Zane
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19-11-2024, 08:54 PM
Bien. Parece que la festividad en la que os encontrabais, al final, contra todo pronóstico, se ha convertido en un caso para los detectives revolucionarios: Lobo y Hato. ¿Serán capaces de resolver esto? Eso vamos a averiguar.
Habéis decidido dividir vuestros caminos y eso…, puede ser una gran idea, pero también mala. Eso lo decidirán vuestras próximas acciones. En primer lugar, vamos a ver que se encuentra Hato. La joven revolucionaria se acerca a la casa de los Serresiete. Allí tan solo hay dos personas, que en cuanto pegas en la puerta la abren. Uno de ellos es un hombre alto, en torno a los dos metros, de facciones atractivas y atléticas, peinado con gomina y con dos pendientes bastante caros, uno en cada oreja. Ella es una joven de cabellos dorados y delgadita, de mirada alegre y rasgos faciales muy lindos. Se puede decir que es bonita y dulce, más que excesivamente atractiva.
Te dicen de entrar, pero ya dependerá de ti si hacerlo o no, ya que desde tu perspectiva se ve bastante el interior de la casa. Si echas un rápido vistazo mientras hablas, verás que se ve un piano con la tapa abierta, una bandeja con galletas y tres tazas.
—¿Cómo que empleados? —preguntó la joven.
—Siiuuuu aquí no tenemos empleados —dijo el hombre, que parecía pronunciar la palabra si de una forma bastante curiosa—. Nosotros no tenemos criados ni nada por el estilo.
Eso te deja a cuadros, pero si decides indagar un poco quizá te digan algo. Si dices las palabras correctas, tal vez llegues al quid de la cuestión.
Ahoral vayamos con el mink.
Como si de un musical viviente se tratase, Lobo llega al que parecía ser el escenario del crimen. Un callejón oscuro, en mitad de unos callejones de mala muerte en la intersección de la zona adinerada con la zona pobre de la ciudad en el que hay un charco de sangre. Contemplas que la sangre se dirige hacia un callejón, y si usas tu mantra no logras percibir nada hostil, tan solo las presencias de personas que están en sus casas aparentemente tranquilas. Entonces, observas una huella manchada de sangre, que se dirige hacia otro callejón distinto.
¿Qué camino eliges?
De ir hacia el callejón de las manchas de sangre, caminaras veinte metros hasta llegar a una tienda, en cuya puerta hay un sujeto aparentemente durmiendo. Tal vez él sepa algo. En cambio, si tomas el otro camino, caminarás unos cincuenta metros, llevando a una de las avenidas principales de la ciudad, que de continuar andando llegas a la puerta de una casa bastante lujosa, de color blanco impoluto y una decoración externa que recuerda a los hogares de antaño, con preciosos balcones de metal, aunque bastante estrechos, decoraciones en madera y una aldaba de bronce en lugar de un timbre.
¿Qué haréis jóvenes revolucionarios detectives?
Habéis decidido dividir vuestros caminos y eso…, puede ser una gran idea, pero también mala. Eso lo decidirán vuestras próximas acciones. En primer lugar, vamos a ver que se encuentra Hato. La joven revolucionaria se acerca a la casa de los Serresiete. Allí tan solo hay dos personas, que en cuanto pegas en la puerta la abren. Uno de ellos es un hombre alto, en torno a los dos metros, de facciones atractivas y atléticas, peinado con gomina y con dos pendientes bastante caros, uno en cada oreja. Ella es una joven de cabellos dorados y delgadita, de mirada alegre y rasgos faciales muy lindos. Se puede decir que es bonita y dulce, más que excesivamente atractiva.
Te dicen de entrar, pero ya dependerá de ti si hacerlo o no, ya que desde tu perspectiva se ve bastante el interior de la casa. Si echas un rápido vistazo mientras hablas, verás que se ve un piano con la tapa abierta, una bandeja con galletas y tres tazas.
—¿Cómo que empleados? —preguntó la joven.
—Siiuuuu aquí no tenemos empleados —dijo el hombre, que parecía pronunciar la palabra si de una forma bastante curiosa—. Nosotros no tenemos criados ni nada por el estilo.
Eso te deja a cuadros, pero si decides indagar un poco quizá te digan algo. Si dices las palabras correctas, tal vez llegues al quid de la cuestión.
Ahoral vayamos con el mink.
Como si de un musical viviente se tratase, Lobo llega al que parecía ser el escenario del crimen. Un callejón oscuro, en mitad de unos callejones de mala muerte en la intersección de la zona adinerada con la zona pobre de la ciudad en el que hay un charco de sangre. Contemplas que la sangre se dirige hacia un callejón, y si usas tu mantra no logras percibir nada hostil, tan solo las presencias de personas que están en sus casas aparentemente tranquilas. Entonces, observas una huella manchada de sangre, que se dirige hacia otro callejón distinto.
¿Qué camino eliges?
De ir hacia el callejón de las manchas de sangre, caminaras veinte metros hasta llegar a una tienda, en cuya puerta hay un sujeto aparentemente durmiendo. Tal vez él sepa algo. En cambio, si tomas el otro camino, caminarás unos cincuenta metros, llevando a una de las avenidas principales de la ciudad, que de continuar andando llegas a la puerta de una casa bastante lujosa, de color blanco impoluto y una decoración externa que recuerda a los hogares de antaño, con preciosos balcones de metal, aunque bastante estrechos, decoraciones en madera y una aldaba de bronce en lugar de un timbre.
¿Qué haréis jóvenes revolucionarios detectives?