Ray podía alejarse de allí con Meethook, pero en su caso evadir el ataque no era ninguna opción. Frunció el ceño y sostuvo con fuerza a Céfiro, su odachi, y dirigió la punta de su filo hacia ellos antes de cargar, impactando contra sus oponentes.

Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Fisica
Tier 2
21
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Espadachín II - 5 Destreza - 5 Fuerza
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un impulso de hasta 10 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido.
Golpe Básico Arma Filo + [DESx2] de [Daño perforante]


Y efectivamente, el choque se produjo, pero era tal el número de enemigos a los que había que hacer frente que ni siquiera la extraordinaria fuerza y resistencia de la oni fue suficiente para hacerlos retroceder, tan solo logrando mitigar la fuerza de su avance e interponerse entre ellos para que no siguieran avanzando. Soltó un gruñido en el momento en que sus armas y golpes la hirieron. Le habían hecho daño, pero estaban muy lejos de dejarla fuera de combate. Las palabras de Ray llegaron a sus oídos justo después de esto.

¡¿Que si puedo?! —respondió a viva voz, sonriendo de una forma que solo podía definirse como peligrosa—. ¡Tan solo alejaos de mí!

Observó a la marabunta de enemigos con la ferocidad de un animal herido y, justo en el momento en que se aseguró de que tanto Ray y Meethook se hubieran alejado, así como Atlas que había emergido del bosque convertido parcialmente en aquel majestuoso ave de llamas celestes, volvió a apretar con fuerza la empuñadura de Céfiro. De un momento a otro, con una brutalidad que solo ella había demostrado y tratando de imponerse ante la gran cantidad de piratas que había frente a ella, Camille giró con una velocidad inusitada convirtiéndose junto a su espada en un vórtice afilado y letal. Tal vez no corriera rápido, pero sus ataques no tenían nada que envidiarle al peliblanco o a cualquiera de sus compañeros. En el instante en que se puso a girar, el viento se convirtió en su aliado y un huracán de ondas cortantes se alzó hacia los cielos tratando de devorar a los 19 piratas antes de que tuvieran tiempo siquiera de alejarse de ella.

Torbellino Atroz
BER401
BERSERKER
Físico
Tier 4
41
Costo de Energía
30
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Berserker II - 15 Destreza - 15 Fuerza
El usuario comenzará a girar junto a su arma a gran velocidad formando un pequeño tornado de cortes que ascendieron en el aire hasta dos decenas de metros de altura, abarcando un ancho de 10 metros desde el usuario de cortes, pudiendo el usuario moverse manteniendo este estado.
Golpe Básico Arma Filo + [DESx2,6] de [Daño cortante]


Si lograba acabar con ellos tan solo tendrían que ocuparse de Broco Lee y, con suerte, Takahiro y Octojin llegarían a tiempo para hacerle frente.

Resumen

Las matemáticas

Estado
#18
Tofun
El Largo
El claro del faro se había transformado en un verdadero campo de batalla. La oscura noche, iluminada solo por la tenue luz de la luna, ahora estaba teñida de humo gris, consecuencia de los impactos de cañón y el derrumbe parcial del faro. Los ecos de los disparos habían despertado a todo Rostock, pero solo cinco personas sentían el auténtico fervor de la lucha. Octojin y Taka se habían precipitado hacia el vacío con una peligrosa misión: hundir el barco de los piratas veganos, deteniendo así el bombardeo de artillería y cortando cualquier posible vía de escape del enemigo.

Tras los primeros embates bajo el agua, el navío comenzó a mostrar señales de daño, con un par de fugas en la cubierta que alertaron a la tripulación. Taka decidió abandonar las profundidades para unirse al combate en tierra firme, pero antes tenía que superar un obstáculo: el ascenso por el empinado muro del acantilado. La escalada, de por sí difícil, se complicaba aún más bajo la lluvia de cañonazos que intentaban acabar con su vida.

¡Vamos, soltadlo! Si no lo hacemos, nos van a hundir. —Los gritos a bordo del barco pirata se mezclaban con los crujidos ominosos de la madera, que advertían un inminente final para la embarcación. — ¡No es buena idea, maldita sea! — Las discusiones acaloradas se interrumpieron por sonidos estridentes: golpes violentos en la cubierta, gritos de tripulantes, y finalmente, el rugido de algo inmenso seguido de un fuerte chapoteo en el agua.

El causante de aquel caos emergió de las profundidades. ¡Y qué causante! Una nutria de casi dos metros de altura, con una musculatura imponente y pelaje negro, parcialmente teñido de blanco. Sus ojos, inyectados en un rojo carmesí, reflejaban una furia incontrolable. Era un Mink, y bajo la hipnótica luz de la luna había entrado en su forma Su-Long, un estado de poder desmedido y brutalidad salvaje. Su mirada se fijó en Octojin, convertido ahora en su objetivo. Octojin debía tomar una decisión crítica: ¿Qué hacer primero? continuar con la misión de hundir el barco o enfrentarse a este formidable rival que lo había marcado como su presa.

Nutria Vegana



Mientras tanto, en el claro del faro, la situación no era mucho mejor. Ray y Atlas habían logrado levantar a Meethook y sacarlo del peligro inmediato, al menos por el momento. Desde su posición, Broco Lee los seguía con la mirada, estirando el cuello como una bestia que acecha a su presa, esperando el momento perfecto para atacar. Camille, por su parte, resistía una serie de embestidas enemigas. Aunque había recibido algunos cortes superficiales, no cedió terreno. Contraatacó con un golpe masivo que lanzó a varios piratas por los aires. Cerca de la mitad de los enemigos quedaron fuera de combate, dispersos y heridos en los alrededores, mientras los sobrevivientes miraban la escena con creciente duda sobre si debían continuar.

Aun así, la otra mitad de los piratas veganos no se detuvo. Decididos a no ceder ante el berserker, se lanzaron en una nueva oleada de ataques, tratando de empapar a Camille bajo una lluvia de golpes coordinados.

En ese momento, el enfrentamiento clave estaba por comenzar. Atlas y Broco Lee se preparaban para un choque titánico. Broco, maestro en el combate cuerpo a cuerpo, observó el ataque frontal de Atlas con una sonrisa maliciosa. Era justo el tipo de ataque que disfrutaba defender. Sus músculos se hincharon, las venas marcando un intrincado mapa bajo su piel, y, en un abrir y cerrar de ojos, Broco desapareció de la vista de Atlas. Evadiendo el golpe con una velocidad endiablada, reapareció a su lado y aprovechó la inercia del rubio para lanzarlo contra el suelo con brutal precisión. Desde entonces, las manos de Broco se envolvieron en haki, endureciéndose como el hierro.

Broco no desperdició ni un segundo, era mas rápido que una bala de cañón. Justo mientras Atlas besaba el suelo descargó su puño derecho. Con una sonrisa feroz, activó una de sus técnicas favoritas.

¡¡¡BROCOLI SHOT!!!

El golpe resonó como un trueno. La fuerza detrás del ataque era devastadora. El suelo se quebró en un radio de tres metros, creando profundas fisuras que lanzaron tierra y escombros por los aires. Atlas fue hundido en el cráter resultante, el eco del ataque retumbó por toda la isla. Meethook, aferrado con todas sus fuerzas a Ray, temblaba como una hoja al viento. Su rostro, marcado por el pánico, delataba que sabía algo más de lo que había revelado.

Deberíamos huir... Broco tiene un gran secreto. — Dijo con un hilo de voz, sus ojos fijos en el guerrero vegano. — Yo lo descubrí, y por eso tuve que huir de su tripulación antes de que me matara. Es un secreto oscuro... el secreto de su verdadera fuerza. Fue cuando lo descubrí que... — Su voz se quebró, y levantó el muñón que una vez fue su mano derecha. — ... perdí la mitad de mi cuerpo. — El miedo en su voz era palpable, su cuerpo temblaba de manera incontrolable. Meethook no estaba fingiendo; había enfrentado algo que lo aterraba hasta el alma, y sabía que quedarse significaba enfrentarse nuevamente a esa fuerza descomunal que una vez casi lo había destruido.

Datos generales


Bélico


El líder Vegano
#19
Octojin
El terror blanco
Jōki no eikyō
KGY300
GYOJIN KARATE
Pasiva
Tier 3
Las técnicas del estilo emplean el elemento agua en ellas, con lo cual serán capaces de golpear a los usuarios de Akuma no mi que normalmente contarán con ciertas inmunidades con normalidad. Por otro lado, siempre que se encuentre en el agua o en un ambiente con una alta presencia de la misma y por lo tanto humedad sus técnicas causan +50 de Daño adicional y costarán -5 Energía (Hasta un máximo de 5 Energía).


Octojin, con el agua rodeándolo, se permitió un breve instante para ojear la situación. Observó cómo Takahiro se alejaba hacia tierra firme tras su impulso, avanzando con la agilidad que lo caracterizaba. Mientras tanto, él mantenía su foco en el objetivo que aún quedaba por completar: hundir definitivamente el barco pirata antes de que pudieran causar más daños con sus cañones. Su mente calculaba los movimientos necesarios, enfocándose en el único punto débil en pie.

Arriba, en la cubierta, el gyojin oía cómo los piratas eran incapaces de controlar su nerviosismo. El crujir de la madera era un ruido que se podría presentar en cualquier pesadilla de un navegante, ya que era un síntoma inequívoco de que todo se iba al garete. Y aquello era lo que parecía estar sucediendo con los piratas, que corrían de aquí para allá y gritaban cosas que el gyojin no podía descifrar.

El escualo ya había conseguido tumbar, junto con la ayuda del humano espadachín, dos de los tres puntos detectados. El ancla y el timón ya estaban totalmente destruidos, y el barco comenzaba a dar esos pequeños titubeos hacia un lado y el otro, denotando un claro síntoma de que estaba apunto de ceder por completo. Pero para hacer que aquello ocurriese antes, había que acelerar el proceso, y aquello solo podía hacerse de una manera; yendo a por el último punto débil del barco: La grieta del casco.

Si bien ya se había aproximado tras lanzar a su compañero, no le hizo falta mucho tiempo para detectar dónde irían sus golpes. Solo tuvo que seguir el rastro de la madera hasta llegar a un punto donde empezaba a levantarse, así que ahí irían los golpes hasta que la hendidura fuese aún mayor.

Sin embargo, un ruido lo interrumpió. El chapoteo violento en el agua y el crujir de la madera en el barco señalaban algo mucho más peligroso que simples daños estructurales. Una nutria inmensa cayó al agua, justo a su lado.

Octojin se quedó mirándola, con el semblante serio. La criatura tenía una apariencia poderosa y musculosa, con una expresión bastante agresiva que hacía ver que su caída no había sido casualidad. Su pelaje era blanco y denso, con detalles en negro que destacaban a lo largo de todo su cuerpo. Pero si algo llamaba la atención era sin duda sus ojos rojos, cuya intensidad transmitía una extraña sensación de furia o una energía sobrenatural. Su boca, abierta mientras parecía gritar, mostraba unos dientes afilados que por un momento intimidaron al tiburón.

Y allí, ojeando su pelaje oscuro que brillaba bajo la luz lunar, el tiburón le marcó con una mirada que atravesaba hasta el alma, sintiendo como la nutria mink hacía exactamente lo mismo. El gyojin supo en ese momento que el combate no sería fácil, y mucho menos rápido.

Aunque el habitante del mar no sabía mucho de aquellas criaturas llamadas minks, conocía algo de su raza. No se había cruzado con muchos a lo largo de su vida, pero sí que en su pasado, uno descendió hasta su isla natal, la Isla Gyojin, y allí les contó a los suyos muchas cosas sobre ellos. Entre otras, mencionó aquella historia del Sulong y el poder que aquello les daba. Y en aquel momento, le tocaba luchar contra uno de ellos y lidiar con aquella habilidad extraña que poseían.

En ese breve intercambio de miradas, Octojin supo que no tendría tiempo para completar la misión si no tomaba una decisión inteligente. La nutria no le daría un solo segundo de respiro, podía verlo en su mirada. Su mente trabajó rápidamente, y entonces, una idea se le ocurrió. Con un ágil movimiento y sin apartar sus ojos de los enrojecidos del mink, el tiburón deslizó su mano derecha hacia el bolsillo, extrayendo con rapidez su dial de destello. Era un recurso valioso, y sabía que debía usarlo en el momento justo, y ese momento era ese preciso instante.

Levantó el dial hacia su cabeza apuntando al mink y, con un movimiento preciso, presionó el botón. Una luz cegadora estalló desde el dial, iluminando el acuático campo de batalla con una intensidad casi insoportable. La potente luz tenía como objetivo desorientar al mink, intentando hacer que retrocediera momentáneamente. Si le daba de lleno, sería incapaz de ver más allá de la explosión luminosa. Ese era el breve instante que Octojin necesitaba. ¿Cómo se vería aquella explosión de luz desde el barco? ¿Y desde la zona del faro? Quizá había creado una especie de faro marino, quién sabe.

Con suma agilidad, el escualo aprovecharía el posible desvío de la atención de su oponente y se lanzaría hacia el casco del barco. Sabía que el punto débil estaba cerca, justo donde la estructura de la nave ya mostraba signos de debilidad. En el rápido trayecto cubriría ambas manos de una película negruzca que le daba el pdoer del haki de armadura, endureciendo sus puños para asegurarse de que su golpe fuera lo suficientemente fuerte como para causar un daño irreversible que fuera el último que la embarcación recibiese.

Golpearía con toda su fuerza un par de veces. El primer impacto directo, si diese en su objetivo, resonaría a través del casco, haciendo que la madera crujiera, como si estuviera a punto de ceder bajo la presión. El segundo golpe, de impactar, sería el decisivo. La grieta, de recibir ambos impactos, se expandiría, y el agua no tardaría mucho en entrar con fuerza, tragándose poco a poco la embarcación.

Impacto Directo
COM101
COMBATIENTE
Físico
Tier 1
15
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Combatiente I 5 Fuerza
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades.
Golpe Básico CaC + [FUEx1,9] de [Daño contundente]


Octojin, independientemente de haber cumplido su misión o no, se daría la vuelta, enfrentando nuevamente a la nutria, quien muy probablemente ya habría recuperado la vista y la compostura, si es que las había perdido, tras el destello. El gyojin se preparó, notó cómo su cuerpo se tensaba mientras sus ojos, llenos de determinación, se clavaban en los del mink.

Justo en ese momento el tiburón escucharía tres cañonazos, que probablemente irían dirigidos hacia la zona del faro, nuevamente. Aquello le hizo pensar si sus compañeros estarían bien, aunque pronto se dió cuenta de que no valía de nada preocuparse por algo que no estaba viendo. En ese momento tenía otro problema mucho mayor: una furiosa nutria mink en su forma Su-Long, que estaba sumamente furiosa y no se detendría hasta que uno de los dos cayera. Parecía que los problemas cada vez se hacían mayores.

—Esta es mi primera vez contra un mink —diría a la par que se concentraba—. Espero que no sea la última.

Matemáticas

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