Lobo Jackson
Moonwalker
20-11-2024, 01:03 AM
Tras un intenso paseo por las profundidades del East Blue en el espléndido submarino revolucionario, "The Peace", Lobo Jackson desembarcó en Loguetown a la luz del atardecer.
Con un salto quíntuple mortal aprovechando el rebote boyante del submarino, el mink realizó varias volteretas en el aire hasta alcanzar el muelle de la popular ciudad. A sus espaldas portaba una caja de metal cuadriculada hermosamente cincelada con motivos mitológicos cuyo contenido permanecía oculto bajo el mayor de los secretismos. Lobo Jackson podía ser tremendamente vanidoso, pero lo que tenía de presumido también lo tenía de meticuloso.
Con un salto quíntuple mortal aprovechando el rebote boyante del submarino, el mink realizó varias volteretas en el aire hasta alcanzar el muelle de la popular ciudad. A sus espaldas portaba una caja de metal cuadriculada hermosamente cincelada con motivos mitológicos cuyo contenido permanecía oculto bajo el mayor de los secretismos. Lobo Jackson podía ser tremendamente vanidoso, pero lo que tenía de presumido también lo tenía de meticuloso.
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Recorrió el muelle en dirección a un barco particularmente llamativo entre todos los que estaban atracados en el puerto. Uno cuyas velas reconoció en seguida, a pesar de encontrarse algo oculto entre los galeones de mayor tamaño. La sutileza era algo que el mink había ido aprendiendo poco a poco gracias a viajar al abrigo del submarino, aunque no era para nada el estilo del futuro rey del pop.
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Se acercó hasta el pequeño tenderete, donde el mostrador estaba repleto de cosas interesantes para todo tipo de negocios. Incluso había algún que otro juguete para alegrar al niño de a pie que quería acercarse a conocer a una tripulación tan variopinta como la de aquel barco tan singular.
Pronto reconoció al hombre al que había ido a buscar. Su tez morena y su aire jovial resultaban inconfundibles, pero sobre todo, aquella mirada repleta de energía que parecía competir con la de ojos ambarinos del mink. Lobo Jackson se acercó con unos pasos de baile al estilo funky, dando pequeños saltitos con los pies hasta que alcanzó el puesto comercial que regentaba el capitán del barco.
Pronto reconoció al hombre al que había ido a buscar. Su tez morena y su aire jovial resultaban inconfundibles, pero sobre todo, aquella mirada repleta de energía que parecía competir con la de ojos ambarinos del mink. Lobo Jackson se acercó con unos pasos de baile al estilo funky, dando pequeños saltitos con los pies hasta que alcanzó el puesto comercial que regentaba el capitán del barco.
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- ¡Buenas-gara! Me alegra verte, compañero-gara. - Saludó el mink con un gesto de su mano. - Tengo algo que creo que te va a gustar-gara. Y dime, ¿tienes lo que te pedí-gara? -