Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Aventura] [T2] !Ven cerdito, cerdito!
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Día 2 de Verano, Año 724. Villa Fosha

En las apacibles praderas de la isla Dawn, se alzaba con su típica tranquilidad una pequeña villa de nombre Fosha que era caracterizada por sus habitantes alegres y acogedores, los cuales no mostraban hostilidad o desagrado ante los extranjeros, es mas, los recibían de muy buena gana.
Dentro de las fronteras de dicha villa se encuentra el bosque de Salauce, la cual rodeaba dicha villa y hasta se podría decir que pertenecía a la misma.

Dentro de aquella villa, en la cual uno podía divisar estructuras no muy llamativas pero si muy útiles a la hora de vivir, se divisaba un tablón de manera con algunos anuncios. Generalmente se colocaba en aquel tablón, carteles de “Se busca”, o cortes de periódicos con información importante, o tan solo algún que otra información relevante que su alcalde Ed, quería que la población supiera.
Aunque no era todo lo que se podía divisar allí, sino que en una sección, algo lejos del centro del mismo, se encontraba información que la población de aquel lugar colocaba para dar avisos de trabajo, pidiendo ayuda para realizar alguna que otra tarea, vender sus productos o simplemente para pronosticar el temporal según los huesos de Doña Pepa.

Las personas que caminaban por los alrededores de aquel sector de la villa, se acercaron a ver como Don Manuel, uno de los criadores de cerdos mas antiguos de la villa, estaba clavando un aviso en dicho tablón.
Muchos jóvenes se acercaron con la esperanza de encontrar trabajo con aquel viejo, que según decían, pagaban muy bien a sus empleados, pero grande era la decepción que se llevaban al ver que se trataba de un simple encargo y que era temporal. Para su poca fortuna, ellos no tenían tiempo para llevar a cabo ese en cargo.

-Se le han perdido cerdos, Manuel? - preguntó una mujer, también ya pasada de edad, mientras miraba como aquel hombre clavaba su anuncio en aquel tablero de madera.
-Si Maria. Hace algunos días que se me andan perdiendo los cerdos. Primero pensé que era algún ladronzuelo del pueblo, pero lo que hoy ha pasado a sido diferente. Ha desaparecido mi cerda mas grande y está preñada. Nadie, por mas idiotas que sea, me quitaría a mi cerda y mas si está en ese estado. Ademas ella es arisca, asique dudo que se haya ido por voluntad propia- dijo Manuel, algo apenado por lo que estaba pasando con sus amados animales.

Info
#1
Anissa Marr
Nissa
Personaje


Un día libre sonaba muy bien, aunque a decir verdad la cantidad de trabajo que teníamos en el barco era casi insignificante comparado con hacer doble turno en un almacén de Cocoyashi para pagar los intereses de una deuda y apenas comer lo suficiente como para sobrevivir. A pesar de todas mis quejas al estar en altamar sabía que mi vida se había vuelto mucho más fácil después de unirme a la tripulación de King, así que desde que mis ojos se abrieron por la mañana fueron acompañados por una sonrisa en mi rostro. Como no estaba completamente segura de qué era lo que quería hacer en mi día libre decidí quedarme un par de minutos mirando el techo de la posada en donde estábamos quedándonos. Aunque fuera día de descanso no tenía planeado quedarme en cama hasta que me salieran raíces en ese lugar, así que me puse de pie y fui a tomarme un refrescante baño para asearme y sentirme incluso más cómoda durante el día. Por primera vez desde mi infancia me sentía como una princesa, claro, con la enorme diferencia de que no tenía ni un solo berrie en mis bolsillos entonces tenía poco y nada de realeza.

Salí de la posada y comencé a deambular por el pueblo, sin buscar nada en particular pero con la esperanza de que existiera algo en aquél pequeño poblado que me llamara la atención. No pasó mucho tiempo para que mis ojos se cruzaran con un tablero con lo que parecían ser anuncios de lo que imaginaba eran las noticias más importantes del pueblo, une especie de News Coo local que ayudaba a que la información que recibían sus habitantes no se viera afectada por los rumores o exageraciones al pasar de boca en boca.

Vi a un hombre maduro colocando un anuncio y detrás de él mucha gente parecía estar interesada en lo que el hombre anunciaba, y de igual manera rechistaban después de leer lo que decía la pieza de papel. La curiosidad se apoderó de mí y no pude evitar acercarme al tablón de anuncios para leer dicho anuncio. ~Hmm, rescatar cerdos no entraba en mis planes al momento de despertarme.~ pensé mientras mis ojos recorrían las letras del anuncio. Escuché el intercambio de palabras del hombre que había pegado la hoja al tablón y una mujer, también de edad avanzada y me espere a que ambos terminaran de hablar para incluirme en la conversación. –Tal vez yo pueda ser de ayuda. Mi nombre es Anissa y recién llegué a la isla buscando algo de trabajo.- dije mientras extendía mi mano y les sonreía a pesar de haber soltado una verdad a medias o tal vez sería mejor considerarlo una mentira a secas. –Imagino que no será muy difícil para mí el encontrar al o los responsables y si se rehúsan a regresarla tengo una herramienta bastante eficaz para convencer a los malhechores de hacer lo correcto.- seguí mientras le daba unas palmadas a la culata del rifle que se encontraba a mis espaldas.

Inventario, V&D
#2
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Aún ahora que lo pienso, desde que... —Las palabras de Manuel se interrumpieron de golpe al oír la voz de una mujer desconocida. Giró la cabeza hacia ella, frunciendo ligeramente el ceño en una mueca de extrañeza. No la reconocía en lo más mínimo, lo cual quedó claro en su expresión.
Yo dejo de molestar, Manuel. Suerte con la búsqueda —dijo la mujer, despidiéndose con un gesto antes de alejarse de la escena pintoresca que se había formado junto al viejo cartel en la plaza.
Gracias, María. Que le vaya bien —respondió Manuel, su rostro relajándose en una leve sonrisa, aunque esta se desvaneció tan pronto como volvió a verte.

Manuel te observó detenidamente, recorriéndote de arriba abajo con la mirada, pero sin atisbo de lascivia; más bien era una evaluación cuidadosa.
Ah, ahora entiendo por qué no la reconocía. Usted es la extranjera que llegó en el barco que está atracado en el puerto. Perdón por mi pregunta indiscreta, pero... ¿es usted pirata? —preguntó, con una curiosidad que se notaba genuina. Su tono no contenía ni malicia ni prejuicio, solo el interés de alguien que trata de entender una situación nueva.
Y si por casualidad son los ladronzuelos del pueblo, preferiría que no les haga daño. Solo deles un buen susto, pero no quiero que terminen heridos. Tendría problemas si abusara de su fuerza contra ellos —añadió Manuel, con su voz serena y apacible, pero con un trasfondo de preocupación genuina. Esa actitud amable y comprensiva parecía ser tanto su fortaleza como su debilidad, sobre todo cuando lidiaba con los traviesos jóvenes del pueblo, que lo aprovechaban a menudo.

En fin, si acepta el trabajo, le proporcionaré toda la información que necesite. Pero antes de que pueda “contratarla” para esto, debo saber... ¿cuánto me costará? —Manuel era un comerciante nato, acostumbrado al arte del regateo. Aunque ya tenía una cifra en mente y no pensaba pagar más de eso, estaba dispuesto a escuchar lo que la extranjera tenía que decir. Si ella proponía un precio más bajo, tanto mejor para él; aceptaría el trato sin dudar.

Información
#3
Anissa Marr
Nissa
Parecía que mi aparición había hecho que la conversación del hombre que había puesto el anuncio y la mujer que se le acercó terminara, finalizando con la despedida de ésta última mientras el hombre me dedicaba toda su atención ahora a mí. El hombre me dedico una mirada de arriba abajo, pero pude descartar cualquier tipo de pensamiento morboso en un instante, algo bastante raro en hombres de cualquier edad pasada la pubertad. El hombre parecía estar lleno de sorpresas, al parecer, ya que preguntó si estaba tratando con una pirata sin un ápice de miedo en su semblante o en el tono de voz. Me sorprendió y mi rostro lo hizo evidente, pero a la vez me daba gusto que alguien preguntara lo que quería saber en un tono curioso así que le sonreí y le asentí. –Sí, somos piratas. Me tomaré la libertad de informarle que no tenemos ningún interés en causarle daño a la Villa.- le dije, siendo completamente honesta ya que según los planes que King había compartido hasta el momento nuestro único objetivo era Goa. Aunque no podía hablar por las escapadas que probablemente tendrían Jack o Muzen, pero fuera de eso creía que las demás eran lo suficientemente tranquilos como para no molestar a los lugareños.

El hombre pedía que, en caso de encontrarme con los jóvenes que usualmente cometía fechorías en el poblado, no fuera muy severa con mi juicio. Todo un estuche de monerías ese señor, ya comenzaba a considerarlo como un potencial miembro de la tripulación, pero quería ahorrarme el tener que presentárselo a King y convencer al viejo. –Entendido, si parecen pequeños problemáticos me aseguraré de no ser muy cruel con mi castigo, mientras que esté de acuerdo con que les dé un buen susto. Aunque debe ser consciente de que no reconozco a los locales así que si una de ellos tiene señas particulares que me ayuden a reconocerlo será mucho más fácil distinguir qué tipo de amenaza es a la que me estoy enfrentando.- le contesté al viejo, para que se quedara un poco más tranquilo al saber que no iba con intenciones de acabar con unos menores que incurrían en maldades.

El momento de hablar de lo realmente importante había llegado; el dinero determinaría que tanto valdría la pena dedicar mi tiempo en ayudar al hombre. Aunque para ser sincera sería capaz de ayudarle con un pago que me permitiera conseguir una comida modesta por un par de días, pero nunca terminaría de pagar mi deuda si no cobraba por lo que sabía hacer o al menos lo que fingía que sabía hacer. –Pues…- comencé a decir mientras desviaba mi mirada y comenzaba a jugar con mi cabello para después sacar un poco el pecho tratando de mostrar mis mejores atributos para tratar de que perdiera la concentración un poco. –Por lo general no muevo ni un solo dedo por menos de tres millones de berries, pero Villa Fosha se ha portado muy bien con nosotros desde que llegamos aquí así que no tendría ni un solo problema en reducir mi tarifa a la mitad, solo por ustedes, por ti.- continué mientras me encargaba de voltear a verlo directamente a los ojos con una pequeña sonrisa a la hora de decir las dos últimas palabras.

Resumen
#4
Jack D. Agnis
Golden Eyes
-Descuida, niña. Lo sabemos; no son los primeros ni serán los últimos piratas que pasen por esta villa. Esta villa es pobre comparada con Goa, ¿no? – comentó Manuel, sugiriendo que los piratas ignoraban este lugar en favor de los nobles de Goa. Aunque era solo una suposición, parecía razonable.

Después, hizo una petición clara a Anissa: solo espantar a los ladrones si resultaban ser los culpables. No quería problemas con las familias de esos chicos, pues si los hijos salían ladrones, mejor ni imaginarse qué podrían hacer sus padres.
Sí, sí, claro. Le daré toda la información sobre los posibles ladronzuelos. No se preocupe –dijo Manuel, esbozando una excusa bien estructurada–. Es más, yo podría hacer el trabajo, pero mis cerdos me necesitan urgentemente, y no puedo dejarlos así nomás –agregó, aunque podías notar un leve temblor en su voz que delataba un poco de miedo.

Cuando oyó la suma, el hombre se sobresaltó, y una ligera taquicardia le recorrió el pecho. Sus manos y su frente comenzaron a sudar al mismo tiempo. Aunque era un hombre de negocios y estaba acostumbrado a resistir la influencia de mujeres encantadoras, no eras la primera en intentar algo similar para conseguir algo de él.
L-lo siento, señorita, pero no puedo pagar esa suma –balbuceó, tratando de sonar firme–. Entiendo que sus servicios no son baratos, pero lo máximo que puedo ofrecer, y solo porque es usted, es un millón de berris. Créame, es más de lo que quisiera gastar –declaró, logrando mantener cierta determinación. Quedaba claro que no cambiaría de opinión; no estaba tan desesperado como para aceptar la cifra inicial–. Espero que esto le parezca suficiente. Si es así, sígame, por favor –concluyó, antes de darse la vuelta y comenzar a caminar.

Anissa tenía dos opciones: seguirlo o rechazar el trato y quedarse.

Si decide aceptar, lo seguirías hasta su hogar, ubicado en las afueras de la villa y lindando con el bosque de Salauce. Era una casa de madera bien pintada y cuidada, aunque el jardín estaba descuidado. Detrás, había un gran galpón del que provenían los sonidos de varios cerdos.
Bienvenida a mi morada. Como verá, no estamos lejos de la villa y estamos cerca del bosque –dijo el hombre, con las manos en la espalda baja, bordeando la casa hasta llegar al chiquero, donde se podían ver varios cerdos grandes y tres trabajadores, los cuales lo saludaron, mientras que a ti solo te dirigieron una mirada curiosa y asintieron brevemente en forma de saludo.

–Bueno, ya que estamos aquí, entiendo que ha aceptado el trato. Vamos con la información –dijo el hombre, señalando a sus empleados–. Antes eran cuatro, pero uno de ellos desapareció poco después de que Susanita, mi cerda preñada, también desapareciera. No quiero desconfiar de él, pero es el principal sospechoso para mi. Además, Beto era quien le daba de comer a Susanita, y le tenía cierto cariño. Por otro lado… –Manuel se dirigió hacia la cerca y levantó una parte, revelando un gran agujero–. …Este es el hueco que suelen hacer lobos o zorros que vienen a robar mis cerdos. Pero Susanita no podría salir por aquí; es… cómo decirlo… ¡monstruosamente grande! –exclamó, con un poco de orgullo.
Eso es todo lo que sé. Puede hacerme las preguntas que quiera y, si puedo, le responderé.-

Informacion
#5
Anissa Marr
Nissa
Tomaba alivio al saber que el hombre no sentía el temor ante lo que representaba la piratería, aunque había una vocecilla detrás de mi cabeza que decía que eventualmente eso pasaría factura ya que la mayoría de piratas sí eran barbajanes, de ahí la fama del estilo de vida. Simplemente le asentí con una sonrisa cuando sugirió que Goa era un objetivo mucho más atractivo para asaltar. El viejo parecía ser un hombre hecho y derecho ya que a pesar de los limitantes que implicaba el haber vivido tanto tiempo en este mundo se sentía capaz de recuperar a su cerda de las manos de los ladronzuelos del pueblo, o tal vez solo quería verse mucho más rudo de lo que era ya que sus palabras no iban del todo acorde con la voz temblorosa que salía de su boca.

Vi la cara de asombro del hombre cuando mencioné mi tarifa inicial, e incluso al mencionar el descuento de la mitad no hubo cambio en su semblante así que imaginaba que las cantidades que teníamos en la mente serían muy diferentes. Cerré mis ojos, fingiendo decepción, justo cuando escuché que el hombre no pagaría esa suma por el trabajo ofrecido. Pero los volvía a abrir de nuevo cuando escuché que ofrecía un millón de berries pues era un millón de berries más de lo que tenía pensado obtener al iniciar el día. –Bah, está bien, no tengo problema en reducir mi tarifa por medio millón extra con tal de ayudar a alguien de la aldea.- le dije después de que se diera la vuelta y comenzara a seguirle en dirección a las afueras de la villa.

Mientras más íbamos avanzando más nos alejábamos del corazón de la villa hasta que llegamos a lo que parecía ser su hogar. Un lugar bastante cálido y acogedor, no muy grande ni demasiado pequeño; tal vez sería una buena opción el comprar un hogar así en una villa tranquila si es que llegaba a cumplir con todos mis objetivos. –Bastante envidiable, señor Manuel.- dije cuando el viejo me dio la bienvenida y le seguía aún, pasando cerca de sus trabajadores y devolviéndoles el saludo asintiendo de la misma forma.

De ahí comencé a escuchar la explicación del hombre sobre el ex trabajador que le tenía cierto cariño a “Susanita”, el cerdo en cuestión. Y me acerqué con él cuando me mostró el hueco por el cual algunos cazadores astutos buscaban una cena apetecible cuando nadie estaba cuidando a los porcinos. Ya tenía una buena base para hacerme una idea de qué era lo que había pasado o al menos una línea de investigación que podría seguir. –Bien, tenemos un buen inicio. Si Susanita no cabría por ese hueco entonces me gustaría investigarlo en caso de que no encuentre respuestas con el trabajador. Sobre este tal Beto, me gustaría saber qué sitios frecuenta, en donde vive, cómo se ve, con quienes se rodea y si alguno de ustedes lo escuchó hacer una referencia de planes a futuro.- respondí de manera veloz en cuanto Manuel me ofreció más información. –A mí también me suena lógico que sea el principal sospechoso, pero tampoco quiero descartar que alguien más puede estar detrás de esto. Señor Manuel, ¿tiene usted algún enemigo?¿Alguien que se vería beneficiado si usted cae en desgracia?- le pregunté con intención de rascar un poco más de información sobre otros posibles agentes dentro del esquema.

Resumen
#6
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Manuel, con el ceño fruncido y con una preocupación reflejada en su rostro ya avejentado por los años, escuchó tus palabras con atención antes de siquiera poder abrir la boca para contestarte cada una de tus preguntas e insinuaciones.
-Pues la granja está abierta para que vaya y vuelva todas las veces que Ud. quiera. Puede investigar todos los rincones del chiquero, salvo dentro de mi casa. Puede hablar con mis empleados si es necesario, aunque dudo que sepan algo mas de lo que le pueda decir. Con respecto a Beto, lo puede encontrar pescando a la vera del pueblo. Se la pasa todo el día flojeando por allí. Estoy seguro que no le será difícil encontrarlo. Generalmente viste una jardinera con las mangas del pantalón arremangadas, bajo esta tiene una camisa a cuadros roja. Va siempre descalzo y lleva una sombrero de paja derraido y lleno de huecos, y siempre tiene una espiga en un boca. Su nombre real es Alberto. - dijo Manuel con síntomas de cansancio, mientras daba un suspiro y miraba hacia abajo. Era como si hablar de aquel sujeto le pesara, sobre todo porque Beto tenia su mismo apellido.
-Él es el ton… el bufón del pueblo. - exclamó, mientras volvía a mirarte. - Se sabe juntar con los ladronzuelos del pueblo. Rick Soyer y Tom Soyer, dos vagos que no hacen mas que molestar y robarnos a nosotros y no podemos hacer nada porque pertenecen a los bandidos de las montañas, o al menos eso dicen. Ellos generalmente están en el bosque, pero a veces aparecen de manera repentina – dijo Manuel, algo molesto mientras chasqueaba su lengua con algo de desagrado.
-Rick es un monstruo. Gordo como la misma “Susanita” y su fuerza es tan grande como un rey marino, pero le falta un tornillo, la tuerca y la arandela, mientras que Tom es la mitad que Rick en cuerpo, pero el doble en inteligencia. Ten cuidado si hablas con ellos, no son de fiar- en su voz podías notar cierta preocupación.
-Si te los encuentras, trata de no involucrarme y...- antes de decir aquello ultimo, se acercaría a ti y susurraría lo siguiente:
-...Matalos, si es posible – aquello ultimo lo diría con cierta calma teñida de sombras

Tras tu ultima pregunta, Manuel se queda pensativo por unos cuantiosos segundos, mientras que miraba a la nada misma. Era como si a aquel hombre se le hubiera apagado su cerebro y hubiera quedado en blanco, pero tras ese tiempo, volvió a mirarte y negar con su cabeza.
-Nadie. O al menos no abiertamente. Siempre fui justo con mis precios y jamas falté el respeto a nadie.- concluyó Manuel.
-¿Alguna otra duda?-
#7
Anissa Marr
Nissa
Parecía que no había mucha información que extra que fuera a obtener sobre el lugar en el que me encontraba, sin embargo el viejo Manuel me ofrecía total libertad para ir y venir en la granja siempre y cuando respetara la privacidad en su hogar; una aclaración que me parecía innecesaria y me hizo levantar la ceja durante un segundo pero me conformaba con pensar que se trataba de un viejo que prefería que no todo el mundo supiera qué es lo que hacía con las cortinas cerradas. La información realmente relevante era sobre nuestro sospechoso principal; ese tal Beto. Al parecer dedicaba su tiempo libre a mantenerse a las orillas del pueblo, pescando mientras que probablemente se rascaba la panza esperando a que los peces piquen, la vestimenta es lo que podría ayudarme a reconocerle fácilmente ya que era casi igual a la que usaban la mayoría de los granjeros o agricultores aunque con la peculiaridad de que no utilizaba calzado nunca.

El señor Manuel tenía también información referente a los asociados de Beto, Rick y Tom Soyer que parecían ser los verdaderos problemáticos del grupillo de tres ya que parecían a una banda de bandidos cuya base de operaciones en la montaña. Ese par sonaba incluso mucho más identificable que Beto ya que uno de ellos parecía ser una masa gorda y de gran fuerza mientras que el otro era mucho más pequeño pero lo compensaba con una gran inteligencia. ~Debo acabar con ese primero.~ pensé justo después de escuchar las palabras de Manuel. Aunque cabía la posibilidad de que no me encontrara con ellos ya que solían mantenerse en el bosque la mayoría del tiempo. Aunque sería casi imposible negar que la petición del viejo referente a acabar con la vida de ese par sin implicar su nombre en todo el asunto. –Veré que puedo hacer.- le respondí en un tono monótono y con un semblante desinteresado, pues ni siquiera había ofrecido un incentivo monetario por algo que poco y nada tenía que ver con el hecho de que su cerda hubiera desaparecido, pero tampoco es como que tuviera mucho sentido el renegociar la paga pues el hombre ya sentía que estaba gastando mucho más de lo que quería.

La última duda que tenía también fue resuelta y Manuel no tenía otros seres que considerara peligrosos o que buscaran causarle daño, o al menos no que él supiera. –Bien, entonces no necesito mucho más para emprender mi búsqueda.- le dije mientras cerraba mis ojos y utilizaba mi mantra para ver si no había ningún oído curioso en la granja que hubiera pasado por alto. –Solo necesito que apunte su dedo en la dirección que frecuenta Beto, al haber llegado ayer realmente no estoy completamente familiarizada con la geografía del lugar.- dije esperando poca respuesta y que simplemente hiciera lo que le pedí. Justo al momento de que lo hiciera saldría corriendo a toda velocidad hacia aquél lugar usando el mantra para sentir a cualquier presencia a mí alrededor en caso de que mis ojos no fueran suficientes. ~Acaba de un tiro con el inteligente, de preferencia sin que lo vea venir. Después de eso inmoviliza a Beto con cualquier medio a tu alcance y después de eso concéntrate en acabar con el musculoso.~ pensaba en mi avance mientras trataba de formar un plan para cumplir con el trabajo de la manera más eficiente posible.

Percepción II
KENB401
KENBUNSHOKU
Haki básico
Tier 4
10/10/2024
7
Costo de Haki por Turno
2
Enfriamiento
Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].
Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]


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RESUMEN
#8
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Tu mantra se extiende por toda la granja, y con ella percibes una gran cantidad de presencias. Cuatro destacan claramente: una está frente a ti, y las otras tres se mueven no muy lejos, de aquí para allá. Además, detectas una fuerte emoción de enojo que emana de una criatura de cuatro patas, seguida de una veintena de presencias más pequeñas. Estas últimas, juguetonas, lo muerden y empujan, cruzándose en su camino como si quisieran atraer su atención. Pareciera que el padre no está dispuesto a cuidar de los pequeños.
Ya te lo dije, suele estar cerca de la villa, pescando, no muy lejos del puerto. Pero si necesitas que te lo indique, no hay problema, es hacia allá —dijo Manuel, algo extrañado, mientras te señalaba la dirección hacia la villa.
Y por favor, trae a Susanita a salvo. Está preñada y suele ponerse malhumorada, especialmente cuando tiene cólicos.-Con esas palabras, Manuel te despidió, observando cómo te alejabas en dirección a la villa.
Qué muchacha tan extraña —murmuró para sí antes de girarse y dar órdenes a sus empleados, quienes respondieron al unísono.

Te diriges rápidamente hacia la villa y, en pocos minutos, llegas al puerto. Una vez allí, observas no solo el navío que te trajo y tal vez alguno de tus compañeros pasear por la cubierta, el cual no te ve, sino también a varios pescadores que recogen sus redes llenas de peces y algunos vendedores ambulantes atendiendo a sus clientes.
Si aún tienes tu mantra activado, podrás notar varias presencias, aunque tres de ellas te llaman tu atención.
Una de las presencias, está algo alejada del puerto, y su aura se percibe pasiva y tranquila, como si la persona estuviera durmiendo o descansando.
Por otro lado, al dirigirte hacia el otro extremo, percibes esas dos presencias las cuales tienen un aura tétrica e intimidante, aunque se encuentran bastante alejadas, casi al limite de tu percepcion.
#9
Anissa Marr
Nissa
La información que obtuve de mi mantra en la granja no fue de mucha ayuda, no había ningún oído que estuviera escondido mientras escuchaba o veía lo que estábamos haciendo ahí. Tan solo los trabajadores, los cerditos con quien parecía ser su padre y el viejo que era mi empleador. El viejo terminó apuntando en dirección a la villa, no sé a dónde esperaba que apuntara si el lugar no era lo suficientemente grande como para tener más de un puerto pues tan solo se trataba de un pequeño poblado con muy pocos residentes, vamos si uno de los granjeros más importantes apenas y tenía 4 trabajadores con él entonces era un claro indicativo de que aún quedaban demasiado lejos como para ser considerados una ciudad pequeña.

Apenas terminó de decir sus últimas palabras me dirigí a toda velocidad hacia el puerto en donde habíamos atracado, pasando primero por la villa en donde no parecía haber mucho movimiento o al menos no al que estaba acostumbrada. No pasó mucho tiempo para que llegara al puerto siendo lo primero que cruzó mi vista el viejo navío de Jack. No encontraba la manera de explicarme por qué le tenía tal amor a algo tan rudimentario como lo era esa embarcación de madera vieja, pero bueno, yo era la menos indicada para estar señalando los gustos y obsesiones de la gente. De lejos también noté que había movimiento en el barco, no podía distinguir con claridad quién era y prefería no acercarme a detectarlo o arriesgarme a que se percataran de que me encontraba por ahí. ~¿A quién mierda se le ocurre en su día libre estar haciendo alguna actividad en el barco?~ pensaba mientras trataba de concentrarme en las demás presencias en el puerto. Tal vez Muzen estuviera preparando algo para cuando tuviéramos que zarpar o el mismo Jack estuviera analizando el estado en el que se encontraba su barco.

Como era de esperarse el movimiento del puerto no solo se limitaba a nuestra embarcación sino que también se encontraban varios pescadores y vendedores tratando de ganarse el pan de cada día. Un estilo de vida que había dejado atrás hace mucho tiempo pues era imposible seguir esforzándome demasiado por ganar lo suficiente como para apenas comprar unas migajas de pan y mantener un techo sobre mi cabeza. Y aunque la vida de pirata aun no me permitía separarme mucho de la primera sabía que no tenía que preocuparme nunca por la segunda. Sin embargo, gracias a mi linaje, el destino o la suerte no solo dependía de mis ojos para saber qué era lo que me rodea y escuchando lo que me decía mi mantra sentí que había tres presencias que resaltaban más que las demás. Una solitaria que comunicaba una tranquilidad plena y un par que parecían ser mucho más intimidantes. ~Es probable que el par sean los matones a los que se refería el vejete. Si no están acompañados de mi sospechoso entonces no tiene caso que vaya a hacerles frente.~ pensé mientras comenzaba mi avance hacia la presencia solitaria.

Lo primero que haría sería confirmar si su descripción coincidía con la que el viejo me había dado de Beto, si lo hacía no dudaría en un segundo en acortar la distancia lo más posible para apuntarle el rifle directamente a la cara. -¿Dónde mierda está la cerda?- le preguntaría mientras me aseguraba de mover el cerrojo del arma para que solo faltara accionar el gatillo para disparar. –Solo tienes dos segundos para responder, si intentas pedir ayuda o algo por el estilo ten por seguro que me encargaré de volarte los sesos antes de que siquiera puedas parpadear.- finalizaría con mi amenaza. En caso de que no coincidiera con la descripción de Beto entonces la compararía con la de los dos maleantes que solían asociarse con él. Si coincidiera con la del más listo de los tres haría casi lo mismo aunque en cuanto me diera la respuesta accionaría mi gatillo pues no planeaba arriesgarme a que se juntara con los otros dos y les diera instrucciones. En caso de que fuera el musculoso lo primero que haría sería mantener la distancia y disparar directo a las piernas antes de comenzar la conversación, le haría las mismas preguntas y amenazas.

Percepción II
KENB401
KENBUNSHOKU
Haki básico
Tier 4
10/10/2024
7
Costo de Haki por Turno
2
Enfriamiento
Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].
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Pequeña aclaración
#10


Salto de foro:


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