Hay rumores sobre…
... una bestia enorme y terrible atemoriza a cualquier infeliz que se acerque a la Isla Momobami.
[Común] Encuentro salvaje [Yoshiro VS Mayura] [Entrenamiento Pasado]
Yoshi
Yoshi
5 Verano 723
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Por fin se había ido la Primavera, adiós a ese exceso de polen en el aire que activaba su alergia y le impedía trabajar. Su deuda parecía haberse aumentado por culpa de aquella pésima temporada pero al menos había logrado vender algunos cuchillos por lo que estaba comenzando el verano con buen pie.

La cosa era que le hacía falta carne en su congelador, su enfermedad en primavera le obligó a comerse sus reservas y si quería continuar teniendo un gran físico debía encontrar una buena fuente de calorías con la cual trabajar, tomó la vieja hacha de su padre y se fué de casa a buscar un buen ciervo.

Yoshiro era un joven que quería ser un gran hombre y un gran hombre debía hacer muchas tareas solo, desde ir de caza al bosque, pescar en el mar, cortar madera, ser fuerte en todo el sentido de la palabra y por eso había entrenado su cuerpo por años. El joven Hafugyo había logrado buenos resultados aunque aún no llegaba a tener el físico que alguna vez tuvo su padre, pero orgulloso por los resultados que ya poseía llevaba consigo una chaqueta abierta y sin mangas para dejar expuesto su musculatura, su bufanda roja con rayas negras de siempre ocultaba sus branquias y para mantener su apariencia de leñador llevaba pantalón de jean y unas botas largas de color negro (aunque sabia que unas marrones se verían mejor).

El joven poseía un excelente olfato por lo cuál apenas llegó al territorio de los ciervos empezó a olfatear los senderos en búsqueda de un rastro fresco, con algo de suerte podría hallar heces frescas o algo de sangre de un animal herido. Debía tener cuidado con las trampas, algunos locales más astutos prefieren usar métodos más sencillos de caza que la forma tradicional de Yoshiro.

Bingo-un poco de sangre, y resto de placenta. Alguna hembra dió a luz y no deberían estar tan lejos con un recién nacido, es cruel, pero tal vez este dato le daba a Yoshiro mas ventaja de lo que hubiera esperado.
#1
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
El elegante Pavo Real del Océano había elegido Demontooth como una de sus primeras paradas en el mar del Este, atraído por la fama de su arte de espadas. Los rumores hablaban de criaturas únicas habitando los riscos y bosques densos, bestias cuyas carnes, cueros o incluso sangre tenían un valor alto entre coleccionistas y comerciantes de rarezas. Pero para Mayura, el Pavo Real del Océano, la razón para adentrarse en aquel bosque salvaje era mucho más caprichosa: su propia curiosidad y el deseo de probar lo aprendido durante su última estadía antes de partir.
 
Con una chaqueta de tono turquesa y pantalones holgados de color marrón claro, Mayura se movía con una elegancia que rozaba lo teatral, sus pasos ligeros entre los árboles. Su mirada se deslizaba de un lado a otro, estudiando cada sombra y cada susurro en las hojas. Sabía de la presencia de ciervos en la zona, esquivos y difíciles de rastrear. Aunque no era exactamente un cazador, la idea de probar sus habilidades en un duelo no oficial con las bestias del bosque le parecía irresistible.
 
Hoy será un día memorable. — Murmuró para sí mismo, ajustando sus tres katanas en la cadera. Si bien las palabras siempre habían sido su arma favorita, entendía que en un lugar como este incluso los colores vibrantes de su vestimenta podían atraer algo más que simples miradas curiosas, podría atraer la presencia de seres que le hicieran retarse a sí mismo y confirmar si ya podía considerarse un maestro del combate de tres espadas.
 
De pronto, un ruido sutil rompió con el murmullo constante de la naturaleza, desviando su atención. Entre las sombras de los árboles, percibió la silueta de otra persona. Con un destello de curiosidad y una sonrisa juguetona, avanzó un poco más hacia el origen del sonido. — Bueno, bueno… parece que no soy el único tras la presa del día. — susurró para sí mismo, observando al joven armado con un hacha, absorto en su propio rastro.
 
Podría haberse retirado sin ser visto, pero la promesa de una competencia y el impulso de dejar su marca ante aquel desconocido le hicieron avanzar. — ¿Buscas algo interesante por aquí, querido? Me temo que este bosque y yo, "Mayura Pavone", ya hemos hecho un pacto de exclusividad por el resto del día. — el histrionico y elegante pirata dejó caer sus palabras con una mezcla de burla y cortesía, sus ojos brillando y sus gesticulaciones con la promesa de un desafío. No estaba dispuesto a ceder la presa ante cualquier aldeano, no mientras necesitaba probarse a si mismo que estaba listo para partir de esta isla.
#2
Yoshi
Yoshi
Yoshiro se encontraba cazando lo que sería posiblemente su comida para los siguientes días de la semana, aunque con algo de suerte lograría encontrar un ejemplar suficientemente grande para tener para dos semanas si sumaba al bebé a la cuenta.

El hábil cazador estaba olfateando el rastro de lo que parecía ser el nacimiento de una cria de ciervo, sería sencillo cazarlo ahora que tenia su aroma pero antes de empezar a moverse, de los arbustos apareció un hombre de finos rasgos y ropa elegante. Yoshiro miró con una ceja levantada a aquel desconocido que le hablaba de forma elegante y burlona con una pisca de superioridad... Un tipo millonario seguramente, el dolor de muela de cualquier trabajador humilde.

No sé a quien le pagaste para reservar el bosque pero te ha timado. La gente puede usarlo libremente. De hecho, hoy estoy interesado en cazar un ciervo-confesó mientras se ponía de pie para estar frente a frente con aquel fanfarrón.

Me llamo Yoshiro, vivo en esta Isla-aquel sujeto ya se había presentado y aunque había sido con la intención de crear "imponencia"  al muchacho, su ignorancia sobre la genre rica de otros lados lo llevaba a desconocer de quien se trataba. Por eso se presentó normal, estirando su mano diestra para intentar hacer un apretón de manos tipica de un verdadero hombre.

Y como te decía. Estoy ocupado, así que si no es mucha molestia, iré a hacer mi trabajo-confesó sujetando su hacha y adentrándose mas en la jungla en búsqueda de su presa.
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Pasivas, virtudes y defectos

Personaje

stats nivel 6 con mejoras
#3
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Mayura alzó una ceja, divertido por la sencillez con la que Yoshiro le contestaba. No pudo evitar sentir una leve irritación ante la falta de reconocimiento, aunque la disfrazó tras una sonrisa amplia y ligeramente carismática.
 
Oh, vaya, parece que la etiqueta no es la especialidad de los habitantes de esta isla. —murmuró para sí, aunque lo suficientemente alto para que el otro pudiera escucharle. Aun así, aceptó la mano que Yoshiro le tendía, aunque en lugar de un apretón fuerte y tradicional, la sostuvo con la delicadeza que podría usarse para inspeccionar un objeto valioso. — Un placer, Yoshiro, pero debo corregirte: no soy un millonario cualquiera. Soy el Pavo Real del Océano, aunque veo que tales rumores aún no han alcanzado estas costas. — añadió con aquel tono melódico y dramático que solía caracterizarle mientas retiraba su mano lentamente.  
 
Procedió a lanzar una mirada calculadora al hacha del cazador como si evaluara sus habilidades. — Es una pena que necesites “cazar”. — Añadió adoptando un tono de falsa lástima y romper el silencio de su pausa dramática con un suspiro al ver como el chico se adentraba en la jungla. — En alta mar, un hombre debe ser capaz de conseguir su comida a diario… aunque supongo que cada cual se adapta a sus limitaciones. — continuó siguiéndole el paso al chico, notando la placenta del suelo y empezar a maquinar sus próximos movimientos.
 
No obstante, dado que ambos estamos tras una presa, ¿qué te parece si dejamos que este encuentro lo decida? El ciervo para quien lo encuentre primero… o para quien pueda demostrar que es el cazador más hábil. — aceleró su paso hacia el interior del bosque buscando rebasar a Yoshiro, para interceptarle en el camino y voltear a verlo con una sonrisa pícara que destilaba tanto burla como seguridad. — A menos, claro, que prefieras dar media vuelta. Estoy seguro de que el “trabajo” puede esperar un poco. — finalizó a modo de invitación de aceptar el desafío que definiría quien se quedaría la presa.

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#4
Yoshi
Yoshi
Nah, el problema de los modales es puro mía-condesó el muchacho mientras se encogía de hombros, si, era mentira, seguro muchos tambien tenian problemas de modales al igual que él pero los mas ancianos o centrados en la vida del arte de la espada y vida marcial mantenían muy pulidas sus habilidades sociales.... Casi siempre.

Yoshiro le ofreció la mano al hombre para saludarse, aunque no fue lo que él esperaba, la manera en como tomó su mano y la miró fue... Raro ¿Así lo hacían los ricos? Tal vez le era curioso la diferencia entre ambas manos, mientras las de Yoshiro eran ásperas, toscas y se enmarcaban las venas, la de aquel hombre eran finas como mujer pero ligeramente ásperas seguro por su arduo entrenamiento con la espera.

El hombre pareció ofenderse por ser llamado millonario, como cualquier millonario, prefiere que lo llamen por su apellido o etiqueta más venerada, en su caso era "Pavo Real del Océano" ¿Que significa? Ni idea-Pensé que los pavos reales vivían en el bosque. No en el mar ¿O es alguna especie marina? Cómo el cerdo o erizo de mar que son bastante diferentes a "su versión terrestre"-preguntó mirando al hombre, posiblemente el pavo real de oceano era una especie rara y fea del fondo marítimo valorada por millonarios y por eso le enorgullecia su título.

Yoshiro dejó eso a un lado y decidió continuar con lo suyo, el hombre atrás de él no se quería ir y mencionó que era una pena que Yoshiro tenga que cazar ¿Por qué? El muchacho lo miró con una ceja levantada y escuchó sobre como un hombre de mar debía obtener su comida diaria por su cuenta y lidiando con sus propias limitaciones ¿A dónde quería llegar? Yoshiro era bastante malo para captar indirectas...

El hombre mencionó que también iba detrás del ciervo ¿Era eso lo que se refería? ¿También andaba cazando comida? Que raro, si era millonario debería poder pagar un filete sin tanto problema. Yoshiro miró como el hombre se adelantó mientras hablaba, parecía entusiasmado por competir y trataba de invitar al muchacho a seguir su juego.

Ja, bueno. Está bien ¡Una competencia suena divertido! Veamos quién es capaz de conseguirlo primero-Yoshiro obviamente no iba a dejar ir la oportunidad de competir contra alguien en un juego de hombres ¡Una cacería veloz! Yoshiro desconocía las habilidades de aquel hombre pero confiaba en las suyas así que haría todo lo posible por ganar.
#5
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Mayura observó al joven cazador con una mezcla de curiosidad y diversión, notando la manera en que Yoshiro intentaba procesar sus palabras, como si buscara algún sentido oculto en ellas. La sinceridad casi infantil en su expresión y la manera despreocupada en que cuestionaba el título de "Pavo Real del Océano" le arrancaron una leve sonrisa al pirata, quien soltó un suspiro teatral mientras se llevaba una mano al pecho. — Ah querido, los pavos reales, al igual que los hombres excepcionales, no se conforman con lo que dicta la naturaleza. — dijo Mayura con su tono característicamente melodioso y un brillo travieso en los ojos. — Algunos de nosotros, pavos reales o no, encontramos el océano como nuestro verdadero hogar… donde podemos desplegar nuestras plumas y sobresalir en el vasto escenario del mar. — Concluyó, dejándolo a la interpretación del joven cazador. La explicación podía no hacer sentido para Yoshiro, pero eso le encantaba; para Mayura, no había nada más divertido que dejar a la gente con más preguntas que respuestas.
 
Cuando Yoshiro aceptó la competencia, Mayura esbozó una sonrisa de satisfacción y su expresión adquirió un toque de intensidad. — Excelente, querido. ¡Que gane el mejor! — Y, sin más preámbulo, Mayura se giró y comenzó a avanzar con rapidez por el bosque, sus movimientos cuidadosos y elegantes, como si danzara entre las sombras y los claros que filtraban las ramas de los árboles, tratando de no alertar a su presa. Mientras avanzaba, sus ojos agudos detectaron un rastro de huellas frescas en el suelo que le confirmó que el ciervo estaba cerca. Deteniéndose un momento, se volvió ligeramente hacia Yoshiro, sin perder de vista el rastro.
 
Entonces, el sonido de las ramas moviéndose le advirtió que la presa estaba más cerca de lo que había pensado. Con una sonrisa confiada, Mayura dio unos pasos más hasta que finalmente sus ojos divisaron la silueta del ciervo, oculto entre el follaje. Aún con el corazón latiendo por la emoción, se preparó para dar el primer paso. — Parece que la naturaleza me favorece hoy, querido Yoshiro. — dijo Mayura para sí mismo en voz baja, sus palabras llenas de un tono de burla, mientras miraba de reojo hacia los lados tratando de ubicar a su contrincante con la mirada y hacerle algún tipo de señalización de que había encontrado el ciervo.
#6
Yoshi
Yoshi
Aquel sujeto que se comparaba con un pavo real afirmaba que era alguien excepcional, tanto que no seguía las leyes de la naturaleza y era capaz de elegir su propio mundo aunque no fuera el adecuado como el océano donde podían desplegar sus plumas y "brillar"

En mi opinion, cualquier pavo real o persona tan torpe como para volar por el océano y reclamarlo su hogar solo se convertirá en presa de algún tiburón que sí es un habitantes legítimo del mar-el muchacho sonrió ampliamente mostrando sus afilados dientes de tiburón, la indirecta era clara, Yoshiro era mucho mejor viviendo en el mar que él.

Bueno, ante la idea de competir de aquel hombre, Yoshiro decidió aceptar y tomaron un camino desviado para intentar ver quién conseguía el ciervo primero. Yoshiro se guió de su olfato, era bueno y le estaba funcionando, lo único malo es que los ciervos son criaturas asustadizas por lo cual debía ir lento y cauteloso para lograr tomarlo desprevenido.

El muchacho apartó unos arbustos y miró el ciervo bebé con su madre, comían unos frutos caídos en el suelo por lo que era la oportunidad perfecta. El muchacho flexionó sus rodillas y realizó un salto cuál felino para atrapar a la madre y derribarla, sosteniendo su cabeza con una mano, sus patas delanteras con la otra y el resto de su cuerpo con su propio cuerpo.

¡Jajaja la Victoria es mía!-o eso pensaba el muchacho, aunque es cierto que el fue el primero en atacar, la verdad es que su rival habia sido el primero en encontrar el ciervo y por lo tanto fue capaz de ver como Yoshiro se le adelantaba en atraparlo ¿Quien tendría más mérito? ¿El que lo halló antes o el que lo atrapó enseguida?
#7
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Mayura observó la escena con una mezcla de sorpresa e incredulidad, viendo cómo Yoshiro, con esa sonrisa llena de dientes afilados, se lanzaba hacia el ciervo con una energía desbordante. Había sido él quien encontró al animal primero, eso era indiscutible. Sin embargo, el joven cazador parecía haberse adelantado con el ataque, robándole el protagonismo en el último momento.
 
Mayura avanzó unos pasos, apoyando una mano en la cadera y mirando a Yoshiro con una expresión de desdén fingido. — Querido, parece que alguien aquí tiene problemas con la paciencia. — Comentó con su tono lleno de ironía. — Yo fui quien lo encontró primero, lo cual significa que… técnicamente… el ciervo es mío. Tú solo… bueno, diste un salto innecesario. — Con un gesto de la mano, hizo como si intentara ahuyentar una mosca molesta, disfrutando del juego verbal como siempre.
 
Mayura se acercó un poco más, inclinándose ligeramente hacia él. — Pero claro, supongo que alguien con tanto… entusiasmo, no está acostumbrado a respetar los tiempos de otros, ¿verdad? — añadió, dejando escapar una risa ligera y provocativa, como quien buscaba echarle leña al fuego.
 
Sin embargo, en medio de su intercambio de palabras, un crujido en el follaje cercano llamó su atención. De repente, ambos notaron la silueta imponente de la madre ciervo de cuatro metros de altura y había estado acostada al lado de su cría. Sin duda era una imponente criatura ahora avanzaba hacia ellos con paso decidido en defender a su bebe. Mayura sintió una punzada de sorpresa al ver su tamaño, mucho mayor de lo que habían anticipado, aunque supo mantener la compostura.
 
Inmediatamente, el elegante pirata dio un paso atrás. — Bueno, querido, parece que la madre ha decidido unirse al espectáculo. Si quieres puedes quedarte con la cría, yo quiero el premio gordo. — Comentó con su tono melódico, mirándome fijamente a la irregularmente enorme criatura que se imponía frente a ellos, mientras desenvainaba solo una de sus tres espadas, pensando en cómo podría ser rápido y certero.
#8


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