Atlas
Nowhere | Fénix
22-11-2024, 02:52 PM
El enfrentamiento se recrudece en un silencioso y apartado patio de vecinos de la recientemente liberada Oykot. En su capital, el acero choca con los puños para descubrir que la opresión del fuerte hacia el débil no es únicamente algo que se dé a nivel estamental —por llamarlo de algún modo—, sino que se ejerce en el día a día e incluso en los actos más cotidianos. Sin ir más lejos, han sido hasta cuatro aparentes malhechores los que han convertido a un pobre médico en su objetivo. Menos mal que un fiel representante de la Armada Revolucionaria se encontraba en la zona, ¿no?
Inicialmente el amor fraternal amenaza con imponerse levemente al frío y afilado acero, lo que se demuestra en un violento golpe en medio de la cara producto de la feroz ofensiva de Morty. Sin embargo, no tardas en rehacerte y retomar la iniciativa. Tras una maniobra excelente tus aceros combinados consiguen detener el barrido del más bajo de los hermanos, provocando un momento de inercia con el que no contaba que te permite rehacerte y pasar al ataque. Bien por ti.
Morty asiste atónito al desconcertante movimiento de sables que llevas a cabo justo antes de atacarle. En guardia, sigue los filos con los ojos en espera de que en cualquier momento se precipiten sobre él con intención letal. Si te hubiera estado prestando atención en algún momento sabría que tú no quieres matar a nadie, pero, si antes no te hacía el menor caso al hablar, imagínate ahora que has noqueado a sus hermanos. Supongo que en esta vida hay personas que no han sido bendecidas con el don de la serenidad.
Jadeante, sudoroso y con sus heridas abiertas y sangrantes, en el momento en que ve venir tu acometida da un veloz salto propio de un trapecista de circo con el que se posiciona mucho mejor de cara a tu ofensiva. Acto seguido, traza una patada oblicua ascendente en tu dirección al tiempo que gira sobre sí mismo para intentar enfrentarse a tu golpe. Aun así, la fuerza de tu ofensiva es superior a la que él puede ejercer en estos momentos y tus aceros consiguen traspasar su defensa y producirle sendos cortes en la pierna derecha, ésa con la que te ha intentado frenar a las bravas.
Puedes ver en sus ojos que pretende seguir combatiendo. Alza torpemente sus puños y los posiciona entre tu cara y la suya, como si quisiese vengar a sus hermanos a toda costa sin importar lo que pase con ellos o consigo mismo. Una actitud un tanto estúpida, ¿no te parece? Y eso que éste era el más espabilado y sosegado de los cuatro. No sé si lo recuerdas. Sea como sea, el peso del agotamiento es demasiado extremo y tu adversario termina por desplomarse entre temblores. Sus músculos se deshinchan y sus rodillas caen al suelo a la vez. Sus brazos no tardan en bajar junto al resto del cuerpo, desapareciendo la guardia que mantenía torpemente para, acto seguido, derrumbarse hacia delante sin atisbo alguno de consciencia.
Si haces un rápido repaso comprobarás que todos siguen vivos, aunque algunos de ellos necesitan actuaciones urgentes si quieres —o queréis, según lo que diga Alfred, aunque ya te digo que se mostrará dispuesto a echarte una mano con ellos si se lo propones— que no se vayan al otro barrio. Puedes darles atención médica o marcharte por ahí con Alfred, lo que consideres oportuno. En cualquier caso y hagas lo que hagas, ¿no crees que después de semejante jaleo alguien te debe alguna que otra explicación?
Inicialmente el amor fraternal amenaza con imponerse levemente al frío y afilado acero, lo que se demuestra en un violento golpe en medio de la cara producto de la feroz ofensiva de Morty. Sin embargo, no tardas en rehacerte y retomar la iniciativa. Tras una maniobra excelente tus aceros combinados consiguen detener el barrido del más bajo de los hermanos, provocando un momento de inercia con el que no contaba que te permite rehacerte y pasar al ataque. Bien por ti.
Morty asiste atónito al desconcertante movimiento de sables que llevas a cabo justo antes de atacarle. En guardia, sigue los filos con los ojos en espera de que en cualquier momento se precipiten sobre él con intención letal. Si te hubiera estado prestando atención en algún momento sabría que tú no quieres matar a nadie, pero, si antes no te hacía el menor caso al hablar, imagínate ahora que has noqueado a sus hermanos. Supongo que en esta vida hay personas que no han sido bendecidas con el don de la serenidad.
Jadeante, sudoroso y con sus heridas abiertas y sangrantes, en el momento en que ve venir tu acometida da un veloz salto propio de un trapecista de circo con el que se posiciona mucho mejor de cara a tu ofensiva. Acto seguido, traza una patada oblicua ascendente en tu dirección al tiempo que gira sobre sí mismo para intentar enfrentarse a tu golpe. Aun así, la fuerza de tu ofensiva es superior a la que él puede ejercer en estos momentos y tus aceros consiguen traspasar su defensa y producirle sendos cortes en la pierna derecha, ésa con la que te ha intentado frenar a las bravas.
ACR301
ACRóBATA
Utilidad Activa
Tier 3
No Aprendida
37
2
El usuario realizará una voltereta rotando hacia cualquier dirección, en busca de evadir una ofensiva en su contra gracias al rápido y flexible movimiento. Dicho movimiento se realizara con mayores [Reflejos] y el usuario podra desplazarse 15 metros adicionales a su [Movilidad] durante el recorrido de la esquiva, adquiriendo un +4 en su [Tasa de Acierto] para la proxima ofensiva.
+10 [Reflejos]
ACR302
ACRóBATA
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
41
2
Buscando trazar el mayor arco posible con su pierna o brazo, y aprovechando la rotación de su cuerpo, el usuario trazará un rápido golpe como si su cuerpo fuera un látigo, causando [Desarme] de impactar contra alguna extremidad que sujete un arma. Esta ofensiva disloca por unos momentos la extremidad con la que se ataca logrando un ligero alcance adicional de 1 metro en el golpe,
Golpe Basico + [FUEx2,3] de [Daño contundente]
Puedes ver en sus ojos que pretende seguir combatiendo. Alza torpemente sus puños y los posiciona entre tu cara y la suya, como si quisiese vengar a sus hermanos a toda costa sin importar lo que pase con ellos o consigo mismo. Una actitud un tanto estúpida, ¿no te parece? Y eso que éste era el más espabilado y sosegado de los cuatro. No sé si lo recuerdas. Sea como sea, el peso del agotamiento es demasiado extremo y tu adversario termina por desplomarse entre temblores. Sus músculos se deshinchan y sus rodillas caen al suelo a la vez. Sus brazos no tardan en bajar junto al resto del cuerpo, desapareciendo la guardia que mantenía torpemente para, acto seguido, derrumbarse hacia delante sin atisbo alguno de consciencia.
Si haces un rápido repaso comprobarás que todos siguen vivos, aunque algunos de ellos necesitan actuaciones urgentes si quieres —o queréis, según lo que diga Alfred, aunque ya te digo que se mostrará dispuesto a echarte una mano con ellos si se lo propones— que no se vayan al otro barrio. Puedes darles atención médica o marcharte por ahí con Alfred, lo que consideres oportuno. En cualquier caso y hagas lo que hagas, ¿no crees que después de semejante jaleo alguien te debe alguna que otra explicación?