Lobo Jackson
Moonwalker
30-11-2024, 05:42 PM
Día 50 de Verano
No se lo podía creer, ¡estaba perdido! ¿Cuándo había perdido a John Joestar de vista? ¡Qué mala pata! Pero aunque Lobo Jackson sabía que podía utilizar su mantra para encontrar a su compañero en un abrir y cerrar de ojos, la sensación de explorar una isla que no conocía era emocionante. Se dejaba llevar por su olfato, por su oído fino y por la agradable sensación del ambiente contra su pelaje.
Cualquiera que se fijase en el mink vería a un espectacular hombre lobo ataviado con una hermosa armadura brillante y ajustada, un atuendo ideal para el futuro Rey del Pop. Pero incluso todo su conjunto quedaba relegado a un segundo plano cuando se miraba al bulto que portaba sus espaldas, un enorme fardo envuelto en tela robusta que ocultaba algo metálico, que tintineaba a cada paso que daba como si se tratara de un conjunto de batería.
- ¿Por qué me daría por forjar una armadura tan grande? Mira que dejarme llevar por un sueño donde conocía a una enorme y hermosa jabalí en medio de un bosque... ¡Qué locura! Incluso soñé que me daba las medidas de sus voluminosas te- - El tren de pensamientos de Lobo Jackson descarriló por completo llevándose por delante el hilo de conversación consigo mismo, pues acababa de encontrarse frente a frente con el árbol de sus sueños.
- ¿Qué puñetas? ¡Es igual que el de mi sueño! Incluso tiene esa puerta pegada al tronco... Pero ya sería demasiada casualidad que... ¿Eso que huelo es carne asada a las hierbas provenzales? - Pensaba a la vez que andaba derechito hacia el enorme árbol. Cuanto más cerca estaba, más enorme resultaba la diferencia de tamaño entre el mink y el portal, una entrada descomunal para un ser gigantesco.
Empujó la madera y el aroma a hierbas, ungüentos y comida se estamparon contra su hocico. Sobrecogido por aquel hogareño aroma, tuvo que parpadear un par de veces para asegurarse de que seguía en medio de un bosque en Demon Tooth y no el hogar de una bruja de cuento de hadas. Pero lo que le dejó boquiabierto fue la presencia de la espectacular mujer jabalí que le miraba con curiosidad desde el interior del establecimiento.
Todavía con las fauces abiertas de par en par, Lobo Jackson agarró el fardo que portaba a sus espaldas y lo colocó en el suelo del local.
- Buen día-gara, no te vas a creer lo que tengo para ti-gara. - Dijo Jackson mientras desataba el fardo, cuyos pliegues cayeron al suelo para revelar una espectacular armadura de enorme tamaño que parecía ser la medida exacta de la mujer jabalí.