Alguien dijo una vez...
Crocodile
Los sueños son algo que solo las personas con poder pueden hacer realidad.
[Aventura] [T4] Tienes algo que me pertenece
Atlas
Nowhere | Fénix
¿Y cómo demonios se supone que le vas a encontrar? Sí, aquí tenemos un problema bastante importante de localización del objetivo que tendrás que resolver. ¿Que a qué me refiero? Bueno, rebobinemos un poco. Como sabrás a la perfección, entre las tareas que la Armada Revolucionaria realiza de forma frecuente se encuentra la de conseguir información sensible para el Gobierno Mundial. De ese modo tienen a su disposición herramientas que logran que, teniendo menos recursos, sean capaces de atacar puntos estratégicos dentro de la estructura del gigante al que se enfrentan. Uno de esos puntos sensibles era la modesta tartana que surcaba el East Blue en el más absoluto de los incógnitos. A bordo no viajaba nadie que pudiera resultar sospechoso de pertenecer a una u otra facción, puesto que sólo viajaban un vendedor de aceite y su hijo.

No obstante, tus jefes sabían a la perfección que esto no era así. Tras una ardua labor de campo, un revolucionario infiltrado consiguió descubrir que ambos pertenecían al Cipher Pol y que, al menos en esta ocasión, transportaban información sobre un nuevo proyecto en algún lugar del East Blue hasta la base del G-39 en el Archipiélago Conomi. A una distancia no demasiado lejana de la costa, un artillero compañero tuyo hundió el barco haciendo uso de un nuevo cañón que los cerebritos de la Revolución han inventado. El plan era aprovechar mientras el barco se iba a pique para interceptar a los agentes, que lógicamente deberían intentar escapar y arrebatarles la información. Ni siquiera era necesario asesinarles, por muy enemigos que fueran.

El problema reside en que nadie contaba con el infame Marshall Vengeance. Capitán Marshal Vengeance, de hecho, para sus amigos —y enemigos también, en realidad—, un pirata de los que no suelen caer bien que lleva varias semanas merodeando la zona del archipiélago. No se acerca lo suficiente como para ser interceptado por la Marina, pero permanece asediando y asaltando a más buques mercantes de los que a la Marina le gustaría reconocer. Después del éxito de la maniobra de neutralización, quien se hizo con los documentos no fuisteis vosotros, sino el pirata, siendo además divisado a lo lejos por los centinelas de la Marina que otean el horizonte en previsión de un ataque por mar. Sin embargo, aquélla fue al gota que colmó el vaso. Los marines del G-39 decidieron salir al mal en su busca después de que atacara esa modesta embarcación e inició una persecución que a día de hoy sigue activa, al menos en teoría. Digo en teoría porque hace un par de días se encontró el barco de Vengeance en una playa del archipiélago, no demasiado lejos de Coral Town. Se piensa que la Marina consiguió dañarlo lo suficiente como para obligarle a desembarcar, pero no tienen narices de dar con él por mucho que lo intentan.

¿Que qué pintas tú aquí? Hay bastante ajetreo en el archipiélago en general actualmente debido a los últimos sucesos y, del mismo modo, es importante hacerse con la información. Aprovechando que hasta el momento tu nombre no ha entrado en la órbita de las personas a las que busca el Gobierno Mundial, te han encargado que localices al dichoso Marshall Vengeance y que recuperes lo que es vuestro. Por otro lado, a lo mejor esta ubicación en concreto te viene bien y todo. Según tengo entendido, en algún lugar de Coral Town reside Fiuri, un afamado gyojin que pasó muchos años dedicándose a la caza de criminales. Dicen que su especialidad eran los usuarios de poder de Frutas del Diablo.
Off
#1
John Joestar
Jojo
20 de Verano del 724         

Personaje

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El sol era intenso ese dia, sobretodo para ser las 8 de la mañana, el cielo estaba completamente despejado en Coral Town. No tiendo a soportar mucho el calor, prefiero el invierno por lejos, el frio es muchisimo más soportable, sin duda el verano es la peor estación existente.
Como siempre me gusta hacer al empezar una misión, me di un paseo por las calles de la ciudad, uno nunca sabe lo que se puede encontrar...o lo que puede oir yendo a los lugarres más reconditos, más aun en este caso. El ejercito revolucionario me ordenó encontrar a un tal Vengeance, un pirata que ha estado dando por el culo a la Marina desde hace un tiempecito, el cual se habia hecho con una supuesta información importante, no me dijeron exactamente lo que era pero, prefiero no preguntar si no se me da la respuesta de inicio, al menos de momento, siendo uno más qsind estacar, quizá un dia eso cambie, pero no hoy. Me han aconsejado que pregunte por ciertas tabernas cerca del puerto, donde los marines, de diferentes rangos, se reunen todos los dias en sus descansos o en sus dias de permiso, aunque no se si precisamente sacaré mucha información de esos lugares, los que más sabrian sospecharian rapidamente de mis intenciones y creo que no soy lo suficientemente fuerte como para hablar con los nudillos, no obstante puede que sea un buen sitio para empezar, als tabernas y las tiendecitas cercanas a ellas, los rumores suelen volar por las islas, y, bueno, quien sabe.
Me encendí un cigarro mientras caminaba pensativo, por alguna razón hoy las alas me dolian ligeramente más de lo normal, supongo que el encontronazo con aquel pelirrojo hace unos dias me ha dado dolor crónico. Haki del rey, quien lo diria, alguien con un poder asi seria invencible si lo entrenase como dios manda...En fin. Saqué un pequeño mi pequeño Block de notas para apuntar el planning que voy a llevar, y tenerlo todo muy claro a la hora de mostrarselo a los mandamases del ejercito.
Seguí caminando tranquilamente, sin toparme con nada interesante hasta que alcance el paseo marítimo, las vistas eran, sin duda, impresionantes. El cierlo y el mar formaban una dualidad de azules excepcionales, las olas rompiendo contra el rompeloas hacian un cuadro de paisaje. Me fijé de cerca en un grupo de pescadores de la zona, charlaban como vejos amigos mientras sus cañas reposaban tranquilamente en la barandilla; puede que sea mi destino cuando sea lo suficientemente viejo como para no poder cumplir con mi deber.
Mientras paseaba un grupito de jovenes marines, reclutas seguramente, trotaban emocionados de camino a, cito textualmente, ``La taberna donde los hombres se volvian dioses´´, una exageración evidentemente, pero quizá fuera un buen punto donde comenzar a buscar, asi que, los seguí durante unos 10 minutos hasta una taberna llamada ``El Simarilion´´, curioso nombre sin duda. Me armé de valor y me dispuse entrar.
Antes de introducirme en el local, apunté unas cosas básicas en mi block. Necesitaba saber y recuperar la información que tenia ese Vengeance y, de tener que conseguirla a las malas, deberia saber con antelación si era un usuario de akuma no mi, para no llevarme sorpresas.
#2
Atlas
Nowhere | Fénix
Llevas a cabo un relajante paseo por la zona más transitada de Coral Town. Efectivamente, puedes ver marines por el área de diversos rangos y diferentes actitudes. Los hay más serios y formales, que parecen estar patrullando en todo momento incluso cuando es su rato de esparcimiento. Del mismo modo, los hay más jóvenes y alocados que intentan aprovechar cada segundo como si fuera el último. ¿Cuántos de esos chicos acudirán a la academia de navegación del archipiélago? No sé si lo sabías o no, pero si no lo sabías te lo digo. Del archipiélago en el que te encuentras salen los mejores navegantes de todo el East Blue y buena parte de ese mérito lo tiene esa academia. De hecho, incluso la Marina envía allí a sus soldados para que se conviertan en los mejores a los mandos de un timón.

Los uniformados se mezclan con los gyojins frente a ti, pareciendo que esa isla en concreto es al fin un punto donde diferentes razas pueden converger y convivir en armonía. Me imagino que algo así será toda una alegría para un revolucionario como tú, ¿no? No parece que haya discordia a tu alrededor. Tanto es así que, como dices, los marines más jóvenes van a las tabernas regentadas por los moradores de las profundidades y son recibidos de buena gana por estos.

Decides que el mejor punto para comenzar a recabar información es una taberna. Me parece bien. Te gustaría que esa taberna se llamase el "El Silmarilion"; no me parece mal. De todos modos, en el futuro procura no dar por hecho nada referente al entorno y demás —en este caso es algo meramente escénico, así que no pasa nada—. Como decíamos, te introduces en el local y una agradable melodía envuelve tus oídos. Un cuarteto de seres abisales tocan piano, batería, saxofón y bajo en directo para amenizar la estancia de los clientes en el local. No sé cómo se te dará la música, pero si entiendes un poco te darás cuenta de que lo hacen francamente bien. Las notas flotan en el aire a un volumen ideal para ser escuchadas sin interrumpir conversaciones u obligar a los presentes a elevar la voz. Diría que es un lugar excelente para dejar pasar las horas en un ambiente agradable con buena compañía.

El local tiene dos plantas, habiendo una escalera de madera perfectamente barnizada que sirve para circular entre una y otra. Las mesas están ocupadas por grupos de lo más variopintos, pudiéndose ver gyojins y humanos compartiendo mesa y grupos de amigos o mostrándose más separados. Del mismo modo, no son pocas las posiciones ocupadas por marines que sólo quieren pasar un buen rato.

En caso de que decidas pedir algo y sentarte distraídamente a ver qué consigues cazar, al rato verás que un grupo de cinco marines pega un poco la cabeza al centro de la mesa para hablar en un tono un poco más bajo:

—Sí, dicen que consiguieron alcanzarle, pero yo no me lo acabo de creer. Si preguntáis mi opinión, creo que él dejó el barco varado en la playa y dañó el casco para que quienes le perseguían se confiasen. Me juego lo que queráis a que, si no ha salido ya de la isla y se encuentra muy lejos, le queda poco para hacerlo.

—¿Se puede saber de qué estás hablando ahora?

—De Marshall Vengeance, ¿de quién va a ser? No se habla de otra cosa en todo el cuartel. Hemos tenido muchos avisos de personas que aseguran haberle visto, pero por el momento no se le ha conseguido localizar. Creemos que hay personas que se lo inventan o que están colaborando con él, porque hemos llegado a recibir llamadas que le situaban en extremos opuestos de Coral Town al mismo tiempo. Conociéndole, es posible que esté delante de nuestras narices y que no seamos capaces de verle. Si ese viejo Fiuri siguiera en activo todo sería coser y cantar, pero se ha tirado al palo con su caña de pescar y su pacifismo. Una lástima; dicen que era una máquina de capturar piratas en sus mejores momentos.
Contaje virtudes y defectos

#3
John Joestar
Jojo
El entorno era curioso, distinto a todas las tabernas a las que he asistido, por activa o por pasiva. Estaba hecha en su mayoria de madera, parecia de buena calidad y estaba recientemente acuchillada, era un placer apoyar los pies en un suelo tan perfectamente arreglado y limpio como este. Una de las cosas que más me llamó la atención fue su ambiente, de fondo tenian a una banda de ``hombres pez´´ tocando para delicia de cualquier oido; no soy un entendido en esa rama, pero, por lo que se podia escuchar, la canción era pegadiza y muy agradable de escuchar. 
Otra de las cosas en las que me habia fijado, es en una escalera que unia la taberna a una segunda planta. La escalera estaba tan bien cuidada como el resto del local, recien barnizada y cuidada, el polvo no estaria dispuesto a posarse sobre aquella barandilla jamás, brillaba demasiado para su gusto. Las mesas del local estaban en similar estado, pero además, estaban llenas de gyojins y amrines por igual, separados por mesas o mezclados entre ellos, sin distincion, supongo que podriamos dejar el lugar como ``tierra de nadie´´ donde cualquier conflicto o discusión debia dejarse en la puerta antes de entrar.
Me senté en una mesa cercana a una de las ventanas, recien recogida y limpia para su uso, me acomodé las alas, e indiqué al camarero que me trajera una de esas grandes jarrasfrias de buena cerveza, para despejar la mente. Mientras daba mis primeros tragos y encendia mi siguiente cigarro, un grupo, no poco vistoso he de decir, de marines entró por la puerta y se sentó cerca de mi posición, lo suficiente para poder escuchar la conversación con suficiente claridad, aunque tendria que esforzarme bastante, dado el ruido de música y conversaciones mezcladas.
Entre otras pequeñas cosas sin importancia mencionaros en nombre de Vengeance, estaba claro que sabian algo, al menos habian escuchado algo más que meros rumores. Que si las gentes son sospechosas de colaborar con el pirata, si otros mienten por mentir... nada que me hiciera avanzar mucho...pero, me dieron la sigueinte pista a seguir, nombraron a Fiuri, un paisano que se encargaba de capturar piratas, por lo tanto, útil para encontrar a Vengeance.
Apunté el nombre y su ``profesion´´ en mi block y dude si preguntar directamente a aquellos hombres o salir a preguntar a los pescadores con los que me topé antes, ya que habian mencionado que ahora se dedicaba aquello. Tras una ligera pausa mental, decidí hacer lo sigueinte.

-Buenas tardes caballeros, disculpenme pero, ¿Sabrian donde puedo encontrar a Fiuri?.-
#4
Atlas
Nowhere | Fénix
Los marines se voltean para mirarte. Lo hacen todos a la vez, como si se volvieran en grupo para analizarte y juzgarte de la cabeza a los pies. De hecho, es lo que hacen. A decir verdad, la forma en la que te miran es bastante incómoda. Uno de ellos no sólo te mira a ti, sino que se ha dado cuenta de que llevas una libreta en la que no paras de apuntar cosas. A ojos de una persona suspicaz —y este marine lo es—, eso puede no significar nada, implicar que trabajas en el mundo de las noticias o la prensa o que estás recabando información para algo. Que ese hipotético algo sea bueno o malo depende de la forma de pensar del uniformado, claro, pero el hecho es que ha reparado en la libreta y su mirada no la deja escapar. Ni a ella ni a tus intenciones, claro.

—¿Quién eres y por qué querrías encontrar a Fiuri? —pregunta el más alto del grupo, un muchacho de veintipocos años, moreno y con una perilla de chivo. Está sentado junto al que te mira con cara de sospecha, que es el siguiente en hablar.

—¿Y de qué estás tomando notas, si se puede saber? ¿Eres periodista o alguna cosa que se le parezca?

En caso de que digas que, efectivamente, lo eres —o cualquier otra explicación válida que se te ocurra, vaya—, el marine seguirá preguntando hasta quedarse satisfecho con tus respuestas. Ya sabes, te preguntará para qué empresa o persona trabajas, dónde está su sede, si te pagan bien o mal, si sueles ir por Conomi en busca de noticias, si estás tomando notas por el pequeño asuntillo del capitán Vengeance… Esas cosas tan molestas que hacen los militares, vaya, sospechar de todo y todos e intentar detectar amenazas.

Mientras te mira en espera de una respuesta, la cual con toda seguridad irá seguida de una pregunta tras otra, a tu alrededor todo se continúa desarrollando con normalidad. Clientes entran y salen sin descanso. Algunas de las mesas más próximas a las ventanas han sido asignadas a jóvenes —y no tan jóvenes— parejas de enamorados que sólo quieren disfrutar de un hermoso rato en la mejor compañía. El del saxofón acaba de marcarse un solo que incluso varias personas se han dado la vuelta para, además de escuchar, ver esa obra de arte. Todo marcha a la perfección en esa pintoresca taberna de Coral Town, pero el marine sigue con sus pupilas clavadas en ti y espera una respuesta con gran atención. Qué mala suerte. Has tenido que dar con el único marine del G-39 que siempre tiene la antena puesta. Bueno, a lo mejor hay más, pero no los conozco a todos, ¿para qué mentirte?
Off
#5
John Joestar
Jojo
Mis nervios se activaron un poco, tampoco para echar cohetes la verdad, pero aquel marine no parecia de los tipicos que dejaban pasar a cualquiera que oliese mal sin preguntar a que se debia ese asqueroso rastro de dejaba tras de si.

-Pues...no exactamente.- Una cosa por la que me caracterizo es por improvisar de manera magistral...la mayoria de las veces, quizá con este marine colase facilmente tambien, todo era probar. -Verán caballeros, me llamo Jhon Hamond, soy una especie de...como decirlo...buscatalentos. Me dedico a investigar las historias mas increibles que se os puedan ocurrir sobre gente con mucho talento en algún arte o con un gran entrenamiento en algún tipo de lucha o arte marcial. De hecho fijense amigos mios. que una revelaciòn que cubrí no hace mucho era de un jovén pelirrojo que podia provocar que la gente se desmayase en un instante.- Para quein se lo preguntase, esta técnica se llama la técnica de la cometa, yo me dedico a ir soltando medias verdades poco a poco, como el hilo que conecta con la cometa para que esta vaya volando, pero por otro lado les digo medias mentiras, recogiendo el cable ligeramente para que el manipulado no se de cuenta.

-¿Desmayarse?, eso es extraño sin duda, pero mi pregunta viene más a que ¿Por que cojones están anotando nada aqui y que pretendes conseguir Jhon comotellames- respondió el de la perillita de macho cabrio. No parecia un tio que se fiase de cualquiera sinceramente, supongo que mi carisma no era suficiente para convencer a este gilipollas, no se porque me da que acabariamos dandonos de leches en breves instantes.

-Mis anotaciones son para poder redactar en casa soldado. Todo lo que encuentre me dedico a escribirlo, anotarlo, investigarlo y, despues, escribiré un libro que seguramente me hará mundialmente famoso, su titulo provisional es ``Lo que la Grand Line esconde´.-

-¿Y se puede saber que quieres preguntarle a Fiuri?, quizá no quiera hablar contigo, no eres nadie- me respondió el otro marine con cara de cerdo rabioso y ojos entrecerrados.

-Bueno, mayoritariamente me gustaria que me hablase de su vida, de quien le enseñó sus habilidades, de que me cuente alguna anécdota sobre sus aventuras y sus peleas con...bueno, con quien sea, ¿Es lógico no?-

-Ya, ¿Y de que has tomado notas ahora mismo si puede saberse?, aqui no está Fiuri y no hay nada de interés que puedas sacar de un lugar como este, asi que enseñame que mierda estabas escribiendo.-

-Oh claro, pero me temo que puedo enseñarles lo último que he escrito, en als hojas anteriores se encuentras datos y detalles sobre otras gentes para el libro, y es alto secreto, si no les importa. Pero, si lo desean, pueden contarme algo de sus aventuras como Marines, podian incluiros dentro del capitulo de Fiuri, ¿Les gustaria?- Puse mi mejor sonrisa inocente, confiando plenamente en que, con el cebo que habia echado, cayeran en mi trampa y pudiera pescar algo. Mientras tanto, les mostraba la última página de mi block de notas donde habia anotado el nombre de Fiuri y un par de anotaciones inocentes.

-Pues que sepas que ese titulo es una puta mierda, y tu eres un tio bastante rarito, te recomendaria no apuntar gilipolleces en lugares como este, te vas a meter en problemas. Sinceramente no se si acabar de creerme esas gilipolleces que nos acabas de contar, tu debes de pensar que mi colega y yo somos subnormales.-

-Lo lamento caballeros, pero lo que les he contado es la verdad y nada más que la verdad. Poca y ninguna necesidad de mentirles tengo yo, sobretodo porque me gusta evitar los problemas con agentes de la autoridad como ustedes, se lo juro por mi madre, que todo lo que les he contado es una realidad, si fuera alguien del cual tener cuidado no habria hablado con ustedes para conseguir información ¿No creen?.-

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Sinceramente llegados a este punto no tengo muy claro si se lo acabarian creyendo, pero bueno, si tuviera que convencerles a ostia limpia, me temo que les ibamos a dar un buen espectáculo a los clientes de este bar. Bueno, y sumandole que tendria que salir volando, literalmente, de las cercanias y me estarian buscando por toda la isla por golpear a unos marines ``inocentes´´, lo cual además me acabaria ganando un cartel con mi cara por toda la isla y me pondria el plan patas arriba, con problemas más gordos que un par de tonto labas dandome por el culo por una sencilla pregunta
#6
Atlas
Nowhere | Fénix
El resto de marines presentes en vuestro encuentro os miran a vosotros y se miran entre sí. Ellos, al contrario que los otros dos, son bastante más confiados y hacen gala de la inconsciencia que da la juventud. Seguramente, de estar únicamente los dos con los que has hablado la conversación se habría prolongado un poco más hasta que terminases de satisfacer su suspicacia. No obstante, un tercer integrante del lúdico destacamento interviene justo cuando el de la perilla iba a abrir la boca de nuevo. Quien habla es el más bajito del grupo, barbilampiño y con media melena de un reluciente rubio platino. Yo diría que se ha lavado el pelo esta misma mañana.

—Vamos, dejadle en paz. ¿No veis que sólo quiere historias que contar? Incluso aunque vaya donde está Fiuri lo más probable es que no consiga lo que quiere de él y, si lo consigue, ¿qué hay de malo en que ese viejo tiburón le cuente algunas de sus batallitas? No seáis tan intensos, que estamos de descanso —reprende a sus amigos y acompañantes—. Fiuri vive en una pequeña cabaña apartada del pueblo —continúa entonces al tiempo que vuelve su rostro hacia ti—. Desde que se retiró se dedica a la pesca con caña en un pequeño cabo que hay cerca de su cabaña. No es muy hablador, pero esos gyojins en miniatura que siempre están con él rajan por él y quince más de su tamaño.

Puedes ver en las facciones de los dos primeros que no están demasiado conformes con la decisión de su compañero, pero terminan por ceder y vuelven a la conversación que mantenían antes. El rubio señala entonces hacia la puerta, haciendo unos movimientos con la mano izquierda en los que pretende indicarte que debes caminar entre los edificios cercanos. Así saldrás del pueblo como tal y acabarás en una zona donde el bosque transiciona hacia un área de arena sobre la cual se asienta la cabaña. El camino en sí te tomará unos quince minutos aproximadamente.

Una vez te encuentres en la zona, tal y como te han explicado, divisarás una choza de dimensiones considerables sobre un montículo de arena. Las puertas y ventanas están abiertas de par en par, como si alguien hubiese entrado a robar o a su dueño no le importase quién pudiese entrar. En caso de que des una vuelta alrededor de la choza y te aproximes a la zona más cercana al mar, verás que un corpulento e imponente tiburón de a saber cuántos metros de altura camina de manera nerviosa. Hay una caña de pescar clavada en la arena. El hilo de pescar se mueve en señal de que algo ha picado, pero el tiburón no le hace el menor caso. Por el contrario, va y viene al tiempo que se dirige a un pequeño gyojin pez espada que lloriquea a su lado.

—¿Cómo que se lo ha llevado? —pregunta Fiuri, visiblemente angustiado e iracundo a partes iguales—. ¿Le has dicho quién era y lo que le podría pasar si se lo llevaba?

—Sí, pero me ha dicho que sabía que ya no podías hacerle nada, que llevabas mucho tiempo sin hacerle daño a nadie y que no podías hacerlo.

—¿Y por eso decide que puede hacer lo que le dé la gana? ¡Maldita sea! —exclama al tiempo que golpea el pequeño, casi ridículo, taburete en el que seguramente habrá estado sentado mientras pescaba.

—¿Ahora qué hacemos, Fiuri?

—No lo sé, tal vez tengamos que buscar a la Marina.

—Pero no sé dónde ha ido a esconderse. Nos lo hemos encontrado de camino hasta aquí y ha dicho que se lo quedaba como rehén para asegurarse de que no le delatásemos, pero no sé hacia dónde se ha ido ni nada.
#7
John Joestar
Jojo
Un marine de entre las gentes apareció para detener el interrogatorio, cosa que agradecí enormemente porque me temia que todo acabaria dandome de leches con media taberna y, finalmente, podria ser encerrado o acabaria muerto...o huyendo, que es peor. El marine rubio me dió unas direcciones guiandome hacia donde podria dirigirme para encontrar a Fiuri, quizá me mandase a una trampa, pero, ¿Por que hacer eso en vez de llevarme al cuartel directamente?. El camino requeria callejear bastante para llegar a la frontera del pueblo, asi que me dispuse a ello.
Empecé a caminar tranquilamente sin alertar a las gentes de mi alrededor, pude observar diversos sitios interesantes en el camino. El primero de ellos era una pasteleria con una cola que daba la vuelta a toda la manzana; el local desprendia un fuerte olor a pan y a bollos recien horneados, era dulce sin duda, de repente el olor a miel, a azucar y a vainilla inundó mis fosas nasales. La gente salia con bolsas llenas de bollos y croissants calientes junto a una sonrisa de oreja a oreja, familias enteras se llevaban unos buenos postres a casa.
Más adelante, observé una tienda de ultramarinos a reventar de gente, pude oir algunas conversaciones entre personas que estaban alrededor, parecia ser que tenia un gran producto a un precio ridiculo.
Por último, observé un bar de copas con un ambiente que parecia prometedor, chicas realmente guapas entraban y salian constantemente, tanto acompañadas como en solitario, algunas fumando, otras con copas en la mano, otras con sus novios de las manos...gente divirtiendose...cosa que no era algo que yo soliera ver.
Tras un mediano paseo, llegué a un lugar donde el bosque da paso a una zona cubierta de arena, aquel era el lugar donde podria encontrar a Fiuri, al menos, era donde me habian indicado.
Observé a unos cuantos metros, un monticulo bastante pronunciado en cuya cima se encontraba una choza de importante tamaño, sus puertas y grandes ventanas estaban abiertas de par en par, dejando correr el aire como si no hubiera nada de por medio. Decidí dar una vuelta cerca de los terrenos de la choza, por si el famoso Fiuri se encontraba por allí...y, bueno, quizá tuviera suerte, aunque si es quien pensaba, es normal que fuera famoso, un señor tiburón de 2 metros y pico de altura se asomaba en la distancia. El susodicho se encontraba cerca de un taburete y una caña enterrada a conciencia en la arena, con el cebo echado. El tiburón estaba caminando en circulos constantes, como si estuviera pensando o imaginando una discusion con alguien, parecia nervioso. Momentos después de mi observación, pude captar que habia otro sujeto al lado del cual no me habia percatado, un gyojin pez espada.
Respiré profundamente, armandome de valor para hablar con semejante armario empotrado y su acompañante, fuera quien fuese. Mientras me acercaba, pude escuchar un trozo de la conversación que estaban teniendo, hablaban de alguien o algo que se habia llevado algo o a alguien, que necesitaban llamar a la Marina y algunas cosas mas, no obstante, y para mi no sorpresa, ese bigardo era el famoso Fiuri, pero tenia que asegurarme antes de cagarla.

-Buenas tardes caballeros, perdón por la indiscreción pero, estaba buscando a Firui, tengo que consultarle un par de cosas si me lo permitís-
#8
Atlas
Nowhere | Fénix
Nada de dos y pico, mi querido John, Fiuri mide más de cinco metros de altura y me la jugaría a que de hombro a hombro mide más que tú de altura. Pero bueno, se entiende tu idea. En cualquier caso, el colosal habitante del mar no repara en tu presencia mientras te acercas, mientras que el niño pez espada sí que lo hace. Se gira un poco para encararse hacia ti conforme reduces la distancia entre ellos y tú y, cuando hablas, no dice nada y sólo mira al tiburón. Cualquiera diría que le quiere avisar de estás ahí, pero se ve que le da un poco de apuro. En cualquier caso, Fiuri se percata de tu presencia por si solo en cuanto te diriges a ellos.

—Fiuri no está disponible en este momento —ruge el ser abisal en un tono que cualquiera que no le conozca calificaría de amenazante—. Todo el mundo busca a Fiuri. Fiuri por aquí y Fiuri por allá, pero ¿dónde está toda esa gente cuando Fiuri les necesita? ¿Quién da la cara por Fiuri cuando hace falta?

Conforme va hablando su tono de voz se va alzando, actuando como una mala válvula de escape para la indecisión, la preocupación y la angustia que atenazan su alma. Mientras habla no se detiene, sino que continúa yendo y viniendo frente a su casa. Sus colosales pies van dejando profundas huellas en la arena mientras sigue blasfemando en voz baja.

—No tengo tiempo para contar historias, no escojo aprendices, no tengo una colección de trofeos de piratas famosos atrapados y no te voy a dar una prenda de ropa interior —dice entonces, algo más calmado, para pasar a darte al espalda y enfocarse de nuevo en el muchacho—. El otro día vinieron unos marines a pedirme que les diese unos consejos a la hora de detectar y recorrer corrientes marinas en barco. A lo mejor si vamos y les contamos nuestro problema, a cambio de que les dé esas lecciones se ponen manos a la obra y encuentran rápidamente a Neo.

—¿Pero por dónde le podrían buscar?

—No lo sé, eso será problema suyo. Tienen muchos efectivos, ¿qué menos que organizar un dispositivo para encontrarle? Podrían peinar todo Coraltown y alrededores en menos que canta un gallo. Sólo hay que darles un buen motivo para que se pongan manos a la obra cuanto antes y dejen de vaguear. En mis tiempos no eran tan inútiles. Bueno, había de todo, pero era más fácil dar con alguien competente.

—¿Y si vas tú en su busca, Fiuri? No se lo diré a nadie y todo el mundo pensará que no has salido de la cabaña. No te puede ser muy difícil encontrar a esa rata de alcantarilla y es imposible que te pueda plantar cara.

—Yo no puedo, Set, te lo he dicho muchas veces. Hace mucho tiempo que lo dejé. Hice un juramento en un momento y un lugar muy importantes para mí, un juramento en el que se pusieron sobre la mesa muchas cosas. No podría quebrantarlo aunque quisiera, pero, además, no quiero. Soy quien soy debido a cómo he actuado en mi vida. Nunca he faltado a mi palabra y no lo voy a hacer.

Como habrás podido intuir. Fiuri ha dado por sentado que vas a seguir las órdenes que te ha dado y vas a desaparecer de su vista. Tanto es así que no ha vuelto a mirar en tu dirección ni se ha dirigido a ti. Se le ve bastante agobiado, así que lo mismo necesitar captar su atención de algún modo.
Imagen aproximada de Fiuri
#9
John Joestar
Jojo
Voy a ser sincero, me habia quedado un poco a cuadros, muy preocupado tenia que estar ese tio para desprecirme sin escuchar el motivo de mi visita. Me quedé pensativo, quizá le habria subestimado, para empezar, mi vista me habia jugado una mala pasada, desde lejos media dos metros y pico, pero en las cercanias...ese monstruo era un jodido gigante de 5 metros aproximadamente, eso por lo menos, además de ser un armario de madera de roble, de esos que ya no quedan por ningun lado, si biceps era mas ancho que mi cuello, y eso que yo estaba en buena forma fisica. 
Me quedé mirando fijamente a los dos gyojins que se encontraban en frente de mi, el gigante y el enano, sin duda una apreja comica, podrain llamarse el duo sacapuntas. Cuando volví en mi, mi cabeza trabajó rapidamente, Fiuri me habia ignorado con todas las de la ley, tendria que llamar su atención de alguna manera, necesitaba consejos, lecciones...algo, y lo necesitaba a la de ya. Pero, ¿Que podria ahcer yo para que ese megalodón me escuchase dos minutos y me diese una respuesta amistosa sin tener que engancharle un puñetazo en las branquias.
Me di media vuelta un segundo, saqué mi paquete de cigarros y me encendí uno para pensar con más tranquilidad. Me senté en la suave arena del lugar, era natural obviamente, pero además era cálida y suave, como si te abrazase, podria hacer colchones rellenos de aquellas piedras machacadas por el mar durante eras. Mi mente se despejaba a cada calada, mi mirada se perdia en el horizonte, mis oidos no descansaban teniendo un murmullo de la conversación de los dos seres a mi espalda, mis alas temblaban inquietas. ¿Y si mi misión terminaba aqui? ¿Y si terminaba teniendo que darme de leches con Fiuri para que espabilase de una puta vez? Hay que joderse, que tenga que estar discutiendo con un sushi andante, para encontrar a un sucio pirata escurridizo...¿Vale la pena?, ¿Nadie más podria enseñarme Karate Gyojin acaso? ¿Este fue algún dia un legendario luchador de artes marciales? Quizá sea solo una montaña de musculos come pescado venido a menos, se lo tenia bastante creido.
Intenté relajarme mientras fumaba, el sonido del mar y las gaviotas empezaron a cubrir los murmullos y el sonido de mis pensamientos...estaba decidido.

-Vale, está bien, no te molestaré, pero que sepas que yo no vengo a rezarte como si fueras un dios, me da igual quien hayas sido, solo venia a preguntar un par de cosas, quizá tenga algo que ver con eso que os tiene tan abiertamente preocupados, asi que, vamos a hablar, y me gustaria hacerlo ahora, tengo que conocer el paradero de un pirata- Solté seriamente mientras extendia las alas y encendia las llamas de mi espalda, un espectaculo seria la mejor manera de llamar la atención.
#10


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