Qazan
Qazan
30-11-2024, 12:31 AM
El sol abrasador del mediodía golpea con fuerza, reflejándose en las superficies metálicas oxidadas del vertedero de chatarra. El lugar parece un horno, con un calor sofocante que hace vibrar el aire y un hedor a metal quemado y grasa rancia que se pega en la garganta. Las montañas de desechos proyectan sombras irregulares, creando un laberinto de claroscuros entre escombros, maquinaria retorcida y pilas de hierros corroídos.
Klauss avanza lentamente, con el sudor resbalando por su frente y la tensión palpable en cada paso. Los restos del vertedero crujen bajo sus pies, y un eco metálico parece burlarse de su presencia. No estás solo, puedes intuirlo. A tus pies de pronto aparece un rastro demasiado obvio: una prenda desgarrada que puedes reconocer como parte de la ropa de Fleur, dejada deliberadamente para atraerte.
De pronto, un estruendo interrumpe el silencio sofocante. Desde lo alto de una montaña de chatarra, un reflector improvisado gira y te apunta directamente, inundando el espacio con un brillo cegador. La luz refleja en el metal circundante, multiplicando el destello y dejándote momentáneamente desorientado. Entre las sombras proyectadas por los montones de chatarra, figuras armadas emergen, rodeándote.
Delante de tuya, bajo el ardiente sol, aparece el líder del grupo que ha orquestado todo. Lleva una sonrisa arrogante, y a su lado está ella, Fleur, atada a una silla hecha de hierros retorcidos. Su cabello brilla bajo la luz, pero su rostro está empapado de sudor, y sus ojos están llenos de miedo... y advertencia.
—Llegaste justo a tiempo. —dice el líder, en un tono burlón mientras juega con un arma en sus manos—. Sabía que no te resistirías.
—Deja tus armas —ordena el líder, levantando su arma hacia la chica—. O ella paga el precio por tu necedad.
Tal parece que has caído de lleno en la emboscada que te habían tendido. Fleur, aunque algo magullada y sucia por el trato que ha recibido, parece estar bien aunque su supervivencia dependerá totalmente de ti y tus acciones con respecto a Baltasar, el lider de los bandidos. Parece que tiene la sartén por el mango, igual pensar un plan o haber venido con refuerzos hubiese sido una mejor opción.
Klauss avanza lentamente, con el sudor resbalando por su frente y la tensión palpable en cada paso. Los restos del vertedero crujen bajo sus pies, y un eco metálico parece burlarse de su presencia. No estás solo, puedes intuirlo. A tus pies de pronto aparece un rastro demasiado obvio: una prenda desgarrada que puedes reconocer como parte de la ropa de Fleur, dejada deliberadamente para atraerte.
De pronto, un estruendo interrumpe el silencio sofocante. Desde lo alto de una montaña de chatarra, un reflector improvisado gira y te apunta directamente, inundando el espacio con un brillo cegador. La luz refleja en el metal circundante, multiplicando el destello y dejándote momentáneamente desorientado. Entre las sombras proyectadas por los montones de chatarra, figuras armadas emergen, rodeándote.
Delante de tuya, bajo el ardiente sol, aparece el líder del grupo que ha orquestado todo. Lleva una sonrisa arrogante, y a su lado está ella, Fleur, atada a una silla hecha de hierros retorcidos. Su cabello brilla bajo la luz, pero su rostro está empapado de sudor, y sus ojos están llenos de miedo... y advertencia.
—Llegaste justo a tiempo. —dice el líder, en un tono burlón mientras juega con un arma en sus manos—. Sabía que no te resistirías.
—Deja tus armas —ordena el líder, levantando su arma hacia la chica—. O ella paga el precio por tu necedad.
Tal parece que has caído de lleno en la emboscada que te habían tendido. Fleur, aunque algo magullada y sucia por el trato que ha recibido, parece estar bien aunque su supervivencia dependerá totalmente de ti y tus acciones con respecto a Baltasar, el lider de los bandidos. Parece que tiene la sartén por el mango, igual pensar un plan o haber venido con refuerzos hubiese sido una mejor opción.