Hay rumores sobre…
... un algún lugar del East Blue los Revolucionarios han establecido una base de operaciones, aunque nadie la ha encontrado aun.
[Común] [C - Pasado] ¡Una cálida bienvenida a la Revolución!
Lemon Stone
MVP
10 de Verano, Año 742
Loguetown

Otro día más en la inconquistable Loguetown, aquella mítica ciudad del Mar del Este donde ejecutaban públicamente a numerosos criminales como piratas y revolucionarios. Si la Causa tenía reservado un gran destino para Lemon, no acabaría en el patíbulo, sino que se jubilaría y se iría a plantar tomates y papas en una isla desierta, bonita y tropical. Le apasionaba el cambio, la idea de poder luchar por un mundo “más justo e igual”, que incluyera a los pobres y a los feos, pero tampoco iba a dar su vida así sin más.
 
Por eso, tenía la noble misión de preparar a las futuras generaciones (como él, en realidad) y alistarlos para una muerte gloriosa. Luego daría las condolencias en el funeral, hablaría de los jóvenes revolucionarios como el fuego que encendió las llamas de la revolución. Era un buen plan, ¿cierto?
 
Lemon esperaba en las cercanías de la ciudad, dentro de un edificio ubicado en la periferia de Loguetown, todo de madera y ventanas de vidrio. Era distinguible de los otros, pues era alto y delgado, una casa de tres pisos y medio. Allí aguardaba con su gigantesco martillo de guerra, listo para comenzar el entrenamiento… O lo que fuera que le tocara hacer en las próximas horas. La encargada de Recursos Humanos le había ordenado, seguramente extralimitándose de sus facultades, que ayudara a una joven promesa, alguien que prometía muchísimo más que Lemon.
 
-Derecha, izquierda, derecha, derecha, izquierda… No, espera. ¿No debería ser izquierda, derecha, izquierda, izquierda y derecha? Eso, así debería ser mi movimiento letal. ¡Un super martillazo rompe cráneos! -murmuraba para él como el típico loco de patio, y entonces se echó a reír-. Espero que mi compañero sea de los que resisten golpes, quiero poner a prueba uno o dos movimientos especiales. No, no, ¿qué dices, Lemon? ¡Debes prepararlo a él, no a ti mismo!
 
Se levantó de su apretado asiento, una silla de madera a medio reventar, y caminó hacia la salida. Allí, encendió un cigarro y miró el cielo. Estaba anocheciendo, diría que faltaban unos veinte minutos para que el sol se ocultara por completo en el horizonte. Esperaba que una luna llena, bonita y blanca contemplase su combate. No le gustaba demasiado la violencia, eso era cosa de pobres y gente sin modales, no un caballero adinerado y elegante como él, pero tampoco podía rehuir de su condición como revolucionario: montaría empalizadas, intervendría avenidas y apalearía a las fuerzas policiales.
 
Así es como debe ser.
#1
Alistair
Mochuelo
Siempre, sin falta, conseguía dejarle mal sabor de boca. Las ejecuciones públicas eran una vista a la que sus ojos jamás conseguirían acostumbrarse completamente; si bien podía aprender a suprimir el reflejo gutural para parecer "uno más del montón", la sensación de revuelco en su estomago era algo que jamás conseguiría realmente dejar atrás. Solo cuando ocurriera un fenómeno capaz de cambiar quien se sentara en el trono realmente podría dejar atrás tales sentimientos, o al menos eso es lo que su idealista cabeza quería decirle cada vez, sin falla, a la hora de recordar la cruda realidad. 

¿Cómo podían solo observar en silencio mientras alguien rogaba a todo pulmón por su vida? Una pregunta extremadamente injusta, a falta de una palabra más adecuada. Mientras se ejercía un poder despótico sobre quien robaba solo para conseguir qué comer un día más, quienes quisieran siquiera intentar levantar una piedra contra ese metafórico gigante verían cómo les arrancaban la mano de un bocado al mínimo de rebeldía. Y finalmente, acabarían encontrándose con el mismo destino tétrico y súbito sin falla. Quizá mas de una de esas ejecuciones era por esa exacta razón, pero el Gobierno Mundial tenía un maquiavelismo capaz de poner los cargos que hicieran falta para justificar sus acciones, tanto para mantener los hilos de sus soldados como para mantener una ficticia buena reputación. 

Tales monólogos internos eran un excelente recordatorio de porqué hacía lo que hacía. El porqué había entregado su espada a la causa, una renuncia a la posibilidad de desaparecer del mundo como un ex-esclavo más hacia una vida mas simple y, en su lugar, comprometerse a una causa que daba todo de sí misma para hacer el lugar aunque fuera un poco mejor. Llenarse las manos de callos era una sensación que podía ignorar si conseguía darle el regalo de la libertad que en alguna ocasión pasada le habían dado al Lunarian. 

Sus órdenes del día fueron diferentes a las regulares, y la intención fue clara desde el inicio: Tenía la oportunidad de entrenar junto con un compañero de la Armada que cargaba con más experiencia en los hombros que Alistair. Incluso, escucho varias recomendaciones de parte del hombre; que se le encargara entrenar a los más novatos ya era una excelente pista del estima en la que lo tenían. Por supuesto, al tratarse de una orden, tampoco podía decir que no. ¿Y por qué se negaría siquiera? ¡Sonaba como una oportunidad idónea para mejorar! Podía pensar pocas mejores opciones para pulir su propia técnica que alguien con más años en el campo que Alistair. Mejor aún: Quizá pillaría uno que otro truco intercambiando golpes con otro Revolucionario.

Con una ubicación anotada en un pequeño trozo de papel, el joven preparó el único equipo que cargaba consigo además de su vestimenta: Su katana, una compañera de años que había visto gloria y sangre a su lado desde que consiguió empuñarla. Siempre viajaba ligero, más por necesidad que por elección.

Siguiendo las direcciones indicadas, llegaría hasta el lugar: Un edificio alto y delgado, que conseguía destacar lo suficiente del resto como para poder observarlo asomarse por sobre los demás, facilitando enormemente su tarea de dar con él. Sobre la salida del lugar, una figura parecía esperar en medio de una calada de cigarro. ¿Se trataba de él? Aunque su primer instinto respondía positivo, la cautela nunca estaba de más entre revolucionarios. Sin nombres y sin apariencias salvo para las operaciones más importantes, lo cual ayudaba a preservar las identidades de los agentes en caso de que algo saliera mal. Un lugar y una hora debían bastar. 

Se acercó al hombre de silueta hercúlea, la clase de sujeto con el que simplemente no te metías si lo encontrabas en medio de un bar por su cuenta. Si se trataba de él, la sesión de entrenamiento definitivamente sería fructífera. -¡Hola! ¿Tú eres con quien debía encontrarme hoy?- Evitó arrojar detalles demasiado específicos a la actividad; peor escenario, tan solo podía echarse una carcajada y fingir un despiste por su parte. Si realmente se trataba de la persona correcta, entendería el mensaje a vuelo de pájaro.
#2
Lemon Stone
MVP
Supo que era el chico al que estaba esperando porque olía a revolución. De la misma manera que un negro reconoce a otro negro, un revolucionario reconoce a otro revolucionario. Así está estipulado en las escrituras antiguas. O al menos eso es lo que cree Lemon.
 
Su camarada era más alto y más o menos igual de hermoso, lo que siempre es un buen indicio. Llevaba una espada, de esas delgadas y afiladas que tanto dolor causan, y se veía animado. El viento zarandeaba con sutileza el cabello entre rojo y naranja. ¿Acaso usaba tintes para el pelo? Bueno, quién era él para juzgar. Puede que el chico todavía estuviera en su etapa de adolescente rebelde, lo que hacía sinergia con la Armada.
 
Cuando Lemon escuchó la pregunta, miró hacia los dos lados como si fuera el dealer de una película de narcotraficantes, viendo que no hubiera agentes de la ley y el orden dando vueltas por su barrio.
 
-Eso espero -le respondió con voz grave-, de lo contrario, tendría que matarte ahora mismo. -Mantuvo el silencio durante unos incómodos segundos, mientras sus ojos tras la máscara taladraban al chico, pero no aguantó más la risa y estalló en carcajadas-. ¡Era broma, era broma! Sí, soy yo. Lemon Stone, hijo de William Stone y Cristal Becker, un gusto -se presentó, mientras le daba palmadas en la espalda-. Eres bastante alto, ¿eh? ¡Y tienes alas, maldita sea! Ya quisiera yo tener una de esas. Volar es de lo más útil, sobre todo cuando tienes prisa y quieres ir al baño.
 
El revolucionario dio una última calada al cigarrillo y lo lanzó al suelo, mirando la colilla unos instantes. Hay pocas cosas más vandálicas y rebeldes que arrojar un cigarro al piso con pose malote y faltar a las leyes sociales básicas, pero es que los revolucionarios también son arbolitos, es decir, luchan por el cuidado del medioambiente. En pocos segundos, Lemon se tuvo que debatir entre hacer una u otra cosa, pero entonces se iluminó y se hizo cargo de la colilla (mejor no saber cómo, es un poco… turbio de narrar).
 
El interior del edificio era amplio, con unos cuantos muebles de madera y poca decoración como prueba de que eran enemigos de la burguesía y el Gran Capital. El espacio era ideal para que dos rebeldes se partiesen la madre o, dicho de otra manera, entrenar para volverse más fuertes y servir de mejor forma a la Causa.
 
Lemon empuñó con firmeza el gran martillo de guerra que descansaba en su espalda y lo agitó con soltura, demostrando destreza con el arma.
 
-Prometo que no te mataré ni te romperé huesos… Espero. Tú no te contengas, soy bastante duro -le dijo al muchacho-. Eres libre de comenzar cuando quieras: no hay nada mejor que la práctica.  
#3
Alistair
Mochuelo
La escena parecía dignamente sacada de una película de mafiosos. Aquella primera interacción consiguió aumentar la tensión de la conversación en un instante, haciendo que el chico alado por un momento elevara la guardia para corresponder al ambiente, un fallo de su parte por romper papel tan rápidamente; era el nuevo, era de esperarse que cometiera pequeños fallos por las grietas que aún tenía. Aún tenía mucho que aprender.

Algo que fue dolorosamente obvio para sí mismo cuando los incómodos segundos en los que juró haber tragado saliva quedaron atrás, y el hombre que hasta hace un momento llevaba un porte capaz de hacer un agujero en una pared con tan solo su mirada se echó a reír con vigor. Susto se quedaba corto con la presión que sintió por un momento, bien recibida cuando pudo verla en introspección.

¡Joder! Que susto que me has pegado. Por un momento pensaba que me ibas a ejecutar o algo. — Correspondió en broma con la misma energía, echándose a reír pocos momentos después de él. Era una buena persona, le agradaba, y poco más podía pedir que un compañero de entrenamiento con tan buena actitud. Eso junto a cuán bien habían hablado de él marcaba lo que iba a ser una tarde sumamente productiva, e incluso increíblemente entretenida. — ¡Soy Alistair! El gusto es mío. — Ahora que estaba seguro de que hablaba con la persona correcta, podía soltar un poco mas la lengua. — Útiles son, pero luego no veas para intentar pasar por el marco de una puerta. Cuando vas con prisas, se te olvida que suman un brazo de distancia para cada lado mínimo. -

Luego de la censurada pero seguro que perfectamente sana desaparición de la colilla, seguiría a Lemon al interior del edificio. El espacio para entrenar era extenso, algo que recibía con brazos abiertos por darle espacio tanto a él como a sus alas de estirarse libres en vez de controlar al milímetro sus acciones y acabar reventando su katana contra una pared; que no sería la primera vez, aunque en esa ocasión había sido contra un suelo. Larga y dramática historia para otro día, siempre que hubiera quien escuchara.

Lo siguiente a apreciar, inmediatamente después de las distancias con las que gozaban, eran los muebles de madera presentes en el lugar y las decoraciones poco numerosas, pero que por sí solas conseguían ambientarla idóneamente como el propósito que le asignaban hoy. Algunas sillas dispersas por el lugar, unos armarios, y demás piezas desgastadas que carecían del lujo de las clases altas. Una digna zona de sparring para los revolucionarios.

De la misma forma en que abordaría un duelo, se separó de su compañero cerca de tres metros, una distancia suficiente para quedar fuera del rango básico de ambos sin extenderlo demasiado; querían iniciar el contacto cuanto antes después de todo, y mas separación que ésta derrotaba ese propósito. — Te tomo la palabra, Lemon. Antes de empezar, ¿hay alguna norma? ¿Alguna prohibición especial la cual tener en cuenta? ¿O todo vale, como en un combate callejero? —  Preguntó preventivamente. Podía ser anarquista, excéntrico, comunista, despistado, pero nunca una estrella de porno. No, cómo iba... Irrespetuoso, eso. Nunca irrespetuoso. 

Con su zurda en la funda y la diestra en el mango de su katana, asumió una postura inclinada hacia el frente mientras se preparaba; sus ojos recorrieron el amenazante martillo en manos del contrario, un arma tan imponente como su portador con la cual tendría que tener especial cuidado por el solo peso que cargaba. Si además resultaba que se trataba de un hombre cuya fuerza coincidía con el ancho de sus hombros, un contacto con esa arma lo mandaría directo contra la pared, o directamente a través de ella. 

Tomó un respiro profundo sin despejar ojo de él, y se abalanzó con un sprint de frente hacia Lemon sin dudarlo dos veces. Una sprint que, gracias a la corta distancia y su propia velocidad, conseguiría cerrar en un parpadeo si no encontraba obstáculo alguno. 

Manual del anarquista y del carpintero: Mide dos veces, golpea una vez. Su doctrina en el combate siempre empezaba mesurando su enemigo contra Alistair, comprender sus capacidades físicas antes de intentar nada demasiado complejo o extravagante. Tiempo de reacción, hábitos y estilo de combate; todo información útil que no dudaría en usar contra su oponente al primer momento en que encontrara un punto de presión explotable. Desde el primer movimiento estaba absorbiendo tanta información de Lemon como podía, en pro de entenderlo y de entender cómo y dónde atacarlo.

Desenfundó presionando con el pulgar la guarda cuando su katana entró en rango, poco menos de un metro de distancia, y aprovechó la velocidad que adquirió en el impulso para darle momentum a su arma, realizando un previsible corte horizontal hacia en medio del torso de Lemon que entraría por su lado derecho. Un primer movimiento simple que esperaba fuera bloqueado desde el primer momento. 

Cizaña
esp101
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 1
18/9/2024
22
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Se trata de un simple pero rápido tajo con el arma buscando encajar un corte con la mayor profundidad posible, causando +10 de daño de [Colisión].
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño cortante]


Resumen & Datos Bélicos
#4
Lemon Stone
MVP
Se imaginó a sí mismo con alas y sonrió como un bobo. Sería un ángel, uno auténtico. Podría ir a misa y seducir a las hijas de las creyentes para luego purificarlas con la verdadera palabra, la única que el mundo debe y merece conocer: las Sagradas Escrituras del MANUAL. Sin embargo, el fantástico escenario que se había montado dentro de su cabeza se desmanteló cuando algo lo atizó de vuelta a la realidad. No tenía alas. ¡Pero el recluta sí! Él podría infiltrarse en misas y seducir jovencitas para luego pasarlas al lado bueno, al lado de la libertad.
 
Estiró los hombros y movió la cabeza de un lado para otro, agitó los brazos como queriendo soltarse y soltó un suspiro. El corazón comenzaba a latirle rápido cada vez que tomaba sus armas para enfrentarse a otra persona, fuera amiga o no. Golpear, ser golpeado, la posibilidad de asesinar a alguien… Su hermano Antoquio había forjado el carácter suficiente para darle con el látigo a sus sirvientes-campesinos, pero a Lemon no le iban demasiado los juegos sádicos. Le gustaba romper cosas, cosas inertes. Puede que quebrarle los huesos a un marine fuera medianamente satisfactorio, pero prefería echar abajo un edificio o quemar un barco.
 
-La única norma es que nos detendremos cuando yo lo diga. Nadie quiere muerto al otro, ¿entendido? Pero si te atreves a cortarme la salchicha, saldrás hecho una bolsa de cartílagos y vísceras -le advirtió Lemon, casi como si fuera más importante la integridad de su zona íntima que perder un brazo o una pierda. La descendencia es importante para los Stone.
 
Tras lo dicho, el joven revolucionario con su acalorado espíritu revolucionario se preparó para el combate y luego se abalanzó. Tenía los huevos bien puestos para acercarse a Lemon, y es que se veía poco amigable con esa máscara tétrica y el martillo ensangrentado empuñado con pose siniestra. Lo vio de frente y reaccionó. Realizó un movimiento diestro, como si lo hubiera hecho mil veces antes, y detuvo la espada de Plumas con la parte maciza del martillo. Enseguida, y sin darle tiempo de respirar, buscaría propinarle un golpe contundente, pesado y horizontal al torso con la intención de empujarlo unos pocos metros.
Bloque Defensivo
CON102
CONTUNDENTE
Defensiva Activa
Tier 1
31/8/2024
20
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Aprovechando la densidad y volumen de un arma contundente el usuario adquiere una postura defensiva en la que buscará encajar una ofensiva rival con la parte más maciza de su arma, amortiguando los daños. Obteniendo si logra Mitigar la totalidad de la ofensiva un incremento de +6 de [Fuerza] en su proxima ofensiva.
Defensa Pasiva + [FUEx1,9] de Daño Mitigado
 
-¡Me gusta tu espíritu, camarada! ¡Hazlo de nuevo, pero esta vez no te contengas! -le alentaría a su compañero, una sonrisa extasiada tras la máscara-. Me dijeron que te pasara esas de ahí -le señalaría con la mirada un par de espadas envainadas-. Dijeron que eres de los raros que usa tres espadas. Je, eres de los míos. 

¿Podría haberle dado unos cuantos golpes más? Pues claro que sí, pero era un entrenamiento. No estaba probando la fuerza física de Plumas, si no su espíritu, su corazón rebelde y apasionado. 

Personaje

Resumen bélico
#5
Alistair
Mochuelo
Una sonrisa de anticipación desafiante se dibujó en las facciones de Alistair al escuchar las condiciones de Lemon, además de una pequeña risa que se le escapó con lo último. Golpearse hasta que él ordenara era una orden simple de acatar

Su ofensiva se encontró de cara con el arma del revolucionario, y con la metafórica pared que era Lemon. Un movimiento simple bastó para rechazar el filo que dirigió hacia él a toda velocidad, sintiendo cómo sus manos eran arrastradas por la katana. No esperaba menos de su superior en experiencia, de imponente presencia y -presentía- espíritu indeleble.  Una digna representación de la causa revolucionaria.

El primer movimiento había sido una buena prueba para medir a la persona con la que entrenaba y... El pronostico era reservado. ¡No había conseguido moverlo ni un paso para atrás! Tendría que ser un poco más mañoso si quería conseguir que algún golpe entrara.

El intercambio de fuerzas no acabó en el rechazo de su filo y en el apresurado análisis de Alistair. Sin recibir tregua alguna, pudo observar el arma maciza de Lemon avanzar hacia de sus costados en un movimiento que hacía espejo al propio. Una cucharada de su propia medicina, básicamente. Algo a lo cual tendría que reaccionar rápido si no quería acabar como una mancha en la pared. Instintivamente, la llama Lunarian estallaría con fuerza tras su espalda, avivándose con fuerza y fortaleciendo la resistencia física de su cuerpo a cambio de parte de su agilidad; no la necesitaba en tales números, teniendo en cuenta el limitado espacio y la naturaleza cuerpo a cuerpo de ambos combatientes.

Utilizaría un movimiento improvisado pero igualmente útil, que ahora ayudaría a medir la capacidad ofensiva de su opuesto; interpondría la katana entre el arma contundente y su propio torso, colocando el filo por delante pero no chocándolo directamente, sino acompañando la ofensiva con su propia arma para dispersar la fuerza a lo largo del arma con tal de reducir el daño; su intención era aplicar leve fuerza en sentido diferente, tal que el arma se desviara y no conectara con Alistair.

Danza Sobre el Filo
sam302
SAMURAI
Defensiva Activa
Tier 3
2/10/2024
41
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Una defensa con el filo de las armas que busca acompañar las agresiones de todo tipo con el filo del arma buscando dispersar la fuerza de la misma a lo largo del metal para nulificar esta completamente o Migitar parte del daño. En caso de que esta tecnica Mitigue todo el daño de la ofensiva, causara [Desarme] sobre el agresor, si la ofensiva era melee.
Defensa Pasiva + [FUEx2,5] de Daño Mitigado


Una idea que le superó por la diferencia de fuerza, y pronto encontró el lado romo de su propia espada golpeándole al costado como si fuera un clavo y un martillo. Menos la punción, claro. Incluso sintió como su postura flaqueó por un momento, moviéndolo medio paso hacia el lado por el que saldría el golpe. La incomodidad menor no se hizo esperar, aunque no escaló a un dolor que no pudiera ignorar, pero que si había dejado una molesta sensación en el costado, como un golpe con la mano abierta que ardía y distraía pero poco más.

Por otro lado, sus manos quedaron vibrando un segundo por el encuentro de ambas armas, una clara pista del nivel de su oponente. El bastión de persona que tenía en frente era peligroso, y debía medir cada acción con eso en mente. Por mucho que entendía la regla de no matar, a nadie le agradaba la sensación de una o dos costillas rotas a manos de un martillo.

¡Pegas como si me arrojaran un armario a la cabeza! Y apostaría una ronda en Bellys a que no has ido con todo. — Y dejó salir una corta risa, aprovechando para soltar una broma amistosa, en contraste a las palabras poco prometedoras con respecto a una victoria. Ver a alguien fuerte le entretenía, era un reto, una montaña que provocaba esperando ser escalada. Era un tipo de adrenalina que pocas cosas en la vida eran capaces de darle en tan poco tiempo. — ¡De acuerdo, con todo entonces! — Contestó a su compañero de entrenamiento, planeando cómo atacar esta vez.

Antes de dar ejecución a otra ofensiva, lo siguiente que comentó Lemon llamó su atención. "¿Esas?" ¿A qué se refería con...? ¡¿Unas katanas?! El brillo en sus ojos imitaba los de un pequeño con un juguete nuevo. Un muy afilado, muy peligroso y muy entretenido juguete nuevo. Se aproximó inmediatamente a las armas, desenfundando cada una para observar su filo; ¡eran de las buenas además! — ¡Y no podría haber pedido un mejor momento para recibir un regalo así! ¡Gracias! — Agradecer era lo menos que podía hacer, al menos por ahora. Eso, y por supuesto... Ir en serio, tal y como le habían pedido.

Colocó el arma que ya cargaba consigo entre sus dientes, sujetándola con fuerza, mientras desenvainaba las otras dos y las sujetaba fuerte entre sus manos; la tradicional técnica del Santoryu. — Ha pasado demasiado tiempo... Tenme paciencia si estoy un poco oxidado con ellas. Y mantendré los ataques lo más lejos que pueda de tu salchicha, no te preocupes.  — Hablar con una espada entre los dientes era tan incómodo y sonaba tan gracioso como recordaba. Buenos tiempos, hace unos cuantos años. Le costaría sonreír en esa postura o cualquier otro tipo de mueca, si no fuera por la práctica que ya llevaba. 

Tomó distancia nuevamente, redondeado a 5 metros, y se preparó. Esta vez pelearía como si se jugara la vida, con los respectivos hábitos que escapaban a sus técnicas de espadachín. Su entorno era un arma tanto como lo eran sus tres katanas. Pasaría la hoja de su katana entre uno de los huecos de una silla en su cercanía, y procurando no darle espacio para entender sus intenciones, arrojaría la silla directamente hacia él; todo lo que quería era una apertura provocada por la necesidad de no recibir la silla con el pecho. 

Sin darle un solo respiro, antes de que la silla llegara a Lemon, asumió una postura que conocía por memoria muscular: brazos cruzados, espadas alzadas y su mirada en su oponente. Después, un dash directamente hacia su oponente, con el cual pretendía atacar con sus tres espadas al mismo tiempo, direccionandolo al pecho de Lemon inmediatamente después de que la silla arrojada lo obligara a defenderse.

¡ONI GIRI!

Oni Giri
san301
SANTORYU
Ofensiva Activa
Tier 3
2/10/2024
41
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El usuario cruza sus brazos mientras mantiene alzada su o sus armas causando que pareza que se ondulan por el misma aura que el usuario desprende, tras lo cual da un [Dash] de 10 metros desplegando en abanico sus espadas cortando a todo el que se encuentre en el camino, efectuándose dicho tajo a +5 [Tasa de Acierto]. Santōryū: Si se utilizan tres espadas en la ejecución de esta técnica también golpeará a todo a 3 metros a cada lado del usuario durante el recorrido.
Golpe Básico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]


Resumen & Datos Bélicos
#6
Lemon Stone
MVP
El nuevo espíritu de la Armada consiguió detener casi la totalidad del martillazo que Lemon le dio en un costado. Sus ojos experimentados habían reconocido la técnica, pues no era la primera vez que la veía.
 
-Estoy testeando límites -reconoció el revolucionario, casi desinteresado-. Quiero saber hasta dónde puedo golpearte.
 
Entonces, el chico recogió las dos espadas que había dejado ahí para él. ¿Eran un regalo del Ejército Revolucionario? La verdad es que no, Lemon había escuchado ciertos rumores de que a Plumas le gustaban las espadas y quiso hacerle un presente. Se sorprendió cuando vio que enganchaba una de las empuñaduras con los dientes. ¿Eso no era incómodo? Seguramente tenía un cuello fuerte, de los que tienen los pilotos que navegan en lanchas y transportes marítimos de ricachones.
 
Un impulso completamente natural se apoderó de él: en serio quería saber hasta dónde podía golpear a Plumas. Era hábil como se esperaría de un camarada, de eso no había duda, y también hacía trucos de magia como prender de llamas su espalda. ¿Acaso no se quemaba? Puede que no porque no había gritado ni se había quejado. Como sea, si Plumas iba a usar las tres espadas al mismo tiempo, Lemon haría lo suyo.
 
-Como tu superior no debería hacer lo que estoy a punto de hacer, pero como compañero de armas entenderás este sentimiento -le dijo a Plumas mientras generaba una cola amarilla justo en su espalda, la que terminaba en una mano-. No te reserves, camarada.
 
Con la mano izquierda empuñó una farola grande y pesada que descansaba en el suelo, y con la cola-mano de mantequilla cogió el martillo que antes estaba en su derecha. Ambas farolas de frente, el martillo de guerra atrás.
 
Guardó la posición y se preparó para el ataque de Plumas, quien lanzó astutamente una silla. Si su camarada no fuera jodidamente grande, habría conseguido una pantalla apropiada. Aun así, bastó para distraer por un instante a Lemon y retrasar su reacción. Así, Lemon vio de frente la poderosa carga de Plumas que auguraba ser devastadora. Con una sonrisa en la máscara, tensó los músculos de sus brazos, arrimó los pies al suelo y giró la cadera para contrarrestar el ataque de Plumas.
 
-¡Rompecoraza! -rugió en respuesta al Oni Giri de Plumas.
Rompecoraza
CON101
CONTUNDENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
31/8/2024
17
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Dando un firme paso en el que el usuario buscará generar toda la potencia de impulso y una cierta inercia con la que golpeara con su arma sin compasión a su objetivo causando un [Empuje] de 5 metros.
Golpe Básico + [FUEx2] de [Daño contundente]
 
Lemon chocó sus armas contra las de Plumas, técnica contra técnica. En un momento así, la diferencia de fuerza física marcaría al ganador. El revolucionario golpeó con fuerza y rugió, todo con la intención de empujar a su adversario cuantos metros pudiera.

Mates
#7
Alistair
Mochuelo
Un alma gemela en espíritu y en pasión, esa era la mejor forma con la que podía describir al hombre con máscara de corazón. No solo danzaba en el borde de las limitaciones que la Armada le había dictado para entrenar con un colega menos experimentado, sino que también había culminado sus palabras en un indicativo a dejar de lado cualquier reserva de sus capacidades que pudiera cargar consigo. Habían abandonado el papel de un revolucionario de mayor rango entrenando a otro.  Ahora eran tan solo dos personas con sus propias pasiones por las armas, buscando testear el límite de su contrario. Chocar contundente con filo, hacer que chispas de fricción volaran, y estremecer el edificio entero en una muestra de fuerza que no encontraría restricción alguna. 

¿Lo que le salía de la espalda era mantequilla formando una mano funcional? ¡Era un usuario de Akuma no Mi! Nunca antes en su vida había visto uno en persona, y de hecho hasta hace unos segundos pensaba que eran tan solo un relato de mito exagerado a lo largo de los años, siendo que todos los pocos casos documentados públicamente sonaban como tales entidades de fantasía y leyendas con poderes tan variopintos como colores en el universo. Era algo difícil de digerir, pero ahora que tenía uno en frente, tenía poco espacio para la negación. 

Como esperaba de Lemon, la silla no fue siquiera un mínimo de obstáculo para él mas que una inconveniencia menor -y su propia altura, que hacía difícil ocultar toda su silueta detrás de un pequeño mueble-, pero sí una que le daría una diminuta ventana para tomar ventaja. Una ventaja que culminaría en un glorioso choque de de acero y madera. 

El súbito impulso de Alistair se vería de cara con la inamovible postura del muro humano que era Lemon, el cual contestó el grito de su Oni Giri con un rugido propio a todo pulmón, mientras que usaba la técnica del mismo nombre que vociferó, deteniendo en seco al chico alado pero no empujándolo. No iba a ceder tan fácil ni echarse para atrás, pues en ese preciso instante en que el filo de sus katanas empujaba contra las farolas que el contrario usaba como armas, lo único en la mente del Lunarian era de colocar cada gramo de fuerza que pudiera sacar de sus piernas, de su espalda, de todo su cuerpo para batallar en contra de su oponente. El ceño fruncido y la sonrisa desafiante estaban a plena vista, y no tenía ninguna intención de que fuera diferente. Como todo buen revolucionario, lo daría todo hasta su último gramo de energía.

Desgraciadamente, ese final llegó mucho antes de lo que esperó y que hubiera querido. Incluso con todo el esfuerzo que había puesto en no ceder, la fuerza física de Lemon se mantenía superior a la del chico alado, por lo que sintió su cuerpo ser poco a poco empujado hacia atrás, requiriendo que uno de sus pies retrocediera para compensar y finalmente quedando obligado a saltar dos metros hacia atrás para tomar distancia. Se sentía drenado de esa colisión, claramente mas agotado que cuando empezó el enfrentamiento. Había puesto gran empeño en ese último ataque. 

Y aun así, todo lo que estaba en su rostro era una expresión de felicidad a todo color. — ¡Hace mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien! ¡Se siente genial dar rienda suelta! — Se echó a reír con poco a ningún control, incluso cuando estaba del lado perdedor. Amaba el retumbar de su corazón en sus oídos, la adrenalina en vena. Amaba la vibración en sus manos al contacto con las armas de su oponente. Amaba tener un oponente el cual podía atacar con toda su fuerza e intención, y saber que saldría bien parado sin importar cuánto lo intentara. Adoraba la idea de tener una montaña la cual derribar.Recuérdame que te invite a unas rondas de lo que se te antoje tan pronto acabemos aquí. Este día tiene que acabar divinamente. — Propuso en seña amistosa. En tan corto intercambio, el hombre frente a él ya era un camarada de los que tendría en especial atención, y un amigo al lado del cual brindar. 

¡Bien, intentemos eso de nuevo! — ¿El qué se refería? A no atacar de cara, por supuesto. El plan de la pantalla había funcionado, pero a una eficiencia tan baja que no valía la pena sacrificar otra silla en casi perfecto estado para un plan cuyo desenlace ya conocía desde antes de ejecutarlo. Esta vez improvisaría un poco más: No sería un proyectil, sino múltiples. Avanzó un metro más hacia atrás, colocándolo a tres de distancia con Lemon y ubicándose al lado de otro mueble más, un armario en este caso. Abrió la puerta con cuidado y, de un tajo, desprendería la puerta de la bisagra, provocando que cayera frente a él. 

Sin darle tiempo a caer al suelo, cortaría la misma puerta en cinco pedazos asimétricos que acabarían por caer uno sobre otro, no particularmente alineados pero lo suficiente apilados para lo siguiente que haría. ¿Que qué era lo siguiente? Empalarlos a sus katanas como un kebab, por supuesto. Tres en la derecha y dos en la izquierda. 

Empezaría a avanzar hacia Lemon, y cuando cerrara su distancia a dos metros... — ¡Atrapa! — Un movimiento de abanico con ambas katanas, de adentro hacia afuera, que por fuerzas físicas haría que los pedazos de madera salieran despedidos hacia el usuario de farolas con fuerza, sirviendo como algo que ocupara la atención de Lemon mucho mas agresivamente. Y para culminar, cerraría la distancia restante con un dash que antecedería a una estocada apuntada a su hombro derecho. 

Cuchillada
esp201
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 2
24/9/2024
33
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un [Dash] de hasta 8 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido del Dash.
Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]


Resumen & Datos Bélicos
#8
Lemon Stone
MVP
El choque de armas estremeció su revolucionario interior. Sonrió con la satisfacción de quien encuentra a un adversario digno y aunó más y más fuerza hasta dirigirla toda hacia sus brazos y piernas, encontrando el equilibrio adecuado entre equilibrio y potencia. Los ecos metálicos producidos por las farolas y espadas invadían la habitación, chirriaban con un dejo molesto, y las chispas producto de la fricción saltaban hacia un lado y hacia otro, amenazando con prender en llamas uno de los gastados muebles de madera del interior del edificio. Sin embargo, no se iba a dejar preocupar por pequeñeces como aquella, mucho menos distraer puesto que, por joven que fuera Plumas dentro de la Armada, sus espadas le cortarían como mantequilla. Je, ¿entienden la referencia? Mantequilla.
 
Dejando chistes malos de lado, el enmascarado consiguió superar la fuerza de Plumas y este último retrocedió en busca de un lugar seguro. Lemon tuvo que aguantarse el dolor en sus manos producto del choque, y contuvo una mueca de desagrado. Así que aprovechó los breves segundos de tranquilidad para tomar aire, bastante, y controlar sus emociones. Era un hombre apasionado, tanto que vivía una fogosa llama dentro de él, y era difícil controlar o canalizar lo que sentía… Salvo el dolor. Los golpes, espadazos y disparos le dolían un montón, se quejaba y molestaba de cualquier cosa que pudiera causarle dolor, pero lo resistía como si tuviera un don natural para ello. Puede que fuera la razón por la que había decidido plantarse en el frente del campo de batalla, en la primera línea para cuidar de sus camaradas, pues prefería una bala en su pecho que en la espalda de un compañero de la Armada.
 
-Tampoco me la había pasado así de bien hace bastante -reconoció Lemon, quitándose una gota de sudor con la manga de su chaqueta que, por alguna razón, no se había ensuciado ni arrugado-. ¡Y te arrepentirás de haberme invitado a comer! ¡Jajajaja! -se rio el revolucionario, preparado para la ofensiva de su camarada emplumado.
 
Siguió con la mirada a Plumas, asumiendo que intentaría otra vez uno de esos trucos que tanto le gustaban. ¿No había sido un tanto irrespetuoso lanzarle una silla en la cara a Lemon? Quizás, aunque él mismo había dicho que estaba todo permitido salvo golpes bajos. Por eso, sus ojos se deslizaban lentamente en busca de cualquier movimiento extraño o alarmante de Plumas. Y, después de unos lentos segundos, lo identificó cuando se escondió detrás del armario.
 
Plumas utilizó el armario para generar una pantalla de distracción más grande y efectiva que la anterior, pero Lemon ya conocía el truco y no caería dos veces. Cortó la puerta de madera y decenas de proyectiles astillosos salieron disparados hacia Lemon. Sin embargo, sus ojos tenían atención únicamente para el espadachín que se escondía tras la pantalla. No reaccionó a los proyectiles astillosos, ni siquiera los consideró un problema, y estos no hicieron más que rebotar en el sólido y resistente torso de Lemon.
 
Entonces, reconoció la ofensiva de Plumas, identificó sus verdaderas intenciones.
 
Concentró su peso en los pies, afirmó su cadera y colocó las tres armas contundentes frente a él, creando un auténtico y peligroso escudo férreo. La farola de la mano derecha sirvió para frenar el primer impacto de la técnica de Plumas, mientras que la segunda otorgó sostenimiento y el martillo de guerra detuvo los últimos intentos de las espadas por cortar carne.
Bloque Defensivo
CON102
CONTUNDENTE
Defensiva Activa
Tier 1
31/8/2024
20
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Aprovechando la densidad y volumen de un arma contundente el usuario adquiere una postura defensiva en la que buscará encajar una ofensiva rival con la parte más maciza de su arma, amortiguando los daños. Obteniendo si logra Mitigar la totalidad de la ofensiva un incremento de +6 de [Fuerza] en su proxima ofensiva.
Defensa Pasiva + [FUEx1,9] de Daño Mitigado
 
-¡Jajaja! ¡Lo estás haciendo bien, pero así nunca llegarás a cortarme! -aseguró Lemon, confiando en su defensa impenetrable-. Y ahora que hemos visto lo duro que atacas, ¿por qué no vemos cómo te defiendes?
 
La máscara imitaba a la perfección las expresiones faciales de Lemon, cosas propias de un mundo caricaturesco, y estas eran una curiosa mezcla entre seriedad y diversión. De todas formas, Plumas tendría que reaccionar adecuadamente si es que no quería acabar como un caldillo de huesos rotos y sangre gelatinosa.
 
Contraatacó rápidamente, buscando conectar con sus tres armas en un golpe caótico e impreciso, pero increíblemente devastador. A continuación, infló los músculos de sus bíceps tras una enorme bocanada de aire y golpeó una segunda vez, pero más fuerte que antes. Con Rompe Huesos intentaría golpear sus brazos y, de esta manera, reducir considerablemente la precisión de sus ataques. ¿Podía seguir atacando? Claro que sí, aún quedaba una amplia ventana para hacerlo, pero no. Era un camarada, un buen compañero que se estaba esforzando, no había necesidad de pasarse en un combate amistoso.

Rompehuesos
CON201
CONTUNDENTE
Ofensiva Activa
Tier 2
4/9/2024
29
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Al trazar un impacto horizontal en el que se vuelca todo el peso del arma y del propio usuario, este tratará de dar un impacto crítico y certero que logre causar un [Derribo] sobre la victima.
Golpe Básico + [FUEx2,3] de [Daño contundente]


Mates
#9
Alistair
Mochuelo
Había pocas cosas que le sentaran tan bien a su ego como escuchar de regreso un eco de la diversión que el Lunarian experimentaba en situaciones bélicas como ésta, se trataba de un halago como ningún otro, comparable al que recibe un chef cuando lo felicitan por su exquisita preparación, o cuando un modista observa un par de ojos incapaces de rehuir a su magnum opus de confección. Equivalía a reafirmarle que poseía fuerza de verdad, y no podía existir una mejor adulación para el pequeño mochuelo que se había dejado la piel en las manos para entrenar el arte de la espada. 

Por esto mismo sabía que no se arrepentiría de invitar la comida tan pronto acabaran su actividad. Porque, incluso si le costaba un dineral -y probablemente parte de su hígado-, tenía la satisfacción de saber que sería la mejor cena en muchísimo tiempo. Después de todo, toda comida entraba mil veces mejor con el estómago vacío tras un buen ejercicio. 

La defensa de Lemon había sido impecable. A diferencia de la primera vez en la que la distracción utilizada fue moderadamente efectiva, el enmascarado desistió de reaccionar para centrarse exclusivamente en el espadachín detrás de la intención; un momento de grave exceso de confianza provocó que subestimara la férrea tenacidad que Lemon podía exhibir, y como si se trataran de simples papeles arrojados hacia su persona, no se molestó con apartarse en lo mas mínimo de su trayectoria, permitiendo que tan solo rebotaran en su cuerpo firmemente plantado en el suelo, indispuesto a moverse. 

El contratiempo anterior puso en peligro todo el plan posterior. Pero la verdad era que estaba tan consumido en la batalla, y en la adrenalina recorriéndole las venas, que había dejado tales pensamientos menores atrás. Quería seguir adelante. Quería nuevamente intentar hacer un pulso contra el titán en frente suya. Quería chocar aceros hasta que lo hiciera ceder, o hasta que viera las consecuencias de intentarlo de manera tan descuidada. Una de las tantas contraindicaciones a su falta de experiencia, pero él por su parte estaba pasándolo fenomenal. 

Su estocada resultó devolviendo ningún fruto, pues la punta de las katanas chocarían de frente con la inamovible defensa que el enmascarado había levantado en contra. ¡Las farolas no cedían en lo absoluto por mucha fuerza que le pusiera! Era como encontrarse de cara con una lámina maciza de metal.

Pero no acababa allí. Ahora era el turno del Lunarian para montar una defensiva, un campo en el que estaría a punto de aprender que le faltaba mucho por aprender, a diferencia de su compañero revolucionario. Pero incluso si caía, caería con una llama encendida en el pecho. Y en la espalda también, en este caso. 

¡Dame tu mejor golpe, Lemon! — Unas palabras que pronto pasarían factura con intereses en su propia cara.

Flujo Metálico
esp102
ESPADACHíN
Defensiva Activa
Tier 1
18/9/2024
15
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Usando su arma el usuario trazara unos movimientos rápidos buscando desviar las ofensivas en su contra, mitigando parte de su daño. En el caso de que la ofensiva sea utilizando proyectiles y se Mitige todo el daño, el usuario podra desviar dicha ofensiva hacia un nuevo objetivo dentro del alcance restante de la ofensiva y recibiendo el nuevo objetivo todo el daño.
Defensa Pasiva + [FUEx2] de Daño Mitigado


El primer golpe vería el costado de las hojas del Lunarian aproximarse por los costados de sus armas con la intención de desviarlas a un lado, intentando que el golpe siquiera de largo en vez de conectar con Alistair, pero sin la fuerza para superar la temible fuerza de empuje de Lemon, el primer ataque acabaría dando de lleno en el centro de su estomago, provocando un entumecimiento generalizado por la vibración del impacto que consiguió recorrer todo su cuerpo y provocarle un descontrol a sus movimientos; la saliva que saldría de su boca no sería vista por ser detenida con el mango de la katana en su boca. Fue un segundo que se dilató para sentirse como varios ocurriendo uno tras otro, producto del daño sufrido.

Y ahí venía el segundo. Incesante como un tren en marcha, la ofensiva de Lemon no le dio tregua y se aproximó ahora apuntando a las extremidades de Alistair; no iba a caer sin dar un último esfuerzo, por mucho que demandara generoso esfuerzo de su parte tras las heridas que habían dejado el ataque anterior. Reuniendo aire con las fuerzas que le quedaban, haciendo espejo a la acción de Lemon, el Lunarian se concentraría al límite para intentar seguir con la mirada las farolas de Lemon y chocarlas con una técnica ofensiva, en vez de recaer nuevamente en su acercamiento de utilizar un método defensivo. 

Sus espadas buscaron colisionar de frente con las armas contundentes, cada una ocupándose de un arma distinta para facilitar el trabajo. Por un momento luchó en contra con todo lo que pudo, siendo visible en sus facciones cuando sus dientes rechinaban al aplicar fuerza entre ellos, una mueca de esfuerzo que de alguna manera casi idealista conseguía mantenerse como una sonrisa desafiante; era parte de su deleite en el momento incluso con todo en contra, el cual buscaba ver -con sustancioso esfuerzo- mas allá del dolor y el adormecimiento en todo su cuerpo. 

Paseando por el Filo
ase301
ASESINO
Utilidad Activa
Tier 3
8/10/2024
35
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El usuario trazara un rápido movimiento buscando bordear una ofensiva en su contra recorriendo el perímetro de la misma con suma facilidad contando con un incremento en sus [Reflejos] para esquivarla. Buscando al trazar el perimetro alrededor de la ofensiva alcanzar al oponente, siempre que el [Movimiento] del usuario le permita alcanzalo, pudiendo ejecutar en combo un [Golpe Básico] extra, adicional al limite de basicos por turno, pero debe ser consecutivo a la esquiva.
+10 [Reflejos]

Cizaña
esp101
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 1
18/9/2024
22
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Se trata de un simple pero rápido tajo con el arma buscando encajar un corte con la mayor profundidad posible, causando +10 de daño de [Colisión].
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño cortante]


Pero debía saber mejor que comparar fuerzas con el hombre que blandía farolas como si fuesen abrecartas. Las espadas no tardaron en retroceder por la dirección que vinieron, y pronto los martillos conseguirían alcanzar sus brazos además del resto de su cuerpo, mandándolo a volar unos cuantos metros para atrás hasta que un irreconocible manojo de madera -probablemente otro armario, para mayor ironía- detuviera su avance de golpe a costa de su integridad física. Siempre te recordaremos, Armario-kun. 

Como resultado, la katana que sostenía en su boca habría caído inerte al suelo, no sin antes dar un par de giros sobre la superficie por la inercia ganada en un instante, mientras que las otras dos permanecerían -con remarcada dificultad- aún entre el agarre del Lunarian. La katana en el suelo tendría una mancha de sangre en su mango, un indicativo de que había expulsado sangre por la boca; nada serio, solo unas gotas, pero suficiente para evidenciar un punto sin poder refutarlo. Por un segundo hubo total silencio... 

Hasta que se rompería de golpe con una sonora carcajada que inundaría la habitación, acompañada de un silbido irregular que venía y se iba de a ratos. No era para menos, teniendo en cuenta el impacto que se había llevado. — ¡Jajajajajagh-! — La cortó en seco, producto de una incómoda sensación en las costillas cada vez que sus pulmones se expandían demasiado. Nada por lo cual asustarse, solo debía examinarse a sí mismo en un momento en busca de entender la extensión de sus heridas, pero conseguir retener su consciencia en vez de caer directamente era una buena primera señal. Su voz también acompañaba al daño recibido, debilitándose en consecuencia pero sin falta de ganas por levantarla nuevamente a la primera señal de ser capaz.  

Intentó levantarse sin éxito. Su cuerpo se sentía pesado, y no parecía tener intención de responderle como debía; forzarse haría que sus piernas cedieran al peso de su cuerpo y se encontrara de cara con el piso, una mala idea si tenía algo roto por dentro. — Ah... Discúlpame, Lemon... Creo que no doy más... — A pesar de la situación, había un toque de compañerismo en sus palabras, incluso llegando al punto en que cualquier formalidad que pudiera sostener inconscientemente en su hablar había desaparecido. A él ya lo veía como una amistad, y... Por supuesto que honraría su promesa de llevarle a comer, aunque fuera con un cabestrillo encima. — ¿A la misma hora mañana? Yo paso a recogerte a tu casa — Bromeó; aún tenía alientos para eso. 

Resumen & Datos Bélicos
#10


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