Evelyn Kedin
Bloody Eve
18-11-2024, 06:17 PM
El sol seguía pegando bastante fuerte, las calles de ciudad estaban bastante vacías pese a ser medio día, yo me hallaba arrastrando el cadaver de aquel jabalí que acababa de cazar, dejando un reguero de sangre por dónde pasaba. Mientras con una mano arrastraba el cuerpo de la criatura, la otra la utilizaba para devorar una de las patas de este.
Ya llevaba un rato buscando aquel gremio del que me había hablado aquel chico, un edificio austero bien decorado con un cartel en rojo que pone “crimson crusaders”. Ya había entrado a 3 edificios con carteles rojos, uno era un banco, el otro una taberna y el último una residencia de ancianos, me hizo gracia la verdad como esos viejos me miraron horrorizados mientras arrastraba el cadaver del animal. Me iba riendo sola hasta que localicé un cuarto edificio. Éste destacaba del resto, Era bastante bonito, quien lo hubiese diseñado tenía buen gusto, su entramado de madera mezclado con las vigas de acero llamaba la atención. También tenia un cartel con letras rojas una cruz y unas espadas, a lo mejor era el edificio que estaba buscando.
Crucé su doble puerta con bastante parsimonia, solo para ver a tres personas, la que más destacaba era un hombre enorme, canoso diría que de unos cincuenta años, su figura era bastante imponente pero elegante al mismo tiempo, estaba casi segura de que él era el líder de todo esto debido a su avanzada edad y la presencia que transmitía. Los otros dos no se quedaban atrás, no parecían humanos debido a sus alas en su espalda, uno las tenía negras y el otro blancas, eran como el ying y el yang, también eran más altos que yo. “Vaya aquí se nota que vienen tipos duros, me gusta.” Pensé mientras me relamía la sangre que aún goteaba de mi boca.
En ese momento fue cuando oí a una cuarta persona hablar, era tan diminuto que no me había dado cuenta ni de su presencia, al parecer estaba en el lugar adecuado, ya que éste postuló para entrar al gremio al igual que advirtió de sus habilidades. Yo simplemente me reí levemente mientras arrancaba otro pedazo de carne de mi aperitivo. Había más comida por las mesas, pero entre el desayuno y el jabalí estaba bastante servida.
Así que con desdén tiré el los restos del animal desmembrado que llevaba arrastrando todo el camino al centro de la sala ensuciándola de sangre. -Si alguien quiere puede comer. -Les dije señalando el jabalí que acababa de arrojar de cualquier manera. Como si eso ya fuese mi casa, me acerqué a una de las estanterías cercanas pillé una botella de vino, la que más polvo tuviera, no sabía mucho de vinos pero sabía que los viejos eran los más caros y si son los más caros son los mejores. Arranqué el corcho de un bocado, y bebí un buen trago mientras me sentaba en el suelo, no sin soltar la extremidad cercenada del animal la cual estaba terminando de devorar. -Yo me llamo Eve, supongo que como ha dicho el chiquitín ese de allí esto es el gremio de cazadores que acaban de fundar, la verdad es que estoy interesada en unirme, quiero probar que tal se me da cazar en manada. -Les miré con una sonrisa mostrándoles mis afilados dientes. Esto podía ser divertido, una panda de inadaptados bajo el mismo techo, que podía salir mal. -Y también se me da bien pelear cuerpo a cuerpo como al chiquitín ese, pero a diferencia de él sé algunos conceptos de medicina, os podría curar si es que alguien os hace daño. -Mi tono era burlesco y algo irónico, como si no me tomara nada de esto enserio, o simplemente me divertía con la situación, realmente me había metido aquí por conseguir un poco de dinero, pero todos los tipos aquí parecían fuertes, inclusive el que media tan solo unos pocos centímetros, así que me quedé expectante mientras seguía en el suelo sentada con las piernas cruzadas, terminando de rebañar los últimos pedazos de carne que me quedaba y bebiendo como si no lo hubiese hecho en una semana.
Ya llevaba un rato buscando aquel gremio del que me había hablado aquel chico, un edificio austero bien decorado con un cartel en rojo que pone “crimson crusaders”. Ya había entrado a 3 edificios con carteles rojos, uno era un banco, el otro una taberna y el último una residencia de ancianos, me hizo gracia la verdad como esos viejos me miraron horrorizados mientras arrastraba el cadaver del animal. Me iba riendo sola hasta que localicé un cuarto edificio. Éste destacaba del resto, Era bastante bonito, quien lo hubiese diseñado tenía buen gusto, su entramado de madera mezclado con las vigas de acero llamaba la atención. También tenia un cartel con letras rojas una cruz y unas espadas, a lo mejor era el edificio que estaba buscando.
Crucé su doble puerta con bastante parsimonia, solo para ver a tres personas, la que más destacaba era un hombre enorme, canoso diría que de unos cincuenta años, su figura era bastante imponente pero elegante al mismo tiempo, estaba casi segura de que él era el líder de todo esto debido a su avanzada edad y la presencia que transmitía. Los otros dos no se quedaban atrás, no parecían humanos debido a sus alas en su espalda, uno las tenía negras y el otro blancas, eran como el ying y el yang, también eran más altos que yo. “Vaya aquí se nota que vienen tipos duros, me gusta.” Pensé mientras me relamía la sangre que aún goteaba de mi boca.
En ese momento fue cuando oí a una cuarta persona hablar, era tan diminuto que no me había dado cuenta ni de su presencia, al parecer estaba en el lugar adecuado, ya que éste postuló para entrar al gremio al igual que advirtió de sus habilidades. Yo simplemente me reí levemente mientras arrancaba otro pedazo de carne de mi aperitivo. Había más comida por las mesas, pero entre el desayuno y el jabalí estaba bastante servida.
Así que con desdén tiré el los restos del animal desmembrado que llevaba arrastrando todo el camino al centro de la sala ensuciándola de sangre. -Si alguien quiere puede comer. -Les dije señalando el jabalí que acababa de arrojar de cualquier manera. Como si eso ya fuese mi casa, me acerqué a una de las estanterías cercanas pillé una botella de vino, la que más polvo tuviera, no sabía mucho de vinos pero sabía que los viejos eran los más caros y si son los más caros son los mejores. Arranqué el corcho de un bocado, y bebí un buen trago mientras me sentaba en el suelo, no sin soltar la extremidad cercenada del animal la cual estaba terminando de devorar. -Yo me llamo Eve, supongo que como ha dicho el chiquitín ese de allí esto es el gremio de cazadores que acaban de fundar, la verdad es que estoy interesada en unirme, quiero probar que tal se me da cazar en manada. -Les miré con una sonrisa mostrándoles mis afilados dientes. Esto podía ser divertido, una panda de inadaptados bajo el mismo techo, que podía salir mal. -Y también se me da bien pelear cuerpo a cuerpo como al chiquitín ese, pero a diferencia de él sé algunos conceptos de medicina, os podría curar si es que alguien os hace daño. -Mi tono era burlesco y algo irónico, como si no me tomara nada de esto enserio, o simplemente me divertía con la situación, realmente me había metido aquí por conseguir un poco de dinero, pero todos los tipos aquí parecían fuertes, inclusive el que media tan solo unos pocos centímetros, así que me quedé expectante mientras seguía en el suelo sentada con las piernas cruzadas, terminando de rebañar los últimos pedazos de carne que me quedaba y bebiendo como si no lo hubiese hecho en una semana.