Arthur Soriz
Gramps
27-11-2024, 11:01 PM
Al momento que el disparo hizo eco por todo el puerto y se perdió en lontananza infinita del horizonte, Arthur aprovechó la conmoción y el aturdimiento que sufría el obeso para hacerle una llave y lanzarlo al suelo boca abajo, poniéndose sobre este arrebatándole de la pistola que ya descargada de su munición era peso muerto para él. Le puso los brazos detrás y lo esposó, mientras que llegaban los otros tres a informar lo sucedido. Desafortunadamente uno de ellos se escapó, cosa que no les echaría la culpa en absoluto a pesar de haberles dejado la responsabilidad.
— "¡El otro tipo se nos escapó! ¿Qué hacemos con este?"
— Está bien, hicieron lo que pudieron, ya nos encargaremos de él más adelante. Llevaremos a este a la base.
Acto seguido, viró su mirada hacia el más novato que informaba la situación con los niños, sacándole una amplia sonrisa mucho más relajado la verdad al saber que solamente había sido un malentendido y no una situación desagradable de abuso con el chico. Mientras sostenía las pesadas esposas que le puso al malhechor, levantó el brazo libre y le levantó un dedo pulgar al Marine que había hecho las cosas tal y como se lo pidió Arthur. Una amplia sonrisa acompañó este gesto de aprobación.
— "¡Señor! ¡Los niños no estaban peleando! Solo... uno de ellos explotó su pelota, y eso es todo... pero escuché el disparo y vine corriendo para ayudar."
— ¡Bien hecho, como todo un auténtico Marine!
Por último, miró al experimentado, levantándose junto con el obeso a cuestas teniéndolo amarrado con las manos por detrás. Con un saludo Marine fugaz de respeto, Arthur habló por más que el 'veterano' ya se estuviera alejando.
— "El mantenimiento está listo, como siempre. Supongo que ustedes estaban ocupados salvando el mundo. O al menos eso espero."
— ¡Señor, sí señor! Lamento haberle dejado con todo el trabajo del puerto, señor. ¡Se lo agradezco mucho!
No lo estaba diciendo con sarcasmo en absoluto, las palabras de Arthur salían con total sinceridad de su corazón... agradecido con ese Marine. Mientras que el resto se encargó de solucionar estos problemas, él se mantuvo al margen y siguió trabajando para que la tarea original no cayera en abandono... como todo buen engranaje siguió funcionando la máquina; un buen soldado.
Al ver que la mujer les ofrecía aquellos frutos, a sabiendas de los precios que manejaba con no mucho disimulo Arthur coló en uno de los bolsillos de la mujer suficientes berries para pagar el producto, esperando que lo encontrara más tarde y no tuviera chance así de devolverlo.
Tras todo esto, volteó comenzando a caminar empujando de mala gana al obeso.
— Llevemos a este bueno para nada a la base, que le venden la oreja y después déjenlo en el calabozo... estoy seguro que no tardará mucho en cantar dónde está el resto de sus compañeros y jefe.
Dijo sonando como una orden al par de holgazanes que lo habían acompañado todo este rato. Tras dejar al gordo en la base, al menos Arthur volvió al puerto a seguir ayudando todo el rato que fuera necesario, tal vez sintiéndose un poco culpable de haber dejado al Marine solo con todo ese trabajo, haciendo doble turno si era necesario para aminorar la carga.
Pero el día había llegado a su fin, y con ello seguramente... los eventos por hoy. Con su corazón tranquilo de que no había dejado a nadie que necesitaba ayuda abandonado, Arthur podría dormir tranquilo esa noche.
— "¡El otro tipo se nos escapó! ¿Qué hacemos con este?"
— Está bien, hicieron lo que pudieron, ya nos encargaremos de él más adelante. Llevaremos a este a la base.
Acto seguido, viró su mirada hacia el más novato que informaba la situación con los niños, sacándole una amplia sonrisa mucho más relajado la verdad al saber que solamente había sido un malentendido y no una situación desagradable de abuso con el chico. Mientras sostenía las pesadas esposas que le puso al malhechor, levantó el brazo libre y le levantó un dedo pulgar al Marine que había hecho las cosas tal y como se lo pidió Arthur. Una amplia sonrisa acompañó este gesto de aprobación.
— "¡Señor! ¡Los niños no estaban peleando! Solo... uno de ellos explotó su pelota, y eso es todo... pero escuché el disparo y vine corriendo para ayudar."
— ¡Bien hecho, como todo un auténtico Marine!
Por último, miró al experimentado, levantándose junto con el obeso a cuestas teniéndolo amarrado con las manos por detrás. Con un saludo Marine fugaz de respeto, Arthur habló por más que el 'veterano' ya se estuviera alejando.
— "El mantenimiento está listo, como siempre. Supongo que ustedes estaban ocupados salvando el mundo. O al menos eso espero."
— ¡Señor, sí señor! Lamento haberle dejado con todo el trabajo del puerto, señor. ¡Se lo agradezco mucho!
No lo estaba diciendo con sarcasmo en absoluto, las palabras de Arthur salían con total sinceridad de su corazón... agradecido con ese Marine. Mientras que el resto se encargó de solucionar estos problemas, él se mantuvo al margen y siguió trabajando para que la tarea original no cayera en abandono... como todo buen engranaje siguió funcionando la máquina; un buen soldado.
Al ver que la mujer les ofrecía aquellos frutos, a sabiendas de los precios que manejaba con no mucho disimulo Arthur coló en uno de los bolsillos de la mujer suficientes berries para pagar el producto, esperando que lo encontrara más tarde y no tuviera chance así de devolverlo.
Tras todo esto, volteó comenzando a caminar empujando de mala gana al obeso.
— Llevemos a este bueno para nada a la base, que le venden la oreja y después déjenlo en el calabozo... estoy seguro que no tardará mucho en cantar dónde está el resto de sus compañeros y jefe.
Dijo sonando como una orden al par de holgazanes que lo habían acompañado todo este rato. Tras dejar al gordo en la base, al menos Arthur volvió al puerto a seguir ayudando todo el rato que fuera necesario, tal vez sintiéndose un poco culpable de haber dejado al Marine solo con todo ese trabajo, haciendo doble turno si era necesario para aminorar la carga.
Pero el día había llegado a su fin, y con ello seguramente... los eventos por hoy. Con su corazón tranquilo de que no había dejado a nadie que necesitaba ayuda abandonado, Arthur podría dormir tranquilo esa noche.