Kuro D. Zirko
Payaza D. Zirko
27-11-2024, 01:42 AM
(Última modificación: 27-11-2024, 02:23 AM por Kuro D. Zirko.)
Hay algo que no les he contado sobre Kullona, nuestra gigante favorita. Aunque es joven, tiene una fuerza descomunal y una ternura que parece sacada de un cuento de hadas, lo cierto es que también es… una maestra en la astucia y la manipulación. ¿Han visto alguna vez a alguien tan grande y tan amable hacer que la sientas pequeña con solo mirarla? Bueno, esa es Kullona, una mezcla de bondad, fuerza y una enorme dosis de travesura.
Pero, como verán, Kullona no es solo una fuerza de la naturaleza por fuera. En realidad, es un verdadero espectáculo cuando se trata de entrenar, o como ella lo llama, “hacer ejercicio a su manera”. Y no me malinterpreten, tiene un talento innato para muchas cosas, pero el combate cuerpo a cuerpo no es su fuerte. Para Zirko-chan nunca es solo un asunto serio cuando debe enfrentarse a otras personas, para ella es más una oportunidad para disfrutar y divertir a todos a su alrededor, mientras muestra cuán astuta puede llegar a ser.
Jin, quien se veía como un lobo feroz hasta hace poco, decidió demostrar sus habilidades antes de enfrentarse seriamente a ella. Con una patada espectacular, Jin esperaba mostrar y enseñar un par de cosas a Zirko. Sin embargo, Kullona no estaba para nada impresionada. Si algo había aprendido de su experiencia como gigante, era que la mejor pelea no siempre es la más complicada. Y cuando veía que alguien se lanzaba al combate con tanta determinación, solo podía pensar en una cosa ¿Por qué complicarse la vida?
Así que cuando Jin lanzó su patada al aire, Kullona, sin perder la calma, se preparó para el choque. Mientras Jin esperaba que la patada no conectara con nada, Kullona levantó su palma con tal determinación que no le dio ni tiempo a pensarlo. ¡Pum! El impacto de la patada contra su mano fue tan potente que resonó como un gran aplauso. Pero lo mejor estaba por venir.
Con la otra mano, que parecía moverse a la velocidad de un caracol, Kullona la acercó por detrás de Jin al mismo tiempo que el daba su intrépida demostración. En un movimiento tan preciso como impredecible, lo agarró con facilidad y, sin darle oportunidad para reaccionar, lo levantó del suelo como si fuera una muñeca de trapo - ¡Ara ara ara a volaaaaar! - gritó Kullona, mientras, con una sonrisa de oreja a oreja, lanzaba a Jin al aire. Más de 80 metros por encima de todos, Jin seria disparado hacia el cielo como un cohete.
Pero, por supuesto, la diversión no terminaba ahí. Un tercero, alguien que había estado observando desde lejos, decidió intervenir en el entrenamiento. Tal vez pensó que el combate estaba descontrolado, o tal vez solo quería detener el espectáculo. Sin embargo, Kullona no se inmutó. Miró al recién llegado, levantó un dedo índice y, con una sonrisa traviesa, dijo - Deme un momento... debo atraparlo - Y mientras Jin aún ascendía en el aire, Kullona seguía sonriendo, sabiendo que ya todo había sido planeado a la perfección.
Porque, aunque muchos pensaran que el combate había sido una especie de accidente, para Zirko todo era parte de su estilo, la mezcla perfecta de bondad, astucia y pura diversión. A fin de cuentas, para ella, pelear no se trataba de demostrar quién era el más fuerte, sino de disfrutar cada momento y, de paso, hacer volar a su compañero cuando tuviera la oportunidad. Y es que, como todos sabemos, con Kullona D. Zirko, la verdadera batalla es intentar mantener el equilibrio entre lo que parece una mosquita muerta y el poder de una gigante que puede lanzar a cualquiera por los aires.
Sea cuál sea la situación final, Zirko cambiaría el color de toda la cabellera y pelos de Jin a un color Rosado muy intenso, todo esto gracias a los poderes de su fruta del diablo.
Pero, como verán, Kullona no es solo una fuerza de la naturaleza por fuera. En realidad, es un verdadero espectáculo cuando se trata de entrenar, o como ella lo llama, “hacer ejercicio a su manera”. Y no me malinterpreten, tiene un talento innato para muchas cosas, pero el combate cuerpo a cuerpo no es su fuerte. Para Zirko-chan nunca es solo un asunto serio cuando debe enfrentarse a otras personas, para ella es más una oportunidad para disfrutar y divertir a todos a su alrededor, mientras muestra cuán astuta puede llegar a ser.
Jin, quien se veía como un lobo feroz hasta hace poco, decidió demostrar sus habilidades antes de enfrentarse seriamente a ella. Con una patada espectacular, Jin esperaba mostrar y enseñar un par de cosas a Zirko. Sin embargo, Kullona no estaba para nada impresionada. Si algo había aprendido de su experiencia como gigante, era que la mejor pelea no siempre es la más complicada. Y cuando veía que alguien se lanzaba al combate con tanta determinación, solo podía pensar en una cosa ¿Por qué complicarse la vida?
Así que cuando Jin lanzó su patada al aire, Kullona, sin perder la calma, se preparó para el choque. Mientras Jin esperaba que la patada no conectara con nada, Kullona levantó su palma con tal determinación que no le dio ni tiempo a pensarlo. ¡Pum! El impacto de la patada contra su mano fue tan potente que resonó como un gran aplauso. Pero lo mejor estaba por venir.
Con la otra mano, que parecía moverse a la velocidad de un caracol, Kullona la acercó por detrás de Jin al mismo tiempo que el daba su intrépida demostración. En un movimiento tan preciso como impredecible, lo agarró con facilidad y, sin darle oportunidad para reaccionar, lo levantó del suelo como si fuera una muñeca de trapo - ¡Ara ara ara a volaaaaar! - gritó Kullona, mientras, con una sonrisa de oreja a oreja, lanzaba a Jin al aire. Más de 80 metros por encima de todos, Jin seria disparado hacia el cielo como un cohete.
Pero, por supuesto, la diversión no terminaba ahí. Un tercero, alguien que había estado observando desde lejos, decidió intervenir en el entrenamiento. Tal vez pensó que el combate estaba descontrolado, o tal vez solo quería detener el espectáculo. Sin embargo, Kullona no se inmutó. Miró al recién llegado, levantó un dedo índice y, con una sonrisa traviesa, dijo - Deme un momento... debo atraparlo - Y mientras Jin aún ascendía en el aire, Kullona seguía sonriendo, sabiendo que ya todo había sido planeado a la perfección.
Cita:Lanzamiento: 50/2 + 19 + 37,5 = 81,5 metros aproximado
Porque, aunque muchos pensaran que el combate había sido una especie de accidente, para Zirko todo era parte de su estilo, la mezcla perfecta de bondad, astucia y pura diversión. A fin de cuentas, para ella, pelear no se trataba de demostrar quién era el más fuerte, sino de disfrutar cada momento y, de paso, hacer volar a su compañero cuando tuviera la oportunidad. Y es que, como todos sabemos, con Kullona D. Zirko, la verdadera batalla es intentar mantener el equilibrio entre lo que parece una mosquita muerta y el poder de una gigante que puede lanzar a cualquiera por los aires.
Sea cuál sea la situación final, Zirko cambiaría el color de toda la cabellera y pelos de Jin a un color Rosado muy intenso, todo esto gracias a los poderes de su fruta del diablo.