
Atlas
Nowhere | Fénix
18-11-2024, 12:50 AM
Fiuri escucha atentamente tus palabras y no interrumpe a Set cuando se dirige a ti para explicarte en profundidad la situación. Ellos estaban planteando la posibilidad de atajar el problema de algún modo antes de que llegase la hora del hipotético encuentro, pero tu idea no parece desagradar del todo al veterano tiburón.
—¿Karate Gyojin? No te veo cuerpo de poder usarlo —te zampa con total naturalizad y sin intención alguna de herir tu sensibilidad. Sencillamente es franco y sincero—: No sé, te faltan aletas y escamas. Esos ojos tampoco son de alguien que en teoría deba poder usarlo. De todos modos, te lo dije antes: no admito aprendices de ningún tipo, en ningún contexto y bajo ninguna circunstancia.
Se muestra bastante tajante al respecto. Tanto que incluso opta por erguirse de nuevo y darte la espalda para volver a su choza; seguramente a pensar en un nuevo plan de acción para abordar el nada desdeñable problema de que Vengeance se ha llevado a Neo y le está extorsionando. Sin embargo, nada más girar sobre sus talones se encuentra con el pobre Set. Éste no le dice nada, pero le dirige una mirada suplicante que lo transmite todo.
Esto es algo que no sabes y que ninguno de ellos te dirá, pero te lo voy a comentar para que puedas entender un poco la relación que Fiuri tiene con esos muchachos. El gran tiburón cazador de criminales, famoso por especializarse en detener a usuarios de Akuma no Mi, fue buscado por un sinfín de personas después de su retiro. Todos ellos buscaban algo similar en él, que se resumía en exprimirle para obtener todas las enseñanzas y poder que el tiburón les pudiese transmitir. Negándose sistemáticamente a ello y dándose cuenta de qué clase de motivación movía a quienes le buscaban, desarrolló un carácter bastante agrio y en cierto modo repelente que le confinó en su soledad costera. En ese contexto, los únicos que se acercaron a él de forma genuina, sin saber quién era y sin pretender obtener nada de él fueron Neo y Set, dos crías de gyojin que desde el primer día congeniaron muy bien con Fiuri. Desde entonces se podría decir que son inseparables, ya que habitualmente pasan horas y horas en torno a la cabaña, habiendo convertido el área en su zona de juegos preferida. De ahí la preocupación auténtica del tiburón.
—Está bien —termina por ceder al detenerse a escrutar las facciones de Set—, pero lo haremos al revés. En primer lugar plantearemos cómo vamos a hacerlo esta noche para rescatar a Neo y, si todo sale bien, intentaré enseñarte las bases del Karate Gyojin, ¿de acuerdo? —intenta sentenciar al tiempo que te tiende una de sus grandes manos para que la estreches. Por detrás de él, los ojos de Set brillan de pura y auténtica emoción.
En caso de que aceptes los términos que propone el escualo, te invitará a que te sientes en el taburete en el que normalmente se sienta a pescar. Acto seguido, te pedirá que propongas un plan de acción para el encuentro nocturno con Marshall Vengeance. En función de qué estrategia propongas, verá si hay alguna consideración o ajuste estratégico que considere necesario hacer. Pero antes de hacerlo, claro, tiene que escucharte.
—¿Karate Gyojin? No te veo cuerpo de poder usarlo —te zampa con total naturalizad y sin intención alguna de herir tu sensibilidad. Sencillamente es franco y sincero—: No sé, te faltan aletas y escamas. Esos ojos tampoco son de alguien que en teoría deba poder usarlo. De todos modos, te lo dije antes: no admito aprendices de ningún tipo, en ningún contexto y bajo ninguna circunstancia.
Se muestra bastante tajante al respecto. Tanto que incluso opta por erguirse de nuevo y darte la espalda para volver a su choza; seguramente a pensar en un nuevo plan de acción para abordar el nada desdeñable problema de que Vengeance se ha llevado a Neo y le está extorsionando. Sin embargo, nada más girar sobre sus talones se encuentra con el pobre Set. Éste no le dice nada, pero le dirige una mirada suplicante que lo transmite todo.
Esto es algo que no sabes y que ninguno de ellos te dirá, pero te lo voy a comentar para que puedas entender un poco la relación que Fiuri tiene con esos muchachos. El gran tiburón cazador de criminales, famoso por especializarse en detener a usuarios de Akuma no Mi, fue buscado por un sinfín de personas después de su retiro. Todos ellos buscaban algo similar en él, que se resumía en exprimirle para obtener todas las enseñanzas y poder que el tiburón les pudiese transmitir. Negándose sistemáticamente a ello y dándose cuenta de qué clase de motivación movía a quienes le buscaban, desarrolló un carácter bastante agrio y en cierto modo repelente que le confinó en su soledad costera. En ese contexto, los únicos que se acercaron a él de forma genuina, sin saber quién era y sin pretender obtener nada de él fueron Neo y Set, dos crías de gyojin que desde el primer día congeniaron muy bien con Fiuri. Desde entonces se podría decir que son inseparables, ya que habitualmente pasan horas y horas en torno a la cabaña, habiendo convertido el área en su zona de juegos preferida. De ahí la preocupación auténtica del tiburón.
—Está bien —termina por ceder al detenerse a escrutar las facciones de Set—, pero lo haremos al revés. En primer lugar plantearemos cómo vamos a hacerlo esta noche para rescatar a Neo y, si todo sale bien, intentaré enseñarte las bases del Karate Gyojin, ¿de acuerdo? —intenta sentenciar al tiempo que te tiende una de sus grandes manos para que la estreches. Por detrás de él, los ojos de Set brillan de pura y auténtica emoción.
En caso de que aceptes los términos que propone el escualo, te invitará a que te sientes en el taburete en el que normalmente se sienta a pescar. Acto seguido, te pedirá que propongas un plan de acción para el encuentro nocturno con Marshall Vengeance. En función de qué estrategia propongas, verá si hay alguna consideración o ajuste estratégico que considere necesario hacer. Pero antes de hacerlo, claro, tiene que escucharte.