Evelyn Kedin
Bloody Eve
27-11-2024, 03:20 PM
Miré la botella, parecía que el angelito oscuro no había bebido nada. “Bueno, el se lo pierde”. Pensé mientras bebía un poco más. Estaba satisfecha después de comer todo lo que había comido. Agyo parecía querer una mediación, no quería que se liara lo cual era entendible, ya que los que estábamos allí, éramos bastantes peculiares todos, y podíamos llamar la atención más de la cuenta.
Yo procedía tumbarme de costado en el suelo, con mi cabeza apoyada sobre mi mano, mientras Lykos comenzó a hablar sobre la historia del gremio, siendo sinceros, me aburría, no escuché ni una palabra sobre la historia del gremio, prefería pensar en nada que escuchar clases de historia. Esto fue así, hasta que Lykos mencionó lo de hacer una prueba, que no se le ocurría ninguna pero que si le hacíamos daño podríamos entrar. También mencionó de limpiar el desastre que yo había hecho al entrar. Miré el cadaver de jabalí y comencé a reír como una desgraciada, mientras parecía que el chiquitín fue el primero en adelantarse en atacarle.
Me levanté mientras seguía riendo, ¿Iba a atacarle? No, yo no era una hiena que atacaba en grupo a una presa más fuerte, yo era una tigresa, me gustaban los combates justos uno contra uno, o atacar a presas más débiles, mientras jugaba con ellas sádicamente, así que iba a optar por la segunda opción, me levanté y me acerqué de nuevo al cadaver del animal, lo agarré de la única pata que le quedaba unida al torso, y lo lancé por la puerta a la calle, sin preocuparme demasiado de si pasaba alguien, me sacudí las menos y relamí los restos de sangre seca de mi boca. -NO PIENSES QUE TE VOY A ATACAR AHORA VIEJO, EL ANGELITO OSCURO TIENE RAZÓN, SIENDO TAN POCOS NO DEBERÍAMOS RECHAZAR A NINGUNO DE NOSOTROS SIENDO TAN POCOS. -Le grité desde la puerta mientras le miraba con una cara de sádica, sonriéndole, mostrándole una na amplia sonrisa llena de una hilera de afilados dientes. -Además no tiene gracia atacar entre muchos a una misma presa… Dejemos que la propia fuerza de cada uno sea revelada en un combate real, y no en esta nimiedad… Pero no esperes librarte de pelear más adelante conmigo viejo, quiero ver de primera mano si mis uñas pueden cortar ese duro cuerpo del que presumes.
Con el cadaver ya retirado, solo quedaban unas pocas vísceras y restos de sangre en el suelo pero no me iba a preocupar en seguir limpiando al detalle, volví a coger la botella la cual había dejado en el suelo la cual iba ya a la mitad. Y volví a sentarme en el suelo, al lado de Agyo. Le di otro sorbo a al vino. -Además, no creo que quieras dejarme fuera de esto… A mi no me importa demasiado el dinero, tampoco gasto mucho y tengo bastante dinero ahorrado… Podría hasta comprar un barco para el gremio si me lo pedís. -Mi tono era juguetón y tentador, sabía que cuando hablaba de dinero la gente de ciudad ponía la oreja y no podía negarse a ofertas materiales. Como decía, a mi no me importaba el dinero demasiado, solo quería entrar para tener una excusa para matar a tipos fuertes sin meterme en problemas legales por ello. -Entonces ¿estoy dentro o tengo que atacarte si o si? -Seguí sentada esperando la respuesta del jefe y pendiente de si los hermanos iban a optar por atacarle al igual que el tontatta, o por alguna otra opción como yo.
Yo procedía tumbarme de costado en el suelo, con mi cabeza apoyada sobre mi mano, mientras Lykos comenzó a hablar sobre la historia del gremio, siendo sinceros, me aburría, no escuché ni una palabra sobre la historia del gremio, prefería pensar en nada que escuchar clases de historia. Esto fue así, hasta que Lykos mencionó lo de hacer una prueba, que no se le ocurría ninguna pero que si le hacíamos daño podríamos entrar. También mencionó de limpiar el desastre que yo había hecho al entrar. Miré el cadaver de jabalí y comencé a reír como una desgraciada, mientras parecía que el chiquitín fue el primero en adelantarse en atacarle.
Me levanté mientras seguía riendo, ¿Iba a atacarle? No, yo no era una hiena que atacaba en grupo a una presa más fuerte, yo era una tigresa, me gustaban los combates justos uno contra uno, o atacar a presas más débiles, mientras jugaba con ellas sádicamente, así que iba a optar por la segunda opción, me levanté y me acerqué de nuevo al cadaver del animal, lo agarré de la única pata que le quedaba unida al torso, y lo lancé por la puerta a la calle, sin preocuparme demasiado de si pasaba alguien, me sacudí las menos y relamí los restos de sangre seca de mi boca. -NO PIENSES QUE TE VOY A ATACAR AHORA VIEJO, EL ANGELITO OSCURO TIENE RAZÓN, SIENDO TAN POCOS NO DEBERÍAMOS RECHAZAR A NINGUNO DE NOSOTROS SIENDO TAN POCOS. -Le grité desde la puerta mientras le miraba con una cara de sádica, sonriéndole, mostrándole una na amplia sonrisa llena de una hilera de afilados dientes. -Además no tiene gracia atacar entre muchos a una misma presa… Dejemos que la propia fuerza de cada uno sea revelada en un combate real, y no en esta nimiedad… Pero no esperes librarte de pelear más adelante conmigo viejo, quiero ver de primera mano si mis uñas pueden cortar ese duro cuerpo del que presumes.
Con el cadaver ya retirado, solo quedaban unas pocas vísceras y restos de sangre en el suelo pero no me iba a preocupar en seguir limpiando al detalle, volví a coger la botella la cual había dejado en el suelo la cual iba ya a la mitad. Y volví a sentarme en el suelo, al lado de Agyo. Le di otro sorbo a al vino. -Además, no creo que quieras dejarme fuera de esto… A mi no me importa demasiado el dinero, tampoco gasto mucho y tengo bastante dinero ahorrado… Podría hasta comprar un barco para el gremio si me lo pedís. -Mi tono era juguetón y tentador, sabía que cuando hablaba de dinero la gente de ciudad ponía la oreja y no podía negarse a ofertas materiales. Como decía, a mi no me importaba el dinero demasiado, solo quería entrar para tener una excusa para matar a tipos fuertes sin meterme en problemas legales por ello. -Entonces ¿estoy dentro o tengo que atacarte si o si? -Seguí sentada esperando la respuesta del jefe y pendiente de si los hermanos iban a optar por atacarle al igual que el tontatta, o por alguna otra opción como yo.