Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Aventura] [T3] Héroe o villano.
Silvain Loreth
-
Notas sobre bélico
Los disparos proyectados desde el silo atraviesan tu cuerpo sin que ello revista ningún daño para ti y, al mismo tiempo, tu piel adquiere un incandescente matiz rojizo que comienza a caldear la temperatura en la zona. La hierba bajo tus pies se pliega sobre sí misma para luego quemarse y el aire en torno a tu cuerpo se distorsiona como consecuencia del aumento de temperatura que empieza a tener lugar. Aquellos más cercanos a ti, los tres que se habían interpuesto entre el anciano del rifle y tú, comienzan a sudar profusamente. No sólo eso, sino que alguien da la voz de alarma al grito de "monstruo". ¿Nunca han visto a alguien que se transforma en lava, o qué? ¿Acaso no conocen a ningún usuario de Akuma no Mi como para relacionar ambas cosas? ¿En qué mundo viven?

En cualquier caso, en cuanto tu brazo se comienza a transformar en una masa de babeante magma a tus enemigos les queda claro que no se están enfrentando a un enemigo al uso. Proyectas tu brazo hacia delante, pasando por encima de los tres que habían hecho de muralla humana e intentando golpear al del rifle. Éste se hace a un lado como puede para intentar evitar el ataque, pero parte del magma entra en contacto con su pierna izquierda y provoca que aúlle de dolor. El olor a carne quemada se extiende por la zona al tiempo que la hierba bajo vosotros deja escapar un fino aroma a vegetación chamuscada. De tu gran brazo gotea lava sin descanso, prometiendo un tipo de destrucción que esa gente no ha visto en su vida. De hecho, un par de gotas —por llamarlas de algún modo— caen sobre las personas que se habían interpuesto entre el del rifle y tú. Sus gemidos ahogados de dolor comienzan a extenderse también por la zona y, en cierto modo, el caos estalla entre los sucesores de los bandidos de Isla Kilombo.

—¡Armaos! ¡Hay que acabar con él! —puedes escuchar a la perfección al tiempo que ves cómo todos se dirigen al silo para armarse. Los primeros en salir del mismo son los niños que rellenaban cartuchos con pólvora. Llevan unas pequeñas esferas negras en sus manos. De ellas sale un cabo al que están aproximando una llama encendida. Sí, diría que son bombas.

Presos de la histeria colectiva, los niños lanzan hasta cuatro de los artefactos explosivos en tu dirección. Uno de ellos, además, ha lanzado el suyo con la intención de que caiga sobre tu brazo magmático. Imagino que pretende deshacerlo, que se te caiga o algo por el estilo. No le culpes, es sólo un crío y no tiene ni la menor idea de a qué se está enfrentando. El otro tipo que daba órdenes, por cierto, parece haber desaparecido de la escena por el momento —eso si intentas buscarle con la mirada, claro—. El del rifle, por su parte, se ha vuelto a poner en pie y cojea rápidamente de vuelta al silo.
Mates
#11
Henry
El Tirano Carmesí
No importaba cuantas armas me tuvieran en su mirilla, ninguna de esas balas tuvo éxito alguno en mi. Cada segundo la temperatura a mi alrededor subía a gran velocidad, cosa que aquella gente con ek cerebro lavado pudo notar, llamándome monstruo en el proceso. "Supongo que lo soy... un monstruo... un arma..." El aire a mi alrededor también se veía afectado, distorsionadose cada vez más.
 
Pese a mis intentos de no golpear a los "civiles"  estos recibieron una que otra gota de lava por mi parte, pues ya eran cosas que estaban al límite de lo que se me escapaba. Usando mi gigante brazo de lava pude impactar lo que creí fué el viejo, pero esto logró esquivar mi ataque con dificultad. Pero no todo eran malas noticias, el ataque contra el viejo tenía un truco, pues este no pudo esquivar el daño en área.
 
Gracias al poderoso choque que mi brazo tuvo con aquella zona, partes del magma de mi brazo saltaban por todos lados, haciéndolo casi imposible de esquivar. El viejo recibió contacto con mi lava, cosa que le hizo pegar un buen grito de dolor. Pese a todo este cogeaba rápidamente hacia el silo, gritándole a sus seguidores que se armen para así combatirme de alguna forma.
 
De pronto, aquellos niños que vi cargando cartuchos de pólvora salieron en mi búsqueda, prendiendo y lanzando explosivos hacia mí y, aparentemente hacia mi brazo de lava gigante. Eran buenas explosiones, pero nada pudieron cuando eres un "monstruo" se lava ardiente. El explosivo que apuntó hacia mi brazo fue algo digno de aplaudir, pues no tomaría el riesgo de perder el control de mi brazo ahora, por lo que destruí aquél explosivo con un puñetazo de mi gran brazo.

Titanic Limb
161U301
ÚNICA
Ofensiva Mantenida
Tier 3
11/11/2024
40
Costo de Energía
29
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Convierte cualquier extremidad en una versión gigante de 3 metros de largo de magma el cual mantiene las propiedades pasivas de la Magu Magu. Con el que puede atacar a los enemigos o chocar otras ofensivas en su contra con un +30 de [Colisión], manteniendo el brazo transformado siempre y cuando no se vea sobrepasado el daño de este por una ofensiva enemiga, en cuyo caso se desactivara y entrara en enfriamiento. Siempre que este brazo impacte contra algo liberara su daño en un área de 3 metros de radio de la zona de impacto.
Golpe básico + [CAx2.5] de [Daño de Fuego]

 
No veía al otro tipo por ninguna parte, pero tampoco tenía el tiempo como para preocuparme por ello. Aún no había acabado con mi primero objetivo allí y no dejaría que este recibiera ningún tipo de ayuda. Corrí a por aquél viejo, lanzando otro puñetazo hacia él con todas mis fuerzas y rabia. "¡¡¡El mismísimo infierno ha venido a castigaros!!!" El aumento del calor en el ambiente aumentaba a la par de mi rabia hacia esta gente, pues tan cobardes eran ante la muerte cuando ellos mismos planeaban asaltar el G-23?!
 
Resúmen
Mates y Más
#12
Silvain Loreth
-
Nota sobre bélico
La temperatura del ambiente sigue yendo en aumento de forma inexorable. La hierba que han pisado tus pies se ha extinguido al más leve contacto e incluso han nacido pequeños fuegos en las zonas donde había algunos matorrales y arbustos pequeños. Supongo que es lo que tiene ir soltando magma candente como el que suelta estornudos. Por cierto, ¿hablamos en algún momento de cómo estaba la vegetación circundante a la zona en la que te encuentras o lo he soñado? Me refiere a los árboles que flanqueaban tu paso mientras ibas por el sendero... No lo tengo claro del todo.

Sea como sea, mientras te diriges hacia el silo con tu gigantesco brazo de lava en alto las armas vuelven a asomar por las ventanas. Esta vez lo hacen de una forma mucho menos decidida, puesto que saben que el resultado va a ser idéntico al anterior. Aun así, abren fuego sin descanso en más de treinta ocasiones. Buscan acertarte donde sea. Quieren que te detengas y usan todos los recursos a su alcance aunque sean inútiles. Tanto es así que, de buenas a primeras, descubres que los niños que te habían lanzado las granadas han vuelto a entrar y se han encaramado a los ventanucos. Portan grandes cubos —al menos son grandes en comparación con su tamaño— que vierten sobre ti en un intento por apagarte.

Por otro lado, mientras avanzas puedes ver cómo algunos ocupantes del silo han debido salir por alguna otra puerta trasera, oculta o algo del estilo, porque corren en dirección a los árboles sin mirar atrás. Supongo que ya han tenido suficientes sensaciones fuertes y extremas por un día, ¿no te parece?

—¡Eso es, preparadlo todo! —exclama entonces una voz grave en el interior del silo cuando aún quedan varios metros para que llegues a sus puertas—. Está a punto de llegar y es nuestra única esperanza.

No tengo ni la menor idea de lo que traman —en realidad sí—, pero, si hacemos memoria, en el interior hay un montón de personas. Tenemos a los dos cabecillas, por supuesto, que son tu principal objetivo si no lo he entendido mal. Junto a ellos tenemos a un número de civiles que debe superar la treintena, los cuales simpatizan con ellos y les están intentando ayudar. Supongo que el devenir de estas personas depende de cómo interpretemos el "no dañar a los civiles" que te indicó el suboficial Rodgers, ¿no? Si interpretamos que son todos los civiles estás en un problema, porque la operación se complica un poco —además, ya has dejado a algunos gravemente heridos con tu magma ahí detrás—. Si lo interpretamos como únicamente los civiles que piensan como yo y no simpatizan con los sucesores de los bandidos, al margen de lo totalitario o no que sea ese enfoque sí, ya sé que planean asaltar el G-23—, tus enemigos serían los correctos. ¿A qué crees que se refería el suboficial? Más importante aún: ¿qué se esconde en el fondo del sargento Henry? Piénsalo bien, porque esos tipos tal vez no puedan herirte como oponentes y ni siquiera supongan un desafío, pero sin querer pueden haberte puesto en una posición que te obligue a exponer lo más profundo y escondido de tu visión de la Justicia: tu esencia al margen de cómo te veas.
Estado de los que se encuentran en el silo
Contenido Oculto
#13
Henry
El Tirano Carmesí
La situación ya de estaba volviendo algo irritante y al parecer mis poderes reglejaban esto destruyendo toda señal de vida vegetal por las extremas temperaturas que expulsaba de mi rojo cuerpo. Mientras me dirigía al silo aún más armas se asomaban por los ventanucos, contaría unas 4 veces más que la última vez, aunque algunos dudaba, pues sabían que el resultado sería el mismo.
 
Sus desesperación por matarme era algo que me irritaba cada vez más y más. Los niños que en un principio alertaron a los demás de mi presencia y que poco después me lanzaron bombas, ahora intentaban "apagarme" con unos cubos de agua. Sus ojos, los ojos de toda esa gente eran de desesperación, como si fuese yo el monstruo que ha venido a por sus vidas, aquello me dejaba un mal sabor de boca.
 
La situación era complicada y parecía no mejorar, no a menos de que ocurra alguna especie de milagro. Viendo a toda aquella gente encerrada en aquél lugar, arriesgando sus vidas por una causa sin honor o alguna especie de beneficio duradero era algo que le resolvería el estómago a más de uno. En un intento para darles una segunda oportunidad grité con todas mis fuerzas hacia el silo. — ¡Paren lo que están haciendo y rindan sus armas! ¡No quiero hacerles daño y si se rinden les prometo que no serán juzgados! — 
 
Intenté darles alguna especie de incentivos al final para que estos se lo piensen más de una vez por lo menos. Sabía que, aunque estos sigan con sus locuras, yo tendría la mente clara en que ellos no eran civiles... si no que eran enemigos de la justicia qué protegía al inocente!
 
Algunos de los "civiles" huyeron por alguna especie de puerta secreta, pues al parecer habían algunos con algo de cerebro en el lugar. Aquél viejo del rifle había entrado en el silo, dónde todos parecían estar preparando alguna forma de "acabar" conmigo. Por mi parte ya estaba cansado de sus intentos por desafiar a la marina y a la justicia que les espera, así que era momento de llevar la  justicia a todos dentro de aquél lugar.
 
Cargué un fuerte puñetazo qué impactaría en la pared del silo, pues no me confiaba de ninguna puerta ahora mismo. Este puñetazo contaría con el calor de mi cuerpo al rojo vivo. 

Impacto Directo
COM101
COMBATIENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
10/11/2024
17
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades, aplicando un [Empuje] de 4 metros.
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño contundente]

  
Mates y Más
Nota
#14
Silvain Loreth
-
—¡Es mentira, no le escuchéis! —exclama en el interior del silo quien sin duda es uno de los cabecillas del grupo al que intentas exterminar—. ¡Por supuesto que seréis juzgados! ¡De hecho, no creo ni que llegue a haber juicio! ¿¡No habéis visto lo que ha hecho hasta ahora!? ¡Sólo quiere exterminarnos y hará lo que sea necesario para ello! ¡Esto es la Marina, ¿veis lo que os decíamos?! ¿¡Dónde vais!? ¡No huyáis!

Estando ya junto a la puerta, puedes apreciar cómo algunos ocupantes más del silo lo abandonan a través de ventanucos orientados en otra dirección y se prestan a esconderse entre los árboles. Del mismo modo, al haber desaparecido tu brazo magmático parece que ya sólo se chamuscan las briznas de hierba que pisas. Las zonas más alejadas a ti ven cómo la temperatura disminuye y no se forman nuevos focos de incendio, aunque las zonas donde el fuego ya había nacido siguen poseyendo núcleos de crepitante fuego. Por el momento no se ha extendido al propio bosque, pero si yo fuera tú y quisiera evitar un incendio a gran escala en la isla me apresuraría con el tema de los sucesores de los bandidos.

En otro orden de cosas, la puerta cede ante tu empuje y se deshace en un sinfín de fragmentos de madera de diverso tamaño. En cuanto aciertas a divisar el interior distingues al tipo del rifle tumbado sobre varios sacos. La quemadura de su pierna corroe su carne y el olor quemado es evidente, pero el tipo se resiste a marcharse sin dar guerra. En cuanto abres la puerta el cañón de su arma ya está apuntando a tu pecho. El hombre abre fuego sin contemplaciones, abandonando el cañón del arma un proyectil que posee una potencia muy superior a la de los anteriores. No obstante, algo me dice que tu cuerpo podrá asimilarlo exactamente igual que el resto.

Sin embargo, esto no es más que una mera distracción. Sin que nadie dé orden alguna, en cuanto pones un pie dentro más de una docena de sacos llenos de arena y rasgados se precipitan sobre ti. Buscan cubrirte de arena para, posteriormente, rociarte con litros y litros de agua desde las alturas. Si me preguntas, dirían que pretenden sellarte en una prisión de dura y húmeda arena mojada. ¿Inútil? Sí, pero algo deberán hacer. Además de sacar a la luz tu verdadera y radical naturaleza, ese concepto de Justicia única y absoluta que le acabas de revelar el mundo, deben intentar hacer algo para intentar pararte, ¿no te parece?

Siguen abriendo fuego en tu dirección desde las alturas, esta vez con armas de calibre y características normales —como las de antes—. Por último, desde la zona superior del silo el cabecilla que faltaba empuja una gran roca circular, la cual se precipita sobre ti con intención de aplastarte.
Estado de los que se encuentran en el silo
#15
Henry
El Tirano Carmesí
Al parecer mi aviso/amenaza hizo quebla mayoría de los "civiles dentro del silo entraran en razón y huyeran del lugar. Antes de poder crear mi propia entrada a base de un puñetazo pude escuchar como uno de los cabecillas se desesperaba al ver a sus subordinados huir por sus vidas. Al destruir aquella puerta en pedazos tuve visión de lo que ocurrían dentro de aquél lugar, el viejo se encontraba tumbado encima de unos sacos, apuntandome con su rifle. 
 
Pese a que aquél tiro parecía tener algo especial el resultado estaba muy lejos de poder cambiar. Aunque parecía que no era más que una distracción, pues algunos de los que se habían quedado en el silo esperaron a que me ponga un pie en el lugar para tirarme sacos de arena, seguidos de cubos de agua, al parecer querían jugar a los castillitos de arena? Al ver esto decidí volverme un charco de lava, haciéndoles creer que me habían derrotado de alguna forma.
 
Pero esto era únicamente para quitarme toda aquella asquerosidad que me habían lanzado. En mi forma de lava me movía al centro del silo, dónde tomé mi forma humana pero aún hecho de lava. — La mayoría ya ha salido huyendo de aquí, supongo que el suboficial Rodgers no podrá quedarse ahora, verdad? — dije esto último mientras miraba al viejo del fusil.
 
 — Tu ya estás muerto viejo, por el momento solo voy a necesitar a uno de ustedes con vida — Con una mirada cargada de ira y resentimiento miro al segundo cabecilla, el cual se encontraba en el segundo piso del silo preparando una gran roca para aplastarme con esta. Desde afuera del silo parecía que aún quedaban unos fieles a la causa, pues estos seguían disparandome sin ningún resultado.

 — Os enseñaré a valorar un poco más vuestras vidas y las de los demás... ¡¡¡OS ENSEÑARÉ LO QUE ES JUSTICIA!!! — Esto último desató aún más calor de mi cuerpo, pues estaba dispuesto a enseñarles lo que es el verdadero miedo. Con el segundo cabecilla en la mira pego un salto hasta donde este está (supongo que serán unos pocos metros), aplicándole un fuerte agarre hacia su pierna derecha con mis brazos de lava.
  
 
Agarre Tenaza
COM201
COMBATIENTE
Ofensiva Mantenida
Tier 2
10/11/2024
33
Costo de Energía
24
Costo de Energía por Turno
1
Enfriamiento
Uniendo todos los dedos, a excepción del pulgar, que se mantendrá en una posición enfrentada a los demás creando una forma de pinza con la mano, el usuario trazara un Agarre sobre una extremidad de su víctima con una considerable fuerza, impidiéndole usar dicha extremidad o alejarse. Este agarre contará con un incremento de [Fuerza] para la comparativa durante su ejecución.
+14 [Fuerza] en la Comparativa


Mates y Más
#16
Silvain Loreth
-
La verdad es que, a juzgar por la cantidad de personas que te continúan disparando desde el piso superior, no tiene pinta de que los que han huido despavoridos sean la mayoría. Pero bueno, sí, se han ido unos cuantos. ¿Por qué negarlo? No la mayoría, pero unos cuantos. En cualquier caso, tampoco es que la cantidad de civiles insubordinados en la zona ha sido algo que te haya preocupado lo más mínimo, mi querido Henry.

En cualquier caso, como bien dices, el mayor de los dos cabecillas ya se sabe muerto. De hecho, aunque no lo sepas ha sido él el que ha propuesto usarse a sí mismo como cebo antes de que esa terrible quemadura le arrebate lo poco que le queda de vida. En el fondo diría que todos sabían que sus estratagemas no surtirían efecto alguno, pero algo debían intentar si querían oponerse a ti de algún modo. Ignorando al del rifle, te decides a ir a por el segundo cabecilla, el situado en los pisos superiores, para intentar aferrarle con tu mano al rojo vivo. Lo intentas y, de hecho, consigues alcanzarle y producirle su correspondiente quemadura, pero, lo creas o no, no tienes fuerza para sostener el agarre un solo segundo siquiera.

Tu enemigo se da cuenta y puedes ver la frustración en sus ojos. ¿Por qué? Muy sencillo: considera que si aun siendo una masa de lava tiene más fuerza que tú, si no hubieses sido bendecido —o maldito— por el poder de una Akuma no Mi no habrías podido ni tan siquiera pensar en hacer lo que has hecho con ellos. Esto tú no puedes saberlo, claro, y lo cierto es que lo que piense ese tipo da un poco igual. Lo que sería o podría haber sido no tiene relevancia alguna, mientras que lo verdaderamente importante es lo que sucede en realidad. ¿Y qué es eso que sucede? Pues que él sigue libre pero con una buena quemadura en su pierna derecha.

—¡Ahora! —exclama de nuevo, justo después de liberarse de ti pero mientras aún te mantienes suspendido en las alturas. En ese momento muchos de los disparos se detienen y varias afiladas lanzas de metal aparecen desde los alrededores, portadas por insurgentes, para intentar atravesar tu magmático cuerpo. No te preocupes, no son de kairoseki ni nada por el estilo, pero de haberlo sido estarías en un buen problema—. ¡Jamás nos rendiremos! —te grita el cabecilla que queda con vida—. ¡Es por marines como tú que el pueblo se revela! ¡Sois militares como tú los que provocan que la Armada Revolucionaria tenga tantos simpatizantes ocultos a lo largo y ancho del mundo, pero estáis demasiado ciegos y sois demasiado estúpidos como para verlo!

Juraría que ese tipo sabe a la perfección que no le queda demasiado tiempo, pero no parece importarle lo más mínimo. Por cómo se ha comportado hasta ahora diría que combatirá hasta las últimas consecuencias y que, te importe o no escucharlo, te dirá todo lo que piensa sobre la Marina y sobre ti a la cara. Espero que estés preparado para una buena regañina.
Estado de los NPCs
#17
Henry
El Tirano Carmesí
Al parecer lo que supuse que era la "mayoría" de aquellos "civiles" en realidad era una pequeña fracción de ellos, pues desde el segundo piso del silo, múltiples disparos se realizaron en contra mía, fallando una vez más en hacerme algún daño. Mi corazonada de que aquél viejo estaba más muerto qué vivo estaba en lo correcto, este había muerto poniéndose así mismo como cebo, intentando hacer todo el tiempo posible.
 
Al intentar asegurar un agarre contra el segundo cabecilla, este logró quitarse de aquél agarre con facilidad, pero no sin antes llevarse una quemadura por mi mano de lava. — "Es fuerte" — me decía a mi mismo — "Esto no puede tomarme más tiempo" — Aquél tipo tenía una mirada algo peculiar, pues reflejaba lo que podía intuir era frustración por no poder tomarme y mandarme a valorar, pero la realidad era muy diferente.
 
Al librarse de mi agarre este dió otra órden, esta vez era para que sus hombres me atraviesen con lanzas en un nuevo intento de dañarme. Después de esto su último cabecilla empezó a darme un sermón de porqué hacían esto, de porqué la flama de la revolución siempre ocurría, entre otras cosas. — Cállate... — Ahora sería sermoneado por un asesino? Nunca. — No hay Dios que os salve ahora, solo este infierno que os habeis buscado. —
 
Aunque no lo dejase ver tan fácilmente ya me estaba cansado pero aún aquellos criminales no habían pagado por lo que hicieron. Es entonces, que en un intento por reventar todo el lugar si hacía falta creé otro brazo gigante de 3 metros. Con este nuevo brazo pegaría otro salto hacia el cabecilla, pegándole con un puñetazo qué recordaría hasta en el más allá.
 
 — ¡¿Si de verdad eres tan fuerte que te parece un choque de puños, o es que tan poco te importa tu causa?! ¡Jajajaja¡ — Le gritaba justo antes de pegar el salto, pues ya estando este acorralado qué mejor que hacerle creer que tendría alguna oportunidad no? Era muy probable que un ataque como este se cargue buena parte del silo, así como dañar a todo aquél en un radio de 3 metros a mi alrededor.
 
Titanic Limb
161U301
ÚNICA
Ofensiva Mantenida
Tier 3
11/11/2024
40
Costo de Energía
29
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Convierte cualquier extremidad en una versión gigante de 3 metros de largo de magma el cual mantiene las propiedades pasivas de la Magu Magu. Con el que puede atacar a los enemigos o chocar otras ofensivas en su contra con un +30 de [Colisión], manteniendo el brazo transformado siempre y cuando no se vea sobrepasado el daño de este por una ofensiva enemiga, en cuyo caso se desactivara y entrara en enfriamiento. Siempre que este brazo impacte contra algo liberara su daño en un área de 3 metros de radio de la zona de impacto.
Golpe básico + [CAx2.5] de [Daño de Fuego]


Mates y Más
#18
Silvain Loreth
-
En esta ocasión no hay respuesta alguna por parte de tus enemigos. Metido en un lugar tan reducido como el silo, tu gran brazo de magma arrasa con todo y todos los que encuentra a su paso. El cuerpo del del rifle es devorado por la lava candente que gotea desde las alturas. Roddick, el tipo que te estaba sermoneando, no puede evadir el impacto en un lugar con tan poco margen de maniobra y es atrapado entre el magma y la pared.

La lava choca y salpica a cuantas personas hay en el interior del silo, que debido al aumento de temperatura de la zona y la propia presencia de la roca fundida prende en llamas. Los gritos de dolor y auxilio se elevan a los cielos, mas no hay nadie en las cercanías que los pueda escuchar o que esté en disposición de hacer algo para ayudarles. Ni siquiera para aliviar su sufrimiento. A tu alrededor, todo se consume en medio de un mar de llamas que penden sobre un suelo magmático generado por ti a tu alrededor. Una negra y sombría columna de humo se eleva hacia los cielos, enturbiando el despejado día que el clima había obsequiado a Isla Kilombo.

En caso de que en algún momento optes por salir al exterior, comprobarás que no son pocos los insumisos que, después de intentar huir, han vuelto sobre sus pasos para observar el espectáculo de destrucción que dejas detrás de ti. No sólo eso, sino que los lamentos, el olor a quemado y la nube oscura han atraído a más personas de Rostock. Entre ellos puedes ver al propietario de la taberna, el cual, al igual que muchos de los presentes, hasta el momento era poco sospechoso de simpatizar con los supuestos bandidos. Pese a la distancia que os separa, puedes atisbar en sus ojos una sombre de miedo, preocupación y decepción. Las últimas palabras que te llegó a dedicar Roddick se ven reflejadas en cuantos te observan, haciéndose a un lado y dejando muchos metros de separación entre ti y ellos.

Si algo podemos tener seguro después de los últimos sucesos es que los sucesores de los bandidos han perdido a dos de sus cabecillas. Aún desconocemos la identidad o ubicación de los demás, pero es de suponer que es sólo cuestión de tiempo. De aquí nace una nueva duda o incógnita: ¿habrá incrementado el número de disidentes en Rostock? ¿Acaso ha podido tu desempeño generar más resentimiento entre al población local y situar a los bandidos en una situación de mayor fuerza en comparación con la que tenían antes? No lo sé, pero lo averiguaremos más tarde o más temprano.
Off - Nota para el Mod <3
#19
Henry
El Tirano Carmesí
A pesar de no haber habido un choque, el rango de ataque de mi brazo parecía haber abrumado por completo al último cabecilla, el cual quedaba atrapado entre mi magma y la pared. El cuerpo del viejo del rifle era devorado poco a poco por aquellas grandes gotas de lava que se dispersaron por todos lados. El lugar entero se prendía en llamas, pues el calor estaba llegando a temperaturas mortales para todo ser vivo.
 
Los "civiles" en el lugar no corrían con mejor suerte, ya que estos también fueron salpicados por mi lava al impactar contra su líder. Era casi un hecho darles por muertos, pues su carne quemada era algo que se podía oler a metros si no más. Una gigantesca columna de humo negro fácilmente resaltaba en todo Kilombo, atrayendo la atención de muchos de los ciudadanos de Rostock.
 
Salí de lo poco que quedaba del silo, con mi camisa colgando por mis hombros, pues esta quedó hecho añicos cuando desactivé mi transformación. Al salir me di cuenta de la cantidad de pueblerinos de Rostock, pues muchos tenían miradas de miedo, horror o decepción. Verdaderamente no tenía palabras para decirles en aquél momento, pues yo había cumplido con mi misión, o eso me decía yo en todo momento.
 
Me intentaba convencer a mi mismo de que hacia lo correcto, de que estaba vengando a mis hermanos en armas matando a estas ratas. Era un momento de gran conflicto dentro de mí, emociones de frustración, impotencia, enojo, entre otros, invadían mi mente. Buscaba un pedazo de tierra en el que mi magma no hubiera ocasionado demasiado daño en el cual poder sentarme y usar aquél Den Den Mushi que se me había prestado para aquella misión.
 
 — Aquí el sargento Henry... misión cumplida, tanto los líderes rebeldes como sus subordinados como su base han sido eliminados. Solicito vuestra presencia para examinar la zona, corto. — En todo momento intentaba no tener contacto visual con los que habían venido a ver que pasaba, ya que no me dejaría manipular por gente que no entiende el significado de sacrificio o justicia por un hermano. 
 
Me quedé esperando a por los soldados de la marina, a los cuales les dije lo que había pasado en el lugar, así pudiendo finalmente marcharme de aquél lugar de una vez por todas. En mi camino hacia el G-23 veía el daño que había causado en el medio ambiente, como una parte de la vegetación se había marchitado y los árboles del camino tomaban una forma rara, como si hubieran intentado evitarme. 
 
Aquél fue un día tremendo, uno que jamás olvidaría, pues este marcaría los principios de la justicia por la que me estaría rigiendo.

Off
#20


Salto de foro:


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