Evelyn Kedin
Bloody Eve
Hace 9 horas
Como suponía, Lykos era el líder, su presencia no dejaba dudas, ese tipo tenia algo y estaba deseando medirme las fuerzas con él en un futuro, seguro que sería un rival digno de enfrentarse a mis garras. Estaba a punto de acabar con toda la carne de la pata del animal que andaba comiendo cuando oí que este gigante de barba rara me llamaba por mi nombre completo, me llegó a mosquear, la única persona que me llamaba así era mi madre. No pude ocultar una mueca de ofuscación cuando le oí pronunciarlo. -Oye viejo, no vuelvas a llamarme por ese nombre, la última persona que lo usaba está muerta. -Mi tono era pasivo agresivo, sabía que no lo había hecho a malas, pero no quería que lo volviera a hacer. También me gustó su actitud de querer acabar con todos los piratas, parecía que le entusiasmaba esto, yo solo quería matar unos criminales, divertirme haciéndolo y además cobrar por ello, me daba igual limpiar el mar de piratas, según mis ideales me daba igual a quien matara con tal de que no me meta en problemas por ello.
También vi como uno de los dos hermanos se presentó, comentó sus razas pero no me sonaban de nada, además sus nombres eran algo complicados, me dedicaré a llamarles ángel oscuro al que es más oscuro de piel y ángel claro al que es más claro de piel. Si es que soy una genia, pensé orgullosa mientras tiraba la pata ya terminada junto al resto del cadaver del animal. Uno de los hermanos se acercó fue el de la piel oscura, se sentó cerca mía, ahora que lo miraba de cerca, me resultaba bastante atractivo, su pelo peinado para atrás, una estupenda musculatura, además parecía más divertido que su hermano el cual parecía incómodo con la situación y parecía evitar al resto. -¿Quieres? -Le pregunté al Lunarian, extendiéndole el brazo con la botella de vino mientras le lanzaba una mirada felina. -El vino es bueno, el viejo tiene buen gusto.-Sin esperar su respuesta se la cedí directamente en la mano mientras me puse en pie y caminé hacia el cadaver que había traído hace un instante.
Me arrodillé mientras empecé a desgarrarlo con mis garras mancando aun más la alfombra que cubría el suelo, hasta llegar a la parte que quería, le arranqué el corazón de cuajo, y le di un bocado bastante generoso el cual salpicó mi cara con la sangre del animal. Aun quedaban michos órganos buenos que no había tocado como el hígado, los intestinos, las costillas, una de las patas, pero parecían no estar interesados en el jabalí ya que había más comida en mesas por al rededor. “Mejor, más para mi” pensé mientras volví a sentarme al lado de Agyo. Fue entonces cuando el tontatta le preguntó por la historia detrás de la formación del gremio. ¿Esa era enserio la mejor pregunta que se le ocurrió? -Oye yo tengo otra pregunta, realmente ya nos hemos presentado, hemos dicho nuestras habilidades como dios manda, ¿Nos vas a contratar a todos para el gremio así de fácil? ¿No hay ningún requisito ni nada? -Pregunté con la mano levantada como si fuese una alumna en una clase, le miré atenta mientras le daba otro mordisco al corazón que sostenía en mi mano, con la otra le hice gestos a Agyo para que me cediera la botella de nuevo para pegarle otro sorbo mientras a la vez le hacía un gesto con la mirada indicando si quería probar el órgano el cual goteaba aun sangre que sostenía en mi mano.
También vi como uno de los dos hermanos se presentó, comentó sus razas pero no me sonaban de nada, además sus nombres eran algo complicados, me dedicaré a llamarles ángel oscuro al que es más oscuro de piel y ángel claro al que es más claro de piel. Si es que soy una genia, pensé orgullosa mientras tiraba la pata ya terminada junto al resto del cadaver del animal. Uno de los hermanos se acercó fue el de la piel oscura, se sentó cerca mía, ahora que lo miraba de cerca, me resultaba bastante atractivo, su pelo peinado para atrás, una estupenda musculatura, además parecía más divertido que su hermano el cual parecía incómodo con la situación y parecía evitar al resto. -¿Quieres? -Le pregunté al Lunarian, extendiéndole el brazo con la botella de vino mientras le lanzaba una mirada felina. -El vino es bueno, el viejo tiene buen gusto.-Sin esperar su respuesta se la cedí directamente en la mano mientras me puse en pie y caminé hacia el cadaver que había traído hace un instante.
Me arrodillé mientras empecé a desgarrarlo con mis garras mancando aun más la alfombra que cubría el suelo, hasta llegar a la parte que quería, le arranqué el corazón de cuajo, y le di un bocado bastante generoso el cual salpicó mi cara con la sangre del animal. Aun quedaban michos órganos buenos que no había tocado como el hígado, los intestinos, las costillas, una de las patas, pero parecían no estar interesados en el jabalí ya que había más comida en mesas por al rededor. “Mejor, más para mi” pensé mientras volví a sentarme al lado de Agyo. Fue entonces cuando el tontatta le preguntó por la historia detrás de la formación del gremio. ¿Esa era enserio la mejor pregunta que se le ocurrió? -Oye yo tengo otra pregunta, realmente ya nos hemos presentado, hemos dicho nuestras habilidades como dios manda, ¿Nos vas a contratar a todos para el gremio así de fácil? ¿No hay ningún requisito ni nada? -Pregunté con la mano levantada como si fuese una alumna en una clase, le miré atenta mientras le daba otro mordisco al corazón que sostenía en mi mano, con la otra le hice gestos a Agyo para que me cediera la botella de nuevo para pegarle otro sorbo mientras a la vez le hacía un gesto con la mirada indicando si quería probar el órgano el cual goteaba aun sangre que sostenía en mi mano.