Atlas
Nowhere | Fénix
17-11-2024, 11:40 PM
Ha sido un rato de sorpresas, eso seguro. Sorpresas que, además, han similares sobre todo para el servicio, por supuesto, y bastante separadas dentro del gran recinto que es el palacete de los Muusha. Bien pensado, quizás hasta os venga bien. Rebuscar habitación tras habitación y sótano tras sótano en pos de un objetivo de localización desconocida puede ser un auténtico tedio.
Por su parte, King no encuentra nada en la habitación que había inspeccionado en primer lugar y se decide a seguir rastreando la zona. A poco que des un visto comprobarás que tampoco hay nada que delate que por el camino que has escogido podéis alcanzar vuestro destino. No obstante, parece que Jack te ha llamado desde la zona que dejas a tus espaldas. A lo mejor es buena idea que nos acerquemos a ver qué quiere, ¿no? En cuanto a Tenka, no sufras por él. Seguro que ha optado por retirarse a una paradisiaca playa en Organ o Tequila Wolf a beber mojitos y aprovechar su invisibilidad para hacer cosas malas. Bien visto, si en algún momento llegáis a conocer a alguien invisible incluso sabréis cuál ha sido su sino. Además, más botín para vosotros si todo sale bien. Todo son ventajas.
En cuanto a Jack, las mujeres se introducen en la estancia y se encuentran un frío acero amenazando con darles un beso si no obedecen. Una de ellas lleva varias sábanas plegadas en el regazo, mientras que la otra lleva un barreño cargado de agua tibia. Ninguna de las dos grita, siguiendo tus indicaciones a la perfección. Sin embargo, a consecuencia del sobresalto a la del barreño se le escurre éste de entre las manos y va a parar al suelo con gran estrépito. Una lágrima asoma rápidamente en su mejilla al tiempo que levanta ambos brazos.
—Sabía que esto iba a pasar —empieza a decir a toda velocidad sin hablar con nadie—. Demasiadas joyas y demasiado dinero entrando sin parar. Era cuestión de tiempo que entrasen a robar. Porque les van a robar, ¿no? Pero hay gente vigilando. ¿Y si empieza una batalla? Yo no quiero estar cerca, a ver si me va a pasar algo.
La mujer del servicio, la más joven de las dos y la que llevaba el barreño, no para de enunciar en voz alta sus miedos y preocupaciones. Se ve que es una de esas personas que cuando se angustian comienzan a soltar todo lo que les pasa por la mente.
—Somos parte del servicio —responde la más veterana, más calmada, cuando Jack les pregunta por su función en la casa—. Arreglamos las habitaciones después de que los señores y los invitados, cuando los hay, las abandonen.
Al tiempo que habla te muestra las sábanas y hace un gesto con la cabeza en dirección al barreño volcado en el suelo. A su lado, la muchacha continúa igual de nerviosa y musitando de todo sin que nadie le pregunte. No parece que esté demasiado bien de ahí arriba, ¿verdad?
—Como vayan a la biblioteca se pueden encontrar a todo el mundo allí. ¿Qué va a suceder entonces? Si les ven se puede formar un buen lío. ¿Dónde están los señores? No sé si han salido o están en casa.
Mientras tanto, en el ala norte de la mansión la mujer que esperaba a Marie ha sido atrapada antes de que pudiese ir demasiado lejos. Anissa le acierta en las piernas con la culata de su arma, consiguiendo que pierda el equilibrio y se disponga a caer de bruces al suelo. No obstante, Alexander, que también ha emprendido la carrera para evitar que os delate, la consigue atrapar antes de que el estrépito se propague por el ala norte.
Con cautela y dándole claras indicaciones la arrastra a un cuarto adyacente, el cual podéis cerrar si queréis —o no, eso a vuestra elección—. Si esperáis unos segundos para intentar comprobar qué pasa fuera, veréis que por el momento parece que nadie se ha percatado de lo que ha sucedido. Eso sí, una presencia se dispone a entrar en el ala norte por la misma puerta que habéis usado vosotros. No parece especialmente fuerte ni mucho menos, pero no podéis saber más sólo con el haki.
—¿La bóveda? —pregunta la mujer en un susurro después de que el mink la deje hablar—. Aquí no hay ninguna bóveda. Si venís a robar a los señores supongo que os referís a la cámara. —Está visiblemente asustada, como si quisiera que os olvidéis de ella cuanto antes—. No la he visto, pero todas las personas que entran en la mansión últimamente se dirigen a la biblioteca. Hay bastante escándalo allí dentro, pero han limitado el número de personas del servicio que pueden acceder a la zona, así que no he llegado a ver el interior. ¿Es eso lo que necesitáis?
Por su parte, King no encuentra nada en la habitación que había inspeccionado en primer lugar y se decide a seguir rastreando la zona. A poco que des un visto comprobarás que tampoco hay nada que delate que por el camino que has escogido podéis alcanzar vuestro destino. No obstante, parece que Jack te ha llamado desde la zona que dejas a tus espaldas. A lo mejor es buena idea que nos acerquemos a ver qué quiere, ¿no? En cuanto a Tenka, no sufras por él. Seguro que ha optado por retirarse a una paradisiaca playa en Organ o Tequila Wolf a beber mojitos y aprovechar su invisibilidad para hacer cosas malas. Bien visto, si en algún momento llegáis a conocer a alguien invisible incluso sabréis cuál ha sido su sino. Además, más botín para vosotros si todo sale bien. Todo son ventajas.
En cuanto a Jack, las mujeres se introducen en la estancia y se encuentran un frío acero amenazando con darles un beso si no obedecen. Una de ellas lleva varias sábanas plegadas en el regazo, mientras que la otra lleva un barreño cargado de agua tibia. Ninguna de las dos grita, siguiendo tus indicaciones a la perfección. Sin embargo, a consecuencia del sobresalto a la del barreño se le escurre éste de entre las manos y va a parar al suelo con gran estrépito. Una lágrima asoma rápidamente en su mejilla al tiempo que levanta ambos brazos.
—Sabía que esto iba a pasar —empieza a decir a toda velocidad sin hablar con nadie—. Demasiadas joyas y demasiado dinero entrando sin parar. Era cuestión de tiempo que entrasen a robar. Porque les van a robar, ¿no? Pero hay gente vigilando. ¿Y si empieza una batalla? Yo no quiero estar cerca, a ver si me va a pasar algo.
La mujer del servicio, la más joven de las dos y la que llevaba el barreño, no para de enunciar en voz alta sus miedos y preocupaciones. Se ve que es una de esas personas que cuando se angustian comienzan a soltar todo lo que les pasa por la mente.
—Somos parte del servicio —responde la más veterana, más calmada, cuando Jack les pregunta por su función en la casa—. Arreglamos las habitaciones después de que los señores y los invitados, cuando los hay, las abandonen.
Al tiempo que habla te muestra las sábanas y hace un gesto con la cabeza en dirección al barreño volcado en el suelo. A su lado, la muchacha continúa igual de nerviosa y musitando de todo sin que nadie le pregunte. No parece que esté demasiado bien de ahí arriba, ¿verdad?
—Como vayan a la biblioteca se pueden encontrar a todo el mundo allí. ¿Qué va a suceder entonces? Si les ven se puede formar un buen lío. ¿Dónde están los señores? No sé si han salido o están en casa.
Mientras tanto, en el ala norte de la mansión la mujer que esperaba a Marie ha sido atrapada antes de que pudiese ir demasiado lejos. Anissa le acierta en las piernas con la culata de su arma, consiguiendo que pierda el equilibrio y se disponga a caer de bruces al suelo. No obstante, Alexander, que también ha emprendido la carrera para evitar que os delate, la consigue atrapar antes de que el estrépito se propague por el ala norte.
Con cautela y dándole claras indicaciones la arrastra a un cuarto adyacente, el cual podéis cerrar si queréis —o no, eso a vuestra elección—. Si esperáis unos segundos para intentar comprobar qué pasa fuera, veréis que por el momento parece que nadie se ha percatado de lo que ha sucedido. Eso sí, una presencia se dispone a entrar en el ala norte por la misma puerta que habéis usado vosotros. No parece especialmente fuerte ni mucho menos, pero no podéis saber más sólo con el haki.
—¿La bóveda? —pregunta la mujer en un susurro después de que el mink la deje hablar—. Aquí no hay ninguna bóveda. Si venís a robar a los señores supongo que os referís a la cámara. —Está visiblemente asustada, como si quisiera que os olvidéis de ella cuanto antes—. No la he visto, pero todas las personas que entran en la mansión últimamente se dirigen a la biblioteca. Hay bastante escándalo allí dentro, pero han limitado el número de personas del servicio que pueden acceder a la zona, así que no he llegado a ver el interior. ¿Es eso lo que necesitáis?