Hay rumores sobre…
... una bestia enorme y terrible atemoriza a cualquier infeliz que se acerque a la Isla Momobami.
[Aventura] [AT3] La Compañía Mercenaria
Shy
"Shy"
Antes siquiera de que su plan pudiera efectuarse, los Corsarios de la Niebla se batieron en retirada. Cayeron rendidos ante sus artes bélicas. O, más bien, ante las de Illyasbabel y las de Yoshiro. Shy sentía no haber hecho una mierda contra aquellos adversarios. A lo sumo, distraer al cretino de la lanza dejándose apuñalar mientras sus compañeros recibían el asalto frontal de aquellos bucaneros inmundos. Bien, pues que así fuera. Si bien aquello no le ayudaba a sentirse útil o aceptado, el dios de los cazarrecompensas y mercenarios sonríe a los resultados, no a los métodos. Los cuatro recibirían su recompensa, aunque ello no significaría que fuesen más o menos felices. De hecho, Shy se sentía vacío por dentro. No como si se hubiera quitado un peso de encima. No, sentía haber perdido algo.
La espadachina había sido debidamente herida por sus balas, y se rindió tras un devastador ataque de Illyasbabel. Bien. Yoshiro había conseguido que su oponente perdiera la consciencia. Mejor todavía. ¿Y el rarito? Shy observó como su rostro se deformaba en una siniestra mueca y empezaba a balbucear incoherencias en un tono en el que, de cualquier forma, resultaban aterradoras, por ininteligible que fuera su discurso. Aquel luchador de obtusa dialéctica se lanzó para rematar a su compañera en una sanguinolenta estocada, como la que Shy había sufrido. ¿Lo mejor que había pasado? Shy no pudo evitar ponerse en guardia. Nada impedía a aquel patán lanzarse a por uno de sus compañeros.
Hizo lo propio con su otro compañero, moviéndose con una velocidad pasmosa. Shy pensó por un momento que podía ser un infiltrado y que todo aquel circo fuera una maquinación de los Blackmore, como tanto les gusta hacer a la gente con dinero y gusto por la teatralidad, una exposición no pedida de esas que solo divierten a quien realiza tal actuación y deja como pasmarotes a los que la ven. Dicho de otro modo, un paripé en el que el mandamás demostraba que él tenía todas las respuestas y que la gente a su cargo no sabía nada. Pues vale.
No fue así. Rápidamente retornó hacia su navío, tal vez fingiendo que no tenía el rabo entre las piernas. Bien por él, supongo. Dio una de esas clásicas promesas de volver a por ellos para matarles. Joder, que trillados tengo todos los clásicos de matón portuario, ya no hay originalidad. En la experiencia de Shy, quien soltaba esos juramentos llenos de afectación no tenían los medios para conseguir lo que juraban. Al fin y al cabo, si estaba tan seguro de poder matarlos, ¿por qué narices no acababa con el trabajo en ese momento? En fin, supuso que no podía esperar a que volviera. Y si lo hacía, lo haría con el doble de gente, demostrando que realmente no era tan hábil. En cualquier caso, Shy se alegraba. No habría podido soportar otra puñalada como aquella. Desde luego, hay que tener cuidado con los que van de mosquita muerta. Shy no sabía si ese último pensamiento también se aplicaba a sí mismo.
En cuanto la fragata Blackmore quedó fuera de peligro, a Shy le fallaron las piernas y cayó de rodillas. Escupió un gargajo sanguinolento. Había ido de muy poco. Pero había conseguido cumplir la misión. No tenía energías ni para celebrar. Pronto empezaron los grumetes a emprender la marcha y poner el orden. Enseguida volvió a ver a sus compañeros, que se daban jubilosas felicitaciones, relataban sus hazañas y emitían comentarios sobre dinero y recompensas. A Shy todo aquello le daba bastante igual, ciertamente. Había aprendido que las personas a su alrededor se daban cumplidos y halagos sin que fueran necesariamente ciertos, solo por compromiso. Shy dio algunos asentimientos con pereza, sin prestar demasiada atención a lo que decían.
Pronto empezaron los grumetes a sacar de las bodegas a los que no habían tenido la suerte de sobrevivir a sus heridas. Shy apretó los dientes, intentando que un nefasto escenario que imaginaba en su cabeza no se materializase.
Pero así fue. 
Hay quien dice que la vida son ciclos. Ahora mismo, Shy tenía ganas de meter su bota en la boca de aquel supuesto filósofo. No porque aquello fuera una chorrada, no. Quería hacerlo porque tenía toda la razón del mundo, y de la peor manera posible. Los grumetes sacaron el cadáver rígido de Hyun, apoyándolo en la cubierta junto al resto de fallecidos. Shy quiso gritar a aquellos ignorantes que Hyun merecía un sitio de honor, no formar parte de la pila de desafortunados. Con un familiar escozor en sus ojos, Shy gateó hasta el cadáver.
Escuchó a Yoshiro lamentarse con sinceridad. Aquello no igualaba ni en una centésima parte lo que sentía Shy. Observó su cadáver y pasó su mano por su mejilla. Hyun, a pesar del hilo de sangre que formaba una roja cascada sobre su pálido rostro, seguía siendo tan bello como siempre, con su rictus congelado de forma permanente en una expresión parecida a la de alguien que está teniendo un buen sueño. Shy supuso que ahora estaba en ese estado de paz similar al que se tenía durmiendo en los brazos de Morfeo.

Pero Shy no estaba experimentando ni la menor parte de aquella felicidad. Hyun había muerto. Del mismo modo en el que Ame había muerto. Ame, a quien había amado por encima de todas las cosas. Hyun, quien, de forma gradual, parecía estar en el camino de devolverle la luz a su vida. Shy se preguntó si había llegado a quererle, aunque no fuera del mismo modo que a Ame. Desde luego, había sentido esa atracción, pero, más importante aun, sentía que por primera vez había encontrado a una persona buena, leal y protectora que le cuidaría como Ame y que le haría sentir que tenía un hogar, un lugar al que pertenecer, alguien por quien luchar. Eso se había esfumado en un mal golpe.

Las lágrimas empezaron a asomarse a los ojos del cazador. Una vez más, estaba solo. Por completo. No tenía a nadie. Se preguntó si la necesidad de llorar era por la tristeza de haber perdido a Hyun, o si tal vez era por la añoranza que sentía por Ame. Llegó a una horrible respuesta con demasiada prontitud. No sentía las ganas de llorar por ellos. Las sentía por sí mismo. Por la frustración de haber perdido otra conexión genuina con otra persona. Por la injusticia de haber perdido a alguien que le entendía por segunda vez. Por sentirse tan terriblemente solo. Shy se secó los ojos con el dorso de la manga de su kimono, y se giró hacia sus dos compañeros, que seguían charlando de oro y batallitas. 

Esa era la compañía que merecía. Compañía mercenaria. Por supuesto. Visto lo visto, Shy nunca iba a conseguir encontrar un hogar ni a alguien que se preocupase por él. Nadie querría a un rarito como tú, recordaba, de aquellas provocaciones poco amistosas del colegio. Parecía que su camino, desde que había nacido, estaba destinado a ser el del silencio y la sangre. Silencio de su timidez insuperable. Sangre de enemigos ejecutados y amigos caídos. Shy supuso que si la oportunidad de formar vínculos afectivos le había esquivado otra vez, era porque se lo merecía. Bien. Compañía mercenaria. Requetebién. Se levantó en silencio y se dirigió a la bodega. Yoshiro estaba planteaba, a modo de propuesta, la posibilidad de crear un gremio de cazadores.

-Ya lo hablaremos -musitó Shy en tono irritado.

Descendió a los niveles inferiores. Todavía había algo que podía hacer por Hyun y por sí mismo. Había una manera de conseguir que sus ideales siguieran vivos, aunque fuera una mera consolación material. Se adentró entre los barriles de provisiones. Sabía que allí tendría que haber algo de fruta. Alguien tan estirado como un Blackmore tenía que mantener las apariencias y evitar que sus marineros fueran víctimas del escorbuto. Daba mala imagen. Empezó a destapar barriles. Lo que buscaba tenía que estar allí. No sabía ni que haría con eso cuando lo consiguiera, pero mejor en sus manos que en las de cualquier zascandil sin honor. Le debía eso a Hyun. Como si tuviera que buscar toda la noche...

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#31
Percival Höllenstern
-
Tirada para saber si la Akuma está en el barco o reencarnó lejos
#32
Moderador Yamato
Oden
¡Buenas noches a TODOS, AQUÍ ODEN! ¡He dejado Wano para entregar vuestras recompensas!

¡RECOMPENSAS POR T2 ENTREGADAS!


Illya:
  • Berries: 19.575.000B + 13.000.000B -> 32.575.000B
  • Experiencia: 2426.88 EXP + 90 EXP -> 2516.88 EXP.
  • Nikas: 47 + 15 -> 62 NIKAS.
  • Reputación: 38.7 + 30 Reputación Positiva  -> 68.7 Reputación.

Shy:
  • Berries: 11.600.000B + 13.000.000B -> 24.600.000B
  • Experiencia: 1544.35 EXP + 90 EXP -> 1634,35 EXP.
  • Nikas: 33 + 15 -> 48 NIKAS.
  • Reputación: 0 + 30 Reputación Positiva  -> 30 Reputación.

Yoshi:
  • Berries: 870.001B + 13.000.000B -> 13.870.001B
  • Experiencia: 2924.95 EXP + 90 EXP -> 3014,95 EXP.
  • Nikas: 42 + 15 -> 57 NIKAS.
  • Reputación: 84 + 30 Reputación Positiva  -> 114 Reputación.

Hyun (Derian) El cambio de pj afecta a las ganancias.:
  • Berries: 5.225.004 + 675.000B -> 5.900.004B
  • Experiencia: 1757.90 EXP + 34 EXP -> 1791,90 EXP.
  • Nikas: 3 + 6 -> 9 NIKAS.
  • Reputación: 63 + 10 Reputación Positiva  -> 73 Reputación.

Percival NARRADOR:
  • Berries: 25.084.008 + 1.750.000B(Bonus mercader) -> 26.834.008B
  • Experiencia: 3195.40 EXP + 147 EXP (Bonus mercader) -> 3342.40 EXP.
  • Nikas: 10 + 26 (Bonus mercader) -> 36NIKAS.
  • Reputación: 169.2 + 10 Reputación Positiva (Bonus mercader)  -> 179,2 Reputación.
    Y DOS COFRES GIGANTES.
#33


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