¿Sabías que…?
... Este foro se abrió el día de One Piece?
[Común] Alas y luz de luna (ft Alistair)
Hato of peace
Angel Beta
La calidez del cuerpo de Alistair reconfortaba a la joven de Skypian quien no trataba de separarse de él mientras ambos estuvieran juntos la frialdad de su corazón se desvanecía y demostraba un poco más de interés en cosas que no solo fueran su oficio.

Sin mucha pena Hato advirtió que su lado Shandia podría ser dominante pero eso no intimidó al Lunarian sino que preguntó si era una advertencia o algo que vendría luego -Es una anticipación de lo que puede venir- ella tocaba la parte superior del hombre palpando sus músculos de sus hombros y pecho acompañado de un beso que ella no pudo evitar darle.

Mientras sus manos juguetonas de Hato tocaban el cuerpo de Alistair ella confesó ver un brillo especial en el cuando lo vio por primera vez era algo en su interior que llamaba su atención, las palabras halagaban al hombre quien no sabía qué decir al comienzo pero se sentía felicidad porque ella no se rindió hasta que estuvieran los dos juntos -No me iba a rendir tan fácil Alistair, quería saber qué había en este corazón- ella sonrió ilusionada.

En el corazón de ambos no querían separarse esperaban que está velada fuera eterna la promesa de que podrían estar juntos era algo tierno de escuchar, pero cuando comentó que trataría de volver cada día especial como este que ambos vivían ella no pudo evitar sonreír -Con tan solo estar a tu lado ya es un día especial para mí-.

Por unos segundos Alistair apartó la mirada de la joven para observar al extenso mar abierto y luego preguntó que si confiaba en él -¡Claro!, yo confío en ti- ella se sujetó fuerte de el y como recién casados él la cargó entre sus brazos, las alas que los separaban de la demás gente del bar se estiraron y después de varios aleteos ambos despegaron dejando aquel bar mirador atrás.

El aire que chocaba contra sus cuerpos la velocidad en el ascenso era una sensación inexplicable para la joven su cabello ondeaba con una gran libertad pero lo que ella les prestaba más atención fue al rostro de su amado que era iluminado por la luz de la luna y las estrellas que brillaban en el firmamento por encima de él.

Hato había quedado atónita ante gran regalo que le brindaba Alistair uno de sus mayores anhelos la capacidad de vencer a una de las fuerzas de la naturaleza y volar aunque fuera de manera temporal, ella se abalanzó sobre Alistair besándolo nuevamente pero está vez era diferente era un beso que cargaba con sus sentimientos hacia él, podría sentir como se conectaba con sus emociones y aunque se separaron ya no hacía falta hablar ya todo se había dicho ese intercambio de miradas y sonrisas lo decía todo.

Era la hora bajar Alistair voló de regreso al Baratie rápidamente descienden de las alturas para aterrizar en la parte alta del gran barco comedor, sin mucha preocupación comentó el Lunarian que no habría problema con estar allí, pero él tenía la duda de que le había parecido el vuelo a la joven -Fue increíble, una sensación indescriptible que nunca pensé sentir en mi vida. Desde que era pequeña me preguntaba qué se sentía poder volar, gracias Alistair me has hecho la mujer más feliz de este mundo- Hato no sabía cómo agradecerle así que lo besaría nuevamente seguido de una sonrisa de felicidad que pocas veces mostraba. El Lunarian comentó que podrían volver a volar juntos cuando ella lo pidiera pero que habían tenido suerte está vez.

Enserio! gracias Alistair, estoy aprendiendo mucho sobre el clima así que no te pediría que voláramos en un momento de viento peligroso, además confío en ti- ella le guiño el ojo en señal de confianza -Te enseñaré algo que talvez te llame la atención- la joven se dió un pequeño tirón en su piel de su brazo izquierdo, se pudo escuchar como cinta adhesiva se despegaba de su piel y después de varias vueltas alrededor de su brazo hasta llegar a su muñeca reveló unos tatuajes tribales que tenía.

-Suelo usar maquillaje en casos como este para ocultarlo, pero prefiero no ocultarte nada a ti, está es la marca de que soy una guerrera Shandia completa- ella no parecía sentir vergüenza por mostrar esas marcas en su piel pero quería saber la opinión de Alistair.

Nota off
#11
Alistair
Mochuelo
"Una anticipación a lo que puede venir." Palabras que, sin mucho esfuerzo, hicieron eco en su mente, incesantes. Tenía una clara debilidad por las personas que podían decir las cosas sin pelos en la lengua, con gran pasión ardiendo en su pecho y la capacidad para convertir las palabras que sus labios emitían en una realidad certera. Que la chica que había despertado su interés con tal intensidad, quien además coincidía en muchos campos con él y para rematar encajase con ese perfil de persona resultaba tocar todos los nervios del gusto de Alistair de una manera que pensó prácticamente imposible, una posibilidad increíblemente remota de uno en un millón. Y no podía haber pedido nadie mejor para regalarle el cielo en bandeja de plata, dentro de sus límites. Por supuesto que el beso que acompañó a esas palabras sería correspondido, igualando la pasión de la mujer en cada instancia sin falta. Casi era una adicción el besarla, una que había pegado tan pronto y tan fuerte que simplemente no concebía separarse, ni permitir que el tiempo pasase.

La chica además era la dulzura personificada, atacándolo inclemente con cada respuesta de palabras bonitas que se le podía ocurrir, y derritiendo el corazón de Alistair en cada una. Era buena en lo que hacía, y con cada una le provocaba comérsela a besos sin falta, un dulce que quería degustar una y otra vez hasta que estuviese completamente harto. Pero en realidad, estaba bastante seguro de que no se hartaría jamás de tomar a la chica de las mejillas y besarla profunda, apasionada e incluso juguetonamente. Inclusive uno o dos roces bastaban para darle un gusto que superaba con creces muchos otros placeres terrenales. — Entonces procuremos que cada día sea especial estando al lado del otro. Porque este corazón tiene mucho que ofrecerte, y me bastará nada menos que una vida entera hasta que ya no pueda más. — Rió suave, entre dientes. Las palabras fluían solas cuando estaba con ella. 

...

Al regreso del vuelo, la reacción positiva de Hato inmediatamente le sonsacó una sonrisa de gran envergadura, como un pequeño que acababa de encontrar algo completamente novedoso. Una felicidad pura e inalterada, que iba tan profundo como el océano y tan alta como los cielos mas allá del mar de nubes sobre ellos. Correspondió al beso, envolviendo nuevamente a la chica entre sus brazos en un abrazo con el cual ella ya estaría mas que familiarizada, compartiendo de su calor a la Skypian mientras él se deleitaba en la sensación de tacto fresco que despedía la piel de ella. — Para mi... El cielo siempre ha sido un lugar muy especial. Puedes llamarlo mi "lugar feliz y seguro." — Dejó escapar una risilla suave, para continuar inmediatamente después. — Por eso te aseguro que me hace infinitamente feliz saber que te guste tanto, mi regalo y el cielo a partes iguales. — Alistair había compartido algo importante con ella, y que Hato lo aceptase y diese tanta importancia como hacía él era lo mejor que podría haberle pasado.

La chica mencionó algo que atrapó su atención de una manera diferente, pues la ambigüedad deliberada hizo que su imaginación paseara a cada lugar posible, preguntándose a qué se refería. — ¿Algo que me llamará la atención? No te digo que tienes toda mi atención porque ya la has tenido desde el inicio, ¡pero si me da bastante curiosidad! Muéstrame. — La revelación fue algo que, de hecho, no se esperó. 

El sonido de cinta adhesiva desprendiéndose de su piel fue algo que no maquinó en lo absoluto, y ver como lentamente empezaba a separarse de su piel una parte a la vez despertaba cada vez más la curiosidad del Lunarian hasta culminar en la aparición -o mas bien "exposición"- de múltiples diseños intrincados que recorrían toda la extensión de su brazo, formando figuras de las cuales no conocía nada en lo absoluto, pero que aun así conseguían despertar en él cierta capacidad de maravilla que le conducía a preguntar lo que fueran, algo que hubiese hecho si Hato no se hubiese adelantado a explicar sobre éstos inmediatamente después. 

Bastaba con verle el rostro de lleno de ilusión a Alistair para saber que le encantaban los diseños. 

¿Dices que son las marcas que utilizan los guerreros de tu pueblo? — Sus labios preguntaban, pero su vista estaba clavada en el brazo de la mujer, y las yemas de sus dedos presionaban suave contra la piel femenina, paseando por todo el contorno que componían las figuras, como si fuesen pinceles buscando delinear todo el contorno que encerraban los colores azules de los tatuajes. Para el Lunarian que vivía de descubrir cosas nuevas, esto era un hallazgo de proporciones gigantescas. — Son... son hermosos. Tienen una técnica y calidad excelente, lo habrá hecho alguien que tenía una mano prodigiosa. — Perdido en sus propios pensamientos, Hato ahora podía observar el lado del chico que quedaba absorto en un descubrimiento nuevo a sus ojos. — Dime, ¿tienen algún significado en concreto? He escuchado que algunas tribus tienen su propia simbología incluída en los diseños, pero me apena un poco admitir que no conozco tanto de los Shandia como para saberlo. — Y del mundo, en general. Eran las consecuencias de que Alistair hubiese sido un esclavo hasta hace unos años. Lentamente, rodeó la chica hasta quedar a su costado, persiguiendo los límites de la ilustración Shandia. 

Estaba tan perdido en los tatuajes que incluso levantó con delicadeza el brazo de la chica, buscando poder observar todo el contorno sin perderse un solo detalle. Mientras tanto, la mano libre del emplumado se había ocupado no solo de posarse sobre la curvatura de la cintura femenina, sino de además acercarla hacia él hasta que sus cuerpos nuevamente estuviesen pegados uno al otro, cerrando toda distancia que pudiera existir. En la acción de acercarla, a diferencia de la primera -levantar el  brazo femenino y hacerle de soporte para mantenerlo extendido-, si había cierta intención de parte de Alistair mas allá de apreciar la revelación de Hato. Y no acabó aquí; empezando desde el dorso de su mano y subiendo poco a poco en su brazo, el Lunarian empezó a dar un beso tras otro, ascendiendo con esa cadena de besos hasta que llegaría a su hombro, y de su hombro incluso tendría la osadía de dar un par de besos en la base de su cuello. Algo que estaba queriendo hacer desde hace unos minutos, pero conteniéndose de hacer alguna locura más. Aún estaban en el exterior, después de todo. 

Me encantaría conocer a tu pueblo si algún día tenemos la oportunidad de pasar por su isla. Siempre he tenido curiosidad por los conocimientos que albergan los pueblos, y en más de una ocasión ha ayudado a que mis inventos puedan ir a mejor, por rudimentario que pueda ser. — Sonaba a locura, pero no mentía. A veces, el conocimiento milenario que podían proveer resultaba ser la clave para simplificar un invento defectuoso y convertirlo en un éxito. Y tan gracioso como podía sonar, casi sonaba como "ir a conocer a la familia", si todo continuaba por el curso que avanzaba. Hasta le hizo un poco de gracia por tal coincidencia; le entretenía la idea.
#12


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