Lobo Jackson
Moonwalker
05-08-2024, 04:57 PM
(Última modificación: 05-08-2024, 05:42 PM por Lobo Jackson.)
Jackson contempló impávido la fugaz partida de tres de los integrantes de aquel variopinto y estrafalario grupo de mercenarios, que se lanzaron directos al peligro dejándose llevar por el noble impulso de sus corazones. No pudo sino admirar el aplomo de las personas que, frente a la posibilidad de la muerte, se arrojan contra ella en pos de los débiles e indefensos.
- Gente así de lanzada y decidida es justo lo que andan buscando en la Armada Revolucionaria-gara. - Comentó el mink, haciendo una pose que imitaba el estilo okama kempo en su fluidez y belleza corporal. - Dispuestos a luchar por gente que no conocen para librarlos de un destino injusto y nada merecido-gara. -
De entre los que partieron a la batalla, aquel llamado Yoshiro les había dado instrucciones tanto a él como a la joven Hato para dirigirse al barco y hacerlo zarpar tan pronto como fuera posible.
- Vamos a hacer el trabajo por el que nos han contratado-gara. - Le dijo a la rubia al tiempo que la acompañaba en rumbo al buque.
Probablemente no mucha gente se fijaría en la pareja que hacían la mujer y el mink entre el griterío, el caos y la enérgica pelea que se propiciaba en el muelle junto al barco. Es posible, incluso, que Hato pasase mayormente desapercibida como un hermoso reflejo captado de reojo por quienes tuvieran la suerte de percibir la belleza hecha carne entre tanta confusión. Pero tal vez más interesante fue para las dos o tres personas que se percataron de Lobo Jackson, quienes observaron cómo un mink de pelaje brillante y sedoso, con un sentido de la moda espectacular y un físico envidiable se movía con gran agilidad sorteando obstáculos, saltando cajas, esquivando cargas, redes y personas con lo que parecía ser un baile constante e ininterrumpido.
Mientras que su compañera abordaba el barco, él hizo un fantástico "moonwalk" hasta el cabo y se quedó de pie a su lado, evaluando la situación. Aunque no tardó en decidirse cuando vio que la pelea no concluía tan rápido como esperaba y que suponía un peligro para todos a su alrededor.
- Cuanto antes partamos, menos problemas tendremos. Además esta situación puede resultar la distracción que necesitamos. - Pensó para sí mismo al tiempo que agarraba el cabo con mucha fuerza.
Con un ágil movimiento de sus manos y enfocando la fuerza del impacto en sus garras, cortó el cabo con un zarpazo presto de su mano derecha mientras que mantenía la cuerda que todavía seguía unida al barco con la izquierda, aprovechando el impulso de aquel tirón para elevarse como un mono agarrado a una liana alrededor del casco del barco, elevándose como un ágil trapecista hasta que se vio por encima de la cubierta, momento en que soltó la cuerda y dio un triple mortal hacia atrás, cayendo con perfecta elegancia sobre el costado de babor. Sus patas traseras quedaron apoyadas en equilibrio y sus brazos se mantuvieron elevados hacia el cielo, como si fuera una Y griega lupina.
Sus ojos pronto observaron el deplorable estado del suelo de cubierta, manchado por la sangre fresca de los cadáveres mutilados que reposaban de manera grotesca sobre la madera. - Joder-gara... - Sobre la cubierta, el aroma de la sangre y las entrañas eran tan potente que el morro de Jackson se arrugó en un gesto de desagrado.
Decidió adentrarse rápidamente en el interior del barco, percatándose de la presencia de Hato en la sala de mandos y dedicándole un guiño cómplice en su camino hacia la bodega donde tenía esperanzas de encontrar supervivientes de la matanza indiscriminada. Por suerte para él, el olor a muerte quedó atrás cuando llegó a la parte inferior del barco que, completamente oscuras, era el escondite perfecto para quienes se mantenían ocultos entre la misteriosa carga del buque. Gracias a su olfato descubrió el inequívoco aroma del sudor frío, de la orina fresca y del temor palpable de la tripulación superviviente.
Colgado a su derecha se encontraba un pequeño farol que tomó con su mano y encendió con una chispa que hizo saltar con un chasquido de sus dedos, iluminando su cuerpo con una luz amarillenta que bañó su silueta con una estela digna de una aparición mesiánica. Lobo Jackson sonrió y, haciendo uso de aquel efecto inesperado, carraspeó suavemente para preparar su voz.
- ¡Escuchadme todos, valerosos marineros-gara! Sé que estáis asustados y que lo que ha ocurrido en la cubierta es algo que ninguno de vosotros conseguirá olvidar. Sé que el terror se ha apoderado de vosotros, ¡pero no temáis-gara! ¡Seguís aquí! ¡Seguís juntos! ¡Y eso significa que todavía tenéis una oportunidad-gara! - Al hablar irradiaba confianza y seguridad, junto con una fantástica pose en la que mantenía el farol elevado sobre su cabeza como si de un halo celestial se tratase. - ¡Ayudadme a levar anclas-gara! ¡Llevemos este barco lejos de aquí y sobrevivamos un día más-gara! ¡Ahora más que nunca debéis permanecer unidos y salir de esta-gara! -
Esperaba que aquellos hombres, simples marineros que se ganaban la vida en alta mar, hicieran acopio de todas sus fuerzas y lograsen superar el terror que los mantenía agazapados como ratas de bodega. Si bien confiaba en que Hato supiera pilotar el barco, sabía que sin una tripulación capaz no conseguirían que el barco saliera del puerto a tiempo.
- ¡Ahí fuera hay tres valerosos guerreros luchando contra el ser que os ha hecho el mal-gara! ¿Queréis esperar a que vuelva o queréis aprovechar este momento para salir vivos y poder contar esta historia a vuestras familias e hijos-gara? - Con cada exclamación realizaba una pose diferente como si su cuerpo quisiera enfatizar cada frase con estilo y pasión.
- Gente así de lanzada y decidida es justo lo que andan buscando en la Armada Revolucionaria-gara. - Comentó el mink, haciendo una pose que imitaba el estilo okama kempo en su fluidez y belleza corporal. - Dispuestos a luchar por gente que no conocen para librarlos de un destino injusto y nada merecido-gara. -
De entre los que partieron a la batalla, aquel llamado Yoshiro les había dado instrucciones tanto a él como a la joven Hato para dirigirse al barco y hacerlo zarpar tan pronto como fuera posible.
- Vamos a hacer el trabajo por el que nos han contratado-gara. - Le dijo a la rubia al tiempo que la acompañaba en rumbo al buque.
Probablemente no mucha gente se fijaría en la pareja que hacían la mujer y el mink entre el griterío, el caos y la enérgica pelea que se propiciaba en el muelle junto al barco. Es posible, incluso, que Hato pasase mayormente desapercibida como un hermoso reflejo captado de reojo por quienes tuvieran la suerte de percibir la belleza hecha carne entre tanta confusión. Pero tal vez más interesante fue para las dos o tres personas que se percataron de Lobo Jackson, quienes observaron cómo un mink de pelaje brillante y sedoso, con un sentido de la moda espectacular y un físico envidiable se movía con gran agilidad sorteando obstáculos, saltando cajas, esquivando cargas, redes y personas con lo que parecía ser un baile constante e ininterrumpido.
Mientras que su compañera abordaba el barco, él hizo un fantástico "moonwalk" hasta el cabo y se quedó de pie a su lado, evaluando la situación. Aunque no tardó en decidirse cuando vio que la pelea no concluía tan rápido como esperaba y que suponía un peligro para todos a su alrededor.
- Cuanto antes partamos, menos problemas tendremos. Además esta situación puede resultar la distracción que necesitamos. - Pensó para sí mismo al tiempo que agarraba el cabo con mucha fuerza.
Con un ágil movimiento de sus manos y enfocando la fuerza del impacto en sus garras, cortó el cabo con un zarpazo presto de su mano derecha mientras que mantenía la cuerda que todavía seguía unida al barco con la izquierda, aprovechando el impulso de aquel tirón para elevarse como un mono agarrado a una liana alrededor del casco del barco, elevándose como un ágil trapecista hasta que se vio por encima de la cubierta, momento en que soltó la cuerda y dio un triple mortal hacia atrás, cayendo con perfecta elegancia sobre el costado de babor. Sus patas traseras quedaron apoyadas en equilibrio y sus brazos se mantuvieron elevados hacia el cielo, como si fuera una Y griega lupina.
Sus ojos pronto observaron el deplorable estado del suelo de cubierta, manchado por la sangre fresca de los cadáveres mutilados que reposaban de manera grotesca sobre la madera. - Joder-gara... - Sobre la cubierta, el aroma de la sangre y las entrañas eran tan potente que el morro de Jackson se arrugó en un gesto de desagrado.
Decidió adentrarse rápidamente en el interior del barco, percatándose de la presencia de Hato en la sala de mandos y dedicándole un guiño cómplice en su camino hacia la bodega donde tenía esperanzas de encontrar supervivientes de la matanza indiscriminada. Por suerte para él, el olor a muerte quedó atrás cuando llegó a la parte inferior del barco que, completamente oscuras, era el escondite perfecto para quienes se mantenían ocultos entre la misteriosa carga del buque. Gracias a su olfato descubrió el inequívoco aroma del sudor frío, de la orina fresca y del temor palpable de la tripulación superviviente.
Colgado a su derecha se encontraba un pequeño farol que tomó con su mano y encendió con una chispa que hizo saltar con un chasquido de sus dedos, iluminando su cuerpo con una luz amarillenta que bañó su silueta con una estela digna de una aparición mesiánica. Lobo Jackson sonrió y, haciendo uso de aquel efecto inesperado, carraspeó suavemente para preparar su voz.
- ¡Escuchadme todos, valerosos marineros-gara! Sé que estáis asustados y que lo que ha ocurrido en la cubierta es algo que ninguno de vosotros conseguirá olvidar. Sé que el terror se ha apoderado de vosotros, ¡pero no temáis-gara! ¡Seguís aquí! ¡Seguís juntos! ¡Y eso significa que todavía tenéis una oportunidad-gara! - Al hablar irradiaba confianza y seguridad, junto con una fantástica pose en la que mantenía el farol elevado sobre su cabeza como si de un halo celestial se tratase. - ¡Ayudadme a levar anclas-gara! ¡Llevemos este barco lejos de aquí y sobrevivamos un día más-gara! ¡Ahora más que nunca debéis permanecer unidos y salir de esta-gara! -
Esperaba que aquellos hombres, simples marineros que se ganaban la vida en alta mar, hicieran acopio de todas sus fuerzas y lograsen superar el terror que los mantenía agazapados como ratas de bodega. Si bien confiaba en que Hato supiera pilotar el barco, sabía que sin una tripulación capaz no conseguirían que el barco saliera del puerto a tiempo.
- ¡Ahí fuera hay tres valerosos guerreros luchando contra el ser que os ha hecho el mal-gara! ¿Queréis esperar a que vuelva o queréis aprovechar este momento para salir vivos y poder contar esta historia a vuestras familias e hijos-gara? - Con cada exclamación realizaba una pose diferente como si su cuerpo quisiera enfatizar cada frase con estilo y pasión.