¿Sabías que…?
... existe la leyenda de una antigua serpiente gigante que surcaba el East Blue.
[Común] [C - Presente] Primeras andanzas de la tripulación conejil
Muzen Kibutsuji
Raiden
Personaje


Para Muzen aquella charla le trajo algo sin cuidado ya que era obvio que podían romperle la nariz a quien quisieran por la información pero como operativo sabía que no Valia la pena tampoco entrar a la fuerza sino las cosas saldrían mal y muchas puertas a futuro se podrían cerrar aun en el inframundo habían códigos que seguir y el joven albino era el que mejor los conocía al parecer ya que ninguno de sus amigos tenía un nombre entre los que se movían por este mundo oscuro lleno de mentiras como traiciones también, el joven simplemente levanto una ceja tras sus googlees e hizo una leve sonrisa forzada por las palabra del jefe llevando sus manos a los bolsillos cuando escucho las palabras del tipo del sombrero ya que si bien la tripulación estaba unida tampoco tenían demasiado tiempo viajando juntos y las interacciones se iban dando conforme la confianza iba entrando en el grupo, al parecer Annisa quien había entrado prácticamente con él era irónicamente a la que más conocía del grupo y más confianza le tenía por el hecho de a ver compartido unos momentos con ella anterior a estar en la tripulación como su navegante y timonel.
 
Solo la miro de reojo por un momento viendo que estaba haciendo al parecer absorta en sus pensamientos por lo tanto fijo la vista hacia lo que todos estaban mirando el mink lobo salvaje, ya que al parecer tenía la misma apariencia que Doc. pero este estaba más "civilizado" comparado con el que acaban de encontrar y si la ironía era poca ambos se conocían y cuando menciono su apodo e levantando la ceja ya que ese era el apodo que Muzen usaba raras veces de momento más bien para que lo conocieran en el mundo criminal, pero capaz lo habían oído hablar del tema pero no se inmuto solo sonrió levemente por la obsesión sobre la invasión mink.
 
-Quien dice que no terminas enamorada de una loba o alguna otra criatura tan peluda como estos dos, nunca escupas para arriba amigo mío.
 
Refiriéndose al carpintero con cierta ironía ya que llevaba desde el principio comportándose de una manera curiosa como si fuera el rey del mundo y molestar a todos el pan de cada, día el joven que tenían en frente si parecido reaccionar de una manera algo extraña ya que toda su valentía parecido desaparecer en el momento que noto al carpintero lo que sí hizo que Muzen sonriera levemente, al parecer se quejaba de que fueran xenófobos con él para luego serlo con nuestro nakamas, acaba de escupirse encima por hablar mal de los pueblerinos. Se llevo la mano al mentón tranquilamente para luego mirar hacia ese pueblo que todo el mundo despreciaba, pero el había estado moviéndose por sus calles por lo tanto tenía un poco de conocimiento del tema.
 
-Vamos a ese pueblo de inútiles, aunque tiene en parte cierta razón, algunos no ven con buenos ojos a los "invasores", pero conozco alguien que no se molestara un tipo buena onda y tiene posada sobre la taberna, así que podemos beber y caer redondos en unas camas de verdad y comer alguna cosa que no esté quemada o mal pasada.
 
Hablando sobre la comida desastrosa que estaban degustando en el barco, todos estaban de acuerdo que era necesario conseguir un cocinero para poder comer de una forma más decente al menos al embarcarse en el navío aparte que se había dejado algunos útiles de navegación en poder de ese hombre, cuando estuvo hace unas temporadas en la isla, por lo tanto, esperaba poder recuperarlo, aunque sabía que no sería sencillo. No pudo evitar reírse levemente para luego esperar en que desencadenaba la charla con el Mink que al parecer también se llamaba Raiden. Se perfilo rumbo hacia el pequeño pueblo, como ellos mismos decían nadie se metería con el grupo mientras anduvieran juntos y si querían hacer alguna artimañita con ellos terminarían con las narices rotas ya que había polvoritas entre el grupo que deseaban una excusa para romperle los huesos al primero que se les cruzara en el camino. Con sus manos en los bolsillos aguardo tranquilamente mientras en su mente se formaba algunos planes, para que el grupo pudiera sacar provecho el mismo no lo hubiera hecho si estuviera solo pero ahora que la fuerza bélica era mayor seguramente que pudiera sacarle provecho algunas personas que le estaban debiendo alguna que otra cosa, por evitar romperles todo o al contrario hacer un trabajo más barato a cambio de que le debieran un favor.
#11
Anissa Marr
Nissa
Con cada segundo que pasaba íbamos formando una estrategia entre todos, realmente no me importaba que tipo de acciones tomáramos mientras que la recompensa del asalta a Goa fuera lo suficientemente grande como para repartirse entre tantas personas y que aun así valiera la pena el riesgo. Quien sabe cuánto tiempo me quedé con la mirada al frente ignorando todo lo que sucedía a mi alrededor pensando en las montañas de oro que fantaseaba con robar en nuestro primer golpe grande, ¿sería capaz de navegar el barco que teníamos con esa cantidad de oro? Bah, ya le tocaría encargarse de la logística a King, Raiden o a Jack.

Durante los pocos momentos de su vida en los que mi padre no estaba borracho solía comentar sobre sus aventuras en alta mar y el cómo el tirador debía estar siempre atento ya que si por alguna razón un enemigo llegaba a acercarse lo suficiente podría dar un golpe letal a la tripulación al dejarlos con un hombre menos en cuestión de segundos; hasta ahora lo veía como las palabras vacías de un hombre que añoraba sus días de gloria pero cuando me percaté de la presencia de un mink a poca distancia de nosotros. Cuando quise reaccionar para tomar mi rifle ya había intercambiado palabras con algunos de nosotros y no parecía ser una amenaza, al menos no una inmediata. Incluso parecía incomodarse un poco ante la presencia de Jack, tal vez un tema de alturas ya que le superaba por casi un metro y no era usual que los minks midieran tan bajo; al menos los depredadores adultos.

Doc nos informó que el nombre del mink desconocido era Raiden, igual que el sobrenombre que usábamos con Muzen. No pude evitar voltearlo a ver, como si quisiera descifrar cuál de los dos era el verdadero a pesar de las obvias diferencias. Raiden, el lobo, nos dijo que su llegada al pueblo no había sido bien recibida debido al racismo de los habitantes de ahí. Una de las ventajas de que los skypean fuéramos tan similares a los humanos es que no me había tocado experimentar ese tipo de rechazo, al menos de primera mano. –Tch, desgraciados.- alcancé murmurar; no es que yo fuera la encarnación de la aceptación pero había algo en ese tipo de ignorancia que realmente me molestaba. Raiden, el lobo, se había convertido en pirata recientemente así que si le agradaba lo suficiente a King tal vez habría que compartir el espacio del barco con otro peludo más.

Me acerqué a Raiden, nuestro nakama, para hablarle en tono burlón. –Hey, si llegamos a convivir mucho tiempo con el nuevo Raiden eventualmente tendrán que pelear por el nombre ¿no?- le dije mientras le picaba las costillas ligeramente. Era a quien más confianza le tenía dentro de la tripulación, en gran parte porque le conocí antes de unirnos y también tenía algo que ver que tuve que hacer paz con el hecho de que mi vida estaba en sus manos en las noches de tormenta en medio del mar. Fue él quien decidió comenzar con el avance a los adentros del pueblo ya que al parecer conocía a alguien en una taberna, yo le seguí sin pensármelo dos veces. -¡Oye King! ¿Y si nos robamos al cocinero de algún ricachón de Goa? Así matamos dos pájaros de un tiro.- le grité mientras seguía con el avance.
#12
King Kazma
Shiromimi
Que la primera persona que se encontraran al desembarcar en una nueva isla fuera un mink era altamente improbable. Que además fuera en un pueblo de unos mil habitantes, lo hacía todavía más extraño. Varias posibilidades danzaban en su cabeza, desde que era una trampa y enviaban a un mink para generar confianza a que el lobo rehuía el contacto humano. Igualmente, las coincidencias sucedían, eran parte de la vida y muchos sucesos históricos se desarrollaron de la forma en que lo hicieron por una casualidad. Lo cual no era motivo para bajar la guardia, lo que explicaba por qué fue el primero en acercarse y preguntar si era amigo o enemigo. Claro que podía mentir, pero al menos eliminaba algunas posibilidades.

Su respuesta era una buena. Ellos eran los “intrusos” allí, así que eran ellos los que debían posicionarse como amigos o enemigos. No podía ir diciendo a los vientos que iban a alojarse gratis en una posada y abastecerse de provisiones también gratis, tal vez eso les granjeara la hostilidad de aquel mink. Eran cinco y él uno, tenían todas las de ganar. Pero no había por qué derramar sangre mink de forma innecesaria… ¿Realmente había pensado eso? Sabía que odiaba a los humanos, pero idealizar a su propia raza era propio de los peores racistas… Por supuesto, la intervención de Jack le distrajo. Tan cordial y diplomático como siempre. Un día les iba a ganar una enemistad no deseada. Pero tenía un punto en que últimamente veían bastantes minks. Él mismo, Alexander, este nuevo lobo… - Somos una banda pirata. De eso no hay duda. Pero sólo te has puesto tenso con Jack. ¿Es porque le falta un brazo? – No era una pregunta fortuita, se puso nervioso al ver a Jack y lo primero que le preguntó fue si le faltaba un brazo.

Por suerte, la contrapartida a su segundo al mando llegó para apaciguar los ánimos y calmar al lobo desconocido cuyo nombre ahora sabía que era Raiden. Curioso que fuera igual que el apodo de su navegante. Si esos dos se conocían entonces no debería haber problema y todo iría fluido. Aunque lo que comentó Raiden llamó su atención, haciendo que su largas orejas se movieran un poco. – Si eres amigo de Alexander no debería haber problema con que te unas a nosotros, si es que quieres, claro. Nos ayudaría mucho si sabes cocinar algo, porque hasta ahora todo se nos ha quedado crudo o calcinado. – Le resultaba más sencillo fiarse de él por ser un mink, y que Alexander lo conociera ayudaba bastante.

Y justo le estaba invitando a entrar en su tripulación cuando Anissa comentó lo del cocinero también. – No es mala idea. Pero prefiero no tener abordo a alguien contra su voluntad. Puede causar muchos problemas. Y más si le damos acceso a cosas como cuchillos y demás herramientas afiladas. – Respondió. Tenían un barco pequeño, una tripulación que todavía se estaba conociendo y que no tenía mucha confianza… No era lo mejor subir abordo a alguien a la fuerza ya que alguien tendría que vigilarlo todo el tiempo y podía minar la confianza que tenían entre ellos con pequeños actos y palabras. No, necesitaban a un cocinero que además quisiera ser pirata. Sería toda una suerte que Raiden resultara ser un cocinero y aceptase unirse a su tripulación. Debía ser raro para unos minks lobo aceptar como capitán a un conejo. Aunque por esa norma, a él debería asustarle tenerlos tan cerca y no se sentía en peligro para nada.
#13
Jack D. Agnis
Golden Eyes
-Jajaja te imaginas a mi enamorado de algo mas que no sea la madera o el mar? Que me gusten las almejas bien peludas no quiere decir que me guste el pelo en el cuerpo. Las mejores mujeres son las que no tienen pelo en su cuerpo, salvo en su almeja. Aunque no voy a negar que debe ser calentito pasar la noche con las hembras de esa raza- le contesté de manera vulgar a Muzen, antes de volver a mirar a aquel mink, quien había contestado mis preguntas con otra pregunta, lo cual me pareció un poco descortés de su parte.
-La verdad es no, me lo dejé dentro del barco- dije divertido y burlándome de su pregunta, mientras lo miraba ponerse nervioso vaya a saber por que.
-Si niño. Me falta un brazo, pero eso no quiere decir que sea un inútil- le dije divertido, mientras lo oía titubear al hablar.
“Perfecto. Un mink fallao’ ” pensé mientras ponía mis ojos en blanco.

-Ok, eres un mink. Pues bien, ahora ve con tus congéneres. Seguro tendrán mucho de que hablar con ellos. Tal vez podrían hablar sobre cuando es época de pelechar, así no llenan mi navío de pelo. - dije divertido, antes de girar hacia Muzen, quien había dicho que conocía a alguien.
-En buena hora dices eso. Que tal si nos guiás hacia tu “amigo”, porque supongo que si nos va a dar todas esas cosas, es porque amigo, no? O deberemos pelear para eso? - pegunté divertido, mientras que comenzaba moverme hacia el interior de aquel pueblo, notando como el mismo poco a poco comenzaba a reavivarse.

El ciudad que había estado tranquila, de pronto se volvió algo caótica, al menos caótica para un pueblo pequeño. Las personas comenzaron a salir de sus casas y atender los puestos de trabajo, como también comencé a ver niños que iban de aquí para allá jugando y al mismo tiempo estos clavaban sus ojos en mi y obviamente en mis compañeros con pelos.
-El zoológico y el circo llegó al pueblo niños, pero si miran por mucho tiempo a los animales tendrán que pagar un millón de berris y yo me encargaré de cobrárselos, y mas le vale tener dinero, sino tendré que comermes sus higados- dije sonriendo y mostrando mi dentadura en punta, dando cierto miedo a aquellos mocosos.
“De esa manera los peludos estarán mas tranquilos a la hora de caminar por aquí” pensé, mientras me movía mirando todo a mi alrededor. Era un lindo pueblo.
#14
Alexander Bathory
Doc
No pude evitar que una sonrisa lupina se mostrara en mi rostro antes de golpear mi puño contra el suyo –es algo recién, el conejo tiene mejor labia de lo que parece- dije con calma señalando a King con un gesto rápido de mi cabeza –al menos tu pudiste elegir qué camino tomar, a mí me fue impuesto después de perderlo todo- antes que escuchara la conversación entre Musen y Jack –nunca digas nunca, el amor no conoce raza, credo ni religión eso te lo puedo asegurar- en ese momento no pude evitar que mis siguientes palabras tomaran cierto aire de tristeza y melancolía -al igual que debes apreciarlo antes que sea tarde- tras lo cual retome mi buen humor –además si estas interesado puedo recomendarte a las lobas son bastante salvajes en la cama y si realmente se enamoran no te dejaran ir, solemos formar parejas de por vida, aunque no es en todos los casos- tras lo cual reí un poco imaginando como Jack podría liar no podría quitarse a una lobo en celo de encima
 
Tras aquello saque de nuevo mi cajetilla de cigarros agitándole un poco notando que estaba prácticamente vacía –Carajo es el último- dije algo molesto mientras prendía el cigarro dándole una calada mientras escuchaba las palabras de mis compañeros -Bueno Muzen entonces te seguimos, al menos que quieras que empiece a fumarme tus cigarros también- para que luego empezáramos a caminar hacia el poblado a la par que la gente empezaba a salir de nuevo a la calle, curiosos ante nuestra presencia en especial los niños
 
-Vamos Jack, no es bueno que cortes su curiosidad de esa forma a esta edad- le dije mientras me inclinaba cargando a una niña sobre mi hombro –arriba pequeña, el mejor asiento de la casa- dije algo alegre mientras caminábamos, aunque aquel gesto causo que más niños se reunieran a mi alrededor pidiendo que les cargara antes que bajara aquella niña algunos cuantos metros después acariciando su cabeza –bueno, termino el paseo, este lobo tiene asuntos importantes que atender- tras lo cual alce mis manos aplaudiendo un par de veces –además recuerden portarse bien porque de otra manera me volveré un lobo feroz que los devorara!- en ese instante me incline abriendo mis fauces a juego permitiéndoles mirar mis colmillos haciendo que los niños salieran huyendo a manera de juego –siempre son adorables a esa edad, me hubiera gustado tener una hija- en aquel momento note como algunas de los adultos me miraban con recelo y algo de repulsión por mi forma de actuar con los niños –además es mejor enseñarle a los niños que otras especies son buenas también, para que no crezcan como esos bastardos-
#15
Raiden2011
Raiden A.
Personaje


—Ven, esa chica lo entiende perfectamente —dije evitando usar la palabra “humana”, ya que no podía discriminar a alguien que estaba sintiendo compasión conmigo—, mucho gusto, por cierto, como ya escuchaste, mi nombre es Raiden.
En seguida, la peli-morada en cuestión fue a gastarle una broma a un tipo que, aparentemente, tenía el mismo nombre que yo.
—No seré un ricachón de Goa, pero soy un cocinero, por si les llega a interesar —respondí ante el comentario de que necesitaban un cocinero.
«Creo que no sería mala idea unirme a ellos, conseguiría una tripulación que no debería discriminarme porque su líder es un mink, podría ejercer como cocinero y por fin podría hacerme a la mar sin tantos problemas» pensé luego de soltar ese comentario de golpe.
No puedo negar que, luego de idealizar un futuro dentro de esta tripulación, me vino una sacudida de la realidad. Los acababa de conocer, no sabía cómo eran, yo podría caerles mal y muchas dudas más rondaban mi cabeza como una neblina espesa y, una de ellas pareció materializarse en la pregunta del Mink conejo. Quizá pude haber inventado algo, pero odiaba el hecho de que, en momentos tensos, tenía la incapacidad de mentir.
—Quiero destacar que no tengo nada en contra de los humanos ni otras razas y, respondiendo directamente a tu pregunta sí, es por eso; pero no es un rechazo intencional —respondía mientras evitaba ver al hombre en cuestión—. Debido a un incidente de mi infancia, tengo una fobia significativa hacia las personas que tienen algún miembro amputado, por lo mismo, Jack, me disculpo, no es nada personal.
Hice una pausa después de decir eso, para recomponerme internamente y continuar con la charla.
—Sí, como comentaba hace unos momentos, cocino desde hace un par de años, pero no podría considerarme experto, pero aseguro que no se les quemará nada en mi guardia. Sobre si quiero o no unirme a ustedes, eso dependerá… ¿Cuáles son sus planes a futuro?
Antes de siquiera terminar mi conversación con el Conejo, Jack replicó a mi pregunta anterior, con una respuesta, aunque molesta, totalmente entendible
—Jack, nuevamente pido disculpas, pero, como ya expliqué, no es algo que pueda controlar.
Luego de esa aclaración, decidí centrar mi atención en otra cosa, para evitar más problemas con el humano. En ese momento, Alex correspondió mi choque de puños y eso me animó nuevamente, luego comenzó a decir sus locuras de siempre y me agradó verlo después de tanto tiempo. Segundos después, Alex estaba jugando con los niños y gastándole bromas, dejándome en claro que, al parecer, había un buen ambiente en esta tripulación después de todo.
—Entonces… ¿Cuáles son sus planes?
#16
Muzen Kibutsuji
Raiden
La idea de que el manco terminara enamorado de una chica de los minks era algo que se le hacía muy gracioso una chica alce o incluso loba como el doc. había sugerido sería algo que fuera muy gracioso e hizo reírse levemente al albino que estaba a punto de tomar la delantera para guiar al grupo hacia su contacto o más bien un viejo amigo que había hecho en ese lugar el dueño de una posada que se encontraba no muy lejos de donde estaban habían tenido algún cruce pero terminaron en buenos términos por lo tanto podría llevarlos hasta ese lugar para estar más tranquilos beber un poco quizás y aclarar las dudas del lobo, que acaba de unirse a ellos lo que le extrañaba era el comportamiento de los humanos de esa manera, según había visto la última vez ellos eran bastantes agradables no solían tomar tanta represalias con desconocidos, pero él no era un ser de otra raza para saber cómo lo tratarían, aunque estaba sospechando que hubiera algo extraño pasando en la isla quizás alguno de su especie o un lobo como tal había generado algún problema en su ausencia aunque de momento decidido no decir nada sino buscar conocer más. A diferencia del resto de la tripulación Muzen ya contaba con algo más de experiencia que ellos aparte de tener cierta fama en algunos lugares, por lo tanto, tenía conocimiento de cosas que quizás el resto de la tripulación iría descubriendo.

-Eso lo quiero ver, hay un dicho que dice que nunca escupas hacia arriba, porque te puede terminar cayendo encima y no solo pierdas una mano sino también puede pasarte con una mujer lobo sería tan gracioso ese momento ajajay y ni se te ocurra Doc. llegar cerca de mi caja si te vas a fumar como locomotora no es problema mío.

Menciono sonriendo levemente, ya que ambos compartían el mismo vicio y terminaban a verse metiendo con los cigarrillos del otro, aunque si fumaban en su mayoría distintas marcas entonces sabían cual era de quien, aunque eso no evitaba que en momentos de necesidad no terminaran robándose mutuamente para saciar ese deseo de llenar los pulmones con algo tan malo pero que seguramente ninguno de los dos quería acabar. El camino fue bastante tranquilo acompañados por niños juguetones y también la gente desconfiada vería a la joven y se reiría levemente por su comentario.

-No es necesario que compita por nada, incluso es mejor para mí que piensen que el soy yo, me dejaran más tranquilos los problemas.

Ella mejor que nadie sabía de lo que hablaba, aquellos tipos que estaban detrás de ella para que pagara las deudas que tenía, si bien Muzen le había ayudado y por eso eran tan cercanos, terminaron compartiendo unos momentos antes de unirse a la banda. Él fue a obligarla a pagar y termino ayudándola contra unos matones y termino naciendo algo entre los dos ahora estaban allí a punto de entrar a una taberna. Muzen sería el primero a ingresar aún estaba bastante vacía ya que no era horario de beber ni de comer por lo tanto estaban un par de borrachos en el fondo de la misma y el dueño sobre la barra una joven de cabellos rubios limpiando unas mesas, estos se voltearon a mirarlos alzando su mano Muzen logro relajar un poco el semblante camino un poco en el interior y se giró mirando al Doc.

-Saliendo hacia la derecha hay un almacén general, no es la gran cosa el cigarrillo allí pero seguro que sirve para que mates las ganas, los buenos están en la zona industrial de Goa no se si tendremos la posibilidad de visitarlo, aunque creo que seguramente una buena compaña podría ser rentable.

Estaba claramente hablando del hecho de que podrían robar, se detuvo por un momento mirando de reojo al chico nuevo cuando volvió a preguntar cual eran los planes, dudaba mucho que esa fuera la forma correcta de acercarse a un grupo de piratas, como si todos anduvieran contando sus planes a diestro y siniestro a desconocidos por más que el lobo dijera que le conociera había que tener cierto cuidado, seguramente pudiera ganarse un lugar entre ellos, pero era necesario que eso pasara. Muzen se sentaría en una de las sillas que rodeaban la mesa más grande redonda que daba para diez personas, lo que dejaba espacio entre la tripulación. Espero ver si el doc. decidía irse a buscar los cigarrillos u optaba por esperar un poco más. El estiraba su cuerpo por un momento mirando a los integrantes a ver si se sentaban junto con él para poder charlar y quizás compartir algo más mientras el daría las indicaciones.

-Aquí hay hospedaje en el segundo piso, nos podemos quedar a descansar fuera del navío y el alcohol es bueno, la comida en cambio no la recomiendo para nada, podrían terminar con dolor de estómago demasiada grasa, pero para salir del apuro podría servirles, luego de eso me gustaría contarles un poco sobre lo que se dé la isla, tengo que hablar con unos conocidos para que puedan contarme que se cose yo he estado en esta isla con anterioridad por lo tanto conozco algunos contactos para poder sacarle provecho más que nada al lado noble de esta isla, aunque por lo que he sabido la zona industrial es la que más riquezas está generando en este momento así que debe a ver burgueses que se están bañando en dinero y no sentirán la falta del mismo si nos hacemos con un poco.

Diría riendo levemente mientras llevaba su mano a sus ropas para sacar la caja de cigarrillos y disfrutar de uno más de ellos encendiendo el mismo, sin importarle que estuviera en el interior de un edificio, la joven de cabellos rubios se acercaría para pedir las ordenes en caso que quisieran comer o beber alguna cosa la tripulación en ese momento o simplemente dedicarse a charlar sobre lo que Muzen estaba revelando.
#17
Anissa Marr
Nissa
Como anillo al dedo nos cayó la aparición del nuevo Raiden, ¿qué tan probable era que después de que la mayoría de nosotros consideráramos que un cocinero era necesario para poder sobrellevar la vida en el mar y que el primer ser con el que tuviéramos contacto contara con un par de años de experiencia como cocinero? Si esto fuera un pequeño indicativo de cómo sería nuestra suerte durante nuestra estadía en la isla entonces no había que preocuparnos por si nos llenaríamos o no los bolsillos al momento de saquear. Estaba a punto de voltear a ver a King, feliz porque parecía que habíamos encontrado un cocinero dispuesto a servirnos una comida de calidad decente pero el nuevo Raiden lanzó una pregunta directa que solamente el capitán de nuestra tripulación podía responder; no es que considerara que la pregunta que hizo estuviera fuera de lugar, al contrario, era una pregunta totalmente válida si se ponía sobre la mesa la posibilidad de unirse a una tripulación, lo que si creía es que el momento no era el adecuado al tener tan solo unos pocos segundos de conocernos; cuando menos indicaba que el mink no era de los que se quedaban con la duda sobre un tema durante mucho tiempo.

Los motivos de King para no llevarnos a un cocinero a la fuerza tenían sentido, estar poniendo los ojos veinticuatro siete sobre alguien resultaría molesto para todos los involucrados, además si no confiamos en quien se encargaría de preparar los alimentos tendríamos que esperar a que el primero que se llevara un bocado a la boca cayera muerto haciendo que la comida se enfríe; volviendo al problema principal de no tener una comida caliente.

El viejo Raiden, el peliblanco o ¿ahora había que llamarle Muzen de nuevo para evitarnos confusiones? Mencionó que tenía conocidos en el pueblo que podrían ayudarnos cuando menos con hospedaje así que todos comenzamos con el avance, siguiéndolo. Los hijos de los lugareños comenzaron a salir, al parecer estaban fascinados con la presencia de varios mink caminando por sus calles. –Vaya Jack, tal vez deberías dejar la piratería y asentarte en un lugar a tener hijos. Tal vez con la mink lobo con la que estaban fantaseando anteriormente.- le dije en un tono sarcástico y burlón al ver como ahuyentaba a algunos pequeños. Doc parecía ser el que más disfrutaba de la presencia de los niños, llegando incluso a cargar a una. –La vida todavía no acaba, Doc. Tal vez en un futuro lleguemos a conocer a una mini Alexandra.- alcancé a decir sonriéndole antes de que un pequeño que solo vestía un pañal se abrazara a mi pierna y pareciera querer alcanzar mis pequeñas alas. –Shu shu.- fue lo único que le dije mientras le hacía una seña de que se alejara con una de mis manos y seguía avanzando aunque con un poco de dificultad debido al peso extra. No tenía mucha experiencia tratando con infantes y tampoco había tenido nunca el interés de aprender sobre los cuidados necesarios para que sobrevivieran hasta la adultez. Eventualmente todos los niños volvieron con sus padres que lanzaban miradas de disgusto ante la presencia de unos seres ligeramente distintos.

Muzen tenía la habilidad de adaptarse a cualquier tipo de situación o al menos de cómo sacar el mejor provecho ante lo que sea que se le cruce. Al ser llamado de la misma manera que el mink ya veía la posibilidad de sacarle ventaja y confundir a cualquiera que no le hubiera visto el rostro. Algo que podría llegar a ser contraproducente si el cocinero terminaba volviéndose nuestro nakama. –Varias veces he dicho que no me gustaría tenerte como adversario.- le dije en voz baja, casi como un suspiro ante la frialdad que tenía a veces para decir las cosas.

Cuando llegamos a la taberna el lugar tenía un ambiente triste, un par de personas intoxicadas y solitarias. –No entiendo que es lo que les encanta sobre fumar, la única vez que lo intenté sentía que estaba respirando fuego y estuve tosiendo quien sabe cuánto tiempo.- le dije al Doc después de que Muzen le diera las instrucciones para reabastecerse de cigarrillos. Llegando a nuestra mesa me senté al lado de Muzen, poniendo mi rifle en mi regazo para tenerlo a la mano en caso de que fuera a necesitarlo. –Mientras la habitación esté limpia y no esté moviéndose de un lado al otro para mí es más que suficiente.- fue lo primero que salió de mi boca cuando supe que ese sería el lugar donde seguramente pasaríamos la noche. –Yo lo único que necesito saber es que el movimiento que hagamos será lucrativo y poco más, estoy ansiosa por probar en tiempo real mi avance con este bebé.- dije mientras daba un par de palmaditas a la madera de mi arma. Cuando se acercó la joven rubia para saber qué era lo que pediríamos no dudé en ser la primera en responder. –Para mí una cerveza y algo de agua. Alguno de ellos se encargará de pagar.- dije mientras hacía un circulo con mi dedo índice. No es que las monedas fluyeran, pero al menos uno de nosotros debería tener lo suficiente para solventar este gasto.
#18
King Kazma
Shiromimi
Hacía poco tiempo que conocía a Jack, pero era suficiente como para saber que él estaba enamorado de su profesión. No desatendía sus necesidades físicas, pero dudaba mucho que alguna mujer robara su corazón y atención más allá de una noche. Le gustaría haber añadido algo a lo que dijo sobre pasar la noche con una mink, pero no se había criado en una sociedad mink, así que no sabía ni lo que se decía sobre ellas dentro de su propia raza. Pero era indudable que con el pelaje proporcionaba protección al frío… Aunque era horrible en situaciones de calor. Recordaba pasarlo especialmente mal en los días calurosos del verano, pasándose el tiempo con el pelaje mojado para refrescarse, aunque no le gustara mucho la sensación de estar mojado todo el tiempo. Desde que tenía el poder de la Netsu Netsu no Mi, el calor y el frío no habían vuelto a suponer un problema para él, lo cual agradecía.

No podía dar la razón a Alexander. King no tenía labia como estaba diciendo, normalmente era meditabundo, aunque con su tripulación hablaba más de lo habitual para propiciar la forja de lazos de amistad. Pero lo que decía de que el amor no tenía barreras… ¿Él podría enamorarse de una humana? ¿O una gyojin? Tal vez si la situación fuera favorable para ello… No podía estar tan seguro como para decir que no, no conocía gyojins, y ya había conocido a dos humanos que se comportaban como personas civilizadas y no como trogloditas… Bueno, Jack se quedaba a medias entre ambas cosas.

Mientras que Jack amedrentaba a los niños curiosos y Alexander jugaba con ellos, King los esquivaba cuando iban hacia él, cosa que parecieron tomar como un juego, pero uno que nunca podrían ganar. No quería darles una patada a unos niños, pero se estaban poniendo molestos y le recordaban a cuando él era niño y los demás sólo se acercaban a él para tirarle del pelo y las orejas porque era raro. Y el nuevo Raiden era alguien educado. Curioso que los dos mink lobos que conocía eran al mismo tiempo las personas más educadas que conocía. Uno pensaría que serían salvajes. – Nuestros planes son viajar. Yo quiero ver el mundo con mis ojos y vivir la historia. Ser libre de ir adónde quiera. Los demás, cada uno tiene sus propios sueños. Ella, por ejemplo, quiere vengarse de alguien. – Dijo, señalando a Anissa al final.

Entonces entraron en la posada y la primera en pedir algo de beber fue Anissa. Los fumadores necesitaban reponer combustible, y él… - Seis habitaciones. Y anota todo lo que pidamos ahora en la cuenta. – Obviamente iba a inflar esa cuenta durante los días que estuvieran ahí para luego marcharse sin pagar ni un vaso de agua. No tenia dinero, y dudaba ganar tanto dinero en su estancia como para que le diera igual pagar el precio de varias habitaciones y comidas. – Tu contacto está en Gray Terminal, ¿no? Iré contigo, tiene pinta de ser un lugar peligroso. – Y un capitán debía proteger a sus subordinados, además de nakamas, y no podía negar que la perspectiva de algo de acción le atraía.
#19
Jack D. Agnis
Golden Eyes
-Ay no. Para tener una carga, prefiero tenerlo a Uds. que al menos cumplen una mejor función- dije divertido ante las palabras de Doc sobre las mink lobos.
“Para tener una mascota ya los tengo a todos Uds. no necesito una mas y que solo me sirva para follar” pensé divertido. Realmente no estaba hecho para una vida normal y mucho menos para tener pareja, prefería ir a un lugar a satisfacer mis necesidades y listo, nada de amor, nada de emociones, solo placer y lujuria.
“Un pim y pum y a casa” pensé mas que divertido, mientras oía las palabras de aquel nuevo mink, el cual respondía a mi broma de dejar mi brazo en el barco.
-Tu tranquilo cachorrito, no necesitas disculparte. No me molesta que hablen o bromeen sobre miembros perdidos y mucho mejor que me teman por eso. Eso suena a que tengo una enorme ventaja en tu contra. Asique te recomiendo que no me hagas enojar, sino me desnudaré solo para que veas el muñón que tengo en el brazo- dije divertido. La vedad me gustaba molestar a las personas y ponerlas nerviosas, pero nunca lo había tenido tan fácil como lo tenia con este mink.

-Tsk, los mocosos son molestos- mascullé por lo bajo, mientras caminaba ignorando a todos los niños que se habían reunido, aunque estos se alejaron rápidamente al oír las amenazas del Doc.
-Tu paciencia si que es limitada, eh? - dije divertido, mientras oía el deseo de aquel lobo y las palabras de la cazadora, por lo que hacia una ligera muesca de desagrado.
-No gracias. Prefiero la piratería. Tal vez cuando sea viejo me asiente en algún lugar, pero para morir y no para criar mocosos malcriados- exclamé sonriente y sin añorar esa época futura, antes de girar hacia el Doc y mirarlo algo ofendido por sus dichos sobre los bastardos.
-Disculpa? Yo soy un bastardo y no te discrimino o es que acaso te has sentido discriminado conmigo? Dame la patita si crees que no lo he sido- exclamé divertido, mientras le extendía mi mano y lo trataba como un perro mas de la calle.

Por fortuna no tuvimos que caminar tanto hasta llegar a la taberna, la cual era como todas las tabernas ya visitadas con anterioridad. Un lugar con mesas y sillas, y los típicos borrachos al final de la misma.
Sin dudarlos Muzen se dirigió a la mesa mas grande y con mas sillas, por lo que lo seguí sentándome y recostandome en una de aquella silla, mientras oía a Muzen hablar sobre aquella taberna.
-Si el alcohol es bueno, yo mismo lo decidiré. No confío en tu paladar quemado por el tabaco y con respecto a las camas, mientras esté seca, todo okey. No soy para nada exigente- dije con una enorme sonrisa, mientras observaba llegar a la rubia mujer a nuestra mesa.
-Traeme ron hermosa y si es posible un buen plato de carne, de cualquier tipo, excepto la de pescado, que estoy harto de comer eso.- dije sonriente a aquella mujer, mientras la miraba con algo de lujuria.
“Buen culo y buenas tetas. Ojalá pudiera llevármela a la cama” pensé, antes de girar hacia Muzen y hacia King.
-No cuenten conmigo. Quiero estar de vago por al menos un día y descansar el viaje. Asique busquen a otro tonto para que los acompañe- exclamé, mientras cruzaba mis piernas y me tiraba el sombrero sobre mi rostro, a la espera de algo para tomar y beber.
No iba a negar que tenia ganas de salir de aventura, pero por ahora prefería comer, dormir y si se me daba, follar, pero sobre todo, quería estar tranquilo. No necesitaba exaltarme tan pronto llegáramos a tierra firme.
#20


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