Vesper Chrome
Medical Fortress
18-11-2024, 04:31 PM
Es bastante interesante la sensación de salir de aquella isla tras esos años aparentemente estancados en el lugar, no sé cómo exactamente sentirme sobre eso, pero lo que si era seguro es que con esta tripulación las cosas pueden ser diferentes, me gusta, son caóticos, pero nada que no se pueda arreglar, aunque es todo un reto el mantenerlos con salud pues parece que tienen una necesidad imperiosa de intentar matarse entre si, es como si encajaran tan bien que parecieran odiarse a la vez, cuando no es el capitán lanzando fueguitos por doquier, es Jun con sus explosivos, o Gavyn con sus cuchillas por todas partes, es un caos, pero es el caos que estoy dispuesto a vivir.
Habíamos llegado a Loguetown, la tan mencionada ciudad del principio y el fin, donde ejecutaron aquel que llamaban el rey de los piratas, y como se hará costumbre todos se bajaron y siguieron sus propios caminos, claro, quedando conque nos veríamos nuevamente en el barco en unas horas específicas, sino, habría que preocuparse, aunque quien sabe que pasaría realmente, aunque estoy seguro que todos en este barco pueden defenderse por sí solos, aunque los peligros siempre están a la vuelta de la esquina, aun mas cuando eres pirata. Caminé por los lares de Loguetown, entre calles, y callejones, mientras más profundo mejor, tenía bastante claro que en sitios como este se podía conseguir información médica relevante, aunque quizás no la más legal posible.
Las calles parecían concurridas, pero era obvio, en una isla como esta, en una ciudad tan famosa y conocida era claro que habría cantidades de personas que sobrepasarían a la población local y extranjera de Kilombo. La noche comenzó a caer rápidamente y la hora de volver al barco se hacía cada vez más presente, aun así, no podía simplemente volver sin haber encontrado al menos algo de lo que en realidad buscaba, sino habría perdido completamente una tarde en hacer absolutamente nada mas que caminar con cara de pocos amigos.
Las calles cada vez se hacían más tétricas y oscuras, en mas de un callejón podía ver montones de ¨basura¨ aunque probablemente eran borrachos que no alcanzaron a llegar a sus casas y quedaron dormidos en plena ¨diversión¨ pero realmente en ese momento me daba un poco igual y seguí caminando, como en Kilombo, me volvería una persona de la noche, aquellos que en la noche obtienen lo que quieren de una manera u otra y era bastante más fácil, aunque aquí con una base tan grande de la marina habría que ser mas sigilosos en cuanto a esas cosas, no podía ir por ahí matando a cualquiera que se me cruzara por el frente, no era la misma isla, o como ellos dicen, no es la misma justicia. Frases estúpidas que suelen decir ellos.
Entre una de las casas no muy alejadas de mi se escucha un ruido enorme, un bar de mala muerte fue lo primero que pensé, aunque rápidamente unos marines salieron del bar con un hombre, este parecía que había tenido días mejores, al estar oscuro mi primera reacción fue esconderme entre unos muros, no tenía nada que ocultar, pero por la manera en que trataban al hombre parecían marines problemáticos y quería evitar tener que matar a alguien en mi primer día en esta isla.
—¿Bonez?— Susurré. ¿Realmente hablaban del Bonez que yo conozco? El Doctor Baltazar Bonez, esto parece un poco extraño, no sabia que ya nuestro terroncito de carbón había pasado por Loguetown, pero de eso a pagarle a alguien por quien sabe que tipo de trabajos, la verdad no estoy seguro. Espere escondido a que los guardias se alejaran lo suficiente para acercarme al hombre. Cuando estuve frente al hombre, visiblemente maltratado por los marines le miré con cara de pocos amigos, pero aun así le tendí la mano, quizá mi porte no sea el mas amistoso y mis ojos dan la sensación de que puede que sea un monstruo, pero sigo siendo una persona como cualquiera.
—Te referías al Doctos Baltazar Bonez?— Espere que se levantara apoyándose con mi mano para que no volviera a caer. —No te preocupes, no te haré daño, soy el doctor Vesper Freezeman Chrome. — Terminé explicando al hombre, quizá había dado demasiada confianza al hombre, pero si pensaba hacer algo estúpido acabaría con el en el acto.
Habíamos llegado a Loguetown, la tan mencionada ciudad del principio y el fin, donde ejecutaron aquel que llamaban el rey de los piratas, y como se hará costumbre todos se bajaron y siguieron sus propios caminos, claro, quedando conque nos veríamos nuevamente en el barco en unas horas específicas, sino, habría que preocuparse, aunque quien sabe que pasaría realmente, aunque estoy seguro que todos en este barco pueden defenderse por sí solos, aunque los peligros siempre están a la vuelta de la esquina, aun mas cuando eres pirata. Caminé por los lares de Loguetown, entre calles, y callejones, mientras más profundo mejor, tenía bastante claro que en sitios como este se podía conseguir información médica relevante, aunque quizás no la más legal posible.
Las calles parecían concurridas, pero era obvio, en una isla como esta, en una ciudad tan famosa y conocida era claro que habría cantidades de personas que sobrepasarían a la población local y extranjera de Kilombo. La noche comenzó a caer rápidamente y la hora de volver al barco se hacía cada vez más presente, aun así, no podía simplemente volver sin haber encontrado al menos algo de lo que en realidad buscaba, sino habría perdido completamente una tarde en hacer absolutamente nada mas que caminar con cara de pocos amigos.
Las calles cada vez se hacían más tétricas y oscuras, en mas de un callejón podía ver montones de ¨basura¨ aunque probablemente eran borrachos que no alcanzaron a llegar a sus casas y quedaron dormidos en plena ¨diversión¨ pero realmente en ese momento me daba un poco igual y seguí caminando, como en Kilombo, me volvería una persona de la noche, aquellos que en la noche obtienen lo que quieren de una manera u otra y era bastante más fácil, aunque aquí con una base tan grande de la marina habría que ser mas sigilosos en cuanto a esas cosas, no podía ir por ahí matando a cualquiera que se me cruzara por el frente, no era la misma isla, o como ellos dicen, no es la misma justicia. Frases estúpidas que suelen decir ellos.
Entre una de las casas no muy alejadas de mi se escucha un ruido enorme, un bar de mala muerte fue lo primero que pensé, aunque rápidamente unos marines salieron del bar con un hombre, este parecía que había tenido días mejores, al estar oscuro mi primera reacción fue esconderme entre unos muros, no tenía nada que ocultar, pero por la manera en que trataban al hombre parecían marines problemáticos y quería evitar tener que matar a alguien en mi primer día en esta isla.
—¿Bonez?— Susurré. ¿Realmente hablaban del Bonez que yo conozco? El Doctor Baltazar Bonez, esto parece un poco extraño, no sabia que ya nuestro terroncito de carbón había pasado por Loguetown, pero de eso a pagarle a alguien por quien sabe que tipo de trabajos, la verdad no estoy seguro. Espere escondido a que los guardias se alejaran lo suficiente para acercarme al hombre. Cuando estuve frente al hombre, visiblemente maltratado por los marines le miré con cara de pocos amigos, pero aun así le tendí la mano, quizá mi porte no sea el mas amistoso y mis ojos dan la sensación de que puede que sea un monstruo, pero sigo siendo una persona como cualquiera.
—Te referías al Doctos Baltazar Bonez?— Espere que se levantara apoyándose con mi mano para que no volviera a caer. —No te preocupes, no te haré daño, soy el doctor Vesper Freezeman Chrome. — Terminé explicando al hombre, quizá había dado demasiada confianza al hombre, pero si pensaba hacer algo estúpido acabaría con el en el acto.