Ubben Sangrenegra
Loki
28-11-2024, 09:47 PM
(Última modificación: 28-11-2024, 09:55 PM por Ubben Sangrenegra.)
Sijuh nego con la cabeza ante tus palabras. —Dette er et bakholdsangrep... og jeg vet godt hvem det er— Sentenció, aclarandote con sus propias palabras que ésto no era un juego ni un plan de ella. —Det er maur som er i stand til å skade løver, dumt... ikke undervurder dem— Respondió a tu afirmación de que no sería suficientemente fuerte como para llevarsela por delante. La calma tensa que llenaba el claro mientras fingían seguir cocinando como si nada, se rompió en un instante, como un cristal que cae al suelo y explota en mil pedazos.
Uno de los hombres que los espiaba actuó primero, disparando una bala que surcó el aire hacia Sijuh con la clara intención de neutralizarla. La bala rozó su hombro, arrancando un pequeño hilo de sangre en el proceso, pero ella no dejó que aquello la desconcentrara. La mujer de oscuros cabellos apretó los dientes y se permitió una sonrisa amarga, casi despectiva. Manteniendo su haki de observación activo, giró sobre sus talones y se colocó detrás del tronco donde había estado sentada momentos antes, y otro par de balas impactaron en el tronco. —De sikter etter beina... de vil fange oss— Dijo Sijuh, mientras miraba su hombro sangrando; era apenas un arañazo de la bala que rozó su piel, pero la sangre que corría caliente por su piel parecía hervir más y más a cada sengundo. Aquél hombre que disparó, tenía un aspecto bastante joven. Unos instensos ojos grises brillando a la luz de la luna, con una cabellera de largo medio peinada hacia atrás, de color rubio con mechones teñidos celestes; su rostros con una expresión fría cual hielo, como si la muerte misma estuviese susurrandole al oido el donde apuntar el siguiente disparo. Vestido con un cuello alto de color oscuro y unos pantalones cargo con patron de camuflaje, tenía en su mano un rifle de francotirador, sujeto con una sola mano apuntando a Sijuh mientras el cañón aún humeaba por los anteriores disparos... Aquel hombre era Rindou del CP7.
El segundo atacante irrumpió en la escena con la ferocidad de un toro, abalanzándose directamente hacia ti entre saltos y volteretas. Su puño con una especie de puño americano ennegrecido por el Haki de Armadura, silbaba al cortar el viento en dirección a tu rostro. Sus dorados ojos se movían sin parar reconociendo el terreno mientras su puño buscaba tu rostro. De anteojos de marco negro, con un cigarrillo encendido en la boca, cabello corto peinado hacia atrás de color negro con mechones rubios que formaban un copete inclinado hacia el lado izquierdo de su rostro, mantenía una expresión casi demoniaca en su rostro. El seño fruncido no por el enojo, si no frente a la palpable adrenalina y disfrute que le ocasionaba lo que desde su perspectiva era una cacería. Vestido con una camisa blanca, corbata negra con dorada y una chaquetilla negra gris con patrón a rallas verticales, se presentaba a la batalla Shuji Hanma del CP7. En el puño que se dirigía a tu rostro podías leer claramente un tatuaje en el dorso que decía "Castigo".
En paralelo ocho hombres vestidos de negro y corbata aparecieron desde los bordes del claro, marchando de forma robotica y sincronizada, como si fueran parte de una coreografía bien ensayada. Cada uno levantó su arma, sin mostrar expresión , apuntando directamente a ustedes. —Så verdensregjeringen sparer ikke på personell?— soltó Sijuh con sarcasmo a rebosar, limpiándose con la mano la pequeña herida del hombro, dandole a entender al resto que aquél pequeño rasguño no le dolía y que toda la parafernalia despligada por el gobierno mundial no la intimidaba para nada.
La lluvia de disparos de los ocho hombres armados comenzó casi de inmediato, dando paso a una seguidilla de estruendos cada vez que uno de los rifles percutaba. Sijuh reaccionó en un parpadeo, Tomando su espada por el mango y sacandola del suelo mientras abanicaba completamente su filo, desviando los disparos en el preoceso [Flujo metalico + Choque de dos ataques básicos contra las balas disparadas]. Tres fueron los proyectiles dirigidos a ella, el resto te ponían a ti como obejtivo. El movimiento en forma de abanico de sijuh tuvo tal fuerza que su espada hizo de bate de baseball para una de las balas, la cual fue devuelta al grupo del gobierno, impactando a uno de ellos en un brazo mientras un grito de dolor ahogado escapaba de la boca del desdichado.
La situación no se veía fácil de solucionar, y ésta claramente no era tu pelea pero habías terminado en medio de ella. ocho escuincles con rifles y dos tipos que claramente eran las cabezas del grupo, estaban dispuestos a hacerles frente. Sin embargo las palabras de Sijuh tenían sentido, las siguientes balas del tipo de cabello con mechas azules habían apuntado a las piernas... al parecer la querían viva.
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Uno de los hombres que los espiaba actuó primero, disparando una bala que surcó el aire hacia Sijuh con la clara intención de neutralizarla. La bala rozó su hombro, arrancando un pequeño hilo de sangre en el proceso, pero ella no dejó que aquello la desconcentrara. La mujer de oscuros cabellos apretó los dientes y se permitió una sonrisa amarga, casi despectiva. Manteniendo su haki de observación activo, giró sobre sus talones y se colocó detrás del tronco donde había estado sentada momentos antes, y otro par de balas impactaron en el tronco. —De sikter etter beina... de vil fange oss— Dijo Sijuh, mientras miraba su hombro sangrando; era apenas un arañazo de la bala que rozó su piel, pero la sangre que corría caliente por su piel parecía hervir más y más a cada sengundo. Aquél hombre que disparó, tenía un aspecto bastante joven. Unos instensos ojos grises brillando a la luz de la luna, con una cabellera de largo medio peinada hacia atrás, de color rubio con mechones teñidos celestes; su rostros con una expresión fría cual hielo, como si la muerte misma estuviese susurrandole al oido el donde apuntar el siguiente disparo. Vestido con un cuello alto de color oscuro y unos pantalones cargo con patron de camuflaje, tenía en su mano un rifle de francotirador, sujeto con una sola mano apuntando a Sijuh mientras el cañón aún humeaba por los anteriores disparos... Aquel hombre era Rindou del CP7.
El segundo atacante irrumpió en la escena con la ferocidad de un toro, abalanzándose directamente hacia ti entre saltos y volteretas. Su puño con una especie de puño americano ennegrecido por el Haki de Armadura, silbaba al cortar el viento en dirección a tu rostro. Sus dorados ojos se movían sin parar reconociendo el terreno mientras su puño buscaba tu rostro. De anteojos de marco negro, con un cigarrillo encendido en la boca, cabello corto peinado hacia atrás de color negro con mechones rubios que formaban un copete inclinado hacia el lado izquierdo de su rostro, mantenía una expresión casi demoniaca en su rostro. El seño fruncido no por el enojo, si no frente a la palpable adrenalina y disfrute que le ocasionaba lo que desde su perspectiva era una cacería. Vestido con una camisa blanca, corbata negra con dorada y una chaquetilla negra gris con patrón a rallas verticales, se presentaba a la batalla Shuji Hanma del CP7. En el puño que se dirigía a tu rostro podías leer claramente un tatuaje en el dorso que decía "Castigo".
En paralelo ocho hombres vestidos de negro y corbata aparecieron desde los bordes del claro, marchando de forma robotica y sincronizada, como si fueran parte de una coreografía bien ensayada. Cada uno levantó su arma, sin mostrar expresión , apuntando directamente a ustedes. —Så verdensregjeringen sparer ikke på personell?— soltó Sijuh con sarcasmo a rebosar, limpiándose con la mano la pequeña herida del hombro, dandole a entender al resto que aquél pequeño rasguño no le dolía y que toda la parafernalia despligada por el gobierno mundial no la intimidaba para nada.
La lluvia de disparos de los ocho hombres armados comenzó casi de inmediato, dando paso a una seguidilla de estruendos cada vez que uno de los rifles percutaba. Sijuh reaccionó en un parpadeo, Tomando su espada por el mango y sacandola del suelo mientras abanicaba completamente su filo, desviando los disparos en el preoceso [Flujo metalico + Choque de dos ataques básicos contra las balas disparadas]. Tres fueron los proyectiles dirigidos a ella, el resto te ponían a ti como obejtivo. El movimiento en forma de abanico de sijuh tuvo tal fuerza que su espada hizo de bate de baseball para una de las balas, la cual fue devuelta al grupo del gobierno, impactando a uno de ellos en un brazo mientras un grito de dolor ahogado escapaba de la boca del desdichado.
La situación no se veía fácil de solucionar, y ésta claramente no era tu pelea pero habías terminado en medio de ella. ocho escuincles con rifles y dos tipos que claramente eran las cabezas del grupo, estaban dispuestos a hacerles frente. Sin embargo las palabras de Sijuh tenían sentido, las siguientes balas del tipo de cabello con mechas azules habían apuntado a las piernas... al parecer la querían viva.