[Común] [C-Pasado] Entre alcohol, dinero y problemas.

Invierno, año 723, Loguetown - Casino Missile/ 10:30 pm

El Casino Missile era uno de los lugares predilectos de Bonez, el cual no solo se entusiasmaba por participar en los juegos de cartas además de los diferentes juegos de azar que tenia  para ofrecer aquel lugarcon llamativas luces brillantes de las maquinas tragaperras, el sonido de las conversaciones de la gente y la elegancia que mostraba aquel lugar que era el paraíso para cualquier apostador que quisiera perderse en aquel vicio que, para muchos podía ser una completa perdición. Eso sumado a los maravillosos espectáculos y el alcohol  corriendo de un lado a otro servido por hermosas camareras vestidas provocativamente eran la guinda de la torta para hacer de ese lugar uno de sus favoritos.

La noche había caído en la ciudad, haciendo que las luces brillantes y llamativas fueran tan atractivas para los ludópatas como si fueran polillas siendo atraídas a una bombilla brillante, haciendo que poco a poco el casino cobrara mas vida mientras que lam bohemia se acercaba a la medianoche. Entre aquellas personas, se encontraba un curioso hombre de piel color ceniza, el cual tenia un traje tanto elegante como estrafalario, ya que a pesar de que se mostraba como un hombre con un esmoquin negro que hacia juego elegantemente con su sombrero de copa y pantalones a juego con sus mocasines del mismo color, aquellos adornos con cráneos sobre su sombreros, plumas rojas y brillantes anillos que hacían juego con los piercings de sus orejas, le daba ese toque de un tipo que tenia un estilo de "brujo voodoo", el cual se encontraba bebiendo una copa de brandy mientras que probaba su suerte  en la ruleta.  Su suerte en esos momentos iba al laza, ya que había tenido buena suerte en el "Blackjack", aunque ahora la suerte parecia ser esquiva en las dos primeras tiradas de la ruleta, haciendo que  Bonez estuviera  jugando con una ficha que hacia girar habilidosamente entre sus dedos mientras que pensaba en que numero probar suerte.

Vamos vamos, malditos espíritus ¿Cuándo me darán suerte? dijo en voz baja mientras tamborileaba los dedos sobre la superficie de la mesa con algo de molestia. De manera sorpresiva pudo darse cuenta de otra persona que parecia entrar en la mesa de la ruleta, tal vez seria solamente un curioso que deseaba observar el desfortunio de su suerte o simplemente deseaba sumarse a las apuestas.

Vaya, veo que hay otro interesado en la ruleta, espero que tengas suerte Ewa, la mia lamentablemente aun no ha llegado. dice aun refunfuñando por lo bajo.

El albino sabía que se estaba metiendo en una tierra de mala muerte no por que fuera el lugar donde más criminosos se encontraran aunque si solían esconder a criminales en esos lugares y estos usaban la tapadera del edificio para hacer sus negocios algo que Raiden dominaba bastante bien ya que como parte del bajo mundo el tenía conocimientos sobre esas cosas y se aprovechaba en ese momento estaba para cerrar un negocio y mientras esperaba el momento apropiado para poder hablar con la "señora" del casino el estaría en la zona más mundana del lugar caminando por allí en este momento llevaba puesto unos lentes ya que su típico googlees no le permitían no fuera a que hiciera "trampa" por estar usando uno de esos que pudiera facilitar la observación y tener algún mecanismo que le diera ventaja sobre las demás almas en pena, ya que se tendrían que prácticamente considerar almas en pena las que se encontraban jugando con la esperanza de que pudieran ganarle a la casa y volverse más ricos, uno cada tantos miles lograba eso y aun el albino tenía sus dudas si esa no era una forma de lavar el dinero y poder justificar la transacción legal de alguna ganancia, porque siempre daba la casualidad que gente rondón era quien ganaba. Caminaba sin decir mucho meditando y observando hasta que se detuvo en una mesa donde un joven moreno se encontraba jugando sin mucha suerte su vestimenta le recordaba algo extraño, pero aún no era capaz de saber exactamente aquel. Solo sonrió levemente y se centró en lo que pasaba en la mesa y estaba claro que no tenía las de ganar.

-Rara vez la suerte golpea aquellos que se encuentran simplemente jugando, tienes que tener algo más para poder ganar en estas cosas.

Al decir eso alzo la vista y miro a quien estaba supervisando el juego que claramente se hizo el destendido de lo que estaba pasando, ya que tenían prohibido revelar los verdaderos secretos de los juegos, incluso los había aquellos que tenían el talento para alterar las probabilidades en el último momento, era raro ver gente mayor en esos juegos pero estaban los que lo eran muy diestros sacando una leve sonrisa de sus labios, se quedó en silencio esperando que aquel chico hiciera otra jugada, el solo aguardaba a que lo llamaran, era cuestión de tiempo u se vería obligado a generar algún dolor de cabeza para la madame de esa forma estaba seguro que lograría ser llamado por ella, así que ese joven era el perfecto blanco para provocar un poco a los seguridad del lugar, espero que el joven lanzara su jugada por un momento para el hacer una movida maestra afectando las probabilidades con un leve golpecito en la mesa provocando que el ganara esta vez, sabía que el jefe de mesa se enojaría o al menos buscaría reportar que la ganancia no había sido del todo justa, aquel chico podría ser tomado por cómplice de Raiden pero eso no le molestaba después de todo tenía algo para ofrecer que la doña le gustaría.

Bonez aún se encontraba apoyado sobre la mesa de aquella ruleta, maldecía su mala suerte mientras miraba la bola rodar y rodar sin nada que ganar en todas aquellas jugadas en las que habia gastado unas cuantas fichas. No sabía porque pero se había empecinado en esperar que algún aire de buena suerte en aquel lugar de malamuerte, en el cual seguramente solamente los ganadores serían los dueños de aquel establecimiento. Pero su adiccion al juego a veces podía más que su razonamiento, haciendo que aún  no pudiera ver el bosque antes que los árboles.

En eso un chico de mayor altura que la suya se acercó a donde se encontraba el, parecía gustar del negro en su vestimenta como era El caso de Bonez, siendo un contraste bastante acertado con aquellos cabellos blancos , mientras que sus ojos eran cubiertos por unas gafas negras que no dejaban ver las expresiones del contrario.

Bonez escucho con atención sus palabras, parecía como si aún estuviera hipnotizado por su gusto por el juego, haciendo que hiciera un chasquido de molestia cuando le dijo que no ganaría de una manera honesta solamente jugando, ya que  por su parte, el chico de piel ceniza estaba demasiado obstinado en el juego.

No obstante, aquel gesto en la cara del crupier al momento en el que se había acercado aquel extraño hizo entender mejor que estaba en un lugar que era más una trampa para incautos más que un lugar en donde podría esperar algún tipo de ganancia, haciendo que Bonez sonriera de manera amarga  mientras que la bola aún golpeaba los costados del agujero del numero "13",  haciendo que ante todo aquello Bonez tuviera que tratarse su ego y aceptar que habia caído en la trampa del establecimiento.

Una vez vio como la seguridad del lugar comenzó a hablar entre ellos, miró al chico que tenía al costado, ofreciéndole un cigarrillo de tabaco de miel, la cual te IA un color de un café oscuro intenso. Ya después de que este eligiera sacar un cigarrillo, el saco uno con sus labios y lo encendió con uno de sus anillos en forma de calavera que actuaba clmo encendedor, dejando que la llama que salía de la boca  de aquel accesorio encendiera los cigarrillos con un rojo incandescente, dándole una suave calada antes de soltar el humo.


Cerca de ellos, un hombre sobre la tarima de entretenimiento tocaba un rítmico blues que le hacia recordar a los pantanos que le habían visto crecer, mientras que giraba su mirada para poder observar al extraño que estaba cerca suyo con suma habilidad.



Parece que caí como abeja en miel, ewa. Dice riendo brevemente. Ahora lamentablemente parece que vendrán a por ti, ya que por ese truco que hiciste te estás ganando todas las miradas de estos buenos guardias. Decía casi como si supiera que es lo que se avecinaba, estando listo para pelear si era necesario y tal vez arruinar ese lugar. ¿Estas listo para cuando vengan verdad?, porque estaré más que feliz de hecharte una mano. Dice antes de hacer una breve reverencia de cabeza como saludo al extraño. Baltazar Bonez para servirle.

Las cosas parecian volverse divertidas en aquel lugar donde  todos venia a apostar y perder en gran medida pocos eran los que lograban hacerse con alguna riqueza que le durara un poco mas de lo que un suspiro ya que la mayoria de esa gente no se les volvia muchos creian que se trataba de sus riquezas y se iban bastante lejos pero para el albino saber que era lo que estaba pasando no era complicado, mas de uno terminaba muerto sin que nadie pudiera saberlo o sospecharlo siquiera, en ese momento el habia enojado aquellos guardias y estaba mas que claro que nadie queria generar problemas pero no lo iban a dejar seguir haciendo lo mismo aunque el queria verse con la jefa no habia mejor forma que hacerlo que rompiendole la nariz a unos cuantos.

-Un placer soy Muzen...

Diria el joven mientras estiraba su mano derecha y tomaba lo que era una copa a su alcance uno de los guardias se fue acercar hacia el para pedirle que se retirara y no solo eso seguramente atacarlo, para obligarlo a abandonar la zona algo inconcebible para el albino escuchando las palabras del joven termino sonriendo levemente para luego lanzar la bebida contra la cara del guardia mas cercano lanzando no solamente el liquido sino tambien el vaso provocando que se rompiera en la cara de esta, para girar su cuerpo y darle un costillazo al segundo sujeto que estaba mas cerca, provocando que tres tipos se abalazaran contra ellos dos y sobre todo alejarse la gente y el crupie que se encontraba en la mesa asustado o por lo menos fingiendo que estaba asustado algo que no hizo mas que causarle gracia al albino que, apreto su puño derecho para luego darle un puñetazo ascendiente al que tenia encima suyo casi esperando que el chico moreno pudiera hacerse cargo del que le estaba faltando.

-Esto se pone divertido, por que no llaman a Natasha, me quiero divertir con ella tambien.

Aquello no le hizo nada de gracia a uno de los guardias que se puso de pie tomando una botella para lanzarla contra ellos suspiro levemente para esquivar el botellazo y acertar dos puñetazo cerrados en la costilla de ella para luego golpear con su rodilla haciendo que se doblara sobre si mismo. No demoraron en aparecer otros sujetos mas esta vez armados con unos bastones y uno de ellos llevaba una espada en su mano el cual apunto hacia el duo de piratas.

-Sera mejor que se larguen de este lugar o terminaran muy mal parados los dos.

Muzen sonrio levemente mientras se lanzaba corriendo hacia el sujeto usando una de las sillas para poder usar como impulso para luego subirse sobre una de las mesas tomando unas cartas para arrojar buscando de esa forma poder provocar que se distrajeran el hombre de las espadas era un rival peligroso ya que tendria que usar alguna cosa para protegerse usando una silla para defenderse provocando que la esapda chocara contra la madera de tal forma que no pudiera cortarlo en pedazos mientras dejaba en las manos del joven los otros dos tipos que se encontraba en problemas si no pudiera lidiar con ellos dos.

Muzen, un nombre los suficientemente único para que quede grabada en la mente de Bonez, el cual termino por sacar la baraja de carta de entre sus manos, haciendo que estas se movieran rápidamente entre sus manos, lanzando dos cartas directamente en los costados de sus dos tobillos para que cayera de bruces antes de siquiera poder acercarse a al. lanzando un grupo de cartas a dos  guardias que terminaron por salir volando por la fuerza que podía tomar una de esas cartas, casi como si pasaran estar hechas de un simple papel duro a un material absolutamente solido, dejando inconsciente a cuanto tipo se acerca  intentando atacarle por alguno de sus costados.

Mientras tanto, Bonez solo movía las cartas de manera acrobática entre sus dedos, como lo haria un mago que quiere impresionar con la manera de barajar las cartas pero en esos momentos siendo utilizado como un arma, lanzando cartas de un lado a otro y formando muros de cartas cuando sentía que tenia que defender en contra de aquellos tipos que estaban determinados con darles una golpiza y sacarlos de ese lugar sin nada en los bolsillos, aunque ya gran parte de los tipos que se encargaban de seguridad ya estaban agotados o simplemente noqueados por la fuerza bestial y la dureza de sus puños y aquel pícaro que parecia la reencarnación de la parca, lanzando cartas a los subordinados las cuales cortaban y lanzaban sus cuerpos de un lugar a otro como si fuera un acto de magia. 

Una vez que acabo con los tipos que le habían atacado, el chico miro a Muzen ante aquel momento en donde parecia llegar la caballería pesada. Ya cuando llegaban las espadas  parecia que la opción de ser escoltados por la seguridad se habían ido por la ventana, haciendo que Bonez mirara de reojo a aquel muchacho antes de saltar y lanzar un torbellino de cartas que corto todo a su paso, eso hasta que aquel hombre delos bastones bloqueo las cartas con habilidad, haciendo girar rápidamente aquellos bastones con sus dedos y después apuntaba a Bonez con uno de ellos. ¡¡WUAGAGAGAA!! Nada puede alcanzar la velocidad de mis brazos. Dice lanzándose hacia Bonez, el cual esquivo el golpe vertical de aquel Bastón el cual rompió en dos con suma facilidad una de las mesas de ruleta que habian en ese lugar, haciendo que las fichas saltaran y algunos cuantos guardias mas llegaran hasta su locación. La gente ya habia corrido y escapado del lugar, dejando mas espacio para que pudieran golpear a los guaridas que venían en mayor cantidad.

Mierda. Susurro antes de golpear con cartas contundentes a dos guaridas que recién habían aparecido, antes que volver a tener que esquivar los golpes de aquel guarida, ya que se notaba que tenia habilidad con aquellas armas dobles. ¡Muzen, pistoleros en el segundo piso!. Avisa el chico de piel grisacea a su nuevo compañero antes de lanzarle una carta al  tipo que habia llegado con un revolver, pero que cayo del balcon al ser impactado por la carta.

Lo que tenía que ser un simple disturbio para provocar una pelea y llamar la atención de cierta pelirroja pero las cosas habían escalado más de lo esperado ya que pudo ver como el chico que le estaba prestando una mano, lograba manejar de una manera muy extraña y curiosa las cartas demostrando que era un As prácticamente con ellas algo que descuidado el costo un puñetazo en la mejilla al albino que no demoro en regresar el golpe en el estómago de su rival haciendo que escupiera hasta lo que había almorzado acompañado de un par de patadas que fueron suficiente para poder dejarlo inconsciente en su totalidad. El combate estaba quedando evidente que ellos dos podrían con todo lo que viniera de frente hasta que llegaron los espadachines sujetos armados con armas blancas, algo que sería un problema probablemente para los dos ya que dudaba que aquellas cartas fueran unas capaces de soportar el filo de las espadas, suspiro levemente sonriendo levemente por lo divertido que estaba aquello cuando escucho los gritos de su socio este se apresuraría a lanzar el resto de una mesa hacia el cielo y luego patearla con una precisión que le permitió derribar a dos de los tres pistoleros que se preparaban para atacar y giro sobre su eje golpeando la mesa donde habían estado ambos jugando hacía unos minutos y la puso de escudo entre ellos y el tercer tirador dejando que las balas golpearan la madera por los pocos haciendo que suspirara levemente.

-Esto se pone divertido, a ver si tus cartas llegan hasta arriba yo me encargo de los idiotas aquí abajo, porque me está dando un leve dolor de cabeza ya estos sujetos arriba.

-Suficiente!!

Se escucho una voz proveniente de una mujer lo que hizo que los disparos y los intentos hostiles contra ellos se detuvieran incluso el avance del sujeto del bastón ya que alguien con suficiente autoridad había hablado, provocando que el albino se colocara de pie sonriendo levemente viendo delante suyo una elegante mujer que llevaba un sexy vestido negro que dejaba pocos de sus atributos a la imaginación y una roja cabellera como la misma sangre que ellos habían derramado, esta estaba acompañada de dos sujetos bastante más grande que el resto y demostraban tener marcas en todo el cuerpo eran unos sujetos bien entrenados según la experiencia que tenía el albino que alzo sus manos.

-Natasha Natasha, si hubieras aceptado verme o al menos enviado a estos gorilas tuyos a resolver las cosas de manera pacífica no hubiera pasado nada de esto, el chico me acompaña para que no lo quieras lanzar al lago con los cocodrilos, no creo que su carne le guste a Fiona y Foro.

Ella sonrió únicamente cruzada de brazos por debajo de sus generosos senos y negó con la cabeza haciendo el gesto con su mano y el abanico que la acompañara que le siguieran en ese momento y no preciso decir más nada para que los guardias se pusieran a limpiar el lugar y ordenar todo habían generado un lio claro que sí y ella sacaría provecho de ello diciendo que unos piratas habían saqueado su local, eso estaba más que claro por lo tanto la cabeza de ambos piratas estaba en juego aunque tuvieran un trato con ella. Muzen caminaría detrás de ella sacándose el polvo de su ropa y haciéndole una seña al chico para que lo siguiera después de todo se merecía ganarse algo del mérito, provocando una leve sonrisa en sus labios para entrar por una de las puertas, se encaminaron por una escalera al segundo piso la zona VIP donde había algunas personas asustadas, pero a la vez confiadas que la seguridad local sería capaz de contener ella solo miraría a uno de sus empleados.

-Esta todo en orden, dile a Sasha que venga a mi despacho por favor...

A su orden se empezaron a mover todos de nuevo, meseros y como no las chicas volvieron a bailar y lanzarse encima de los hombres que estaban con ellas, un casino tenia de todo en estas islas y en la que estaban era regentada por una mujer llamativa e importante en el mundo de la ludo topia, ambos entrarían a una oficina lujosa marcada por el color rojo en su mayoría y la madera el olor era embriagante contaba no solo con un escritorio sino varios sofás a la derecha e incluso una barra para bailar si alguno de los dos se quedaba mirando aquello ella sonreiría y diría.

-Una también tiene que darse sus lujos no creen caballeros, ahora dime Raiden por que maldición del destino estas en mi Casino y por qué armas todo ese jaleo sabes cuánto cuesta tener a la marina lejos.

Tomando asiento tranquilamente en su silla se cruzaría de piernas elegantemente dejando ver sus muslos y viendo a los dos esperando que le hablaran señalaría las sillas delante de su oficina esperando ser informado, mientras que eso pasaba una mujer algo más joven entraba por la puerta con un cuaderno en su mano y se sorprendía al ver a ambos piratas pero no diría nada esperaría que hablaran, quien tenía que llevar la iniciativa era Muzen ya que el resto no conocía mucho sobre lo que estaba pasando allí.

- Es sencillo Natasha, hay un sujeto en esta isla que tiene algo que precisamos sabes que me muevo con información y a ti te gusta vender cosas exóticas, conozco a un fulano que tiene lo que ambos queremos entre sus pertenencias tiene algunas cosas que tú vas a querer sin duda comprar, mientras que yo quiero una de sus tantas pertenencias y mover información es lo mío lo sabes muy bien.

-Para eso has armado todo ese show??

Pregunto ella con una mirada de pocos amigos, elevando su ceja derecha haciendo que el albino simplemente sonriera por lo que estaba pasando lo que provocaría en ella una sonrisa juguetona ya que el no había revelado hasta el momento quien era esa persona que el había sugerido podría tener información que ella quisiera.

- Quien es esa persona y quizás pueda darte lo que necesitas, has logrado captar mi atención, aunque espero que tenga algo que valga toda mi sala de juegos dañada.

Cuando dijo eso ultimo su mirada se puso en el moreno que estaba junto con el albino, ya que ambos eran responsables que eso ocurriera.

-Kalbazan así le conocen en el bajo mundo, colecciona cosas... jejeje

Ella por un momento se quedó mirándolo fijamente y la chica que estaba en la sala abriría la boca sorprendida por esa palabra.

Bonez seguía moviendo las manos mientras las cartas giraban entre sus dedos con una destreza excepcional, mientras quebpornsu parte, Raiden mantenía a distancia a aquellos que se atrevían a entablar una pelea cuerpo a cuerpo haciéndolo volar por los aires solamente con el uso de sus puños y cuerpo,  mientras as que Bonez reía con cierto dejo se diversión por la manera en la que lanzaba rápidamente sus cartas pars golpear las extremidades de los guardias.

Ante la advertencia que le había dado, en el momento en que los tiradores habían aparecido en el segundo piso, pudo ver como parte de una mesa era lanzada de una patada en contra de un grupo dé ellos haciendo que Bonez asistiera con aprobación al ver que ahora volvía a tomar otra mesa, ahora era la gran mesa de la ruleta en donde habían jugado para cubrirse de algunos disparos de esos tipos, haciendo que al momento en el que los tiradores estaban concentrados en atacar a Raiden. Baltazar lanza un grupo de cartas que cortan al tirador que habia disparado en contra de su compañero el cual grito ente el corte en  el pecho antes de caer sobre una de las mesas dej juego rompiéndose estruendosamente.

Entre el caos se escucho la voz femenina de aquella chica que tenía un rojo cabello de un color intenso un cuerpo atractivo y voluminoso que estaba cubierto por aquel bestido negro que hizo sonreír a Baltazar, el cual ante la orden sólo gira las manos y las cartas desaparecen como si fuera un acto de magia, aprovechando de arreglar su traje cuando la chica pido que les siguieran. El solo siguió de cerca a su nuevo compañero, mirando impresionado  el sector VIP. 

Pudo ver las caras de terror de algunos civiles que miraban con terror a aquel hombre de una piel tan negra como el ebano y ojos rojos brillantes que daban esa aura espeluznante a su apariencia, haciendo que Bonez aprovechará a los incautos asustadizos, guiñandoles un ojo y sonriendo con un gesto maligno solo para disfrutar esa reacción de terror de algunos de esos tipos que ya de por sí estaban asustado por lo que habia ocurrido en la parte de abajo.

El disfruto aquellos segundos de poder asustarlos solo con una sonrisa, llegando a la gran oficina de aquella chica en la cual tenia bastante lujo, incluso un lugar para bailar, seguramente no para este tipo de casos por desgracia. En unos minutos, despues de dar aviso por el comunicador, llegaba una chica llamada Sasha, de apariencia más juvenil aunque no apagaba la belleza de la Jefa Natasha, la cual si era un mujer que se mantenía excelente en aspecto fisico.

El comentario de Raiden sobre  que el fuera devorado por los cocodrilos de la chica le pareció divertido, hablando una vez que lo habia hecho su compañero.No es recomendable, soy muy duro de roer . Dice en cuanto a convertirse en comida para aquellos dos cocodrilos.

En el momento cuando hablo sobre la manera en la que habian destruido su casino, haciendo que Bonez alzará la  mano como haciéndose el responsable del caos.  Creo que eso es culpa mía, pero que puedo decir. No soy alguien  que se tome bien el ser engañado. Dice antes de besarse los dedos índice y medio, soplando como si le enviara aquel gesto de mandarle un beso a  haciendo que de la nada apareciera una carta cuando soplo el besi, cayendo cerca de natasha un as de corazones.


La chica que recién había llegado y fue la que tuvo un gesto de sorpresa más claro ante el nombre que Raiden había pronunciado. Haciendo que Bonez escuchara interesado por aquel nombre. ¿Kalbazan? pues ciertamente el nombre es curioso aunque no conozco de él. Dice moviendo una de sus cartas por entre sus dedos.

O carne pasada se podría decir también...

Algo que caracterizaba a Muzen era su forma de hablar, ya hablaba con el joven y de cierta forma se burlaba de su color de piel como si lo conociera de mucho tiempo aunque lo dijo con una sonrisa que era difícil molestarse con el albino, que enseguida regreso a la seriedad del asunto que lo había traído hasta ese lugar el poder conseguir la ubicación de cierto mercader que tenía algo que él estaba buscando esperaba, que la pelirroja terminara accediendo a su pedido ya que el hombre era conocido por tener variedad de cosas una más exóticas que otras, meterse en ese mundo siempre era problemático pero algo que Muzen no podía perder la oportunidad, se recostó en la silla esperando que ella cayera tentada por obtener algún beneficio de parte del albino la joven se mordió el labio por un momento y miro a la joven que estaba en la puerta.

-Vamos dime lo que te gustaría conseguir y te lo traeremos…

Incluyo al joven sin siquiera preguntárselo, pero como se estaba portando tan bien no pudiera evitar aprovecharse y contar con dos manos extras, lo que seguramente el joven aprovecharía para hacerse rico si le era posible también, algo que claramente era imposible dejar de lado. Espero unos momentos y eventualmente la joven termino sonriendo mordiendo su labio inferior y se inclinó hacia delante dejando ver un poco de su escote para luego guiñarles un ojo.

-Si existe algo que ese mercader tiene que yo quiero…

La joven llegaría con una caja la cual le entregaría a Natasha en ese momento y ella la pondría sobre la mesa la cual simplemente esperaría a que Muzen la abriera cuando lo hizo dejo ver algo que ella necesitaba se trataba de una especie de estatua, con un diseño bastante peculiar que Muzen no reconocía solo había una imagen del mismo, tomo esto y lo guardo en su bolsillo ya que eso quería decir que había un trato entre los dos este se puso de pie para mirarla atentamente.

-Él tiene una librería en el norte de la isla, no suele ser muy frecuentada pero los que conocen sus gustos y a lo que se dedica, saben la clave eso si no puedo ayudarte querido, el nombre es la perla dorada.

La sonrisa que les dejo a ambos, dejaba ver otra cosa como que quería darle un poco de picante a su trabajo o simplemente era venganza por lo que ellos habían realizado en su edificio, por los daños que le estaban causando después de todo ella no perdía nada si ellos tenían o no éxito en su misión por lo tanto sonrió levemente nada más poniéndose de pie señalo a la joven que había traído la cajita.

-Ella los guiara hasta la salida, ya sabes tráeme lo mío o no serán a mis guardias los que encontraran querido.

Le guiño un ojo mirando a Muzen mientras luego le dedico una sonrisa al joven moreno que estaba a su lado, esperando que se marcharan con la joven que los guio a ambos por los caminos de aquel edificio bajando al primer nivel del mismo, pasarían por donde estuvieron generando el jaleo y todo estaba como si nunca hubiera pasado nada, algo que era bastante curioso si no estaba acostumbrado al poder que tenían esas personas, estaban jugando y apostando otras personas ya como si los dos jamás hubieran generado todo el revuelo Muzen ni miraría avanzaría sin siquiera preocuparse pero tocaría en el tema.

-Pasa siempre, eso es que tener dinero y estar más interesado en seguir generando dinero, gracias por la ayuda ahí dentro.

No sería Muzen quien le pidiera al joven moreno que le acompañara, aunque no se negaría si este insistía en querer acompañarlo a lo que se venía.

Bonez no puede evitar sonreír ante el comentario, despues de todo, el estaba acostumbrado a los comentarios sobre su piel negruzca, así que terminó por mirar al contrario antes de hacer un juego de manos sacando cuatro cartas de su mano como acto de magia, mostrando que todos eran aces negros.

Hay gente que le gusta la carne bien cocida, Ewa. Dice  juguetonamente siguiéndole el juego a su nuevo compañero, escuchando con atención aquella conversación que tenía con aquella mujer que lideraba aquel casino, sin duda era una mujer de armas tomar, después de todo ninguna persona llegaba a tener un casino clandestino de aquel nivel sin tener la valentía suficiente para enfrentarse a los piratas locales.

Parecía que esos dos se conocía  de antes, se notaba con la confianza que había en la conversación, aunque la dueña del casino ahora tentada ante el.ofrecimiento de Raiden, lo cual la hizo mirar a su ayudante con cierto titubeo en la mirada, parecía que de  verdad habia algo que deseaba.

No paso mucho para que Natasha se abriera en cuantona ese deseo, y es que en ese momebto su ayudante llegó con un pequeño cofre que contenía una fotografía de una inusual estatuilla. Por su parte, Bonez no tenía idea la importancia de ese objeto, tal vez tuviera un gran precio monetario o simplemente fuera un tesoro que la pelirroja tenía cerca de su corazón. Sea como fuera, ese era un ticket de salida para poder escapar de aquel desastre que tanto el como Raiden habían hecho en aquel lugar.

La perla dorada, creo que he visto ese lugar un par de veces cuando daba vueltas por la ciudad. Dice Bonez haciendo girar habilidosamente una de las cartas en su mano, mientras que las otras desaparecían con aquella habilidad del chico de piel ceniza.

Una vez que por fin todo el trato fue saldado, ambos fueron despedidos por Natasha y su ayudante, sin antes recordarles que si deseaban escapar seguramente serían perseguido por sus hombres. Aunque por sunparte eso no le preocupaba ya que de por sí toda esa situación le entretenía, parecía una buena manera de matar el tiempo antes de volver a un casino de malamuerte.

De nada, ya de por sí habíamos jodido el negocio del casino y terminamos jodiendo el local. Si no fuera por ti estaría aún perdiendo dinero o causando caos ahí dentro. 

Dice como si no hubiera duda que el también estaba involucrado en aquella misión, mirando de reojo la fotografía se aquella estatuilla antes de volver a mirar a Raiden.

Por casualidad ¿Sabes de que se trata todo esto de la estatuilla.? Parece que para dejar os ir después de destrozar el casino debe ser algo bastante valioso. Dice antes de volver a encender otro cigarrillo antes de caminar al lado de Raiden.

Para Muzen no fue extraño ver como habían arreglado todo como si no hubiera pasado allí nada, después de todo alguien que tiene mucho dinero siempre es bueno para mirar hacia otro lado más aun cuando pueden ofrecer algo interesante, aunque tenía que tener cuidado de no ser traicionado por esa mujer que le gustaba jugar de manera a varios bandos, por lo tanto el termino haciendo lo mismo sacando de su ropa un cigarrillo para luego alzar su cigarro en señal de que también quería fuego se estaba acostumbrando que el joven le gustaba esos juegos de hacer aparecer cosas así que no dudaba que pudiera de un dedo sacar fuego u alguna otra cosa más interesante, le hizo sonreír levemente.

-Fuego... todos tenemos algo que queremos y otras personas poseen y principalmente cuando hablamos de un coleccionista.

Diría sonriendo y dando calada a su cigarrillo ya que después de todo si el chico le decía que no tenía fuego algo extraño para un fumador como lo era el también encendería para sí mismo el cigarro tranquilamente, para luego expulsar el humo de sus pulmones sintiendo como su cuerpo reaccionar en ese momento sonriendo levemente y haciendo sonar su cuello levemente para luego mirar al chico y pensar en el hecho de que estábamos a punto de robar una tienda para obtener algunas cosas, Muzen se llevó la mano al mentón levemente pensando cómo abordar eso ya que no sabía que tipo de negocio podría estar cociéndose en una tienda como esa, ya que el hombre era un importante transportador de cosas exóticas, por ende seguramente que tenía una escolta.

-Espero que no te moleste ensuciarte las manos, después de todo seguramente hay gente que no le gustara que veamos lo que hay en ese interior y que extraigamos algunas cosas de manera poco ortodoxas.

Decía riendo levemente mientras caminaban por las calles y fumaba un poco encaminándose en ese momento hacia una de las tabernas ya que entrar a lo loco a ese lugar no era la mejor de las ideas, espero que el joven le siguiera ya que al entrar se sentaron en una de las mesas más lejanas, el juego estaba en marcha y el tenía que idear una manera de robarse lo que necesitaba, ya que comprarlo no era negociable y hacerse con las cosas de otro medio no le resultaba rentable.

-Entonces imagino que si sigues acá es por qué estar interesado por la aventura o más bien por el dinero?

Quería conocer mejor cual era el motivo por el cual el joven moreno estaba acompañándole, muchos lo hacían por la emoción de estar en problemas otros los hacían más bien por el hecho de tener mucho dinero había visto más ese caso el dinero regio el corazón de muchas personas, causo gracia en el joven que no dudo en alzar su mano para llamar la atención de la mesera.

-Por favor una cerveza bien fría para mí y lo que pida mi compañero, seguro tiene gustos exóticos.

Siempre lanzando alguna indirecta hacia lo que la joven tenia, ya que después de todo el también era bastante diferente a los demás solo que el ocultaba sus ojos, ya que habían generado bastantes problemas en su vida, por ser demasiado llamativos ahora prefería tenerlos ocultos por lo menos la mayoría del tiempo. Esperaría lo que el joven le mencionaba sobre el tema esperando el trago cuando los mismos llegaron el tomaría casi de una sola bocanada toda su cerveza disfrutando lo que estaba pasando.

-jajaja bueno lo haremos a la vieja entramos hablamos con quien sea que nos atienda, ya que precisamos saber cómo acceder al lugar "secreto" dudo que eso este a la vista, ya que el hombre es conocido por hacer algunos negocios de dudosa procedencia solo que yo no sabía dónde tenía su base, donde dejaba las cosas ahora que lo se hace más sencillo, pero sigo necesitando acceder al lugar donde están esas cosas. Algo vamos a tener que inventar o lo otro es seguir unos cargamentos sabiendo donde está su depósito podemos esperar a un cargamento que salga o llegue y aprovechar ese momento para actuar.

Es que ambos tenían que averiguar cómo funcionaba su base, no fuera que se metieran dentro de una zona donde había dos o tres veces más de personas o aún peor que hubiera gente con habilidades decentes para la pelea y pusieran en grandes problemas al dúo de piratas, por ende, todo eso tenían que saber antes de simplemente ir a robar, aunque esperaría los comentarios de su socio momentáneo ya que se notaba que al menos tenía interés de hablar del tema.