Encuentro de lobos

Yui comenzó a mover su espada aprovechando que uno de sus brazos se liberó del agarre, esto provocaba que el muchacho de cabellera roja apretara sus dientes y grupera del dolor mientras algo de sangre salía con mayor libertad desde su abdomen hasta el suelo, pero su agarre firme se mantenía en el brazo de Yui que pagaría caro.

Tres fuertes patadas fueron realizadas por Yoshiro con la intención de dejar en claro que no se iba a rendir a pesar del dolor que estaba sintiendo, si, dejarse apuñalar no fue su mejor idea (aunque a decir verdad no hubiera tenido otra opción) pero debía mantenerse firme como todo un hombre.

De pronto Yui soltó un gritó desesperado mientras buscaba sacar su espada y una lágrima cayó de su mejilla, esto borró la sonrisa de Yoshiro el cuál lo miró preocupado-¿Estás...?-antes de poder preguntar algo el muchacho escuchó una voz fuerte gritarle a Yui y por su apariencia parecía ser un guardaespaldas de primera.

Yoshiro soltó el brazo del espadachín y este soltó su espada la cual por lo profundo que estaba en el cuerpo de Yoshiro simplemente se mantuvo semi recta, no, Yoshiro no se atrevía a sacarsela así como así aún por lo que simplemente la sostuvo con su izquierda y miró a Yui preocupado por haberse dejado llevar.

El hombre pelón se acercó, ofreció disculpas y una recompensa pero Yoshiro rápidamente se negó con la cabeza y su diestra-No, no. Yo fuí el que se emocionó... yo debo pedir disculpas, dejé la ropa de Yui arruinada ¿Puedo hacerle una nueva?-preguntó mirando su tienda y luego a Yui el cuál empezaba a irse. 

Yoshiro se quitó la espada y con su diestra que estaba vendada hizo presión en la herida, lo que haría a continuación iba a doler-¡Yui Suzuki!-gritar era doloroso por su herida en el abdomen pero si no gritaba capaz no le oía-¡Hoy ha sido un empate pero quiero revancha!-Yoshiro sabía que aún no estaba a la altura de su rival pero eso no le detenía a pedir más encuentros, quería lanzarle la katana a Yui pero sabia que su puntería era horrenda.

Ganarte de forma limpia, eso sería bueno-Yui se había desgastado contra el viejo con alas y se había confiado al creer que Yoshiro era un mero civil ¡Así que si luchaban de verdad otro día sería aún mejor!

El guardaespaldas insistió con darle dinero y atención médica e incluso ropa o comida pero Yoshiro se negó a casi todo-Con la cuenta del hospital será más que suficiente...-le ofreció la espada al hombre para que se la entregara a su dueño y buscó con la mirada al viejo con alas ¿Seguiría por ahí?

Vida: 115 / 537

Energia: 45 / 210

Una película en segundos eternos para el viejo dolorido que no hizo más que disfrutar de la contienda y sonreír de tanto en cuanto ante las estrategias de ambos combatientes, sin duda alguna, eran dignos de ser respetados, al menos para Illya, el cual apreciaba en demasía el arte de la batalla. Para algunos solo simples golpes, para otros una forma de comunicarse, sí, a veces los golpes dicen más que mil palabras... o quizá no, el viejo cuervo se conformaba con ello, cacería y cerveza, de vez en cuando un descanso y todo saldría bien.

 Intentó levantarse, no pudo, su esfuerzo por ayudar fueron en vano, no hasta pasados unos minutos tras finalizar la batalla es que se incorporó y rengueando fue a hacer compañía a los dos, habían demostrado ser fuertes, probablemente más habilidosos que él mismo, una grata sorpresa, que recordaría durante un buen tiempo. La propuesta de Yui aún seguía siendo tentadora, pero su tiempo allí acababa pronto, tenía otros asuntos que atender. Parte de su viaje había sido un éxito, solo quedaría comprobar si el amable Luchador, Yoshiro, realmente cumplía con las expectativas del viejo, al menos en su ingenua búsqueda por conseguir cazadores aliados, este demostró ser digno de ello, pero dada la ocasión y las heridas decidió postergar su incógnita. 

 - Caballeros, tienen mis respetos... - Dijo, en cuanto se pudo acercar, - Me llevo un lindo recuerdo de esta aldea he! he! - sonrío con un gesto pícaro,  - Espero volver a encontraros -, dijo, mientras anunciaba su retirada, no estaba apresurado pero debía atender sus heridas, por lo que decidió buscar algún almacén de víveres y alguna tienda para cambiar su pantalón, no le gustaba andar con las ropas destrozadas, aunque el viejo fuera bastante salvaje cuidaba su imagen como cazador. 

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