Baltazar Bonez
Dr.Bonez
24-11-2024, 11:57 AM
(Última modificación: 27-11-2024, 09:46 AM por Baltazar Bonez.)
Alguno de los piratas que se mantenían mas atras de aquellos que salieron a enfrentarse a Sowon, por el mero hecho de creer que terminarían venciéndola por la cantidad de hombres por sobre la habilidad de aquella chica oni, se dieron cuenta rápidamente que no tenían posibilidades de poder dañar a aquella mujer, eso sumado claramente a ver como aquella espada gigantesca se movía con bastante facilidad en sus manos, como si fuera un pluma llevada por el viento, mientras que los brazos destajados y la sangre se esparcía por el lugar, haciendo que después de que la segunda lineal de piratas fuera arrasada con tal facilidad, hizo que los que aun quedaban observando aquel espectáculo salieran huyendo despavoridos del lugar, algunos incluso dejando sus armas en medio de aquel pánico.
Por otra parte, los esclavos se encontraban agachados en donde se encontraban las llaves, buscando que alguna de ellas pudiera liberarlo de esos grilletes que los tenian apresados por los piens el uno con el otro. De pronto, una chica de no mas de unos 13 años logro liberarse al encontrar la llave que hizo soltar sus cadenas, haciendo que la chica, sin pensarlo, fuera corriendo hacia Sowon, mientras que un hombre de apariencia desnutrida y con una larga barba levanto el brazo con miedo a que fuera despellejada por aquella oni, lamentablemente aquel hombre no se habia desecho de sus cadenas así que lo único que pudo hacer fue gritar desde su posición.
¡Ginia, no. Espera! Grito a todo pulmon, pero ya era tarde. La chica logro llegar hasta donde se encontraba Sowon, haciendo que una vez que llego hacia donde se encontraba esta, se aferrara a su pierna con aquellos brazos delgados producto de la mala alimentación. Sin poder aguantarse la chica rompio en llanto, apoyando la frente en la pierna de Sowon, haciendo que soltara breves sollozos al haber estado sufriendo tanto tiempo sufriendo los abusos de aquellos esclavistas, Ginia era una maraña de emociones descontroladas, sus lagrimas corrían por sus mejillas antes de comenzar a hablar.
¡Gracias! te debo mi vida y la de mi padre. Nunca pensé, que podría ser libre nuevamente *snif* otra vez, g-gracias. El llanto te mezclaba con la alegría y esos sentimientos que se habia guardado durante los meses de esclavitud, nunca siquiera pensó en la sangre y los cuerpos de los piratas esparcidos por el lugar, solo quería sacar de su pecho esa angustia que habia acumulado hacia meses.
- Interior de la cueva de los esclavistas/ Baltazar Bonez-
Bonez se habia aprovechado de los espacios de la iluminación de aquella cueva para poder esconderse y movilizarse entre las sombras. Debía elegir sabiamente como pelear en esos momentos, ya que el lugar estaba con bastante guardia. Por suerte, al estará alejado del ruido exterior por aquel largo pasillo subterráneo, los piratas del interior parecían no inmutarse de su presencia por estar ocupado organizando lo producido por los esclavos y asegurarse que estos mismos entregaran las pesadas cajas hacia las bodegas en donde parecían mantener todo resguardado.
En eso, un silbato se escucho en el lugar, haciendo que Bonez observara como ante el sonido todos los esclavos parecían comenzar a girarse y marchar a una barraca de grandes puertas en donde se encontraban las celdas apretadas donde estos dormían, mientras que algunos guardias empujaban con sus armas a los esclavos entre risas y burlas, viéndolo como nada mas que animales para hacer aquel exhaustivo trabajo.
Al parecer era medianoche, la hora en la que los esclavos descansaban y los piratas iban a la casona de gran tamaño dentro de aquella cueva a beber por algunas horas. Afuera se encontraba un grupo de piratas armados, los cuales se encontraban patrullando el sector y sobremodo las barracas de los esclavos, asegurándose que estos no intentaran escapar mientras que el resto de sus compañeros se llenaban el estomago de alcohol.
Joder, este lugar esta bien resguardado, no se como carajos hare para poder liberar a los esclavos sin llamar la atencion.
Dijo en voz muy baja para si mismo antes de sorprenderse al ver como dos guardias se acercaban a su posición aun sin darse cuenta de su presencia al estar escondida en un lugar en donde la luz no le hacia ser descubierto, claro estaba también estaba la clara lógica que su color de piel hacia que se camuflara entre la oscuridad. Bonez rápidamente se metió en una pequeño almacén que se encontraba cerca de su posición antes de que aquellos soldados se acercaran a donde estaba el, quedándose con la puerta semi abierta para poder espiarles, haciendo que después de unos minutos de estar ahi parados conversando, siguieran su patrullaje.
Baltazar por su parte soltó un suspiro antes de girarse y utilizar su anillo/encendedor, colocándolo en llama alta para poder ver mejor sus alrededores, dándose cuenta que se encontraba en donde se encontraban diferentes herramientas de aquellos piratas, mirando las cajas de reojo hasta que se encuentra con una caja de madera, la cual estaba sobre una de las repisas de la derecha, en donde habían un grupo de bengalas. Bonez tomo algunas mientras que su cabeza comenzaba a funcionar, haciendo que su cabeza maquinara una idea de como poder sacar a los esclavos distrayendo a los piratas y de paso joderle los planes.
¡Bonez, hermoso bastardo eres un genio! se dijo a su mismo mientras que miraba aquellas bengalas como si hubiera encontrado agua en el medio del sahara.
- Zona exterior del escondite/ Sowon.-
Mientras aquella chica sollozaba de alegría, el resto de los esclavos lograba zafarse de sus cadenas, haciendo que el padre de aquella chica terminara por acercarse a la Oni antes de esbozar una tímida sonrisa ya que de todas maneras los esclavos se sentían algo temerosos por el baño de sangre que habían visto por parte de aquella gigantesca guerrera. En el nombre de mi hija, mio y de seguro de todos nosotros que has liberado, te agradecemos que nos ayudáramos a escapar, no se como podríamos compensarte, pero ten por seguro que estamos eternamente en deuda contigo y tu compañero. dijo el hombre de barba sonriendo esperanzado antes de que esa sonrisa se borrara de su rostro cuando escucho una risotada familiar.
BLOOOGOGOGO!!! Que desasatre has dejado aqui mujer, ciertamente me impresiona la habilidad que tienes para poder deshacerte de un puñado de piratas con tal facilidad. Lamentablemente no dejare que te escapes con esos esclavos, nos costo mucho hacernos con mano de obra que no desfalleciera con el trabajo que llevamos, asi que mas te vale correr de inmediato antes de que te vuele esos estupidos cuernos de tu cabeza de un solo bofeton.
Frente a ellos se encontraba uno de los tripulantes mas fuertes, Golder Fishell un Gyojin de la especie "Pez Dorado". Su cabeza era regordeta y se podia ver su aleta sonbre su cabeza como si fuera una coleta, su piel escamosa era de un color anaranjado y era levemente mas bajo que la Oni, Midiendo 3,97cm. Su mirada parecia confiada a pesar de la masacre que habia debajo de los pies de Sowon, mientras que sonreia y se hacia sonar los nudillos, pareciendo expectante por probar la fuerza de aquella chica.
Por otra parte, los esclavos se encontraban agachados en donde se encontraban las llaves, buscando que alguna de ellas pudiera liberarlo de esos grilletes que los tenian apresados por los piens el uno con el otro. De pronto, una chica de no mas de unos 13 años logro liberarse al encontrar la llave que hizo soltar sus cadenas, haciendo que la chica, sin pensarlo, fuera corriendo hacia Sowon, mientras que un hombre de apariencia desnutrida y con una larga barba levanto el brazo con miedo a que fuera despellejada por aquella oni, lamentablemente aquel hombre no se habia desecho de sus cadenas así que lo único que pudo hacer fue gritar desde su posición.
¡Ginia, no. Espera! Grito a todo pulmon, pero ya era tarde. La chica logro llegar hasta donde se encontraba Sowon, haciendo que una vez que llego hacia donde se encontraba esta, se aferrara a su pierna con aquellos brazos delgados producto de la mala alimentación. Sin poder aguantarse la chica rompio en llanto, apoyando la frente en la pierna de Sowon, haciendo que soltara breves sollozos al haber estado sufriendo tanto tiempo sufriendo los abusos de aquellos esclavistas, Ginia era una maraña de emociones descontroladas, sus lagrimas corrían por sus mejillas antes de comenzar a hablar.
¡Gracias! te debo mi vida y la de mi padre. Nunca pensé, que podría ser libre nuevamente *snif* otra vez, g-gracias. El llanto te mezclaba con la alegría y esos sentimientos que se habia guardado durante los meses de esclavitud, nunca siquiera pensó en la sangre y los cuerpos de los piratas esparcidos por el lugar, solo quería sacar de su pecho esa angustia que habia acumulado hacia meses.
- Interior de la cueva de los esclavistas/ Baltazar Bonez-
Bonez se habia aprovechado de los espacios de la iluminación de aquella cueva para poder esconderse y movilizarse entre las sombras. Debía elegir sabiamente como pelear en esos momentos, ya que el lugar estaba con bastante guardia. Por suerte, al estará alejado del ruido exterior por aquel largo pasillo subterráneo, los piratas del interior parecían no inmutarse de su presencia por estar ocupado organizando lo producido por los esclavos y asegurarse que estos mismos entregaran las pesadas cajas hacia las bodegas en donde parecían mantener todo resguardado.
En eso, un silbato se escucho en el lugar, haciendo que Bonez observara como ante el sonido todos los esclavos parecían comenzar a girarse y marchar a una barraca de grandes puertas en donde se encontraban las celdas apretadas donde estos dormían, mientras que algunos guardias empujaban con sus armas a los esclavos entre risas y burlas, viéndolo como nada mas que animales para hacer aquel exhaustivo trabajo.
Al parecer era medianoche, la hora en la que los esclavos descansaban y los piratas iban a la casona de gran tamaño dentro de aquella cueva a beber por algunas horas. Afuera se encontraba un grupo de piratas armados, los cuales se encontraban patrullando el sector y sobremodo las barracas de los esclavos, asegurándose que estos no intentaran escapar mientras que el resto de sus compañeros se llenaban el estomago de alcohol.
Joder, este lugar esta bien resguardado, no se como carajos hare para poder liberar a los esclavos sin llamar la atencion.
Dijo en voz muy baja para si mismo antes de sorprenderse al ver como dos guardias se acercaban a su posición aun sin darse cuenta de su presencia al estar escondida en un lugar en donde la luz no le hacia ser descubierto, claro estaba también estaba la clara lógica que su color de piel hacia que se camuflara entre la oscuridad. Bonez rápidamente se metió en una pequeño almacén que se encontraba cerca de su posición antes de que aquellos soldados se acercaran a donde estaba el, quedándose con la puerta semi abierta para poder espiarles, haciendo que después de unos minutos de estar ahi parados conversando, siguieran su patrullaje.
Baltazar por su parte soltó un suspiro antes de girarse y utilizar su anillo/encendedor, colocándolo en llama alta para poder ver mejor sus alrededores, dándose cuenta que se encontraba en donde se encontraban diferentes herramientas de aquellos piratas, mirando las cajas de reojo hasta que se encuentra con una caja de madera, la cual estaba sobre una de las repisas de la derecha, en donde habían un grupo de bengalas. Bonez tomo algunas mientras que su cabeza comenzaba a funcionar, haciendo que su cabeza maquinara una idea de como poder sacar a los esclavos distrayendo a los piratas y de paso joderle los planes.
¡Bonez, hermoso bastardo eres un genio! se dijo a su mismo mientras que miraba aquellas bengalas como si hubiera encontrado agua en el medio del sahara.
- Zona exterior del escondite/ Sowon.-
Mientras aquella chica sollozaba de alegría, el resto de los esclavos lograba zafarse de sus cadenas, haciendo que el padre de aquella chica terminara por acercarse a la Oni antes de esbozar una tímida sonrisa ya que de todas maneras los esclavos se sentían algo temerosos por el baño de sangre que habían visto por parte de aquella gigantesca guerrera. En el nombre de mi hija, mio y de seguro de todos nosotros que has liberado, te agradecemos que nos ayudáramos a escapar, no se como podríamos compensarte, pero ten por seguro que estamos eternamente en deuda contigo y tu compañero. dijo el hombre de barba sonriendo esperanzado antes de que esa sonrisa se borrara de su rostro cuando escucho una risotada familiar.
BLOOOGOGOGO!!! Que desasatre has dejado aqui mujer, ciertamente me impresiona la habilidad que tienes para poder deshacerte de un puñado de piratas con tal facilidad. Lamentablemente no dejare que te escapes con esos esclavos, nos costo mucho hacernos con mano de obra que no desfalleciera con el trabajo que llevamos, asi que mas te vale correr de inmediato antes de que te vuele esos estupidos cuernos de tu cabeza de un solo bofeton.
Frente a ellos se encontraba uno de los tripulantes mas fuertes, Golder Fishell un Gyojin de la especie "Pez Dorado". Su cabeza era regordeta y se podia ver su aleta sonbre su cabeza como si fuera una coleta, su piel escamosa era de un color anaranjado y era levemente mas bajo que la Oni, Midiendo 3,97cm. Su mirada parecia confiada a pesar de la masacre que habia debajo de los pies de Sowon, mientras que sonreia y se hacia sonar los nudillos, pareciendo expectante por probar la fuerza de aquella chica.