
Atlas
Nowhere | Fénix
20-11-2024, 01:12 PM
La operación comienza y se desarrolla según tienes planeado. Fiuri se presta a escenificar que sois dos viejos amigos que se reúnen casualmente para tomar algo y ponerse al día con respecto a lo acontecido en sus vidas en los últimos tiempos. Mientras habláis, puedes apreciar cómo el oficio ha hecho mella en el tiburón de un modo excepcional. Sigue perfectamente la conversación y cualquiera diría que te está prestando toda la atención que puede reunir, pero algunos movimientos corporales y de su mirada delatan que está analizando todo el entorno.
Posteriormente te retiras —o al menos lo finges— para despistar e identificar a cualquier persona que os haya podido estar observando o que haya decidido seguirte. No ves a nadie al doblar las esquinas y los rostros de los transeúntes a tu alrededor son siempre diferentes. Del mismo modo, tu percepción no te permite localizar a ningún individuo que posea albergue intención alguna de hacerte daño.
En cualquier caso, creo que la cautela que has demostrado está bien justificada dada la situación en la que te encuentras. Abandonas tu habitación bajo el más absoluto de los silencios y en medio de la oscuridad. De momento para que continúa sin haber nadie sospechoso cerca.
La situación se mantiene sin cambios durante varios largos minutos en los cuales planeas en las alturas, manteniéndote en una posición en la que la oscuridad te protege y procurando hacer el menor ruido posible. Es entonces cuando lo ves: Marshall Vengeance acaba de hacer acto de presencia. El punto en el que se escondía es difícil de localizar, pero ha aparecido de la penumbra nacida de una gran piedra situada junto a su barco. Tenemos claro que no ha podido permanecer ahí en todo momento, porque la Marina ha rastreado la zona hasta la saciedad —quizás por eso ya no hay marines a la vista en el área, aunque mejor para ti, ¿no?—. Entonces, ¿dónde demonios estaba metido?
Aunque no puedas escucharla desde lo alto, abajo está teniendo lugar una conversación entre el veterano cazarrecompensas y el infame pirata.
—Devuélveme al chico. No puede ayudarte de ninguna forma y sólo agravará tu situación —dice Fiuri con un tono de lo más áspero.
—Te equivocas. Ese chico es mi salvoconducto hacia mi seguridad. No tengo necesidad de hacerle ningún daño, tiburón —explica el corsario—, pero no sería el primer niño que sufre lesiones cuando las cosas no me salen como tengo previsto. Como puedes ver, el barco no está en condiciones de navegar y yo estoy sin hombres. Muchos fueron capturador por la Marina y otros huyeron. Ya les daré su merecido, pero hasta que llegue ese momento la prioridad soy yo. Nadando puedes sacarme del Archipiélago Conomi sin despeinarte, sin llamar la atención y sin posibilidad de que ningún barco de la Marina pueda alcanzarte.
—Si me descubren, que me descubrirán, me convertiré en alguien buscado y no podré volver nunca.
—A veces hay que hacer sacrificios para asegurar el bienestar de las personas que nos importan, ¿no? Tengo entendido que de eso sabes bastante.
Cualquiera diría que Vengeance sabe datos del pasado de Fiuri que éste creía enterrados en lo más profundo de la ignorancia del resto. Aunque no puedas verlo desde las alturas ni escuchar la conversación en sí misma, te informo de que por unos segundos la sorpresa se ha apoderado del rostro del tiburón.
—¿Cómo puedo saber que Neo está bien?
—Eso corre de mi cuenta —dice Vengeance al tiempo que mete una mano en la penumbra de la que él mismo salió antes. Al devolverla a la zona visible, trae consigo a un joven gyojin atado de pies y manos y amordazado. Sin duda se trata de Neo, y esto sí que lo puedes distinguir a la perfección desde lo alto.
Posteriormente te retiras —o al menos lo finges— para despistar e identificar a cualquier persona que os haya podido estar observando o que haya decidido seguirte. No ves a nadie al doblar las esquinas y los rostros de los transeúntes a tu alrededor son siempre diferentes. Del mismo modo, tu percepción no te permite localizar a ningún individuo que posea albergue intención alguna de hacerte daño.
En cualquier caso, creo que la cautela que has demostrado está bien justificada dada la situación en la que te encuentras. Abandonas tu habitación bajo el más absoluto de los silencios y en medio de la oscuridad. De momento para que continúa sin haber nadie sospechoso cerca.
La situación se mantiene sin cambios durante varios largos minutos en los cuales planeas en las alturas, manteniéndote en una posición en la que la oscuridad te protege y procurando hacer el menor ruido posible. Es entonces cuando lo ves: Marshall Vengeance acaba de hacer acto de presencia. El punto en el que se escondía es difícil de localizar, pero ha aparecido de la penumbra nacida de una gran piedra situada junto a su barco. Tenemos claro que no ha podido permanecer ahí en todo momento, porque la Marina ha rastreado la zona hasta la saciedad —quizás por eso ya no hay marines a la vista en el área, aunque mejor para ti, ¿no?—. Entonces, ¿dónde demonios estaba metido?
Aunque no puedas escucharla desde lo alto, abajo está teniendo lugar una conversación entre el veterano cazarrecompensas y el infame pirata.
—Devuélveme al chico. No puede ayudarte de ninguna forma y sólo agravará tu situación —dice Fiuri con un tono de lo más áspero.
—Te equivocas. Ese chico es mi salvoconducto hacia mi seguridad. No tengo necesidad de hacerle ningún daño, tiburón —explica el corsario—, pero no sería el primer niño que sufre lesiones cuando las cosas no me salen como tengo previsto. Como puedes ver, el barco no está en condiciones de navegar y yo estoy sin hombres. Muchos fueron capturador por la Marina y otros huyeron. Ya les daré su merecido, pero hasta que llegue ese momento la prioridad soy yo. Nadando puedes sacarme del Archipiélago Conomi sin despeinarte, sin llamar la atención y sin posibilidad de que ningún barco de la Marina pueda alcanzarte.
—Si me descubren, que me descubrirán, me convertiré en alguien buscado y no podré volver nunca.
—A veces hay que hacer sacrificios para asegurar el bienestar de las personas que nos importan, ¿no? Tengo entendido que de eso sabes bastante.
Cualquiera diría que Vengeance sabe datos del pasado de Fiuri que éste creía enterrados en lo más profundo de la ignorancia del resto. Aunque no puedas verlo desde las alturas ni escuchar la conversación en sí misma, te informo de que por unos segundos la sorpresa se ha apoderado del rostro del tiburón.
—¿Cómo puedo saber que Neo está bien?
—Eso corre de mi cuenta —dice Vengeance al tiempo que mete una mano en la penumbra de la que él mismo salió antes. Al devolverla a la zona visible, trae consigo a un joven gyojin atado de pies y manos y amordazado. Sin duda se trata de Neo, y esto sí que lo puedes distinguir a la perfección desde lo alto.