Fon Due
Dancing Dragon
27-11-2024, 03:41 AM
Tras preguntarle a Lykos sobre la historia del gremio, Eve le pregunto si nos iba a contratar a todos mientras que Agyo, el alado negro, le intentaba hacer entrar en razón para después proponer tomar un contrato para demostrar que éramos dignos de formar parte de los Crimson Crusaders. A todo esto, el alado angelical, Ungyo, para variar solo le llamo idiota a su hermano, aunque parte de mi sentía que su comentario iba dirigido al grupo en general, particularmente por su tono de voz que parecía algo irritado.
Antes de responderme, Lykos se paro a reflexionar mi pregunta, por lo que aproveche a acercarme a su hombro dando unas volteretas acrobáticas de espaldas hasta caer en el mismo. Quedando a un palmo de distancia de su tupido bigote, me pregunte que tan factible sería esconderme en este. Lykos daba una impresión de ser bastante mas tranquilo una vez le conocías, por lo que mi curiosidad aumentaba sobre si tuviese algún limite en particular o si pudiera hacer casi cualquier cosa como pegarme una siesta sobre esas almohadas a las que el llamaría pectorales.
Con una voz llena de pasión y orgullo, Lykos respondió a mi pregunta de forma honesta. El gremio se había fundado con la idea de compartir un propósito en común, y donde la idea de luchar por un mundo mejor fuera la piedra angular que guiara las acciones de los miembros del gremio. La verdad, la idea era bastante idealista, pero era bonito saber que en el mundo aun había gente como Lykos. Idealistas que creían en un mundo mejor. No sería yo quien le contradijera, fuera de que pensaba que era un ideal mas que un objetivo, lo prefería mil veces por encima de grupos enfocados en obtener poder y riquezas.
Como tontatta el concepto de riquezas que tenían los humanos y otras razas de mayor escala me era indiferente. No así la idea de defender a los débiles, pues aunque los tontattas solemos ser bastante fuertes, somos igualmente un grupo vulnerable por nuestra “rareza” como raza. Observando al variopinto grupo que se estaba formando en los Crimson Crusaders, no pude evitar preguntarme si los demás habían sido víctimas de una situación similar en el pasado.
Tras una pausa prolongada de parte de Lykos, dijo que no se le ocurría ninguna prueba como tal, pero que si pudiéramos herirle podríamos entrar al gremio. Era eso, o limpiar el desastre que había causado Eve. No gracias, era el equivalente a kilómetros de sangre en tamaño tontatta que tendría que limpiar. Por esta razón, mientras terminaba su frase y sin darle tiempo a reaccionar, decidí por meterle un ligero puñetazo en el cuello.
El golpe seria bastante sencillo, dado que ya me encontraba a la altura de su cabeza postrado sobre su hombro, y no seria el mas fuerte de los golpes (no estaba usando mis armas de cuerpo a cuerpo puesto que no contaba con esta prueba de la nada) pero esperaba que dejara en claro que puedo ser útil al resto del gremio y un buen peleador por lo que usaría una de las técnicas básicas que había aprendido durante mis viajes por estos mares.
Tras realizar el golpe, saltaría lejos del hombro de Lykos hacia la mesa donde estaba la comida justo al otro borde de la misma donde agarraría una loncha de embutido mientras me quedo viendo expectante la reacción de Lykos a la vez que mordisqueo el embutido.
Antes de responderme, Lykos se paro a reflexionar mi pregunta, por lo que aproveche a acercarme a su hombro dando unas volteretas acrobáticas de espaldas hasta caer en el mismo. Quedando a un palmo de distancia de su tupido bigote, me pregunte que tan factible sería esconderme en este. Lykos daba una impresión de ser bastante mas tranquilo una vez le conocías, por lo que mi curiosidad aumentaba sobre si tuviese algún limite en particular o si pudiera hacer casi cualquier cosa como pegarme una siesta sobre esas almohadas a las que el llamaría pectorales.
Con una voz llena de pasión y orgullo, Lykos respondió a mi pregunta de forma honesta. El gremio se había fundado con la idea de compartir un propósito en común, y donde la idea de luchar por un mundo mejor fuera la piedra angular que guiara las acciones de los miembros del gremio. La verdad, la idea era bastante idealista, pero era bonito saber que en el mundo aun había gente como Lykos. Idealistas que creían en un mundo mejor. No sería yo quien le contradijera, fuera de que pensaba que era un ideal mas que un objetivo, lo prefería mil veces por encima de grupos enfocados en obtener poder y riquezas.
Como tontatta el concepto de riquezas que tenían los humanos y otras razas de mayor escala me era indiferente. No así la idea de defender a los débiles, pues aunque los tontattas solemos ser bastante fuertes, somos igualmente un grupo vulnerable por nuestra “rareza” como raza. Observando al variopinto grupo que se estaba formando en los Crimson Crusaders, no pude evitar preguntarme si los demás habían sido víctimas de una situación similar en el pasado.
Tras una pausa prolongada de parte de Lykos, dijo que no se le ocurría ninguna prueba como tal, pero que si pudiéramos herirle podríamos entrar al gremio. Era eso, o limpiar el desastre que había causado Eve. No gracias, era el equivalente a kilómetros de sangre en tamaño tontatta que tendría que limpiar. Por esta razón, mientras terminaba su frase y sin darle tiempo a reaccionar, decidí por meterle un ligero puñetazo en el cuello.
El golpe seria bastante sencillo, dado que ya me encontraba a la altura de su cabeza postrado sobre su hombro, y no seria el mas fuerte de los golpes (no estaba usando mis armas de cuerpo a cuerpo puesto que no contaba con esta prueba de la nada) pero esperaba que dejara en claro que puedo ser útil al resto del gremio y un buen peleador por lo que usaría una de las técnicas básicas que había aprendido durante mis viajes por estos mares.
Tras realizar el golpe, saltaría lejos del hombro de Lykos hacia la mesa donde estaba la comida justo al otro borde de la misma donde agarraría una loncha de embutido mientras me quedo viendo expectante la reacción de Lykos a la vez que mordisqueo el embutido.