Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
[Evento] [Escolta] la Mercancía Misteriosa
Gautama D. Lovecraft
El Ascendido
De golpe y porrazo, justo al volver al barco y terminar de atar los pies de la capitana a uno de los cabos de la barandilla de este, un estruendo frontal lo sacudió haciendo que me estremeciera. No entendía mucho de navegación, y aunque esperaba que la integridad de la embarcación aún fuera lo suficientemente sólida como para continuar, esperaba no tener que volver a presenciar un impacto igual para que llegásemos de una pieza a Goa.

Por otro lado, y de manera alarmante el barco comenzó a desestabilizarse bruscamente, y Masao vino despedido desde abajo hasta la cubierta, por un momento creí que algo peor estaba ocurriendo hasta que la voz de Nagaki resonó para alertarnos de sus intenciones, me dirigí hacia una de las barandillas de proa y allí me aferré como si mi vida dependiera de ello. Noté como el barco fue despedido hacia delante, hacia el tipo de la barca y Cadmus cogiendo un potente impulso hacia aquel encuentro.

- Ahí vamos ¡CADMUUUUUS! -

Grité en el aire para alertar al compañero y que se preparase también, aquel lanzamiento tenía una meta, alcanzar al último enemigo que teníamos que enfrentar, por eso, aunque el barco no llegó a aplastarle, nos quedamos lo suficientemente cerca como para que entre todos pudiéramos aportar nuestro granito de arena y noquearle. Durante el trayecto me posicioné, también percibí que la nueva marine que llegó se reposicionó y una vez el barcó acabó quedando a pocos metros de la barca del enemigo, pegué un salto vertical con el brazo cargado.

Golpe Vacuo
ARM301
ARTISTA MARCIAL
Ofensiva Activa
Tier 3
8/8/2024
35
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Trazando un rápido y poderoso impacto hacia el frente el usuario empujara una considerable masa de aire que barrera con todo lo que se encuentre por delante en un alcance de 10 metros de distancia, cubriendo 3 metros de ancho. Si el golpe que liberara la onda de choque golpea directamente contra el cuerpo del objetivo le causara un [Empuje] minimo hasta el final del recorrido de la técnica.
Golpe Basico + [FUEx2,4] de [Daño contundente]

Una potente masa de aire que abarcaría un ancho de 3 metros se llevaría todo por delante. Mi palma impulsaría una embestida en área contra el tipo para alcanzarle al mismo tiempo que los rayos brillantes que disparó la joven rosada, infligiendo un daño devastador y llevándose consigo la barca donde se hallaba, generando una gran tromba acuática tras impactar hacia el frente.

resumen

ofensiva
#61
Masao Toduro
El niño de los lloros
Como cojones no se había dado cuenta, joder, si se había asomado por la borda y no había visto nada. No pude evitar maldecir para mis adentros, no había visto los cangrejos encaramados al casco, fuera como fuera, aquello era el menor de mis problemas, un tajo y un retumbar sacudió toda la embarcación, un destello fulgurante que provenía del combate que se estaba produciendo en la barca parecía ser el origen del problema.
 
Si el barco se iba a pique, nada de aquello iba a importar un carajo, manteniendo la cabeza fría me sumergí en el agua, lo justo para ver como dos de los hombres peces huían despavoridos. Detrás de ellos estaba la chica pez, la cual tras examinar el origen del ruido se dirigió hacia mí, y con su ayuda conseguí salir a la superficie. De reojo seguí observando a los cangrejos, los cuales parecían estar alejándose de la batalla. Fuera lo que fueran sus malévolos planes, poco o nada podía hacer por ello, un sentimiento de rabia recorrió todo su cuerpo, tal vez si hubiera estado algo más rápido, pudiera haberles dado caza antes de que llevarán a cabo sus maquiavélicos planes.
 
No fue hasta que la mujer pez le preguntó algo de nuevo que volvió a sus sentidos, tenía que avisar a la tripulación que se agarrarán a algo fuerte, tras lo cual sintió como la mujer lo lanzaba disparado hacia arriba, cayendo en forma de parábola casi perfecta. Por fortuna, su entrenamiento como marine, lo habían preparado para situaciones así, bueno, tal vez no exactamente así, espero sí para caídas, saltos y esas típicas situaciones rutinarias dentro de la vida de los hombres de blanco y azul.
 
Agarraos toos mu fuerte a lo primero que podáis, cuidah los heridos pah que no se caigan de sus camas y preparaos pa lo que este por venir gritó a los cuatro vientos mientras usaba los pocos y valiosos segundos que le proporcionará la mujer para asegurarse de que todo el mundo había oído su orden y él hacía lo propio colocándose cerca del mascarón ¡Aférrense a la vida con la misma fuerza que se aferran a sus creencias y a quienes quieren proteger! Recuerden el emblema que llevan en el pecho y los votos que hicieron dije mientras mis palabras se veían reforzardas por la acción de agarrarse a una de las cuerdas de las velas.

Una vez hubiera podido sentiría como el navío comenzaba a elevarse ligeramente por los aires, casi pareciendo que levitaba, para acto seguido soltarme, dejándome guiar por el impulso. Fue entonces cuando se obró el milagro, una epifanía como hacía meses que no lograba, tal vez fuera por entrar en contacto con el cielo, tal vez fuera por la penitencia que suponía estar lejos de su brigada, su familia y los suyos en general, o puede que simplemente fuera la frustración de sentir que no era lo suficientemente heroico, de que no hacia lo suficiente como para resarcir su condena, o tal vez, tal vez era simplemente una lucha contra su mediocridad, una lucha que de superarse, podía lograr cambiar las cosas y evitar que ocurrieran cosas como las que les había ocurrido a los marines en cubierta.

Por eso voló, voló como una estrella fugaz, una como aquella que siguieron los Reyes Magos, aquellos grandes sabios de la antigüedad que acudieron con regalos cuando se produjo el nacimiento de nuestro señor. El instante en el que estuvo despegado del suelo el tiempo se detuvo, como si estuviera a punto de meter el último tanto en la pachanga de la copia de su barrio. Lo que para otros debían ser apenas unos frenéticos segundos, para él se convirtió en una eternidad, por unos pocos segundos se convirtió en una guía, un símbolo de arrojo y devoción por la causa, poco le importaba su pasado criminal, lo que hubiera hecho en tiempos de necesidad.

Él era un hombre nuevo, un hombre mejor, uno que peleaba contra el mundo y consigo mismo para intentar ser el hombre que el mundo necesitaba. Y por ello se abalanzó sobre el hombre del espadón gigante, el extraño caballero negro con el cual el chico rebelde lleva lidiando ya un tiempo.

En nombre de la paz y la justicia divina, guiaré a los perdidos y enfrentaré a los injustos— recitó para sí mismo.

Es por ello, y posterior a la ráfaga del viejo, continúe el ataque del viejo con una patada con mucha mala leche. Para acto seguido seguirla de un segundo golpe, una segunda patada aún más fuerte que el anterior, imbuida con toda su pasión, fervor y mala leche.

ME CAGOH EN TOS TUS MUERTOS le gritaría tras tratarle de propinar el segundo golpe.

Una vez hubiera acabado daría una palmada, preparándose para la reacción del caballero al que enfrentaban, tratando de caer en alguna superficie de la barca donde se estaba dando el combate.

Aviso a navegantes
#62
Galhard
Gal
Al ver el repentino impulso del barco, Galhard corrió con rapidez hacia los cuerpos de los dos marines caídos. No iba a permitir que se perdieran en el agua; ellos habían dado su vida y merecían algo mejor que caer al mar como si fueran restos de un conflicto cualquiera. Con el corazón encogido y la mandíbula apretada, se agachó junto a los cuerpos, sosteniéndolos firmemente con cada brazo, y se aseguró de anclarse bien al mástil cercano, sin apartar la vista del caos que se desplegaba en el horizonte. El vaivén del barco se hacía más intenso, pero Galhard no soltaba ni un segundo sus manos de los uniformes de sus compañeros caídos.

Cada sacudida del navío le hacía sentir la tensión de la batalla que aún resonaba alrededor, y, aunque una parte de él quería unirse al ataque contra aquel espadachín enemigo, sabía que su prioridad en ese instante era honrar a estos dos soldados. Al tiempo que el rugido de la batalla crecía y el sonido de las ondas de impacto estallaba en la distancia, Galhard mantuvo su agarre, sintiendo en su propio cuerpo el peso de la promesa que había hecho. En su mente, aquellos dos no eran simplemente marines caídos; eran compañeros que, de alguna manera, habían depositado su confianza en él, un compromiso sagrado para que regresaran a casa con honor.

Mientras las explosiones retumbaban y las ráfagas de luz y fuerza seguían a su alrededor, los recuerdos de las últimas horas junto a estos marines volvieron a él. Sus risas durante los preparativos, su valor al proteger el barco, su resistencia y dedicación. Se obligó a apartar un momento la mirada hacia la lucha en curso, observando con un respeto solemne cómo Masao y Lovecraft lanzaban sus ataques con furia y resolución, mientras los refuerzos de la mink y la determinación de Cadmus parecían dar el golpe final al adversario. Aunque él no podía unirse físicamente a esa última embestida, su espíritu estaba allí, acompañando a sus compañeros con cada fibra de su ser.

Respirando hondo, dejó escapar unas palabras bajas, un juramento para sí mismo, cargadas de la intensidad de la situación y del respeto que sentía hacia sus compañeros caídos. Con determinación y calma, dijo:

—Descansen en paz, marines. Su sacrificio no será en vano, y se los juro, serán honrados como merecen.—

A medida que el combate se intensificaba y el enemigo de la espada gigante se debilitaba frente a los ataques conjuntos, Galhard, con cada fibra de su ser, mantuvo la guardia y sus manos firmemente aferradas a sus compañeros caídos, decidido a ver este combate hasta el final, protegiendo lo que él consideraba más importante en ese instante: el honor y la memoria de aquellos que dieron su vida.
#63
Anko
Médica Despiadada
El barco que Altagracia estaba abordando finalmente cedió ante el poder desplegado de los integrantes de la Marina, los ojos de Anko recorrieron el mar azul, lleno de cangrejos, pedazos de madera flotando y los cuerpos de los tripulantes de Altagracia, siendo acosados por los ya mencionados cangrejos. Lovecraft inmediatamente empezó a atar a la capitana sin brazo, pero de pronto, el barco fue sacudido por un feroz movimiento proveniente del hombre que enfrentaba Cadmus, este movimiento desestabilizó levemente el equilibrio de la peli marrón, quien se apresuró a reincorporarse en el momento que Masao cayó desde el agua y apoyó las palabras de Nagaki sobre su plan.

Anko inmediatamente envainó en su cintura las Katanas de sus manos y soltó la que tenía entre los dientes para envainarla, rodó mientras corría detrás de Lovecraft para sostenerse de la misma barandilla, con ello, el barco salió disparado hacía la barca del tipo con la espada enorme, los brazos de Anko se aferraron a la madera con la intención de no soltarse, no iba a morir ahí, debía volver con vida y reunirse con su hermana algún día otra vez. Tras la caída, la Suboficial Sparrow hizo uso de sus poderes de luz para atacar por un lado al tipo, seguido de Lovecraft con un ataque de aire por su otro costado, y luego cayó el hombre de Dios, intentando colaborar usando su poderosa pierna para castigarlo en nombre de la justicia divina.

Anko no se quedaría atrás, su habilidad con la Katana la hizo desenvainar de forma veloz su mejor filo e inmediatamente después del conjunto de ataques de Lovecraft, Cynthia y Masao, ella daría un salto hacia el hombre de la tartana, torciendo por encima de su cabeza la Katana que sostenía con sus manos, empleando todas sus fuerzas en ella para caer sobre el con un corte cargado de la justicia en la que ella creía. Cuando todo saliera bien, la joven se apresuraría para apartarse y dejar vía libre a Cadmus en caso de que quisiera unirse al combinado de Lotus Marine.

Off
#64
Lionhart D. Cadmus
Tigre Blanco de la Marina
Cadmus había cometido un error grave, un fallo que podría costarle caro. Quizás fue su exceso de confianza, la presión de enfrentar a un enemigo intimidante, o simplemente una técnica mal calculada, pero su último intento con el viento no saldría como esperaba. Tal vez aún no dominaba del todo sus habilidades o su transformación, y ahora pagaría las consecuencias; no ante el oponente, sino ante lo más importante: la misión. El enemigo, con una sonrisa cruel, lanzó un ataque que Cadmus esquivaría, dirigiéndolo directamente hacia el barco de la Marina. El impacto causaría una serie de explosiones que estallaría en la barca, causando daños significativos; Cadmus había fallado en proteger la embarcación. Nagaki, quizás, podría reparar el barco, y en ella confiaba, pero ahora debía centrarse en su enemigo.

Entonces, su rival cometería un error, al avanzar decidido a enfrentarse directamente con Cadmus, y Cadmus sabría de inmediato qué hacer. No esquivaría esta vez, y en cambio, chocaría el ataque de su arma usando sus poderes de viento.

¡Cyclone Wind!
´
Cyclone Wind
U10401
ÚNICA
Ofensiva
Tier 4
15/9/2024
40
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Al estar frente a su oponente, Cadmus gira el índice de su garra. Este gesto aparentemente sencillo desencadena una poderosa ráfaga de aire que envuelve al rival en una fuerza centrífuga abrumadora. El viento, cargado de energía, gira violentamente alrededor del enemigo, aplicando una presión que lo desestabiliza. Si la técnica es efectiva, el adversario queda afectado por el estado de [Mareo] 1 turno.
Daño elemental [CAx3,6] + [Mareo]


Cadmus giraría el índice de su garra, y una poderosa ráfaga se desataría, envolviendo al rival en una furiosa fuerza centrífuga. El viento, cargado de energía, giraría a su alrededor, desestabilizándolo y aplicando una presión implacable. Esto le daría a Cadmus la distracción necesaria para proteger el barco.

Y sin perder tiempo, Cadmus iría de nuevo en la ofensiva. Teniéndolo cerca, trazaría en un rápido movimiento una X en el aire con su garra. El viento generado por el gesto se concentraría en una poderosa ráfaga que lo golpearía directamente en el nuevo, amplificándose el impacto del ataque con una fuerza arrolladora. ¡Crosswind Claw!

Crosswind Claw
U10301
ÚNICA
Ofensiva
Tier 3
15/9/2024
21
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Al estar frente a su oponente, Cadmus traza en un rápido movimiento con su garra, una X en el aire. El viento generado por el gesto se concentra en una poderosa ráfaga que golpea directamente el cuerpo del rival, amplificando el impacto del ataque con una fuerza arrolladora.
Daño elemental [CAx3,4]


La batalla continuaría, y tal vez Cadmus podría vencer a su oponente, pero no a costa de descuidar el barco. Afortunadamente, siempre podría contar con sus compañeros. A lo lejos, vería el barco volador de la Marina acercándose, con todos sus aliados a bordo, no sabría cómo explicarlo, pero tan solo lo aceptaría como una realidad más. Lo que si sospecharía sería de que, en esa situación, seguro habrían logrado neutralizar las demás amenazas y ahora vendrían en su ayuda para acabar esta lucha. El grito de Lovecraft sería suficiente para advertirle lo que se venía.

Este será tu fin. Esa sonrisa se borrará de tu rostro.

Con una última mirada, Cadmus ascendería en el aire, dejando que sus compañeros terminaran el combate.

Resumen

Off

Vida: 780 / 780

Energia: 310 / 595

Haki: 75 / 75
#65
MC duck
Pato
El choque de poderes fue brutal, pero el poder de Lionhart se sobrepuso, mientras que la espada cedió terreno cayendo inútil en el aire, donde casi un barco se le echaba encima, aunque no fue eso lo que le cayo, rápidamente empezaron a llover golpes, Lovecraft, Cinthya y Masao, y por ultimo y no menos importante Anko termino de sentenciar los movimientos, no quedo claro si seguía vivo cuando cayo al agua, aunque la espada ya la habia soltado,  y ambos se hundieron en las oscuras aguas, para no volver a salir, al menos por su cuenta.

El mar seria su tumba.

A alguno podía surgirle una extraña aprensión, no existía forma de saber quien lo habia matado, pero... cualquiera que hubiera atacado en esa instancia era igual que si lo hubiera apuñalado el mismo en el corazón. ¿fue necesario? seguramente si, pero igualmente algunas conciencias empezaron a cargar un peso significativo. ¿Es este realmente el camino de la justicia? también habían quienes empezarían a preguntarse ¿Y ahora como sabremos de donde vino este tipo? sus secretos permanecerían siendo secretos, aunque tampoco es que hubiera certeza alguna de que hubiera hablado, no parecía alguien colaborador la verdad.

La muerte del cabecilla produjo un efecto de pánico en los pocos cangrejos que aun permanecían aferrados al barco, todos saltaron al agua y buscaron huir como pollos sin cabeza, sin sus lideres, ya no eran nada, o a lo mejor era la sombra de ese enorme barco el que los intimido.

-¡La ayuda ya ha llegado!

Un enorme buque de la marina se dirigía a ellos, los que habían estado llamando seguramente, y a alguno no se le paso desapercivido, que habia una mordedura en la parte frontal del barco de alguna criatura grande.
Pronto los marines heridos serian atendidos, y ofrecerían celdas para los prisioneros si así lo preferían, además, el capitán del buque insistió en acompañarlos el resto del camino, no tardarían mas de 3 horas en completar el viaje, viendo que una comitiva, un tanto pomposa les esperaba en puerto, tenían algo de tiempo para prepararse  para su recibimiento en la isla de Dawn.

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#66
Nagaki
Medusa
La estrategia, por muy disparatada que fuera, había funcionado y nuestra carabela se encontraba a escasos metros de la barca enemiga. Nadando hacia mis compañeros para intentar ayudarles en combate con lo que parecía un enemigo formidable vi reflejos de las sombras que producían los movimientos bajo el agua y a falta de varios metros para llegar a la barca me di cuenta que alguien había caído en el agua tras los ataques. Una sombra envuelta en una capa oscura que acabó siendo el enemigo.

Me acerqué, mientras esquivaba a cangrejos escapando como locos de la zona, con cuidado puesto que no sabía si estaba vivo o inconsciente, pero estaba segura de que se estaba hundiendo sin oponer resistencia. ¿Habría caído inconsciente por las heridas? ¿o sería un usuario de Akuma no mi que al caer al agua había perdido todas sus facultades y se estaría ahogando? Burbujas no veía salir de su boca, pero a lo mejor al caer al agua perdería todo el aire, y mi instinto de [Heroe] me llamaba a intentar ayudarle. 

Para cuando me acerqué le di toquecitos en la cabeza y en el brazo buscando conciencia, no vaya a atacarme por sorpresa sin darme cuenta, y para cuando ví que no reaccionaba acerqué una mano a su cuello y la otra a su muñeca en busca de pulso. Nada. Este enemigo, quien fuera que sea, había muerto debido a las heridas producidas por el combate pero eso no quitaba que fuera una persona y que mereciera su entierro digno. Agarré el cuerpo y subí a la superficie cerca de la barca para dejarlo sobre ella, a un lado donde no molestara.

- Me temo que ha muerto -dije con voz tranquila pero con un tono de tristeza en mis palabras mientras me acercaba a la barca- He pensado que a nuestros superiores les ayudará más tener el cadáver que una descripción de la persona, y no se si tendrá algo de valor o información en él que se pueda rescatar de su cuerpo. 

Miré a la barca y a nuestro barco como calculando si volver a repetir el lanzamiento de antes esta vez con la barca más pequeña pero no sabía si iba a aguantar el golpe contra nuestro barco y dañarlo más de lo que estaba. Suspiré y les comenté a mis compañeros: -Agarraos, voy a empujar la barca hasta el lateral de nuestro barco, así nos pueden lanzar cuerdas y levantar la barca con nosotros en ella- y una vez se pusieron cómodos, como si fuera el motor de una lancha, empecé a empujar la barca.

Para cuando ya estaba encima del barco busqué a Galhard, nuestro jefe al mando, para informarle de la situación y comentarle que enseguida repararía los desperfectos del barco para dejarlo como nuevo. Faltaban horas para llegar a nuestro destino, por lo que tenía tiempo de sobra para trabajar en el exterior dañado del barco y arreglar el timón. Y si tuviera pintura de sobra, casi ni se notaría que el barco fue atacado, pero bueno, eso son como las cicatrices de los guerreros. Le daría personalidad al barco y tendríamos pruebas suficientes como para demostrar que hemos sido atacados. A parte de los testimonios de la gente rescatada y retenida claro.
#67
Masao Toduro
El niño de los lloros
Para cuando quiso reaccionar era demasiado tarde, el cuerpo del misterioso caballero cayó al agua, pasaron unos valiosos segundos antes de darse cuenta del error que había cometido, se había vuelto a extralimitarse en los golpes cometidos, no solo él, sino todo grupo de marines que cayó en bandada sobre el que parecía ser el líder de aquella operación de asalto.

Cuando volvió a sus sentidos se tiro al agua, tal como había hecho su compañera pez instantes antes, intentó seguir el ritmo a la mujer pez debajo del agua, pero le resultó imposible, solo le quedó ayudar como buenamente pudo a esta a depositar el cuerpo sin vida del criminal en la barca donde hacía tan solo unos instantes había caído ¿Tan rápido podía morir un hombre de aspecto tan rudo? Ciertamente, ellos no eran nadie y cuando el de arriba reclamaba tu presencia para ser juzgado poco podíamos hacer unos pobres pecadores como nosotros.

—La he cagado, chiqui— le replicaría a la medusa mientras la ayudaba con el cuerpo, aunque claramente la mujer no necesitaba ayuda alguna.

Lloroso por la impotencia, y con el sentimiento de no haber podido salvar a todo el mundo ese día, ayudé en las labores de recogida del cuerpo y en preparar un pequeño velatorio en el nuevo barco que había venido a ayudarnos en el último momento. Una vez hubiera terminado aquellos preparativos, si es que nadie más reclamaba los cuerpos, volvería a atender las necesidades de los vivos, al parecer en uno de los barcos había rehenes y sus buches no se iban a llenar solos. Por lo que sin tan siquiera tener un mínimo de tiempo para cambiarse las ropas tras la refriega, se puso manos a la obra en los fogones, coordinando en la medida en que le fuera posible los diferentes turnos de comida.

Prepare sopa, con los restos que habían sobrado de una de las comidas anteriores, algo que sin duda reconfortaría a aquellos que se habían visto de una forma u otros afectados por aquel incidente, habían escoltado la carga aparentemente, pero a que precio ¡Acaso valía más aquella mercancía maldita que una vida? ¿Cuántas vidas habían perecido por ese tesoro maldito? Aquella aventura había tenido un sabor agridulce, habían ganado, sí, pero a un precio muy elevado. Una vez hubiera atendido sus obligaciones en la cocina, trataría ir a su camarote, o a la zona que le hubieran asignado para dormir tras la recogida de los civiles, no tenía el espíritu para mucha jarana, por lo que se tumbaría en su cama catre o lo que fuera, y se pondría a rezar para expiar sus culpas, tenía mucho en lo que pensar y asimilar.

Y llorar, tendría que llorar mucho...

Eso es todo amiwis
#68
Anko
Médica Despiadada
El agua del mar se vio aturdida cuando el peso del enemigo cayó sobre ella, aquel hombre de la espada enorme no había sido rival para el ataque combinado de Lotus Marine, su consciente rápidamente abandonó su cuerpo y esto hizo que cayera de la pequeña barca dañada. Anko jadeó levemente mientras miraba hacia el mar, con aquel hombre envuelto en una capa negra hundiéndose cada vez más y más, que de no ser por Nagaki, el tipo habría caído hasta el fondo, esperando su momento para ser devorado por la fauna Marina y cumplir con la cadena alimenticia.

Pronto, el cuerpo fue sacado del agua por la medusa a la par que daba aviso al grupo de su fallecimiento con un ligero tono triste en su voz, la peli marrón era lo contrario a ello, no sentía culpa ni remordimiento por haber sido parte del ataque que lo mató, aquel hombre corpulento no atacó intencionalmente al barco custodiado por ellos, pero tampoco se tentó el corazón a la hora de atacar, sin importarle si dañaba el barco (como lo había hecho) o mataba a alguien con sus ofensivas, por esa razón, Anko sentía que había cumplido con su deber, aún cuando varias vidas se perdieron en ese combate. Con el peligro erradicado, la muchacha hizo un corte corte al aire para limpiar el exceso de sangre de su hoja y poder envainarla con seguridad.

— Supongo… así debió ser, Nagaki… Oh lo matábamos, o nos mataba… Cosas que suceden… — Dijo la peli marrón mientras la medusa empujaba el pequeño barco de madera con ayuda de sus habilidades Gyojin hasta su propio barco. Una vez ahí, los Marines que sobrevivieron al ataque de los Gyojin cangrejo se acercaron al borde de la cubierta y lanzaron varias sogas que llegaban hasta el mar. Anko actuó y tomó una de ellas para escalar el grueso del barco mercante, apoyándose en la madera con sus botas para apoyar su escalado. Ya en la cubierta, sus ojos pudieron ver como el barco de la Marina se acercaba a ellos, tarde, bastante tarde, pero al menos llegaron.

— Atenderé a los heridos, necesitan un buen reposo luego de todo este desorden… — Con ese último aviso a sus compañeros en el barco, se dedicaría el resto del viaje a apoyar en las atenciones médicas de aquellos que resultaran heridos, incluidos los enemigos capturados, como médica, debía hacerlo, pies así lo indicaba el código ético de la profesión, aunque de forma irónica, ella haya ayudado a generar esas heridas.
#69
Galhard
Gal
Galhard respiró hondo mientras depositaba con cuidado los cuerpos de los marines caídos. El peso de la pérdida lo hacía sentir como si también él hubiese caído en aquella batalla. La emoción le apretaba el pecho, y una profunda tristeza se reflejaba en su mirada. Se mantuvo de pie junto a los cuerpos por unos momentos, con la cabeza inclinada en silencio. Sin embargo, en medio de esa quietud, una verdad conocida pero nunca tan cercana comenzó a cobrar fuerza en su mente: la muerte no era una visitante inesperada para los marines. Era una compañera de viaje, silenciosa pero constante, que se hacía presente cuando menos lo esperaban.

Aquel pensamiento no era nuevo. Lo había escuchado de labios de oficiales veteranos e incluso de marineros de menor rango. Pero ahora, después de ver cómo esos hombres habían sido arrancados de su lado, aquella idea cobraba un sentido más profundo y real. Comprendió que no era sólo en las batallas donde la muerte les acechaba; estaba ahí, siempre, en cada misión y en cada travesía. Podían caminar de la mano de sus compañeros, compartir risas y camaradería, pero la muerte siempre estaba cerca, lista para tomar a uno de ellos en cualquier momento.

“Esta es la vida que elegimos” se dijo a sí mismo en silencio, sus manos aún en la madera desgastada del suelo, junto a los cuerpos inmóviles. "Y aunque duela, aunque nos deje marcas… esta es nuestra misión."

Sintió una calma inesperada florecer dentro de él. Era un extraño consuelo el aceptar que, en última instancia, no podía cambiar el destino de sus camaradas ni desviar el curso de sus propias acciones. La vida de un marine implicaba, inevitablemente, entregarse a la justicia y a la defensa de otros, aunque a veces la recompensa fuera solo el silencio y las pérdidas.

Miró a sus compañeros que aún estaban en pie, la medusa Nagaki, Anko, Masao y el sabio Lovecraft, cada uno en su papel, cada uno con sus propios pensamientos y sentimientos tras la batalla. Entendió que todos ellos compartían, de alguna forma, ese lazo con la muerte, y que mientras estuvieran juntos, protegerían las vidas de otros, aún sabiendo que, tarde o temprano, podría ser el turno de cualquiera de ellos.

El buque de la Marina estaba ya cerca, y Galhard se levantó lentamente, sintiendo que había hecho las paces consigo mismo y con aquella sombra que seguiría a cada marine en su trayecto. La muerte no era una señal de fracaso; era la prueba de que habían cumplido con su deber, y en ese deber se encontraba también la fuerza para seguir adelante. Se preparó para recibir a la ayuda que finalmente llegaba, decidido a llevar con él la memoria de aquellos que habían caído, como un recordatorio de lo que significaba ser un verdadero marine.
#70


Salto de foro:


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