Illyasbabel
cuervo de tiburón
13-10-2024, 05:19 AM
Fuera de Servicio.
La mañana comenzaba con un cigarrillo en el balcón de aquel pequeño y merecedor motel. Observando el andar de las aves, que al igual que él, recibían los primeros rayos del sol. No había descansado bien, quizá su cuerpo ya no estaba disponible para el trabajo duro, o quizá solo fue un mal sueño, al fin y al cabo había conseguido un segundo día un tanto agitado. Su tercer día en Syurp debía ser tranquilo, ya había conseguido la atención de los lugareños, lo más sensato sería continuar hacía su destino. Luego de descender las escaleras, que conectaba los dormitorios con la sala principal, pediría un abundante desayuno, huevos fritos y naranjas, una combinación que le sentaba muy bien. Al finalizar la primer comida del día, entregaría la paga correspondiente al amable anciano, para finalmente despedirse con un saludo formal, no estaba acostumbrado a dormir en lugares como esos, había sido una buena primer experiencia.
Illyasbabel avanzaba con ambas manos ocultas en sus bolsillos mientras en su andar dejaba una estela de humo propia del tabaco. Syup ostentaba una tranquilidad admirable, fácilmente notable en el mero andar de la gente, estaba en el sitio indicado. Siguió su camino, a paso lento, hasta llegara su destino, los manantiales. El servicio de spa era sabiamente reconocido por el viejo Illya, que años atrás se había topado con dichas aguas. La recuperación del cuerpo era parte fundamental de su trabajo, dependía de ello, por lo tanto debía cuidarlo. Los resultados eran maravillosos, una vez realizado, podría volver a sus andanzas, pero no sin antes unas pequeñas vacaciones en el Spa.
- Buenos días - dijo, mientras inclinaba el cuerpo en un gesto cordial. Como era de esperarse, una cálida bienvenida por parte de dos de los empleados del lugar. A partir de entonces, abonaría la cuota correspondiente y luego se desarmaría para entrar a la habitación.
Verano 18
La mañana comenzaba con un cigarrillo en el balcón de aquel pequeño y merecedor motel. Observando el andar de las aves, que al igual que él, recibían los primeros rayos del sol. No había descansado bien, quizá su cuerpo ya no estaba disponible para el trabajo duro, o quizá solo fue un mal sueño, al fin y al cabo había conseguido un segundo día un tanto agitado. Su tercer día en Syurp debía ser tranquilo, ya había conseguido la atención de los lugareños, lo más sensato sería continuar hacía su destino. Luego de descender las escaleras, que conectaba los dormitorios con la sala principal, pediría un abundante desayuno, huevos fritos y naranjas, una combinación que le sentaba muy bien. Al finalizar la primer comida del día, entregaría la paga correspondiente al amable anciano, para finalmente despedirse con un saludo formal, no estaba acostumbrado a dormir en lugares como esos, había sido una buena primer experiencia.
Illyasbabel avanzaba con ambas manos ocultas en sus bolsillos mientras en su andar dejaba una estela de humo propia del tabaco. Syup ostentaba una tranquilidad admirable, fácilmente notable en el mero andar de la gente, estaba en el sitio indicado. Siguió su camino, a paso lento, hasta llegara su destino, los manantiales. El servicio de spa era sabiamente reconocido por el viejo Illya, que años atrás se había topado con dichas aguas. La recuperación del cuerpo era parte fundamental de su trabajo, dependía de ello, por lo tanto debía cuidarlo. Los resultados eran maravillosos, una vez realizado, podría volver a sus andanzas, pero no sin antes unas pequeñas vacaciones en el Spa.
- Buenos días - dijo, mientras inclinaba el cuerpo en un gesto cordial. Como era de esperarse, una cálida bienvenida por parte de dos de los empleados del lugar. A partir de entonces, abonaría la cuota correspondiente y luego se desarmaría para entrar a la habitación.