Asradi
Völva
21-11-2024, 06:24 PM
Si es que tenía que haber pasado, simplemente, de largo y punto. No sabía porqué se había inmiscuido en algo que, directamente, no iba con ella. Quizás las estrafalarias y para nada elegantes pintas de aquel viejo le habían ablandado el corazón de alguna manera. Era cierto que no estaba al corriente de aquella situación, pero ver aquel abuso de poder, le enervaba en sobremanera.
Asradi apretó los labios mientras alternaba la mirada entre uno y otro. Le parecía super injusto aquel abuso de poder. Y es que era incapaz de dejar de mirar aquella escena, se le encogía el corazón ver como el chico parecía abusar de su fortaleza o de lo que fuese. Así empezaban los malos hábitos, después de todo.
— ¿En serio vas a ensañarte con el pobre hombre? — Preguntó sin poder evitarlo, casi de manera recriminatoria.
Y, al parecer, su pregunta iba a ser ignorada o, más bien, el chico iba a continuar con sus planes iniciales. Vió la sirena, con una mezcla de horror e indignación como el joven alzaba la lanza muy dispuesto a terminar con la vida, aparentemente, de aquel hombre.
No podia tolerar esas cosas, así que actuó por instinto pues, al fin y al cabo, ella no sabía que se trataba de piratas.
Reunió algo de agua, de saliva en su boca, y lanzó un par de proyectiles desde ella. Como balas de agua capaz de perforar la carne que encontrasen en su camino. Aún así, Asradi tuvo a bien apuntar para que no fuese una perforación como tal, sino un roce a las manos contrarias que portaban la lanza.
Un aviso.
Asradi apretó los labios mientras alternaba la mirada entre uno y otro. Le parecía super injusto aquel abuso de poder. Y es que era incapaz de dejar de mirar aquella escena, se le encogía el corazón ver como el chico parecía abusar de su fortaleza o de lo que fuese. Así empezaban los malos hábitos, después de todo.
— ¿En serio vas a ensañarte con el pobre hombre? — Preguntó sin poder evitarlo, casi de manera recriminatoria.
Y, al parecer, su pregunta iba a ser ignorada o, más bien, el chico iba a continuar con sus planes iniciales. Vió la sirena, con una mezcla de horror e indignación como el joven alzaba la lanza muy dispuesto a terminar con la vida, aparentemente, de aquel hombre.
No podia tolerar esas cosas, así que actuó por instinto pues, al fin y al cabo, ella no sabía que se trataba de piratas.
Reunió algo de agua, de saliva en su boca, y lanzó un par de proyectiles desde ella. Como balas de agua capaz de perforar la carne que encontrasen en su camino. Aún así, Asradi tuvo a bien apuntar para que no fuese una perforación como tal, sino un roce a las manos contrarias que portaban la lanza.
Un aviso.