¿Sabías que…?
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[Aventura] [T3] Cerrará la herida, pero quedará cicatriz.
Atlas
Nowhere | Fénix
Nunca ha sido fácil despedir a un ser querido. Nunca lo será. La partida de las personas que nos quieren y a las que queremos siempre quedan atravesadas como una daga en nuestro pecho. La profundidad de la herida puede ser mayor o menor y cada uno vive y asume su dolor en función de su carácter, pero creo que tenemos claro que a todos nos queda huella.

Isla Kilombo está teniendo una actividad frenética durante todo el verano del año presente. Los rumores circulan en las tabernas de Rostock y se hacen a la mar en las embarcaciones de mercaderes, marines y piratas que vienen y van de la isla. Han tenido lugar enfrentamientos entre personas que hasta ese momento no habían sido vista antes en el lugar, desapariciones, el hundimiento de un barco y un sinfín de acontecimientos. A eso hay que añadir lo que sin duda está por venir.

No obstante, hay una persona en la isla a la que le da igual todo lo que ha estado pasando y lo que pueda pasar. Sentado en el Gran Perezoso, apenas intercambiando unas escasa palabras con Missaek, el propietario del mismo, para que le sirva un nuevo trago, Minato apura sin pausa pero sin prisa copa tras copa desde la apertura del local. Pide whiskey solo; hace meses que dejó de pedir hielo. No juega con el vaso. No lo mueve para ver cómo el líquido ambarino se comporta de forma caprichosa, confinado en su prisión de cristal a cielo abierto. o. Simplemente bebe sin descanso con la mirada fija en la desgastada barra de roble frente a la que se sienta; siempre en el mismo sitio y con un taburete vacío a su derecha. Missaek, al otro lado, friega a mano las jarras y vasos mientras intenta sacarle conversación. Lo hace día tras día, también sin descanso, pero nunca consigue nada. Ambos llevan inmersos en esta rutina demasiado tiempo. ¿Que cuándo se empezó a gestar? Hace unos tres años aproximadamente, cuando la vida de Minato se derrumbó hasta los mismísimos cimientos.

Hablábamos de las heridas que se producen en el alma cuando alguien cercano nos abandona y de que podían ser de una profundidad variable. Dicen que hay unas que son capaces de atravesar por completo ya no el alma, sino la vida de quien la sufre, de tirar por tierra hasta el último aliento de esperanza de la persona más fuerte del mundo: la muerte de un hijo. Shiori no se fue, a Shiori se la llevaron. Fueron unos bandidos contra los que la justicia jamás hizo nada; precisamente cuando ella intentó hacer aquello que nadie se atreve a hacer. ¿Acaso la Marina sólo se dedica a atrapar piratas? ¿Qué pasa con el resto de delincuentes? ¿Qué ocurre con todos esos que tanto mal hacen al mundo pero no lo hacen a bordo de ningún barco?

En Rostock aún recuerdan las primeras noches que Minato se pasó bebiendo. Salía del bar gritando y maldiciendo al bien, al mal, a la justicia, a la injusticia, a la Marina y a los bandidos. Se maldecía a sí mismo y a todo con el que se encontraba. Con el paso del tiempo, la ira fue dejando paso a la pasividad y la ausencia de espíritu. Donde antes había un regio campesino, un buen padre, ya sólo queda el remanente de un ser humano empecinado en aturdir su mente para no sentir su alma.

Son aproximadamente las once de la noche y el último cliente acaba de abandonar la taberna. Después de pagar la deuda al tabernero, la campana conectada a la puerta de roble y el sonido de esta última al cerrarse dejan solo a Missaek, a un lado de la barra, y Minato, al borde del abismo.

—La última, por favor —dice apurando el vaso de un trago y posicionándolo frente a él, usando para ello el tono de voz medio muerto que se había asentado en su garganta. Sin responderle, Missaek saca una botella de debajo de la barra y vuelve a llenarlo hasta la mitad, como siempre.
Off
#1
Kael
El Fantasma del Mar
Una sola condición. Eso fue lo que Vesper comentó y nos extrañó a todos. Teníamos pensado viajar juntos como tripulación, bueno, como gente fugada de un manicomio más bien, pero una tripulación ya establecida y unida. Comentarios sobraban por la tripulación comentando que ser 8 era un número de mala suerte, especialmente en las votaciones ya que se podrían dar empates en las votaciones, pese a que Byron insistía que como capitán su voto contaba el triple, sin darse cuenta que volvíamos a ser pares (10 votos) y podría pasar lo mismo. Pero ya tendríamos tiempo de reclutar alguien más, de momento teníamos suficiente con no matarse entre ellos, y no serían por no intentarlo, como para añadir a alguno más.

Su condición antes de irnos de la isla venía de unos sentimientos que muchos conocíamos muy bien. Pérdida, dolor, ira, y por supuesto, venganza. La pérdida de mi mujer me había roto por completo y transformado en el ser que era ahora, y si yo no había podido pasar página entendía perfectamente que él tampoco. Mi venganza contra Salazar sería algo mucho más complicado de alcanzar. Como mínimo necesitaría llegar a nivel de Yonkou para si quiera intentarlo, y sin embargo, Vesper podía tener su venganza aquí, hoy, y "ahora". Y créeme que si yo también lo tuviera tan fácil no estaría dudando lo más mínimo en quitarle la vida a ese desgraciado.

Por eso me uní con ellos para esta incursión. Vesper era un hombre normalmente huraño, como el típico hombre que está murmurando y rezongando allá a donde va y quejándose por todo. Sin embargo cuando lo conocías podías ver mucho más de la persona que era, y sin duda que se hubiera sincerado y encontrado el valor de sacar esa información tan importante para él era algo digno de admirar. Podría haber dicho que no, que no quería irse de la isla y mandarnos a tomar por... bueno, ya sabemos como es Vesper. Sin embargo parecía que realmente le importábamos como grupo como para haberlo compartido con nosotros y querer estar con nosotros si no fuera por este detalle.

¿Qué teníamos que hacer, matar a una persona? ¿matar a un grupo de enemigos? Y no enemigos cualquiera, criminales y personas de las peores calañas de la isla. Seríamos unos héroes de cara al pueblo llano, y unos villanos de cara a la justicia, y además tendríamos a un nakama con un propósito cumplido. Sin duda, la mejor situación posible.

Paseé por la ciudad junto a mis compañeros tapado por mi capa negra oscura con capucha, la que me regalaron en su momento los Piratas Veganos, perfecta para intentar pasar desapercibido por las bulliciosas calles de Rostock. Igualmente siempre iba atento a cualquier patrulla marine que nos podríamos encontrar, además, nadie esperaría a un fugitivo de la justicia en medio de tanta gente en una isla distinta a la que le estarían buscando. Aun así más valía no estar atento a todo lo que pudiera pasar.
Resumen de todo
#2
Byron
Que me lo otorguen
20 de Verano de 724

Solo una cosa se interponía en los deseos de aquel grupo de intrépidos guerreros deseosos de aventura, una herida abierta, no carnal, sino en el alma.

El joven y recién estrenado capitán, no se imaginó en ningún momento, que aquella fiera hiena que conoció tiempo atrás en Kilombo, y que tras una pequeña disputa con unos bandidos del tres al cuarto había jurado seguirle al mar, cargase sobre sus hombros los dulces susurros de una niña sin vida maldiciendo su consciencia cada segundo que su cuerpo daba una bocanada para respirar. Alguien con un pesar tan presente, era sorprendente que aun fuese capaz de esbozar la sonrisa con la que solía deleitar a sus fieles camaradas.

Una tripulación, no solo está para los buenos momentos, para las carcajadas y momentos de jolgorio, no, una tripulación real era la que se apoyaba los unos en los otros, cuando los cielos se tenían de oscuridad y melancolía.

Así pues, en cuanto Vesper Chrome, el médico de su tripulación, masculló con tonos de lamento, que antes de zarpar a la aventura con sus amados compañeros, tenía que encargarse de impartir justicia a aquellos que en su momento no tuvo la oportunidad, se hizo el silencio por unos segundos. Probablemente, debido a la situación, aquel hombre con ojos extraños con los cuales parecía evitar la confrontación directa con los amatista del capitán, parecía convencido de que sería una tarea de la que se tendría que encargar solo, más, con un temple envidiable, uniendo las piezas en su cabeza teniendo presente lo sucedido el día anterior, posó su mano sobre el hombro musculado de su afligido compañero. Para con una determinación digna de un experimentado capitán, hacerle corresponder su mirada con aquel gesto, y con todos sus tripulantes presentes decir lo que todos pensaban tras escuchar sus declaraciones, haciendo retumbar sus palabras en los tablones de madera de aquella taberna de confianza.

- ¡Vesper Chrome! Te has unido a mí, y me has jurado lealtad, ¿qué clase de capitán sería si no alivió la carga de aquellos fieles a mí? ¡La confianza es lo que nos une! Maldito sarnoso...- Murmuró finalmente para sí, visiblemente molesto. Le dio la espalda, y se giró para avanzar a la puerta del establecimiento, abriendo la puerta de par en par con un seco golpe de su pierna, para posarse en la puerta de este, iluminando ligeramente con la luz natural del exterior. - ¡Chicos! ¡Tenemos trabajo que hacer! ¡Vesper! ¡Vamos a poner patas arriba el escondrijo de esas sabandijas! - Tras terminar, sacó un saco con berries en su interior, y lo lanzó hasta la barra como pago del espectáculo provocado, y sobre todo, para arreglar la puerta que se tambaleaba agarrada a duras penas en una de sus bisagras.

Echó una de sus manos a su cintura, agarrando con firmeza el mango de cuero negro de su espada, plenamente convencido de los actos que cualquier hijo de vecino cuestionaría, pero a su vez, en lo más profundo de su ser, compartirían, ese sentimiento visceral que unía a todos por igual. Incluso los caballeros mas justos y nobles de la marina, de encontrarse en la misma situación, no dudarían en manchar sus manos por mucho que sus hipócritas labios negasen este hecho. La venganza era en gran parte, la energía que movía el mundo.

Byron, acompañado de sus camaradas, transitaba con un incesante paso las calles de Rostock, dirigiéndose hacia el Gran Perezoso donde conoció a su compañero la hiena. Pero de pronto, algo le hizo detenerse, y echar la mirada a sus compañeros, con un gesto desorientado y confuso, a pesar de romper la seriedad del ambiente, y posiblemente cargarse el aura de determinación que desprendían sus ojos dijo.

- Eh... Bueno... Mi intención era ir al Gran Perezoso, pero... allí no vamos a encontrar una mierda hie hie... He avanzado demasiado rápido, chicos, creo que Vesper es quien debería encargarse de guiarnos...- Dijo rascando su cogote algo avergonzado por el ridículo que acababa de hacer.

DATOS
#3
Gavyn Peregrino
Rose/Ícaro
La reunión con esta tripulación fue cuanto menos… Estrambótica. Cada uno de los tripulantes no estaba precisamente del lado verde de la cerca de la estabilidad mental, y algunos tenían pocos puntos en el árbol de “normalidad”, incluyéndome. Sin embargo, ya era demasiado tarde para echarme atrás, había aceptado la propuesta del Longspan, un trabajo es un trabajo, además, quitando los extraños hábitos y comportamiento de cada uno de los integrantes que había conocido, u observado, parecían ser personas que honestamente eran buenas en su trabajo. Ya conocía a Bonez, con quien todavía tenía cuentas que saldar; Longspan, que parecía ser bueno en el arte del engaño, era un actor consumado, aunque él mismo parecía tener algo en contra del teatro; del resto sabía poco, pero entre ellos aparentemente se conocían. Está bien, eso no es una buena referencia, pero podía hacer caso omiso mientras consiga mi parte de aquello por lo que trabajemos, entonces estaría satisfecho.

¿Qué es a lo que se dedica una tripulación de piratas? Además de robar, llevar caos allá a donde van,  causar estragos en varios sentidos de la palabra, pero principalmente recorrer el océano en busca de tesoros. En resumen, navegar. ¿Qué nos impedía zarpar? Depende de a qué miembro de la tripulación le preguntes, unos se quedaban por justicia, otros por venganza, pero al final ambas son con el mismo objetivo: Asesinar a alguien para rectificar sus errores o que pague por sus actos. Perspectiva. Al final alguien acabaría muerto. Dirigí mis ojos dorados y relucientes hacia el recién nombrado capitán, no esperaba que fuese de mi especie, la falta de alas no parecía haberlo marcado, pero las fachadas son eso, fachadas. Los juramentos de lealtad eran algo bastante común entre los capitanes y los marinos, también era común que los tripulantes sigan a su capitán por sus ideales, en otros era por simple interés y contratación.

Tenía el sentimiento de que Nikkei parecía inclinarse por la primera opción, al menos por todo lo que estaba diciendo. Eso o estaba teniendo un momento mesiánico delirante. Levanté el vaso de jugo de frambuesa que estaba bebiendo, suficiente cerveza tenía entre la de ayer y hoy, mientras contemplaba al capitán. Su entusiasmo era admirable, sin duda, entendía de dónde venía el deseo de justicia, o venganza, del hombre, después de todo había escuchado atentamente las palabras apesadumbradas del ahora médico de la tripulación: No quería irse de la isla sin encargarse de las personas que le hicieron daño de forma indirecta, de aquellos que le arrebataron un vínculo preciado e importante. Y era algo que comprendía perfectamente, algo que realmente me motivaba a querer tomar partido en esta situación, estaba deseoso de ayudar a Chrome a asesinar a quienes fuesen los responsables de su sufrimiento y el sufrimiento de cualquier niño pequeño.

Apreté la mandíbula por un momento cuando terminó de relatar su motivación y… decidí apuntarme en esta.

. – Entonces nos quedaremos para encargarnos de ellos. En ese caso… Cuenta conmigo. –Moví el vaso en dirección a Chrome para enfatizar en mi deseo de acompañarlo en esto.

Volví mi mirada bruñida hacia Nikkei, quien nos pidió que lo sigamos, solo para abrir la puerta de la taberna de una patada lo suficientemente fuerte como para arrancar parte de la puerta de sus bisagras en un dramático movimiento, más dramático aun cuando la luz lo delineó y proyectó su sombra en el suelo. De repente tuve un déjà vu, la imagen de una capitana que había conocido hace algunos años, su mirada feroz de ojos rojos y su cabello blanco le hacían justicia a la nobleza que corría por sus venas… Así como al dramatismo y la falta de sentido de conservación. Me estremecí por un momento, bebiendo lo último que quedaba del jugo en mi vaso.

Me dirigí a Longspan, dándole una mirada plana– Quien diría que hay alguien mucho más experimentado y consumado que tú en la amplia profesión que es la actuación.

Me puse de pie al ver que Nikkei salía del bar, esperando que lo siguiéramos, por lo que habían dicho tanto él como Chrome se conocieron en “El Gran Perezoso”, aunque no sabía porqué nos dirigimos hacia allí exactamente, después de todo era Chrome quien probablemente tenía información acerca de dónde ir y cuándo hacerlo. Me envolví suavemente con las alas, plegándolas lo suficiente para no rozarlas contra otras personas y que estuvieran pegadas a mi cuerpo, pero no impedían mi movilidad en absoluto, obviamente estaba más que acostumbrado a ellas, pasé suavemente los dedos entre las plumas, acomodándolas y asegurándome de que estaban allí. Cuando la determinación de Nikkei flaqueo, alcé una ceja, parpadeando lentamente antes de mencionarle lo evidente.

. – Me preguntaba cuando te ibas a dar cuenta de eso. Aunque fue un buen intento para ser la primera vez.

Deslicé despreocupadamente mi atención sobre Chrome, inclinando la cabeza para indicar que esperaba que nos guíe hacia la ubicación.

Información
#4
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Día 20 de la temporada de verano.

Era extraño como el destino formaba sus lazos. A veces los forjana a través de él deseo de las personas y la naturaleza del hombre de querer estar acompañado; formando lazos de amistad, familia y parejas. No.onstante estos lazos parecen tener un hilo conductor, algo que los mantiene juntos formando aquellas raíces para unir los destinos el uno con el otro.
Sin embargo, el destino de los piratas Hizashi había sido mucho más peculiar, ya que la unión de aquellos personajes había sido fortuito y espontáneo, casi como su los hilos deshilachados en el telar del destino terminaran por unirse en ese grupo de piratas formados por el caos y el desorden.

Dentro de aquel grupo de desamparados, había uno con el que, extrañamente, había congeniado increíblemente bien a pesar de parecer un hombre arisco y gruñón, siendo otra vez un extraño capricho del destino como la vida habia unido a dos personas de carácter tan diferente y los había transformado en amigos inseparables. Hablaba claramente de Vesper, el doctor Hiena, el cual había conocido jugando cartas junto a Jun Gunslinger, una alegre y extrovertida chica con bastanres agallas y gusto pornlas emociones fuertes para ser una orgullosa miembro de aquella tripulación. Ahí fue en donde pudo conocer mejor a aquel doctor que parecía en esos momentos devorando gente por las calles de Rostock, bebiendo y jugando cartas, la mejor manera para que un grupo de personas de malavida pudieran unir caminos. 

El se encontraba unos mas atras que el resto de sus compañeros, despreocupado por la situación ya que el desde el primer momento se había dispuesto a la ayuda de su mejor amigo por cuales necesidad que este tuviera, haciendo que por esos momentos intentara  pasar desapercibido en el grupo mientras que una vez que el capitán  parece equivocarse después de aquellos largos discursos que le gustaba proclamar.

Ciertamente Byron tenia aire de capitán, pero a veces podia irsele la olla cuando se trataba de buscar mostrar aquella aura de lider que terminaba por desvanecerse al momento en el que admite que no sabía por dónde se estaba dirigiendo, haciendo que desde el fondo del grupo se escuchara la risotada de Bonez el cual le gustaban aquellos momentos tanto cómicos como incómodos.

Ewawawawa!!! Siempre me logra sacar una risa con sus locuras capitán. dice acercándose a Vesper antes de darle.unas cuantas palmadas en el hombro. Se notaba el buen ánimo y la complicidad de Bonez y la Hiena, terminando por adoptar una voz más honesta y conciliadora cuando tuvo que hablar con su compañero.

Es momento para que seas tu el que tome las riendas  "Doc", nosotros nos encargaremos de que nadie se entrometa en las cuentas que tengas que saldar. Dice de manera honesta ya que al ser su gran amigo estaba dispuesto a ir de camino al infierno y de regreso. 

Además como negarme a ayudar a esa carita tan tierna y asesina. Dice con su caracteristico humor, estirandole levemente la mejilla a su buen amigo hiena antes de girarse hacia el resto de sus compañeros.

Tendremos que prepararnos para cualquier problema que se pueda desenlazar de esta situación, después dentodo Kilombo siempre es sinónimo de problemas así que hay que estar atentos a cualquier sorpresa que esta ciudad nos pueda traer. Dice arreglando su sombrero de copa antes de comenzar a caminar junto a la Hiena para resolver aquellos problemas que tenía en aquella isla.

¿Te he contado la vez en la que estafe a dos marines borrachos en esta ciudad? No pudieron creerlo cuando amanecieron con sus rostros tatuados. Dice riendo juntona su buen compañero el cual ayudaría con cualquier problema que tuviera pendiente en aquella isla.

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#5
Vesper Chrome
Medical Fortress
Al final de cuentas Byron se habia ganado el respeto de un hombre como yo, pero incluso una loca hiena, tiene sus propios demonios que encerrar antes de partir de un lugar como este, y en verdad no tenía planes de conseguir un grupo de inadaptados en este lugar. Entendía que como era un problema, una situación personal, esta parda de locos no tendría que moverse del bar, y que yo lo podría resolver totalmente solo, al final de cuentas habia dado con su ubicación hace unos pocos días, por ello habia pasado tantos días bebiendo, emborrachándome, para poder enfrentar con total locura aquella situación que me mantenía atado a esta isla.   

Pero lo escuché, ahí estaba Byron, dando el discurso que daría un capitán digno de orgullo, ese discurso acompañado de unos gritos y movimientos bruscos, casi rompe la puerta del bar mientras salíamos y este seguía como si supiera exactamente a donde tenía que dirigirse, y ya habia pasado por eso antes, cuando lo conocí también fue igual, impulsivo. Pero, ¿qué se puede hacer? Este fue el hombre al que decidí mantener a salvo con mis conocimientos médicos, al hombre que decidí seguir y surcar los mares. Este hombre ahora es mi capitán.  
 
El navegante también se unía a esta masacre que estaba por suceder, y no estaba mal, él podía volar, y sé que cuando alguien se une a una situación como la mía es porque en algún punto de su vida perdió a alguien, luchó hasta mas no poder, casi se rinde o quizás lo llegó hacer, pero ahí estaba, listo para apoyar a un recién conocido, para unirse a una tripulación que quien sabe que tiene como ideales, ese tipo de personas, aunque no lo demostrase en ningún momento, son personas que respetare por mucho tiempo. Aunque no tenía intención alguna de demostrar que me sentía conmovido y feliz porque decidieron ayudarme en algo tan personal como esto, la verdad era que por dentro saltaba de la emoción, habia conseguido un grupo de amigos, finalmente parece ser que en verdad tengo alguien que se preocupa por mí.  

Aunque de este grupo de locos sabia a ciencia cierta que uno de ellos me ayudaría aun si hubiera declinado la invitación a unirme a esta tripulación, era ese hombre, Bonez, y es que no sé cómo podía congeniar tan bien con una persona tan diferente a mí y encima en tan pocos días, podría decirse que Bonez es lo más cercano que tengo a un hermano, y toda esa amistad, toda esa camaradería surgió en solo unos días, este hombre conoció no solo a Vesper, sino a la locura de mi interior, Vyper, y aun así se quedó, lo gozo, lo vivió y me apoyó como nadie lo habría hecho nunca.  

Una vez el capitán se equivocase o más bien se fuera por un camino que ni siquiera sabía si era correcto o no, y percatarse de aquello, fue entonces cuando Bonez me alcanzó y escuche sus palabras direccionadas al capitán. —Excelente muchachos, tenemos un capitán con complejo de brújula rota. — Bromee sintiendo las palmadas de Bonez en mi espalda, sabía que mi mejor amigo estaba ahí, y este sí que daría todo por cumplir mi cometido. Voltee al escuchar las palabras de Bonez dirigidas hacia mí. Sonreí con mis colmillos de hiena hacia él, y luego no pude evitar reírme. — ¨Doctohohoho¨ — Miré a todos, en otros tiempos pudiera haberme negado y hacer las cosas solo, pero creo que es momento de abrir mi corazón y decirle si, a los que se convertirán en mi familia. —Hace unos días obtuve la información de donde realmente se encuentra el escondiste de esos malditos bandidos, está en las afueras de Rostock, dentro de lo que parece ser una cueva. — Les comenté a todos mientras me adelantaba dando pasos firmes señalando a las afueras del pueblo, pero no del lado del mar, sino el lado contrario, el bosque, con una sonrisa, las más sádica que una hiena asesina puede brindarle a una isla tan problemática como Kilombo.  

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#6
Drake Longspan
[...]

De pie en la cubierta del barco, bajo un cielo cargado de nubes y con el sol apenas asomando en el horizonte, Drake Longspan golpeaba sin cesar el saco de arena que cuelga del mástil. Cada golpe que lanzaba era preciso, sólido, acompañado del sonido seco del impacto y de la vibración que recorre toda la cubierta. 

El movimiento del barco apenas parece afectarle; sus pies permanecen firmes, moviéndose con la agilidad de un bailarín y la fuerza de un luchador, con una intensidad inusual para un entrenamiento común. Pero esta sesión no es solo ejercicio: para Drake, una preparación mental y física para lo que sabe que espera en tierra.
A su alrededor, la tripulación se prepara en silencio, dejándolo sumido en su propio mundo de golpes rítmicos y respiración medida. 

Los rumores sobre la situación en Kilombo habían sido suficientes para encender una chispa en el vicecapitán de los Hisazshi. Kilombo, su hogar adoptivo, una isla cargada de historias de desapariciones, enfrentamientos y caos, parecía el tipo de lugar en el que una persona como él podría poner a prueba no solo su fuerza física, sino su habilidad para llevar adelante sus sueños y su misión.

Había escapado de la isla, pero nunca había olvidado qué el mundo era redondo.

No soy solo un pirata. — se recuerda entre golpe y golpe.

"A pesar del polvo, la violencia, y los enfrentamientos, sigue adelante, persiste, y no pierdas el rumbo."

Y hoy, mientras el barco se balancea al ritmo de las olas, Drake Longspan estaba decidido a convertirse en ese ejemplo, a personificar la esencia de la palabra que define a su grupo.

Artista Marcial Iniciado
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
11/9/2024
Podrás realizar un calentamiento durante un post para ganar +5 [Agilidad] y +5 [Fuerza] por el resto del tema. Este calentamiento se considerará como [Canalizar].


Cada impacto que lanzaba en dirección al saco de arena lo conectaba más con sus pensamientos, recordando todas las dificultades que, como adolescente, como trabajador y ahora como miembro de la tripulación, habían atravesado. En su mente resuenan ecos de esos rostros perdidos que les han dejado, de los sueños que no se cumplieron por falta de valentía o por decisiones torcidas por el miedo.

Sin embargo, cada golpe en el saco representa una oportunidad para hacer algo diferente, una declaración de que su tripulación, lejos de ser solo piratas o rebeldes sin rumbo, nacieron con un propósito mayor.

Con el sudor empapando su frente, el chico de los brazos largos tomó un breve respiro enfocando su mirada en la isla que lentamente aparecía en el horizonte. En Kilombo, no solo habrá enemigos, sino también aliados potenciales...

Drake Longspan comprendía que esos rostros, las personas atrapadas en la desesperanza o el dolor, también necesitaban ver a alguien que mantenga sus sueños vivos, alguien que, aun golpeado y herido, seguían adelante. Unos ojos violetas brillaron en su psique.

Cada golpe que daba era por algo más grande que él.

Lanzó un último y poderoso impacto que resuena con fuerza por toda la cubierta. El saco se balanceó, como si también entendiera la intensidad del momento, dejandó sentir una descarga de energía recorrer su cuerpo, dejándolo listo para el desafío.

Finalmente, suspira, permitiendo que su respiración vuelva a un ritmo más calmado. La determinación en su mirada se intensifica, y el horizonte parece recibir su resolución con la misma dureza que el saco de arena. La vida en el mar le ha enseñado que, aunque la derrota pueda parecer a veces inevitable, el esfuerzo y la valentía son lo único que definen a un verdadero guerrero.

Y él, ahora un nakama hasta la médula, estaba listo para enfrentar cualquier tormenta que Kilombo pueda traer. Fue el último en bajar del barco, no por indecisión, sino porque sabe que, una vez que pise tierra firme, no habría marcha atrás.

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#7
Atlas
Nowhere | Fénix
¡Cuánto tiempo, ¿verdad?! Es como si llevásemos más de un mes sin vernos. Un momento... Bueno, antes de continuar os tengo que decir que podéis dejar los jamones y los nikas —sobre todo los nikas— al lado de la puerta cuando entréis por no haberos degollado a todos varias veces a base de saltos de turno. Dicho esto y bromas aparte, continuemos con el reclutamiento de la buena hiena sarnosa —o eso dice Byron—.



La decisión está tomada y todos vais a una. Algo ata a uno de vosotros a esa dichosa isla, algo que tira de él y le impide abandonarla junto al resto hasta que pueda sepultar el dolor de su pasado. Kael ha pasado por algo similar y tiene claro que hay heridas que no pueden cerrar mientras la ofensa no sea subsanada. No sólo él; todos lo sabéis y es por ello que os prestáis a acabar con esa panda de malnacidos que, según ha descubierto Vesper, se aloja en una cueva no demasiado lejos del pueblo de Rostock.

Voy a suponer que todos y cada uno de vosotros os ponéis en marcha hacia vuestro destino, ¿no? Si alguien tiene algún preparativo que hacer antes de la partida, no seré yo quien diga en el próximo post que ya no se puede. En cualquier caso, en cuanto ponéis un pie en las calles de Rostock tenéis claro que las cosas tal vez no vayan a suceder tal y como habíais pensado.

En la plaza central, dos hombres, tres mujeres y un niño son consolados y atendidos por la población local. A poco que os acerquéis lo más mínimo podréis ver los hilos de sangre seca cayendo por sus rostros y el color rojo apagado del que se ha teñido su ropa. Tienen los rostros llenos de magulladuras y hematomas, los labios hinchados y rotos y alguna que otra extremidad torpemente inmovilizada.

A vuestro lado, dos ancianos pasan con sendos barreños de repletos de agua tibia teñida por el color de la sangre. Parece que van de camino a limpiar los recipientes y llenarlos de nuevo con agua limpia. Van conversando entre ellos:

—Sí, al parecer lo han vuelto a hacer. Llevaban una temporada sin dar la lata, pero se habrán quedado sin dinero o sin provisiones. A saber. No sé a qué está esperando la Marina. Por más que les pedimos una y otra vez que les paren los pies no paran de darnos largas. Después del último ataque, hace ya algunas semanas, fui yo mismo a exigir ayuda y me dijeron, ni cortos ni perezosos, que eran unos bandidos muy escurridizos y que peinar todo el bosque y la montaña llevaría mucho tiempo y dinero. Que para las pérdidas que los bandidos ocasionaban el gasto de recursos materiales y humanos era demasiado alto. ¡Palabrería burocrática y vacía, en mi opinión!

—¡Muy bien dicho! —confirma el otro mientras, a consecuencia de la indignación y el traqueteo que ambos llevan, parte del agua cae al suelo—, pero en el pueblo no hay suficiente gente joven ni preparada como para enfrentarnos a ellos. ¿Vamos a tener que seguir así de por vida?

Ambos continúan caminando hacia delante entre lamentos. En mi opinión, es una lástima que quienes han vivido en un lugar tranquilo y próspero tengan que pasar sus últimos momentos viendo cómo se convierte en un enclave inseguro y peligroso. Sea como sea, si os acercáis a los heridos podréis escuchar cómo siguen dando explicaciones a los vecinos:

—No, sólo somos un pequeño grupo de comerciantes de Dawn. Nos han llegado rumores de que en las últimas semanas ha habido mucha actividad por aquí, así que veníamos a intentar hacer algo de dinero. Traíamos dos carros cargados de pieles, el trabajo de todo un año. Les dijimos que les daríamos el dinero que llevábamos encima, pero que por favor nos dejaran las pieles. Es nuestro único sustento y no crece en los árboles precisamente. Pero, como podéis ver, les dio igual. ¿De qué vamos a vivir? —dice una de las mujeres, la más golpeada.

—Íbamos caminando por un desfiladero al sur del pueblo cuando nos asaltaron. No les vimos ni les oímos llegar. Cuando quisimos darnos cuenta, estábamos rodeados y no teníamos nada que hacer —termina de explicar el niño, sorprendentemente sereno para la situación que acaba de vivir y el estado en el que se encuentra.
#8
Kael
El Fantasma del Mar
Iba por detrás del grupo intentando llamar lo menos posible la atención cuando nos encontramos una escena de algún crimen reciente por lo que parecía, el ambiente es bastante espeluznante. La plaza parecía una historia de terror: había personas que estaban visiblemente heridas como si hubiera pasado una masacre por aquí, recibiendo la atención que podían la humilde gente del pueblo. La sangre seca se mezclaba con las caras de horror en sus rostros. -Esto es lo que habrían visto en Oykot en aquel momento... verlo en tercera persona es muy diferente. -Pensé para mis adentros. 

Mientras observaba a los ancianos llevar agua de un color rogizo para lavar la sangre del pueblo, no pude evitar escuchar su conversación. Hablan de cómo la Marina se ha mostrado ineficaz y de lo frustrante que es. Historias como esas es lo que a más de uno había convertido en pirata o revolucionario después de todo, si los que tienen que ayudar no lo hacen, había que encontrar la manera de resolver los problemas. Este lugar que alguna vez fue seguro ahora se ha convertido en un lugar de pesadilla y las autoridades ni se habían preocupado por ellos.

Con el grupo, sigo escuchando las historias mientras paso cerca de ellos, escuchando sus historias de angustia y desesperación. Una mujer que parecía que había sido golpeada habla de su trabajo, algo sobre que habían venido con pieles que por lo visto pagaban muy bien, mientras que un niño estaba bastante cuerdo a pesar de lo que había vivido momentos atrás. Pero hubo un dato que pillé: fueron emboscados en un desfiladero del sur y según el relato, no fueron "vistos ni oidos" hasta que fue mi tarde. 

-Chicos, -susurré a mis compañeros- estamos aquí por lo de Vesper y no sé si esto tendrá que ver con quien estemos buscando pero si creéis que pueda tener algo que ver esa gente de allí fue emboscada por un desfiladero al sur de aquí -dije señalando en dirección sur [virtud = Orientación]- ¿Creéis que merece la pena investigar todo esto?. Vesper -le pregunté a él directamente mirándole a los ojos- ¿crees que pueda ser la misma persona?. Hemos venido aquí a acabar con ese hombre porque te importa, no para hacer hermanitas de la caridad en algo que no tiene nada que ver, pero si queréis ir, vamos.



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#9
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Deade que Bonesz habia salido desde la oscuridad de aquella isla, se había encontrado solo. Solamente el contra aquel nuevo mundo  que se comportaba hostil con alguien que parecia provenir del mismísimo infierno por su apariencia. El nunca habia conocido el significado de la palabra "Camaraderia". Bueno, si la sabia, tampoco es que fuera un jodido analfabeta, pero nunca había logrado llegar a congeniar con alguien de una manera cercana. Era mas que nada manipulaciones y traiciones para salir adelante, solamente lograr sobrevivir en aquel mundo que pareciera haberlo traído por mera desgracia.

No obstante, lo que parecia en un principio un grupo de desadaptados que utilizaría para poder tener un viaje gratuito, se transformo en aquel lugar en donde habia encajado particularmente bien, sintiéndose extrañamente cómodo con la forma en la cual se llevaba con cada uno de ellos de manera particular.  Byron con su actitud animada que parecia estar gritando cada una de sus palabras cuando hablaba, casi como si fuera un chico en un constante patio de juego. Era algo divertido de ver. Asi mismo con Drake el cual parecia tener ese espíritu aventurero y animado que era acompañado con la tan particular carisma de Jun, aguerrida y llena de energía parecia ser el trio perfecto para causar desastres en cualquier isla en la que ponían pie.

Por otro lado esta el particular MC Duck, el cual para el ojo común parecería un simple pato silvestre pero que escondida en realidad una personalidad astuta y perspicaz era el cerebro del grupo aunque a veces terminaba enredándose en las tonterías de la tripulación. Depsues se encontraba Mukens, el mas joven del grupo con aire soñador y alma heroica, parecia como si fuera la oveja negra de la familia, aunque a decir verdad seria la oveja blanca que esta rodeada de una tripulación de ovejas negras si es que somos sinceros.

Gavyn habia sido su rival en un principio, ciertamente había un comienzo algo hostil, pero al conocerlo poco a poco ha llegado a cogerle cariño, aunque discutieran de vez en cuando por cosas meramente superficiales. Y por ultimo, su mas entrañable amigo, el Dr. Vesper Chrome el cual era su compañero de andanzas y bohemia. Era difícil de explicar la unión de  dos personas tan diferentes como ellos, pero parecia que el destino caprichoso parecia unirlos por aquel hilo que decidía  el camino de cada individuo. Aquel Doctor con mal humor y actitud adorablemente psicótica le hizo creer que ahi afuera, en el vasto mundo desconocido para el había gente que podría llamar "Nakamas".

De la nada, su cabeza se giro al mismo tiempo que con la de Kael  al ver a aquellos dos ancianos llevar aquella tinaja con agua roja la cual parecia rebalsarse levemente mientras aquellos tipos caminaban por la calle, haciendo que no pasaran ni dos segundos antes de que se pudiera sentir el olor de la sangre y los cuerpos  heridos que se encontraban en la calle producto por aquellos bandidos que de seguro parecia que lastimaban a aquellas personas mas por placer que por simplemente intentar obtener algo a cambio de aquella violencia, haciendo que Bonez frunciera el cejo mientras que miraba a los heridos con cierta molestia. Podría parecer alguien salido del propio infierno con aquella piel negra y ojos rojizos, pero  al haber salido de Fantasmagoria y aquellas penurias, se asentaba en su estomago un sentimiento de malestar ante aquella crueldad ante los civiles de aquel lugar. 

Bonez no contesto ante la pregunta de Kael, despues de todo era una pregunta que Chrome debería responder, así que decidió acercarse a un grupo de ancianos que se encontraban cerca de un hombre que parecia tener la cara hinchada, seguramente producto de la golpiza que le habían propinado alguno de esos tipos, haciendo que la gente le viera con una cara de terror y desconfianza gracias a aquella piel negra y ojos de un reluciente color rojizo.  

Vaya, parece que estos tipos no se andan con rodeos. dice Bonez mientras que miraba a el resto de los civiles que parecían mirarle con una mezcla de miedo, desconfianza y desagrado. EL por su parte ya estaba acostumbrado a esas miradas huidizas y poco amistosas haciendo que  el chico de piel ceniza suspirara brevemente antes de volverles a hablar.

[Virtud=Carisma]   

Tranquilos, a pesar de lo que pueda sugerir de mi apariencia, no venimos a lastimarlos.  dice con tono sereno levantando las manos en señal de que venia sin intensiones de atacarles. De hecho, tal parece que tenemos un enemigo en común, eso claro si son los mismos hombres que estamos buscando. Asi que si pueden darnos algo de información acerca de estos tipos seguramente podríamos ayudarles a deshacernos de su problema. 

Dice Bonez mientras que baja las manos intentando que los lugareños pudieran confiar en sus intenciones a pesar de su apariencia, despues de todo seguramente podrían sacar algo de información si jugaban bien sus cartas con la gente del lugar. Cabe decir que no sabia cual serian las decisiones que tomaría el resto de sus compañeros en cuanto a su ayudar a la gente o simplemente desear pasar de ellos. Aun asi espero la respuesta de los lugareños por si alguien se mostraba abierto a responder ya fuera por simple amabilidad o por ver una oportunidad de sacarse aquellos tipos de encima 

Personaje
   

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