¿Sabías que…?
... existe una tribu Lunarian en una isla del East Blue.
[Misión de Temporada] El Gato y el Ratón - Grupo C
Drake Longspan
[...]
Cada vez que el martillo caía, parecía que Lemon esperaba que el cuadro tuviera alguna capacidad mágica de regenerarse, porque no dejaba de golpearlo. El piso empezaba a pagar el precio, con grietas abriéndose bajo cada embestida. Pero aquel ser no frenaba: entre sudor y polvo, seguía dándole con una insistencia casi patética, como si estuviera vengándose de una pintura que jamás le había hecho nada.

Al final, después de varios golpes innecesarios, lo que quedaba del cuadro era un desastre irreparable. Y aún así, cubierto de polvo, jadeante y satisfecho como si hubiera ganado una pelea épica, parecía dispuesto a darle otro golpe… solo por si acaso.

Fue entonces cuando uno de los clavos que sostenía la antigua porte de la reina cae frente a ellos, haciendo que dos ladrillos se estrellen con fuerza, sus bordes rugosos se raspan entre sí, soltando una chispa rebelde. Esa chispa, como si tuviera prisa, salta directamente hacia la mecha de un pequeño cohete volador. En un instante, la chispa prende, encendiendo la mecha que comienza a chisporrotear.

 El cohete, sin esperar más, cobra vida con un zumbido, lanzándose al aire como si el golpe de esos dos toscos ladrillos hubiera sido el empujón perfecto para despertar su energía explosiva.

Por desgracia, fue lo más parecido a un gatillazo. El pobre tan solo prendió debajo de aquellas rocas...
Y menos mal.

Cuando Hato observaba la escena, se da cuenta de qué estaba ahí por algo, pero le costaba recordar por qué. ¿Era una misión? ¿Un cumpleaños? ¿Un bautizo? Ahhh, quizás una boda. Su olvidadiza virtud comenzaba a hacer mella en su mente. Pero lo que se encontraba frente a Lemon y Hato era digno de admirar, un arsenal de fuegos artificiales. Entre los ladrillos había una pequeña nota.

[Imagen: sQblzXN.jpeg]

"Sabes que aún hay una oportunidad para ti. Sólo tienes que prender la luz y dejarla brillar." — Con cariño, G.

El grupo se tapaba la nariz debido a la peste de aquel pescado, esa peste que cubría el olor a pólvora y escondía un maravilloso tesoro. Mientras Rocket y Lobo Jackson se encuentran fuera tomando aire fresco, un mensaje le llega al Den Den Mushi:

La tortuga casi ha puesto el huevo. ¿Cómo va el nido del conejo?

Sea lo que sea que significase ese mensaje, parecía solicitarles algún tipo de ayuda o información.

¿Y qué tenían?

Pólvora para festejar un nuevo comienzo.

Resumen


Aclaraciones individuales
#11
Lemon Stone
MVP
Bingo.
 
La fortuna estaba destinada para los hombres guapos, perfectos e inteligentes como Lemon, para los apasionados que viven el día a día con rebeldía. Pilló un montón de fuegos artificiales en el agujero que se escondía tras el cuadro de la Reina, y menos mal lo rompió. La Causa premia a aquellos que actúan en su nombre y ese adecuado material pirotécnico era la prueba irrefutable de ello. Por supuesto, a Lemon se le ocurrían al menos un par de ideas para cumplir con su misión que, por dramático y negligente que pareciera, no se había olvidado de su deber.
 
Sacó un cigarrillo y lo encendió sin mucho cuidado, como si no le importara que las llamas del chispero pudieran alcanzar los fuegos artificiales y acabar tan feo como cierto personaje que esconde su rostro tras una máscara roja. Le dio una calada profunda, le gustaba hacerlo para relajarse, sobre todo después de pasar por tantísimas emociones dicotómicas.
 
-Tengo una gran idea, Sonrisas -le dijo a su compañera que estaba jugando detrás de la barra vaya a saber uno por qué, pero no cuestionaba el comportamiento extraño de sus camaradas.
 
Y con una sonrisa cargada de malicia, Lemon tomó uno de los cohetes, de los más pequeños que encontró, y encendió la mecha sin pensar en las consecuencias porque para él era “solo un juego más” antes de iniciar la gran revelación. Se giró hacia Sonrisas, el cohete apuntado hacia la barra y sostenido por sus fuertes manos.  
-¡Mira lo que tengo aquí, Sonrisas! -le dijo a su compañera entre carcajadas, pero el goce y la alegría se transformó en preocupación cuando el cohete se le escapó de las manos y voló directo hacia la barra.
 
Ups.
 
   ¿A qué clase de idiota se le ocurre encender un cohete de fuegos artificiales en medio de una taberna hecha completamente de madera y que, encima, sirve como base de operaciones para la Armada? Bueno, a Lemon.
 
Sabiendo que la había cagado un poco, solo un poquito, se sacó la chaqueta lo más rápido que pudo y echó la mayor cantidad de fuegos artificiales que pudo al saco improvisado.
 
-¡Rápido, rápido, rápido! ¡Que esto empieza a encenderse! ¡Coge los que más puedas y larguémonos de aquí, camarada! -le dijo a Sonrisas-. ¿Por qué tuviste que provocarme a hacer esto? ¡Te dije que era mala idea! -se excusó, claramente echándole la culpa a su compañera cuando, en realidad, ella no dijo ni una ni otra cosa.
 
Y así, Lemon corrió hacia las escaleras con su chaqueta haciendo de saco, repletísima de fuegos artificiales, y abandonó el piso subterráneo.

Resumen
#12
Lobo Jackson
Moonwalker
La suave brisa marina se abrió paso a través de sus adoloridas fosas nasales, purificando la peste provocada por el pescado podrido de cada receptor olfativo hasta que, al fin, sintió que podía volver a respirar con normalidad. Incluso después de salir al aire libre, todavía notaba sus rodillas débiles, las manos sudorosas y el estómago ligeramente acalambrado. 

Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para sobreponerse ante el malestar y cuidar de su pequeño compañero de cola anillada.

-Qué coño.... Joder eh. - El lobo sintió la mano del pequeño mapache sobre su hombro, llamando su atención. -¿Nos intentaron envenenar o qué?... No creo, estaría peor. ¿Y los demás? Joder eh- 

Esa era una buena pregunta, ¿quién necesitaría tal cantidad de fuguström para una fiesta? Por mucho que los balleneros se jactaran de adorar su platillo, ¿no sería contraproducente para los que no quisieran comer? Sería bastante desagradable... Aunque, tal vez, le estaba dando vueltas innecesarias a una pregunta que no iba más allá de una apreciación casi fanática por la "delicatesen" de Oykot.

En cualquier caso, ¿qué estarían haciendo Hato y Lemon? Esperaba que ellos tuvieran más suerte soportando el aroma, ¿eran ellos la causa de ese constante martilleo que parecía sacudir la taberna desde adentro? 

 -¿Maldita sea jeje, me desmaye? Vaya gran revolucionario jajajaj. Joder eh-. Su camarada de antifaz peludo parecía estar de buen humor, lo cual se traducía en que él también estaba superando el malestar de la peste.

- Eres un gran revolucionario, no me cabe duda-gara. - Le dijo Jackson. - Además, con todo lo que has planificado nos irá de perlas cuando empecemos a llamar la atención-gara.

De pronto, el sonido de su Den Den Mushi solicitó su atención y se apresuró a responder. El caracol, con aquella expresión alegre, dijo: - La tortuga casi ha puesto el huevo. ¿Cómo va el nido del conejo? - 

Antes de que pudiera contestar, un apresurado y estrepitoso golpeteo que provenía de la taberna y aumentaba en su intensidad le instó a prestar atención. Alarmado, el mink tendió el Den Den a su compañero mapachuno. - Toma Rocket, contesta por mí-gara, voy a ver qué pasa adentro-gara.

Y tras ceder la responsabilidad de la comunicación a Rocket, atravesó el umbral de la taberna donde el hombre había dejado de limpiar sus vasos y parecía estar observando lo que ocurría escaleras abajo. Antes de que pudiera preguntar qué ocurría, la cabeza de Lemon surgió desde los escalones a toda prisa mientras sujetaba con todas sus fuerzas el extraño abultamiento bajo su chaqueta. Apenas tuvieron tiempo de intercambiar una mirada cuando vio de refilón el interior de su chaqueta, completamente llena de fuegos artificiales.

- ¿Qué...? - Se preguntó Lobo, viendo como Lemon salía por la puerta justo cuando el inequívoco brillo del fuego accidental provocó un destello desde las entrañas de la taberna. - Oh... OH.... ¡¡OH!! -

- Señor, será mejor que salga cagando leches de aquí-gara. - Dijo el mink al tabernero mientras buscaba a Hato con la mirada, esperando verla aparecer por las escaleras de un momento a otro.

Si no, iría a buscarla para salir juntos de la taberna, que muy probablemente acabaría devorada por las llamas. O peor aún, se convertiría en la primera taberna en despegar hacia la Luna. Por si acaso, también se preparó para agarrar al tabernero y sacarlo en volandas como una princesa, no fuera que sus piernas no le dieran tiempo a alejarse lo suficiente de aquella explosión en potencia.

Pero si de algo estaba seguro el mink, era de que los equipos A y B iban a tener una distracción digna de un reportaje en el SEKEI.

Resumen
#13
Hato of peace
Angel Beta
Era simple la tarea para el dúo revolucionario que era encontrar la pólvora para luego usarla para llamar la atención de los guardias y así ayudar a nuestros compañeros a entrar a la presa, Hato comenzó revisando las mesas del lugar como sus sillas luego revisó las camas y al final detrás de la barra en una bodega dónde encontró el pescado fermentado como varios barriles con sake, vino y varias bebidas embriagantes.

Mientras revisaba la bodega inhalando el Fuguström un producto del mar fermentado a la rubia se le olvidó que debía vigilar a su compañero porque parecía ser de las personas que no seguían planes pero el aroma la distraía mucho.

Metió en su mochila un frasco con el pescado fermentado para luego usarlo como ofrenda de paz con los balleneros si se encontraban alguno en el camino.

Cuando salió de la bodega al escuchar a su compañero decir que tenía una idea -¿Cual es tu idea?- cuando lo observó logró ver a Lemon apuntándole con un fuego artificial el cual estaba encendido -Oye eso está encendido?- ella respondió mientras su compañero estaba atrapado en su mundo riendo.

Entre risas y preocupaciones el cohete salió volando hacia la barra Hato corrió hacia el proyectil y saltó hacia donde se encontraba Lemon, La Skypian miraba todo en cámara lenta ella estaba estirando todo su cuerpo parecía un supergirl en el aire, aquel fuego artificial paso por debajo de ella lo último que logró ver fue cuando se estrelló contra la barra y explotó.

La rubia giro para hacerse bolita así lograría amortiguar su caída cuando chocará contra el suelo para luego frenar y quedar en cuclillas solo tenía una mano en el suelo -¿Que te pasa? este lugar está hecho de madera y está lleno de alcohol- cuando miro a su compañero este trataba de llenar su saco con fuegos artificiales que quedaban, a Hato no le quedó de otra así que empezó a cargar su mochila con fuego artificiales igual que Lemon.

-No me culpes de esto Maloso tú encendiste el cohete- le respondió a su compañero.

Cuando pudo el enmascarado salió corriendo con los pocos fuegos artificiales que pudo, Hato trataba de evitar que se encendieran lo que echaba a su mochila, la joven cerró su mochila y salió corriendo del sótano directo a las escaleras tardó un poco más por el desastre que dejaron y que su compañero no despejó el camino.

Se pudo escuchar la primera explosión en el sótano de entre el humo salió Hato, por suerte se topó con Lobo Jackson en las escaleras de la taberna -Hay que correr cof! cof! aún queda mucha pólvora en el sótano cof! cof!- la joven salió de la taberna corriendo con su compañero mink hasta la calle tratando de ponerse a salvo.

-Lemon se puso a fumar junto a la pólvora cof! Cof! y se prendió- la joven seguía tosiendo hasta que se calmó y empezó a respirar bien. 

Resumen
#14
Rocket Raccoon
Rocket
Con cada segundo que pasaba ahí afuera, sintiendo la más que agradable brisa marina que venía de la costa a inundar mis fosas nasales con un nuevo aroma que no sea el de pescado vencido que había allá bajo en aquel sótano de mala muerte al que nos habían llevado. Cada uno de mis pelos comenzaron a suavizarse de uno en uno, con una rápida lamida de mano, comencé a cepillarme un poco por aquí, y un poco por acá hasta notar que mi pelaje estaba hermoso como siempre debía de estar. Ya estaba de pie, ya estaba preparado, más o menos. 

Busque mis cosas, y vi que estaban todas conmigo. -Ah bien bien, trajiste mis objetos también. No de verga vuelvo a acercarme a ese lugar, joder eh.- Escuche atento al mitad humano y mitad lobo... ¿Espera, yo también soy mitad humano y mitad mapache? Ostia... podría ser, pero yo era pequeñito en comparación con el pelado amigo que tenía a mi lado. '¿Mitad enano entonces?' Comenzaba a correr la duda por mi mente. -Si si, aquí están todas las cosas para eso.- Respondía a lo ultimo, pero en ese momento sonaba el Den Den de mi compa, lo iba a tomar para responder, pero un estruendo resonó desde lo más profundo de la taberna que teníamos al lado. -¿EH? ¡JODER Eh!- Me alarmé, al igual que Lobo, quien me dejo su Den Den a mi cargo y fue de inmediato a ver que ocurría.

'¿De qué coño tortuga está hablando?' En el mensaje que se transmitía por el Den Den, alguien hablaba sobre los huevos de una tortuga, no entendía ni pito que coño estaba diciendo, quizás... No sé, podía pensar en muchas cosas la verdad, así que enumerarlas me va a tomar todo el día, y no tenemos todo el día para esa pendejada. 'Jijijiji, ¿Lobo anda con una señora Tortuga? Jijijiji'. Lo siento, no me pude aguantar el chiste y el imaginarme a Lobo con pequeños bebes, mitad lobo y mitad tortuga. La otra parte de la oración suponía que era para mí, ya que me volvían a confundir con otro animal pequeñito y adorable, esta vez era un conejo. -¡Jodeeeeer, que soy un mapache! Un ma pa che. ¡A ver si se lo aprenden! Joder eh-. Respondí al Den Den para que transmitiera mi mensaje a quien sea que estuviese del otro lado. -¿Cómo es eso que Lobo tiene una novia tortuga?- Pregunte a aquella voz, esperando una pronta respuesta.

Mientras esperaba la respuesta por parte del otro grupo de revolucionarios, también me interesé por lo que estaba pasando allá dentro del local, así que medio abrí la puerta para echar un ojo. Y en ese momento fue que me doy cuenta de que el lugar está lleno de humo y demás, pero aun así pude visualizar a dos de mis compañeros arriba, hasta que unos segundos después también subió Lemon. -Jajajajajaj- Me reía mientras apuntaba con mi índice al enmascarado. -Te falta calle aun, todavia no sabes prender fuego sin explotarte jajajajja. Joder eh!- 

Tras un par de exageradas carcajadas, intenté serenarme y comentar a Lobo lo que habían dicho por el Den Den. -Ah lobo, ehm... tu señora tortuga ya puso los huevos, y preguntan si ya puse el nido...- Quede ahí, confundido con todo el asunto, y tras varios segundos pensando el mensaje, crei haber dado con la respuesta correcta. -¡Ahhhhhh! Si si si, ehm...- Mire el local, parecía ser una buena fuente de alarma. -...si si, ya el conejo tiene todo listo. El mapache, digo. Joder eh-

Resumen
#15
Drake Longspan
[...]

La explosión de los fuegos artificiales fue el evento del año en Oykot, pero no precisamente por la belleza del espectáculo pirotécnico. Mientras Lemon, Rocket, Hato y Lobo escapaban a duras penas, un sonido ensordecedor retumbó por todo el puerto.

¡BOOOOM!
 
La parte inferior de la taberna explotó primero, como si alguien hubiera metido una docena de cohetes en el culo de un dragón dormido y luego le hubiera encendido la mecha. Lo peor vino después, cuando el legendario y asqueroso fuguström, ese pescado fermentado tan podrido que olía peor que el aliento de un gigante después de una fiesta de quesos, salió volando por los aires, esparciéndose como una plaga infernal.

El hedor se extendió por las calles como una maldición maloliente, inundando cada esquina, callejón y, por supuesto, las fosas nasales de todos los presentes.
 
La taberna superior, que por un segundo parecía que iba a sobrevivir, vio su tejado y ventanas volar por los aires como si hubieran sido alcanzados por el fin de los tiempos. Pedazos de madera, cristales y restos de pescado podrido salieron disparados como una lluvia de horrores.

Otro maravilloso día en el infierno.

En medio de todo ese caos, una pobre pareja que se estaba besando románticamente en un callejón cercano, en lo que esperaban un momento íntimo, fue brutalmente interrumpida. Un trozo de pólvora humeante, mezclado con fuguström todavía chisporroteante, cayó justo sobre sus cabezas. El asco fue inmediato y letal. Ella lo miró a los ojos, él intentó sonreír, pero fue demasiado tarde. Ambos abrieron la boca para gritar, y en lugar de amor, lo que se intercambiaron no fue más que un vómito sincronizado y gloriosamente apestoso. 

Ahora eran mucho más que almas gemelas... eran compañeros de desgracia en el peor sentido de la palabra.

Las calles del Reino de Oykot quedaron impregnadas con un olor que ni el más valiente de los limpiadores se atrevería a enfrentar. La gente corría como si el apocalipsis hubiera llegado, tapándose la nariz, buscando agua o, al menos, una manera de escapar de aquella peste infernal que parecía estar decidida a quedarse para siempre.
 
Entre tanto caos, una niña, desde la distancia, no pudo evitar echarse a reír a carcajadas mientras gritaba:

¡Mamá esto es lo mejor que he visto en años!

Y mientras el cielo se iluminaba con los últimos fuegos artificiales que seguían estallando entre nubes de pescado podrido, en algún lugar, alguien ya estaba pensando en cómo culpar a alguien más por todo lo sucedido.

Los marines no iban a tardar en llegar, debían ponerse en marcha cuanto antes.

O de lo contrario, el fugüstrom podría no ser lo único que huela a muerto en el día de hoy.

Información
#16
Lobo Jackson
Moonwalker
Lo primero que sintió fue el brutal empujón de la onda de choque, que lo lanzó con violencia contra el suelo. El estruendo de la explosión llegó un segundo después, seguido de un pitido ensordecedor que le taladraba los oídos. Pero pronto, todo aquello quedó eclipsado por algo aún peor que el dolor que ardía en su espalda. Algo tan nefasto que superaba con creces al aterrador tinnitus, que por suerte empezaba a desvanecerse. Se había adueñado del aire ese maldito y olor que perseguiría al mink hasta en sus más oscuras pesadillas.

El rey de la pestilencia, el soberano nauseabundo de todo cuanto es y será vomitivo, un regente con un nombre tan insufrible en su estúpida pronunciación como lo és su repugnante olor: el todopoderoso Fuguström. Ni tan siquiera la metralla de la taberna explosiva resultaba tan peligrosa para el lobo como aquel putrefacto olor, que se le metía hasta la garganta y trataba con todas sus fuerzas de arrancarle la úvula a base de arcadas.

Tan rápido como pudo se llevó las manos al hocico para tapar su nariz, esforzándose por evitar que el olor quedara adherido a su húmeda nariz canina.

Todavía aturdido, miró a su alrededor buscando algo, lo que fuera, que le permitiera tapar su nariz. Cualquier trapo le valdría.

¡Ahí! ¡Esa tela roja! Su ojos desesperados habían captado un bulto rojizo que asomaba de una bolsa que había caído cerca de él. Rápidamente estiró el brazo y agarró la tela, tirando de ella con presteza y enrollándola a toda velocidad alrededor de su rostro, atándola justo por detrás del cogote para crear una mascarilla rudimentaria.

Pero tan pronto como apretó la tela contra su rostro, un aroma suave y embriagador se hizo dueño de sus sentidos y bloqueó por completo el del fuguström. Era dulce, con un toque floral, como si la propia tela hubiera conseguido atrapar entre sus fibras la esencia de una noche primaveral. Sorprendido, ladeó la cabeza cual husky confuso, pues escondido entre la espectacular fragancia había un aroma que conocía, un aroma elegante y femenino que pertenecía a...

 ¿Hato-gara?  Al girar el rostro, la tela colgó ligeramente hacia un lado y se dio cuenta de que se trataba de un vestido. El mismo vestido que su compañera revolucionara llevaba puesto la noche anterior durante el festejo en la taberna.

Sorprendido, volvió a mirar la bolsa de donde lo había sacado: era la mochila de la dama. 

Oh... Vaya... Lo siento mucho Hato... Te prometo que te compraré uno nuevo... Pensó Jackson, algo abochornado pero al mismo tiempo agradecido de que su compañera fuera la salvación de su pobre nariz adolorida.

Con su olfato a salvo gracias a la mascarilla improvisada, pudo observar el desastroso entorno con más calma. Los últimos fuegos artificiales que quedaban se perdían en los cielos y explotaban en una multitud de luces y colores. Se giró, y en cuanto lo hizo se sintió horrorizado: donde antes estaba la taberna tan solo quedaba un montón de escombros, y a su lado, un hombre postrado de rodillas que contemplaba atónito cómo su negocio quedaba reducido a cenizas con olor a pescado podrido.

Espero que la Armada tenga presupuesto para daños colaterales. Se lamentó el mink entre sus pensamientos. Pero todo sea por el bien de la Revolución y un futuro mejor, y estoy seguro de que con este espectáculo hemos llamado la atención de la Marina... Aunque no esté de acuerdo con unos métodos tan peligrosos. 

A continuación se centró en recordar el siguiente paso del plan. Sabía que sus compañeros estaban bien, todos habían salido a tiempo, así que ahora lo importante era ser la vanguardia que se abriría paso hasta Alto Oykot al son de la Revolución. Esperaba que su compañero Rocket hubiera informado a tiempo, luego le pediría el Den Den de vuelta.

— ¡En pie, camaradas-gara! ¡Tenemos una misión que cumplir-gara! Proclamó tras la tela del vestido, mientras que sus manos agarraban la guitarra eléctrica con determinación. Espero que tengáis fuerzas porque ahora tenemos que aguantar contra las tropas de la opresión y la injusticia hasta que llegue la caballería-gara.  

Y decidido a que su equipo sintiera en sus venas el fuego de la Revolución bombeado por corazones ansiosos de libertad y mentes que sólo piensen en la lucha contra la opresión, se propuso tocarles una canción capaz de motivar sus espíritus.

¡Ponte en pie, alza el puño y ven!
U36401
ÚNICA
Buff
Tier 4
10/9/2024
60
Costo de Energía
43
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
El entusiasmo musical nacido desde lo más profundo del espíritu de Lobo Jackson le impulsa a cantar y tocar de una manera tan apasionada que ensalza el ánimo propio y de sus aliados, quienes sentirán su pecho henchido de valor y fuerza para enfrentarse a todo lo que se les ponga por delante, incrementando su [Voluntad] siempre que estén a una distancia de 10 metros de él.
+12 Voluntad


Su guitarra eléctrica, que funcionaba con el electro del mink, se hizo oír por encima de los fuegos artificiales y el caos con una alegre melodía, nacida de un alma revolucionaria. Cada nota era una gota de sangre derramada por la lucha contra el poder establecido, cada compás era un grito contra la injusticia. Tocaba con una pasión abrumadora, dejando que su espíritu guiara el movimiento de sus manos. Su guitarra parecía poseída, como si la canción fuera a cobrar vida propia, tocando al corazón de todos los que pudieran escuchar aquella melodía.

Resumen


Datos
#17
Rocket Raccoon
Rocket
Todo era risas y carcajadas en aquel lugar desconocido hace poco para el mapache que tan alegremente se burlaba de sus compañeros, quienes habían organizado una fiesta en el sótano sin avisar a sus dos camaradas furros. Fiesta que se había salido de control, es más, creo que nunca hubo ningún tipo de control ahí abajo, y todas las acciones realizadas eran fruto de la ignorancia, o peor, de la idiotez. En dicha fiesta parecía que algo se estaba quemando y producto de aquello, todo el lugar comenzó a llenarse de humo y no tardaría mucho en llegar a mis fosas nasales el olor de la pólvora mezclado con... si coño, otra vez ese maldito pescado de antes. Seguía apuntando con su índice a los dos rubios que conformaban este improvisado pelotón de distracción, burlándose y riendo sin parar por lo que habían hecho.

Pero como dije antes, todo era risas y carcajadas. Y lo digo en tiempo pasado, porque si vemos ahora mismo la situación, solo veríamos a un pequeño mapache nuevamente tirado en el suelo. ¿Se habría desmayado nuevamente por el olor que ahora se encontraba impregnado por toda la ciudad baja de Oykot? También se le podría echar la culpa al fuerte choque generado por la onda expansiva de aquella explosión en dicho establecimiento. A lo mejor una tabla le golpeo la cabeza, también se podía dar esa situación. El punto es, que para nuestro amigo Lobo, quien con un arte de envidia, pudo envolver su cara para así tapar la nariz con una prenda que la noche anterior había vestido la rubia de los melones, pudiendo así evitar que el asqueroso olor que desprendía aquel pescado podrido, le impidiese dejar de actuar. Pero Rocket no contaría con esa misma habilidad. Estaba ciego en su burla, y no sabe en qué momento dejo de burlarse para entonces caer al suelo.

Quizás Lobo lo buscase para buscar su Den Den. ¿Estaría cerca del cuerpo del peludo? Probablemente, aún lo tenía en la mano al momento de la explosión del lugar. Así que al momento de que sus ojos lograsen dar con el paradero de Rocket, más allá de notarle nuevamente en el suelo, notaria una vez más que el suelo a su alrededor estaba todo regado por una sustancia un tanto extraña, un tanto peculiar. ¿Cuántas veces se podía vomitar en un día? Pues por ahora, para el mapache ya podemos poner que son dos en su cuenta personal. ¿La superará algún día? Me temo que no, y quizás esta no sea la última vez que veamos al Komink expulsar alguna sustancia por su boca. Ya que en todo el lugar donde se suponía debía de cumplir con su misión, ahora olía a ese pescado del cual no sé ni pronunciar su nombre, mucho menos escribirlo. 

La buena noticia, por lo menos. Era que Rocket no había sido golpeado por ningún proyectil improvisado de aquella explosión, ni tampoco haber sido golpeado de sobre manera por la fuerza expansiva de la misma. No se veía ningún rasguño, ni golpe o algún moretón en su pequeño cuerpo. Simplemente, parecía ser víctima nuevamente de aquella sustancia en el sótano.

Resumen
#18
Hato of peace
Angel Beta
Por los pelos lograron salir del bar los dos revolucionarios junto con el mesero de la taberna pero al dar un par de pasos fuera del local se escuchó un fuerte estruendo, la onda expansiva empujó a los revolucionarios derrotandolos en el proceso.

Por unos breves segundos un pitido ensordecedor bloqueaba el oído de la joven, gracias a como salió del bar la rubia la explosión la hizo caer de frente y gracias a su anatomía femenina la ayudó a amortiguar el impacto. Después de la explosión empezó a caer el Fuguström del cielo llenando las calles como las fachadas de las casas de los alrededores con el pescado fermentado.

-Maldición no pensé que fuera a hacer una explosión tan fuerte- pensaba la joven mientras estaba en el suelo. De la nada sintió como alguien tiraba de su mochila sacando algo de su interior y después de unos segundos la joven se puso de pie -Que fuerte explosión, hay Fuguström en mi cabello ¡que asco?- Hato se levantó un poco aturdida sosteniendo su cabeza.

-¿Ese es mi vestido?- le pregunto a su compañero lupino -No te preocupes tengo más vestidos pero dame un pedazo de tela- aquel ropajes elegante era mediano pero cortarle un pedazo no dejaría desprotegido al Mink del hedor del Fuguström.

Los últimos fuegos artificiales volvían más llamativo el momento lastimosamente para el dueño del bar tal vez era el fin de su local, el lupino lo miraba desconsolado no dudaba de que hubiera dudas en la mente del Lobo pero Hato tenía que darle esperanzas -No se preocupe pagaremos la reconstrucción de su taberna cuando terminemos nuestro trabajo- no había tiempo para lamentaciones la joven estaba de pie buscando a sus compañeros restantes.

Al encontrar a Rocket frotó sus mangas limpias por el rostro del mapache limpiando su rostro -No te preocupes Rocket pronto te recuperarás- luego utilizó el trozo de su vestido rojo para fabricar un pequeño cubrebocas al pequeño Mink, rápidamente Hato le puso la mascarilla al mapache esperando que reaccionara, sin dudar le dejó al pequeño mamífero el resto de sus petardos si despertaba sería lo primero en ver y esperaba que supiera qué hacer con ellos.

Lobo Jackson se puso a tocar su guitarra era extraño escuchar la música del lupino, la sensación de esta canción era diferente hacía hervir la sangre de la joven dándole motivación para continuar la lucha.

-Bien continuemos pronto llegarán los guardias, Lemon espero que sepas luchar bien- Hato tomó una postura defensiva de la espalda cayeron tres tubos cuando los ensambló se volvió un bo completo estaba lista para el combate y esperaba que sus compañeros también.

Resumen
#19
Lemon Stone
MVP
Dio un tremendo salto, no porque fuera necesario o acaso mitigase los daños provocados por la onda expansiva, sino porque los héroes saltan cuando hay una explosión. En su cabeza, imaginó que caería con una pose espectacular, daría giros y todo, pero su cuerpo, robusto y pesado, dio para poco. Tras saltar y ser empujado varios metros por la onda de choque, Lemon rodó por el suelo, aplastando todo lo que hubiera a su paso, y al final se levantó alzando el puño en señal de victoria.
 
Se quitó el polvo de la camisa, que hace un rato estaba impecablemente blanca, y se aseguró de que los cohetes en su chaqueta no fueran a explotar. Ya había evidenciado que los fuegos artificiales aquellos contaban con escasa protección. ¿Qué hubiera pasado si un niño los hubiera lanzado? O, peor aún, ¿alguien más idiota que Lemon? ¡La ciudad completa habría explotado! ¡Completa! Por fortuna, solo explotó la taberna que servía como base de operaciones secretas, pero una vez derrocasen al gobierno e instaurasen la Gran Anarquía en la isla no necesitarían nada más que un bonito palacio, con piso marmolado y pilares de oro.
 
Como sea, Lemon hacía un tremendo esfuerzo por no vomitar encima de sus compañeros, pues la explosión trajo consigo un montón de pescado fermentado y, con ello, el fétido olor que recuerda a un comedor social en pleno invierno. Entre los platos de mil berries y el olor de los vagabundos es imposible saber qué es peor: el Fuguström o el comedor social.
 
-Te dije que sería buena idea, Sonrisas -le comentó a su compañera, la única que había visto el heroico actuar de Lemon-. Hemos conseguido llamar la atención y humectar las calles de esta aburrida ciudad con pescado fermentado y pólvora. Llevaremos la pasión de la Armada allá donde vayamos -dictó, orgulloso de lo que había hecho.
 
El único problema es que ahora tendría que luchar con los soldados asalariados, esos malditos perros del Gobierno Mundial que actúan de villanos y opresores. ¿Es que acaso no podían tomarse el día libre? Oh, claro que no, pues eran unos viles vasallos del sistema.
 
Lemon se acercaría hacia su mejor amigo, el compañero de fuegos y batallas, el gran Castor y, de seguir inconsciente, se lo echaría al hombro. Se haría cargo de él aunque le rompiesen las rodillas, le agujereasen los pulmones y le extirpasen el cerebro, pues eso es lo que hace un camarada. Y de paso, por si la mascarilla de Sonrisas no funciona, crearía secretamente dos tapones de mantequilla hiper sabrosa para que su compañero pudiera ignorar o mitigar el pestilente olor del pescado fermentado.

Resumen
#20


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 7 invitado(s)