[Común] [Pasado] Una gran recompensa

Tras bloquear aquel espadazo, elevaría mi espada un poco empujando el filo de mi contrincante, para luego en un rápido movimiento separarla y dar un corte limpio sobre el estomago de aquel pirata, al cual se le cayeron todas las tripas, pero no tuve tiempo de admirar mi obra de arte, ya que al perder esos segundos defendiéndome, me hizo perder la noción de todos los piratas a lo que tenia que vencer y uno de ellos se alejó de mi y comenzó a moverse hacia el perro, con intenciones de ayudar a su capitán.
-Oh, no. No lo harás- dije, mientras tomaba con fuerza mi espada y la lanzaban hacia el pirata, perforando su espalda, la cual salio por su pecho.

Aquel movimiento solo hizo que llevara un golpe en mi espalda, por parte de un pirata con un maso.
-JUAS JUAS JUAS. Eres débil- se rió aquel pirata, antes de volver a abalanzarse hacia mi con su maso e intentaba darme un golpe en mi cabeza.
-Tch, solo tienes suerte- dije enojado por su golpe, antes de moverme un poco hacia un costado, haciendo que aquel pirata fallara y aprovechando que su brazo estaba cerca de mi, lo tomaría y lo alzaría por los aires y estamparía su cabeza contra el suelo.
Tras eso, volvería a mirar hacia los piratas con una enrome sonrisa en mis labios, notando que su numero no parecía disminuir, sino mas bien parecía incrementarse.

En el momento en que todos aquellos piratas se abalanzaron contra mi me sentí superado, por lo que comencé a correr en dirección opuesta.
-Oigan, oigan. Es de cobardes atacar en grupo diría- mientras corría de manera torpe entre los cadáveres, al mismo tiempo en que sacudía mi única mano de un lado hacia el otro.
Afortunadamente y en ese preciso momento, una luz se vio por aquel sector, llamando la atención de todos los presentes y para cuando esta despareció, se podía ver como el capitán de aquellos piratas yacía a merced del perro, al parecer derrotado. Lo que ocacionó un bajo animo en aquellos piratas, quienes al notar que ya no tenían posibilidades de ganar, comenzaron a huir, intentando llevarse lo que mas podía de su botín.

-Crees necesario cazarlos?- le pregunté al perro, tras recuperar mi espada.

Durante un instante sentí el aire pesado en mis pulmones mientras analizaba una vez más a mi alrededor notando como el grupo pirata empezaba a huir –quien sigue!- exclame asegurándome de mostrar mis colmillos antes de volver a exclamar con más intensidad –QUIEN SIGUE!!!- mientras mi electro recorría mi cuerpo resaltando la ferocidad y la fuerza en mis palabras apoyando al deseo de los piratas de escapar antes de que termináramos solos dándome el lujo de caer de bruces sobre el pecho de Hares usándole como silla –déjales ir- dije con mi habitual calma mientras alzaba un poco mi pantalón empezando a revisar mi pierna –están rotos, su moral esta acaba y no tienen lideres a quienes seguir- en ese instante mis garras empezaron a masajear mi pantorrilla y revisarle –además me excedí demasiado en ese último golpe, necesito un descanso-
 
Para luego sacar un nuevo abanó que había guardado en mi abrigo junto a mi encendedor empezando a fumarle –te defendiste bien, sin duda tienes practica- le comente antes de levantarme empezando a caminar cojeando un poco –que hacemos con él?- pregunte referente al capitán enemigo –lo deje inconsciente, posiblemente su orgullo esta más herido que su cuerpo, aun así yo no asesino- repetí aclarando nuevamente aquel hecho –un juramento que realice y no planeo romper- en ese instante mi mirada se tornó distante como si recordara algo por un momento antes de negar
 
-será mejor asegurarnos que las reparaciones del barco estén terminadas antes de partir, no deseo pasar más tiempo en esta isla- tras ello di una nueva calada a mi cigarro algo pensativo –además tengo que verificar si el chico tenia familia, deberé informarles… se mejor que nadie el dolor de perder a quienes amas- aquellas palabras marcaban claramente un dolor en mi persona antes que negara un poco alejando aquella sensación de mi mente para luego empezar a caminar a la playa claramente sin interés de hablar mas
 
Al momento que llegamos aquel hombre que había acompañado a Jack había terminado de cavar la tumba del chico antes que me acercara a el arrodillándome para ayudarle a poner al chico dentro de ella en silencio, casi solemne y empezar a cubrirle con la arena de la playa –Descansa chico, descansa- dije con calma antes de clavar nuevamente la pala en la arena y arrodillarme nuevamente –no soy un hombre de fe, soy alguien de ciencia y lógica aun así se la importancia de mostrar el respeto a los muertos- para luego levantarme y girarme hacia Jack –en cuanto tiempo podremos partir?-

-Si, supongo que tienes razón. Ademas tampoco tenemos tanto tiempo como para perderlo con estos infelices- dije, mientras miraba hacia el cielo, notando que astro diurno comenzaba caer hacia el oeste, lo cual significaba que a partir de ahora la marea iba a subir lentamente hasta inundar el barco y dejarlo inútil para navegar, y a decir verdad no tenias ganas que eso pasara.
-Aun así, tenemos algo de tiempo. Descansa un poco mientras reviso esos cofres, que al parecer son los únicos que no se han podido llevar- exclamé, mientras me movía hacia los mismos y comenzaba a revisar uno por uno aquellos cofres.

En los mismos puede encontrar alguna que otra tela rota y mojada, la cual ya no servia para lo que había sido creada, también pude encontrar armas oxidadas y algunos berris sueltos que no valían la pena juntarlos. No fue hasta que llegue al ultimo cofre que encontré algo de un ligero interés, al menos para el perro y para mi, por lo que comencé a hacer una bolsa improvisada con las telas que había por allí tirada.
Mientras lo hacia, escuché hablar al perro, por lo que le contesté sin mirarlo:
-Si. Estoy acostumbrado a pelear contra pirata, marines y otros borrachos en las tabernas. Asique no es la primera ni será la ultima vez que me golpean. - dije, un tanto divertido, mientras colocaba las 6 botellas de ron en la bolsa improvisada y tomaba las 10 cajas de tabaco que había encontrado.

-Inconsciente? Pensé que estaba muerto- dije, mientras terminaba de oír las palabras de aquel perro, asintiendo al oír lo de su juramento, al cual comprendia.
Desgraciadamente para aquel sujeto, yo no había hecho ningún juramento asique podía acabar con su vida si me lo proponía y eso es lo que pensaba hacer en este preciso momento.
-Muy bien, pero si no te molesta. Yo lo haré. No tengo intenciones de dejarlo con vida para luego se vengue. Por cierto encontré este tabaco. Es tu recompensa por venir a ayudarme- dije divertido, mientras le entregaba el tabaco, para luego bajar la bolsa improvisada al suelo y moverme hacia la cabeza de aquel sujeto.
Sin problema alguno y con una enorme frialdad por mi parte, saqué mi espada y atravesé el cuello de aquel hombre con la punta de la espada hasta que la misma salió por su nuca, para luego volver a sacarla, haciendo que la sangre brotara de aquel ser.
-Listo. Ahora volvamos. Aun tengo trabajo que hacer y el tiempo se nos está acabando- le dije al perro, sin remordimiento alguno por lo que había hecho.

-Dejame a mi la reparación del barco. Tu procura hacer el resto. Estoy seguro que encontraras las palabras justas para aliviar el dolor de esas personas y… lo siento perro. No pude cuidarlo como te lo prometí. Te juro que lo intenté, pero las cosas se me salieron de control- le dije, mientras lo miraba con ojos cargados de dolor, antes de comenzar a caminar hacia la playa, donde nos encontramos un panorama triste.

El hueco para enterrar al joven ya estaba hecho. Solo faltaba meterlo dentro y despedirse de una buena vez de su alma.
Miré como el perro se adelantaba y ayudaba a meter al joven y tras decir algunas palabras, lo enterraban. De mi parte me quedé detrás de todos. No pertenecía a su comunidad, por lo que le daría su espacio para pasar este duelo.

-Si las maderas están listas y el barco esta seco. En una hora podremos partir hacia Dawn- le contesté, aun con algo de culpa e ira por lo que había sucedido.
Tras decir decir eso, me pondría a trabajar. Aquel navío iba a estar reparado antes de que el mar decidiera reclamarlo como premio.

-descuida, sé que diste lo mejor- respondí a Jack con algo de tristeza contenida en mi voz mientras trataba de aligerar la culpa de Jack –no había nada que pudieras hacer, la situación nos tomó por sorpresa- aclare con calma mientras caminábamos ante de iniciar aquella ceremonia fúnebre; podía sentir el tiempo transcurriendo demasiado lento, aquella hora se sintió eterna en lo que las reparaciones eran terminadas y el barco terminaba de alistarse para salir de vuelta a alta mar, una vez Jack dio el aviso que las reparaciones se hubieron terminados di un último recorrido por aquella playa mientras me aseguraba que todos estuvieran a bordo y nada se quedara en la playa antes de dirigirme al barco en el último viaje de los botes
 
Al momento que mis pies tocaron la cubierta mi vista recorrió de nuevo el navío listo para partir una vez más, los mástiles se veían bien y las reparaciones bajo cubiertas parecían mantenerse lo bastante firmes para operar como era debido, aunque aquel no era mi campo podía estar seguro que podría compararle con un excelente trabajo de sutura –Todo se ve bien, no soy carpintero así que no puedo opinar mucho pero veo un excelente trabajo de tu parte-  dije con calma antes de caminar un poco mas
 
-Parece que todos están abordo- le aclare a Jack antes de desviarme al antiguo capitán del navío que había ocasionado todo esto –será mejor que otra persona tome el timón, no queremos que ese inútil nos haga naufragar de nuevo- dije antes de reír un poco permitiendo que mi mirada se tornara triste por un instante –sobre el chico ya se quién era su familia, iré a darles el pésame cuando lleguemos a tierra no te pediré que me acompañes, como dije ellos eran mi responsabilidad y fracase, así que si estás preparado será mejor partir-

Tras terminar la ceremonia funeraria, me dediqué a alistar la madera que irían directamente al hueco de aquel navío.
Con la ayuda de algunos hombres, los cual aun seguían cabizbajo, corté los troncos de arboles de manera cuadrada, para luego crear tablones de cierto diámetro, lo cual me permitiría moldear las maderas y así colocarlas directamente en el hueco de la manera mas fácil posible.

Una vez los tablones estuvieron listos, me dediqué a emparejar cualquier imperfección que tuvieran. Si bien no era necesario hacerlo, aun tenia algo de tiempo antes de que el agua llegara hasta el hueco y comenzara a inundar nuevamente el navío.
Ya listos los cuatro tablones necesarios, me desplacé en bote, junto a un grupo reducido de hombres, hacia el navío donde continué trabajando.

Afortunadamente no tardé mucho en reparar el navío. Aquella era la parte mas fácil de mi trabajo, lo que era complicado era conseguir los tablones a partir de arboles, pero por suerte, aquel grupo había sido muy buenos para hacerlo.
Según lo que tenia entendido, los hombres de la Villa Syrup eran excelente con la madera y desde que tenian cierta edad comenzaban a trabajar en el astillero que había allí. Supuse que por eso habían hecho tan buen trabajo.
-No se olviden de poner la brea en la madera. No queremos que se pudra antes de que lleguemos a Dawn- dije un tanto divertido, mientras aserraba los tablones ya listos y comenzaba a unirlos a las otras maderas, tapando por completo el hueco que tenia aquel hermoso navío al cual iba a nombrar como “Cuba de Ron”, en honor a mi gusto por esa bebida.

Una vez todo estuvo listo, mandé a los hombres a buscar sus pertenecías y a sus familias. Pronto partiríamos de aquella isla hacia Dawn.
Por mi parte, y mientras el perro y los demás venían, tomé mi pequeño den den mushi y llamé a King, quien estaba del otro lado de la isla haciendo vaya a saber que.
“Tal vez se está auto complaciendo y yo molestando” pensé divertido, mientras llamaba por el mismo, hasta que oí la voz de aquel conejo pulgoso.
-Ey pulgoso. Tengo una gran noticia para ti. Tenemos barco, no muy grande, pero mejor que la Cuba de Vino. Zarpa en dirección de Dawn, te recogeré en el camino. Y también tengo otra buena noticia, pero no te la daré hasta que él no me conteste- le dije, y tras hablar un poco mas, corté la llamada.


-Obvio que si. Soy el mejor carpintero que hayas visto en tu perra vida, y eso que no tengo un brazo ¿Te imaginas si tuviera los dos? Seria el dios de la carpintería- le responde de manera divertida al perro.
-Y no te preocupes. Yo lo tomaré. No soy bueno como navegante, pero seguro tengo mas idea que el ese idiota del ex capitán- dije, antes de lanzar una carcajada.

-Por ahora, solo debemos espera a que la marea suba y así nos saque de este banco de arena. Antes de que la luna esté en los mas alto, estaremos navegando hacia Dawn. Por ahora, pónganse cómodos, pero no tanto. Los hombres me tendrán que ayudar a navegar- tras decir eso a todo el mundo, me giraría hacia el perro y con un semblante un poco mas triste, le diría.
-Claro que no te acompañaré. La verdad no tengo intenciones de ver llorar a otras personas y no lo has hecho. Las desgracias siempre pasan. Lo único que te diré es que el tiempo cura todas las heridas, a menos que te corten el brazo- exclamé mas que divertido, intentando animar un poco ese momento lúgubre.

-Por cierto perro, soy un pirata y busco navegar hacia el Grand Line. Me vendría bien tener un Doc de confianza para cuando llegue allí… No me contestes ahora. Dejemos que estos días que viajaremos juntos te den una respuesta- exclamé, antes de notar que el navío poco a poco comenzó a moverse.
-Mierda que tenemos suerte. Al parecer el mar quieres que nos vayamos de aquí- dije divertido, antes de girarme y exclamar:
-MUY BIEN VAGOS DE MIERDA. ARRÍEN LAS VELAS, PARTIREMOS HACIA DAWN DE INMEDIATO-

No era capaz de negar las palabras de Jack sobre el antiguo capitán por lo cual solamente deje escapar una ligera risa –sin duda harás un mejor trabajo, solo asegúrate que lleguemos a Dawn en una sola pieza- aclare antes de alzar mi maletín poniéndole sobre mi hombro –si zarparemos al anochecer supongo que tendré tiempo de realizar un chequeo médico todos, parece que no hubo heridos en el naufragio pero nunca sobra- dije antes de alejarme aun cojeando un poco por la herida menor en mi pierna del último ataque a Hades a la par que seguía escuchando a Jack
 
Era posible que tuviera razón en que el tiempo sanaba las heridas pero sabía mejor que nadie la verdad, el tiempo sanaba la mayoría de las heridas pero las más profundas, aquellas que marcaban el alma eran imposibles de borrar; por instinto alce mi garra a mi collar tocándole con delicadeza a la par que mis ojos se cerraban recordando lo que había perdido, a quien jamás podría dejar atrás –las heridas podrán sanar pero a veces las cicatrices nunca desaparecen- le aclare a Jack antes de decir a tono de chiste –aunque una amputación es mucho más duradera que ellas incluso- para tratar de aligerar más el ambiente
 
Ya había empezó a caminar a los otros pasajeros para empezar a realizar una revisión cuando las palabras de Jack causaron que mis orejas se movieran por un momento, lo de ser pirata era algo que ya suponía por su parte, aunque la invitación me tomo por sorpresa, ya tenía un tiempo el considerando tratar de salir de Dawn, parecía que mucha gente que había conocido últimamente insistía en ello, mi enfermera en jefe Elena ya estaba harta de verme atascado sin salir de la clínica, entrenando y mejorando mis técnicas de pelea y medica sin intenciones de irme de aquella isla, Huesos igualmente había mencionado que tal vez debería partir de Syrup que mi fierecilla no hubiera querido que me hundiera en mi dolor y nostalgia –quizá…- dije con voz leve analizando aquellas palabras
 
-ya que lleguemos a tierra discutámoslo con un buen trago, solo espero que esa tripulación sea la mejor, después de todo un profesional solo trabajara con los mejores, así que me gustaría conocer bien de que son capaces- aclare mientras recordaba mi historial, entrenado en Zou, la marina y en Kano para el combate, junto con un buen historial médico, podría unirme a cualquier tripulación que deseara por lo cual si Jack quería mi apoyo tendría que demostrarme que ellos serían los mejores o mínimo estarían entre ellos