¿Sabías que…?
... Garp declaró que se había comido 842 donas sin dormir ni descansar porque estaba tratando de batir un récord mundial. ¿Podrás superarlo?
[Común] [C-Pasado] Quilombos en Kilombo
Manon S. Du Soleil
Mao/Drine
Esbocé una sonrisa amplia al ver que la oni de cabello rubio se relajaba, era bueno ver que lo hacía, a veces los niños pueden ser mucho inclusive para las personas adultas o de gran tamaño, en el fondo todos tenemos un interior algo esponjoso. Todavía podía ver el rastro de desconfianza que irradiaba como un resplandor suave en los ojos de Sowon, pero estaba segura de que se trataba no sólo de la situación en la que estaba involucrada Febe; es decir, el pelotazo que había recibido hace unos momentos por parte de su grupo de, no tan, amigos; sin también de la reserva ante las interacciones entre especies. En más de una ocasión se me había molestado por mi ascendencia, en pocas palabras, por mi especie, y lo que caracterizaba a la misma y, clarísimamente, había reaccionado de la forma en que Sowon lo hizo, al menos en mi niñez y mi adolescencia había repartido infinidad de palizas a los niños de mi pueblo.

Cuando ella se presentó la sonrisa en mi rostro se suavizó, tomé el batido de chocolate que había pedido antes y cuando la mesera se acercó pedí otro batido y varias rebanadas de budín de banana, mi preferido, dejaría que Sowon decida que quería comer, no parecía el tipo de persona que quiere que ordenen por ella o le den recomendaciones. Escuché que provenía de onigashima mientras sorbía de mi batido sin dejar de observarla con los intensos soles que sabía eran mis ojos, al menos hasta que dijo que era buena con los niños… Pero era buena asustándolos. Me ahogué cuando la chocolatada pasó por el lugar equivocado y comencé a darme palmadas en el pecho mientras tosía, intentando no reírme ¡En realidad era divertido! ¡Especialmente el orgullo que ponía al proclamarlo! Negué con la cabeza una vez que recuperé la compostura, pero antes de hablar, Febe se me adelantó.

. – ¡No entiendo! ¿Qué les asusta a los niños de usted, señora de los cuernos enormes? –Dirigí mis ojos a la niña, quien miraba genuinamente sorprendida y confundida a Sowon– Si usted es tan grande y fuerte ¿No tendrían que sentirse seguros?

Febe lo dijo con mucho fervor, alzando los brazos para indicar la altura gigante de Sowon y luego ampliando los brazos para hacer el gesto de “fuerza”, flexionando sus pequeños músculos que apenas se elevaron. Por mi parte, me sorprendía que niños con padres marines estuvieran robando, bueno, no me sorprendía del todo, después de todo los marines llevan una vida ocupada, muchos de ellos se dedican únicamente al trabajo y descuidan sus roles como padres, por lo que no es sorprendente que desatiendan el vínculo que tienen con sus hijos. Exhalé un suspiro al pensar la situación en la que estarían esos chiquillos, pero no quería preocuparme, considerando que Sowon ya se había hecho cargo, aunque, quizás, debería hablar con mis compañeros marines para hacerles llegar la información de que sus hijos eran unos vándalos. Esa sería una conversación interesante.

. – Así que eres de Onigashima. –Centré la conversación por ese lado, ya que estaba más interesada en saber sobre ella y su lugar de origen– Nunca estuve allí, crecí en una isla en West Blue ¿Cómo es allí? Solo he leído algunas cosas realmente. –Luego la miré divertida– También me pregunto qué habrás dicho para que esos niños piensen que te vas a llevar sus almas.

La parte de la contratación también atrajo mi atención ¡Vaya, eso rima! Enforcar, ¿Sería que tenía como oficio o trabajo el dedicarse a tomar peticiones de cualquier tipo? En pocas palabras ¿Era mercenaria o cazarrecompensas? Incliné la cabeza con curiosidad, después de todo no tenía la actitud de ninguno de los dos pero ¿Se trataría de una fachada o algo así? Me resultaba difícil creerlo, actuaba de una forma tan genuina, más aún sin saber que yo pertenecía a la marina, y hablaba abiertamente de su contratación. Realmente me estaba costando estimar hasta donde alcanzaba la bondad de Sowon, pero no parecía del tipo que intentaba hacerle daño a los demás, no si eran niños pequeños. Dejé que continúe contando hace cuanto tiempo que estaba aquí al mismo tiempo que traían mi budín de banana y el flan que ella había pedido, Febe estaba devorando la mousse de chocolate a bocaditos adorables, tenía los labios cubiertos de este, le alcancé una servilleta a la niña, sin perder el hilo de la conversación.

. – Entonces ¿Te dedicas a aceptar encargos al azar? ¿Y aceptas cualquier tipo de encargo? Quiero decir… ¿Te importa qué es lo que te piden hacer? –Me sentía algo reacia a preguntar estas cosas, Sowon me estaba cayendo bien y, realmente, no quería hacer mi trabajo en su caso, aunque no solo lo consideraba mi trabajo, como persona, si sabía que alguien estaba lastimando a inocentes, no podía consentirlo. Hice una mueca apenada– No es que te esté acusando de nada, aunque suene así, lamento si suena así.

Pero… Era tan complejo verla cometiendo ese tipo de injusticias, Sowon parecía estar hablando con toda sinceridad realmente, y estaba segura de que reconocería a una persona con malas intenciones si la pusieran frente a mí, es por eso que decidí no dudar de su palabra, al menos por el momento, si ella me decía lo contrario entonces tendríamos que cruzar una buena cantidad de palabras. Dirigí mis ojos hacia la gran espada que portaba, realmente debía tener un nombre, muchas armas eran nombradas por sus dueños, por los aliados, amigos e incluso enemigos de estos, y Sowon parecía el tipo de persona que cruzaba armas con otros si la situación lo ameritaba… Como yo destrozaba mandíbulas y bajaba dientes en caso de necesitarlo. Aunque no traía mis nudilleras de momento.

. – Por cierto ¿A quiénes llamas hormigas? ¿A los más bajitos? –Porque no creía que fuese solo a una especie en particular.

Cuando preguntó acerca de mi estadía en Kilombo le di un sorbo a mi malteada y no pensé antes de contestarle, después de todo, no tenía motivos para ocultarle porque estaba aquí o cuando llegué a la isla.

. – En realidad vine a Kilombo precisamente por eso, las noticias corren como la pólvora en East Blue, lo suficiente para llegar al Archipiélago Conomi y me pidieron a mí, y a un contingente de soldados que nos traslademos hasta aquí para cubrir la falta de personal. –Expliqué tranquilamente, comiendo un pedazo de budín de banana ¡Estaba buenísimo! Húmedo, dulce y con nueces. Hice uno sonido de felicidad y lo devoré– Soy parte de la marine, vengo de la Base G-39 del Archipiélago Conomi, por eso no nos cruzamos antes, mi lugar habitual de trabajo es en la Isla Goza, pero me traslado dependiendo de las órdenes que bajen desde arriba.

Crucé suavemente las manos sobre la mesa.

. – Lamento si lo de antes sonó como un interrogatorio, puedo ver que no eres más que sincera conmigo, pero incluso si no fuese marine lo preguntaría, espero podamos ser amigas de todos modos.

Un ruido fuerte a mi lado me sobresaltó, miré a Febe, que había estampado las manos sobre la mesa, mirándonos– ¿Por qué dicen tantas cosas que no entiendo? ¿Por qué no podrían ser amigas? –Exclamó la niña.
#5


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RE: [C-Pasado] Quilombos en Kilombo - por Sowon - 18-11-2024, 04:33 PM
RE: [C-Pasado] Quilombos en Kilombo - por Sowon - 23-11-2024, 11:58 PM
RE: [C-Pasado] Quilombos en Kilombo - por Manon S. Du Soleil - 28-11-2024, 02:28 AM
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