¿Sabías que…?
... Garp declaró que se había comido 842 donas sin dormir ni descansar porque estaba tratando de batir un récord mundial. ¿Podrás superarlo?
[Aventura] [T2] No es mi problema (parte 2)
Silver D. Syxel
-
El crepúsculo teñía el cielo de un naranja rojizo, mientras el Bosque Salauce yacía en una mezcla de sombras y desolación. Lo que una vez fue un refugio vibrante de vida y frescura, ahora estaba sumido en el abandono. Las copas de los árboles apenas se mecían, secas y quebradizas, con hojas caídas que formaban un lecho gris sobre el suelo. El aire, denso y pesado, estaba cargado de un hedor químico, reminiscente de las fábricas cercanas del Reino de Goa. El olor a quemado, mezclado con el hedor de cuerpos de animales muertos en las orillas de los riachuelos contaminados, llenaba cada rincón.



Mientras King Kazma y Alexander Bathory avanzaban entre la maleza seca, los restos de lo que alguna vez fueron árboles imponentes ahora eran troncos ennegrecidos por una capa de hollín. El sonido de sus pasos sobre las hojas crujientes era lo único que rompía el silencio sepulcral. Sin embargo, algo más acechaba entre las sombras del bosque. La constante sensación de ser observados crecía a medida que se adentraban más profundamente en el terreno corrupto.

Frente a ellos, las marcas en el suelo les indicaban el rastro de los bandidos. Las huellas de botas pesadas y el surco de una carreta marcada en la tierra seca les guiaban, señalando el camino hacia el campamento enemigo. Pero algo no estaba del todo bien. A lo lejos, entre los arbustos, el ligero movimiento de una sombra pareció advertirles de una presencia no identificada, que observaba sus pasos con atención. No era la primera vez que tenían esa sensación, y su instinto les decía que no estaban solos.

El sonido de una fogata crepitante llegaba desde la distancia, mezclándose con el viento envenenado. Las luces intermitentes revelaban el campamento de los bandidos, probablemente el mismo lugar donde habían llevado a la hija del posadero. Sin embargo, antes de que pudieran avanzar más, otro detalle captó su atención: una figura, medio oculta entre los árboles cercanos, observaba a los dos aventureros en silencio.

Cerca de su posición, Tenka, un mink de pelaje rojizo, se percató de su presencia. Sus ojos seguían los movimientos de los dos piratas, aunque todavía no estaba claro si eran amistosos u hostiles. Los caminos de los tres podían estar a punto de cruzarse, aunque las circunstancias no eran claras.

Mientras los dos aventureros continuaban acercándose al campamento, el mink zorro observaba las acciones de los dos con la mirada fija. Quizás había llegado allí con sus propios objetivos, o quizás simplemente estaba evaluando si intervenir o mantenerse al margen.

Información
#1
King Kazma
Shiromimi
Personaje


Ya bien pertrechados para la batalla, King y Alexander se dirigieron al bosque para dar caza a aquellos bandidos y su tesoro. Las pertenencias que no llevaban encima se habían consumido, pasto de las llamas, así que tuvieron que hacerse con nuevo equipamiento. Las armas salían mucho más caras que la ropa, así que ya que el dueño de la tienda accedió, tomaron algunas cosas como pago por librarles de los delincuentes que los extorsionaban para lucrarse. Si los humanos se comportaran como debían aquel tipo de cosas no sucederían… Ni lo que le ocurrió a él en su pueblo natal. No confiaba en ellos, ni en los del pueblo ni mucho menos en los bandidos, pero la situación le serviría para sacar tajada. El dinero nunca venía mal si quería pasar desapercibido, pues una buena forma de no llamar la atención de nadie era no robar.

Como mink, el estado de ese bosque le desagradaba mucho, tal vez más que a los humanos. Todo parecía… Muerto. – Creo que será mejor no pararnos a beber en ese riachuelo. – Dijo, observando los animales muertos que habían bebido agua altamente tóxica. Pero él no era un pirata ecologista, no era asunto suyo si los habitantes de la isla se cargaban su entorno natural, especialmente cuando él no vivía allí y estaba sólo de paso.

Durante el trayecto, siguiendo el rastro de los bandidos valiéndose de las huellas dejadas en la tierra y en el agudo sentido del oído de Alexander, King sintió como si le observaran. No era algo nítido, no era una certeza, simplemente se sentía vigilado por algún motivo. Podía ser que alguien los estuviera siguiendo, manteniendo una distancia, o podían ser paranoias de él, demasiado acostumbrado a que las cosas se torcieran como para pensar simplemente que los bandidos eran tan tontos como para dejar un rastro tan obvio y fueran ruidosos como para desvelar la ubicación de su campamento. – Alexander. ¿Tú tienes una sensación así como de que nos vigilan? – Todavía no había adquirido la suficiente confianza con el lobo como para usar un mote o abreviar su nombre, pero esperaba que si de verdad alguien se estaba dedicando a observarlos de lejos, fuera capaz de encontrarlo con su gran oído.

Datos
#2
Alexander Bathory
Doc
Personaje


Había estado aprovechando la caminata para realizar algo de calentamiento y estiramientos, después de todo no tendría la oportunidad de hacerlo más adelante, mientras trataba de seguir la mejor que me fuera posible el rastro de aquel grupo de bandidos junto a King, pero entre más nos adentrábamos más y más clara se tornaba la situación que aquella isla afrontaba; aquella isla estaba muriendo por culpa de las fábricas, los arboles estaban secos, la tierra contaminada, el agua era veneno, los cielos azules mostraban un tono enfermo por la contaminación ante ello no fui capaz de evitar que un gruñido escapara de mis labios claramente molesto –Quien le puede hacer esto a su propia isla?- pregunte con un claro malestar en mi voz
 
-es inhumano, incluso Syrup respetaba la naturaleza, tenían islas que estaban llenas de vida pero esto- dije arrodillándome en el suelo arrancando algo de hierva muerta olfateándole por un segundo –esto no lo puedo aceptar, está mal, tan diferente de Zou- en ese momento mis ojos se desviaron a mi capitán –oh me disculpo, creo que nunca te pregunte, ¿naciste en nuestro hogar ancestral? ¿O en alguna otra isla?- si bien el malestar de King era claro para mi ante aquella situación, lo que yo sentía al ver aquella isla era más bien una furia fría debido al estado de aquella isla antes que mis ojos se cerraran empezando a escanear nuevamente a nuestro alrededor diciendo casi en un susurro –también lo siento-
 
Podía escuchar las voces en la distancia de aquella banda de piratas, el sonido distante del bosque que había quedado atrás, un vago eco de la maquinaria que hubo asesinado la tierra en las fábricas antes que me levantara caminando un poco –será mejor que sigamos- dije con calma mientras avanzaba como si no diera importancia al que nos observaban hasta un árbol cercano –pero primero…- en ese justo instante lance un puñetazo con todas mis fuerzas contra un árbol seco desde el que había logrado escuchar movimiento pese a que el mismo no parecía tener ningún animal o forma de vida entre sus ramas secas mientras decía –Muéstrate!- esperando golpear con suficiente tonelaje para causar una buena sacudida a aquel viejo árbol y causar la caída de quien estuviera observándonos en el

Daño 22+(45*1.9)=105

Oídos Lupinos
U44001
ÚNICA
Racial - Pasiva
Tier
2/8/2024
Los oídos de los lobos son sumamente sensibles pudiendo escuchar sonidos y frecuencias que los oídos humanos no detectan, esto otorga un bono de +10 a los reflejos basado en el oído pero incrementa un +15 el daño de todo poder basado en sonido.

Artista Marcial Iniciado
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
1/9/2024
Podrás realizar un calentamiento durante un post para ganar +5 [Agilidad] y +5 [Fuerza] por el resto del tema. Este calentamiento se considerará como [Canalizar].

Impacto Directo
COM101
COMBATIENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
28/7/2024
17
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades, aplicando un [Empuje] de 4 metros.
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño contundente]
#3
Tenka
Anticuario
Creí que aquel bosque sería un buen lugar para alejarme de los eventos “recientes” en Ginebra Blues, sin embargo, un olor a quemado me devolvía a aquel pasado familiar en las islas de los Blackmore. Había visto la humareda elevarse entre los árboles hace no mucho y, ahora, podía observar, y oler, a los implicados.

Caminaban, apresurados, por el mismo sendero por el que un grupo de ‘muy poco sutiles bandidos’ habían pasado hacía no mucho tiempo. No pude ver a aquellos ‘maleantes’ en detalle, la foresta me lo impidió. Pero la forma de hablar, caminar y heder que tenían era inconfundible. Al contrario que mis dos ‘amigos’, que, más allá de su olor a humo, parecían gentes con un mínimo de decencia. Al fin y al cabo parecían ir tras los bandidos.

No seré yo nadie para juzgar a un bandido, pero aún así diré que un pirata es mejor que un bandido, y, como pirata, veo con buenos ojos al que los persigue. Tal vez, de forma casual, se trataba de piratas. Y, además, minks. Un conejo y un… ¿Lobo? Siempre me hago un lío con los cánidos. Al fin y al cabo, me confunden con un perro, lobo, ¿COYOTE? Tal vez razón no les falta. Pero, desde luego, aquello era un conejo. Eso sí.

Me acerqué, invisible. De alguna manera, casual o no, parecieron detectarme. Los vi otear la espesura, cuchichear y, finalmente, el lobo/cánido/loquefuese se aproximó a un lateral del sendero. Era justo el lado opuesto al que yo me encontraba. El muy bruto cargó un puño y lo lanzó contra un árbol como si no hubiera un mañana. El pino, que es lo que era (o no, no se nada de árboles) se estremeció de tal manera, que no quedó corteza en toda su altura que no saltara por los aires. Y junto a esta, desde la copa, un hombre, con pinta de “muy poco sutil bandido” cayó a plomo, quedando no muy bien parado, pero vivo, y consciente. Bueno, casi consciente.

Había sido espectacular. Todavía llovían trozos de madera cuando me aproximé un poco más, en silencio. Parecía gente con un objetivo claro, estaban alerta. Puesto que aquel bosque no era el lugar solitario que esperaba encontrar para esconderme, decidí dejarme llevar por el destino.

*De forma automática e inconsciente, acerqué mis manos vacías hacia el cigarro que llevaba en la boca. Hice el gesto de encender el mechero, a pesar de que no lo llevaba. Tome aire como si fumara y sacudí la mano, como haría para apagar el encendedor si lo sostuviera realmente. Todo en un breve instante, de forma espasmódica, con la soltura de quien lo hace 79 veces cada día, sin excepción.*

Intuía una intención honrada, o al menos, no una malvada. Yo entendía que existía una legitimidad en la piratería frente a los actos de un gobierno mundial vil e injusto. Por ello, en esta vida, veía una diferencia clara entre ser perverso y ser insurgente o indomable. Y aquella gente no parecía malintencionada. Aquello me bastaba.

Animado por mi ‘muy poco sensato sentido del heroísmo’, me descubrí con unas palabras, justo al lado del mink conejo.

Este tiene pinta de bandido—dije mientras me encendía, finalmente, el cigarro. Aliviando mi Tourette—, he visto a su grupo alejarse en esa dirección, ¿os puedo echar una mano?

Personaje


Técnicas
#4
Silver D. Syxel
-
El crujido de la madera al romperse fue seguido por el golpe sordo de un cuerpo cayendo desde las ramas del árbol seco. Trozos de corteza aún flotaban en el aire mientras el bandido, maltrecho y desorientado, se arrastraba torpemente por el suelo polvoriento, tosiendo y jadeando por el impacto. Con la ropa sucia y maltratada, su aspecto desaliñado revelaba que no era más que un simple bandido, alguien de poca importancia, aunque su misión era clara: había estado vigilando los movimientos de los aventureros.

Aún aturdido, el hombre intentaba ganar algo de distancia, retrocediendo lentamente, hasta que la sombra de King y Alexander lo envolvió. El miedo en sus ojos era evidente, incapaz de levantarse ni de huir. Lo habían descubierto y estaba completamente a merced de los dos piratas.

Antes de que pudieran interrogar al hombre, un nuevo sonido quebró el tenso silencio del bosque. Una voz surgió, calmada pero inesperada, desde el borde de las sombras.

Este tiene pinta de bandido —dijo una figura que se materializó repentinamente al lado de King, con un cigarro encendido entre los labios—. He visto a su grupo alejarse en esa dirección —añadió, señalando con un leve gesto hacia la lejana fogata, apenas visible entre los árboles—. ¿Os puedo echar una mano?

El mink zorro que acababa de aparecer tenía un aire relajado, como si no estuviera particularmente preocupado por la situación. Su pelaje rojizo destacaba entre la ceniza y el hollín del bosque moribundo, y la naturalidad con la que se había presentado indicaba que no les veía como enemigos. O al menos no le preocupaban. Sin embargo, la encrucijada era clara: ¿Confiarían en este extraño o preferirían mantenerlo a distancia, dado lo delicada que era la situación?

Las palabras de Tenka quedaban flotando en el aire cuando el bandido, aún tirado en el suelo, intentó retroceder un poco más. Pero el sonido distante de una conversación rompió la tensión. Voces apagadas, provenientes de la dirección de la fogata, llegaban con el viento. Aparentemente, los demás bandidos aún no sabían que su vigía había sido derribado, pero los aventureros no podían darse el lujo de relajarse.

El campamento seguía a cierta distancia, pero ahora se podía distinguir claramente que dos figuras se estaban separando del grupo principal, moviéndose hacia ellos. Seguramente, venían a verificar la situación de su compañero. Sus pasos crujían entre la maleza, y las risas despreocupadas delataban que aún no estaban alertados de lo ocurrido. Pero si encontraban a su compañero tendido en el suelo, la situación cambiaría.

Los piratas debían actuar rápido. Con el bandido atrapado a sus pies y la aparición inesperada del mink zorro, el momento de decidir había llegado. ¿Interrogarían al prisionero antes de que sus compañeros llegaran? ¿Confiarían en Tenka lo suficiente como para incluirlo en sus planes? ¿Optarían por el sigilo o preferirían preparar una emboscada? Las opciones estaban abiertas, pero el tiempo no jugaba a su favor.

Información
#5
King Kazma
Shiromimi
Parecía ser que la situación de la naturaleza de la isla afectaba a ambos compañeros, aunque de formas un poco distintas. King sentía una ligera angustia, decepción, tristeza, al ver un paisaje que debería haber estado lleno de vida en uno de muerte y desolación. No todas las platas estaban muertas, pero acabarían por estarlo, la tierra sólo podía filtrar hasta cierto punto la contaminación del agua, al fin y al cabo. A Alexander se le veía enfadado, furioso por la forma en que trataban a la naturaleza. Eran minks, parecía ser inevitable que no les gustase que las plantas murieran sin una razón. No se sentía especialmente vinculado a la naturaleza, pero era como si su parte más primitiva quisiera huir de allí y buscar un lugar más vivo, porque allí era imposible sobrevivir.

- Nunca he estado fuera del East Blue. Nací en un pueblo pequeño en Isla Kolima, en el Archipiélago Gecko. – Respondió. En realidad él tampoco se había interesado por el lugar de origen de Alexander. El pasado era algo que había que dejar atrás, lo quisiera uno o no, así que no tenía mucho sentido preguntarle por ello como si fuera a condicionar su entrada a la tripulación. A él solo le interesaba el tipo de personas que eran en el momento en que los conocía. Aunque claro, si se enteraba de que habían hecho algo como lo que le hacían a él… Probablemente influyera en su decisión. Era complicado tener unos valores bien definidos cuando había tantas cosas a tener en cuenta que podían realmente cambiar su reacción a una situación.

Lo que sí debía reconocer a Alexander era la agudeza de su oído. Incluso le había permitido detectar a alguien subido a un árbol sin siquiera mirar hacia arriba… A veces daba miedo. ¿Podría alguien tener intimidad en el barco o Alexander lo oiría todo? Tal vez era mejor insonorizar algunas zonas. Aunque lo importante era que iban por buen camino y habían neutralizado a aquel bandido que probablemente haría que les tendieran una emboscada si lograba comunicarles su posición a los demás. Pero lo más impactante de todo fue la entrada que hizo otro mink en escena. Apareció de la nada junto a King, como si se hubiera materializado del aire mismo. Por supuesto, esto causó que el capitán pirata se sobresaltara, girándose y poniéndose en posición defensiva por acto reflejo.

No resultó ser hostil, pero aquella forma de aparecer… ¿Cómo lo había hecho? King bajó los puños al no detectar agresividad por su parte, pero igualmente permanecería atento a sus movimientos. - ¿Cómo has hecho eso? – Inquirió, observándolo de arriba abajo, viendo que no tenía ningún tipo de tecnología especial encima, así que aquello sólo podía haber sido una habilidad suya. ¿Realmente había aparecido de la nada o sólo no se percató de su presencia hasta que habló? Era bastante difícil distinguir ambas posibilidades. – No es que necesitemos ayuda, pero si tienes cuentas pendientes con ellos no te vamos a impedir sumarte a la diversión.

Datos
#6
Alexander Bathory
Doc
Quizá me había excedido un poco en aquel ataque causando que la madera del árbol se resquebrajara y explotara su corteza por la presión del impacto antes que algo empezara a caer con fuerza entre sus ramas incluso estaba seguro que la persona cayendo golpeo más de una rama antes que llegara al suelo con un golpe seco “me sorprendería que no se hubiera roto nada” pensé por un segundo analizando a aquel hombre, sus ropas delataban claramente lo que era, antes de que se intentara alejar arrastrándose un poco haciéndome que reconociera su voluntad por un instante cuando algo me alerto una voz a mis espaldas haciendo que me girara en guardia a la fuente de la misma
 
Lo que vi fue una figura, un mink aún más grande que yo se encontraba de pie junto a King, ¿cómo?, en qué momento se había acercado tanto sin que le escuchara o le viera –Zorro- dije con voz leve, si los lobos teníamos el estereotipo de feroces y salvajes, los zorros tenían el de Astutos y engañosos haciendo que fuera algo complejo confiar en ellos para muchos pero para King parecía no haber muchos problemas con esto rápidamente planteando aceptar su ayuda en el asunto que está por venir
 
Cuando algo llego a mis oídos, un sonido de pasos acercándose a nosotros –King, se acercan- dije antes de inclinarme sobre el bandido que habíamos derribado poniéndole mi rodilla en la espalda –tenemos que salir del sendero, una emboscada sería lo mejor- en ese momento le dedique una sonrisa feroz a King y al zorro antes de ver de reojo a nuestro prisionero -pero siempre hay que tener un buen señuelo- para instantes después inclinarme sobre diciéndole casi en un susurro cargado de ferocidad –soy médico, eso significa que puedo hacerte sufrir como no tienes idea- antes que mi garra se sujetara a su costillar apretándole una de sus heridas a la par que mi otra mano cubría su boca para que no gritara –te lo pondré simple, grita, llama a tus compañeros como algo casual que vengan confiado a nosotros y te dejare ir en una pieza, niégate o traiciónanos y le haré lo mismo que hice al árbol en que estabas a tu columna vertebral y cada uno de tus huesos, destrozare cada uno de tus órganos no vitales y te despedazare con toda la precisión que mi capacidad medica me lo permita para no asesinarte antes de dejarte abandonado a tu suerte en este bosque y dejar que la naturaleza decida tu suerte… ¿entendido?-
 
Al momento que aquel hombre aceptara le dejaría en el suelo eh indicaría a mis compañeros –escóndanse, los emboscaremos- antes de que tratara de meterme entre la escasa maleza que aún se encontraba con vida esperando a que aquel par de hombres se acercara para actuar, tan pronto estuvieran en rango me abalanzaría sobre el más cercano para tratar de inmovilizarle por el cuello

resumen


Mata Reyes del Mar
VAN401
VANGUARDIA
Ofensiva Mantenida
Tier 4
12/9/2024
50
Costo de Energía
32
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Usando todas las extremidades, el usuario atrapara en una firme llave que podría llegar a tomar y causar [Inmovilización Total] a enemigos de hasta el doble de su tamaño. Durante el [Agarre] este agarre se empleara la [Resistencia] en lugar de la [Fuerza] del usuario para la comparativa de liberación. Contando el usuario con un aumento en la Comparativa y pudiendo aplicar durante los turnos que realice la inmovilización una [Asfixia] sobre la victima.
+5 [Resistencia] en la Comparativa
#7
Tenka
Anticuario
No me equivocaba. Aquella era, sin duda, gente justa. Era mi intuición la que los delataba. Incluso detrás de la violencia desatada en aquel árbol y en aquel malaventurado bandido. Algo en ellos me hacía confiar. Casi podía ver la naturaleza de sus intenciones, como si de un color se tratase. Sin duda, aquel era un dueto muy capaz, con una motivación legítima.

El conejo, que había reaccionado con gran reflejo a mi aparición, se dirigió directamente a mi.

¿Cuentas pendientes?—dije evadiendo su pregunta acerca de mi aparición.

Ignoraba tener cuenta pendiente alguna con la banda de aquel malhechor. Pero, en ocasiones, uno tiene cuentas que desconoce. Incluso cuentas que aún están por venir y que comienzan a cobrarse pronto, por adelantado.

La verdad, buscaba paz en estos bosques, pero, hay situaciones que no puedes ignorar cuando se te presentan —dije mientras me acercaba al improvisado prisionero.

Y era cierto. La filosofía que arrastraba por la vida me llevaba a creer que hay encrucijadas insoslayables, que aparecen más tarde cuando se eludan, con frecuencia bajo peores condiciones.


El sermón que el lobo soltó a aquel “pobre” hombre me dejó satisfecho de alguna forma. Parecía que la situación estaba controlada, hasta que escuché el avance de más miembros de la banda. El lobo se escondió en la maleza. Parecía que el bandido sería el señuelo y que, por tanto, se avecinaba gresca. Desenfundé mi espada y desaparecí mientras me colocaba al lado de un árbol a poca distancia, quedando el bandido entre su grupo y yo.

Por cierto, me llamo Tenka—dije mientras desaparecía.

Entendía que todos habíamos captado la situación. Y, aún así, hacerme invisible siempre era una ventaja que no podía desaprovechar.



Personaje

Información

Resumen
#8
Silver D. Syxel
-
El bandido, aún en el suelo, temblaba. A pesar de sus intentos de retroceder, su cuerpo no respondía bien. El miedo era evidente en sus ojos, y con cada palabra de amenaza que Alexander le dirigía, se encogía más y más. En un último acto de resistencia, trató de abrir la boca para gritar o llamar a sus compañeros, pero todo lo que salió fue un gemido entrecortado, hasta que finalmente su vejiga cedió. Un charco se extendía lentamente bajo él mientras comenzaba a sollozar, incapaz de cumplir con la orden que le habían dado.

El sonido de pasos acercándose rompió el silencio una vez más. Dos figuras aparecieron entre las sombras, moviéndose con despreocupación, probablemente buscando a su compañero de vigilancia. Sus risas apagadas y el ruido de la maleza que aplastaban bajo sus pies indicaban que no estaban al tanto de lo que había ocurrido. Sin embargo, cuando finalmente llegaron al lugar donde su compañero yacía en el suelo, su humor cambió de inmediato.

—¡Eh, qué demonios te pasa! —gritó uno de los bandidos, mientras ambos desenfundaban sus espadas al ver a King, que permanecía en pie y no se había escondido como los demás.

—¿Quién eres tú? ¿Qué le has hecho? —preguntó el segundo bandido, con una mezcla de desconfianza y alarma.

Alexander y Tenka, quienes se habían ocultado rápidamente entre la maleza y las sombras, observaban la escena desde sus posiciones. Tenka, invisible gracias a los poderes de su fruta del diablo, estaba en una posición ideal para aprovechar cualquier ventaja, mientras que Alexander podía aguardar el momento perfecto para atacar.

La situación se había tensado. King tenía varias opciones: podía intentar hablar con ellos, engañarlos para ganar tiempo o simplemente atacar. Sin embargo, cualquier movimiento suyo afectaría también las acciones de sus compañeros escondidos.

Información
#9
King Kazma
Shiromimi
Lo más sospechoso de aquel nuevo individuo era que ni siquiera Alexander se había percatado de su presencia, y su oído era muy bueno, incluso había encontrado a aquel bandido encaramado a un árbol sin necesidad de mirar arriba. Si era capaz de ser así de sigiloso, podría haberles atacado en cualquier momento, por lo que era lógico suponer que no era su enemigo. Igualmente no podía bajar la guardia ante alguien tan habilidoso. Hablaba de buscar la paz pero que no se podía pasar de ciertas cosas. Estaba de acuerdo. Si lo hubieran provocado de alguna forma, King no se habría quedado sentado mirando cómo se llevaban a la chica y probablemente la posada no hubiera ardido. Probablemente no era lo mismo de lo que hablaba el zorro, que tenía un tinte más parecido a la moral y la justicia, pero eran conceptos similares. Él tampoco dejaría que mataran a un niño delante de sus ojos, le daban igual los demás, pero todo tenía un límite.

Alexander dio un discurso que daba miedo. Tanto que el bandido incluso perdió el control de algunas partes de su cuerpo. Tenía que reconocer que el lobo podía ser intimidante si quería… Desde luego sabía que era capaz de hacer todo lo que había dicho gracias a sus conocimientos médicos, así que no quería estar en la piel del bandido en ese momento ni en ningún otro. Sólo le había visto la faceta amable hasta el momento, así que King nunca pensó que fuera capaz de amenazar de esa forma a alguien. Se alegraba de tenerlo en su tripulación, sus habilidades serían muy útiles en situaciones futuras. Pero ahora que el mink lobo había quedado tan bien demostrando su habilidad intimidatoria, King no podía ser menos. Para algo era el capitán.

Mientras que los otros dos se escondieron al escuchar cómo se acercaban otras personas, King permaneció donde estaba, en pie y quieto, dejándose ver perfectamente. Los bandidos no tardaron en aparecer y pedir explicaciones arma en mano. ¿Cómo podía proceder? No sabía exactamente el nivel de esos tipos, pero a juzgar por el que cayó del árbol que golpeó Alexander, no deberían ser muy fuertes, incluso blandiendo espadas. - ¿Él? Está bastante bien. Sólo se ha caído. – Respondió justo antes de salir disparado hacia ellos a la mayor velocidad que le permitían sus piernas para, en el momento en que estuvo frente a ellos, sujetar las muñecas de las manos que sostenían sendas espadas con una técnica especial de agarre que le permitía una mayor fuerza en el mismo. Entonces sus manos comenzaron a volverse cada vez más y más calientes, ascendiendo la temperatura de la misma forma en que lo hacía una placa de vitrocerámica, pero más lento, para que les diera tiempo a sus pequeños cerebros a pensar en lo que estaba sucediendo. – Mucho mejor de lo que vais a estar vosotros. Si jugáis con fuego. Os acabaréis quemando. – La temperatura de sus manos ya rondaba los 80 grados, más que suficiente para que cualquier persona normal chillara y tratara de apartarse de la fuente de calor. Pero en este caso, dicha fuente era la que los retenía en el sitio. - ¿Quieres rematarlos, Tenka? Alexander sé que no quiere matar.

Resumen


Datos
#10


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