Octojin
Gretta se encontraba en el centro de la cabaña, ordenando las cosas que Goku dejaba tiradas por el suelo todos los días. "Este mono... es como un niño". Estaba absorta en el trabajo, cuando de repente una voz la sorprendió. Se giró con un pequeño sobresalto para ver al posible cliente. "Ah, coño, si es Qazan".
—¿Qué dises, Qasan, si soy Gr... Estaba diciendo, pero entonces se fijó bien: "Tú para, que este no es tu pescado, es OTRO pescado, muy parecido, es igual de alto, igual de ancho, con cola, con muchos dientes, pero es más guapo, diría yo". Se acercó más a él, hasta estar algo incómodamente cerca, pero sin movimientos agresivos; eran solo movimientos investigatorios. "Sí, definitivamente es más guapo, bastante más guapo" Se dijo asintiendo mientras lo miraba como si fuese un escáner de arriba a abajo, parando su mirada en algunas áreas.
—¿Qué quierres, guapo? ¿Botiquín dises?— Decía ella mientras iba a su gran mesa, cogía una de sus argamasas rectangulares y se giraba para dársela al squalo. —Son quiatro millon pero por tu, que eres guapo, te dejo en tres millon y miedio ¿ah?, puedo rebiajar más. Le acabó diciendo con un guiño.
Pero no pareció interesado, le pagó y se fue. "Qué pena, tú te lo pierdes, bueno, y yo también me lo pierdo, será cabrón..."
Yoshi
Gretta estaba frente a su gran mesa, moliendo ingredientes: "trompeta alucinógena para olvidar el dolor, cola de caballo para la inflamación, veneno de cobra como acelerante y extracto de culo de castor para que huela a vainilla, vale perfecto, prensamos y listo". Se recordaba ella la lista de ingredientes que necesitaba para crear sus obras médicas paso a paso y acababa prensándolos en una gran masa cuadrada. Luego los envolvía como si fueran fardos de otra cosa...
Vio como la puerta se abría y entraba un humano joven; se quedó mirándola un momento y ella hizo lo mismo. "Mmm, está fuerte y qué cara más bien proporcionada, qué ojos más llamativos... rojos, qué mirada más cautivadora, ufff, no me lo quiero imaginar en la cama encima mirándote fijamente, eso tiene que ser..." Pero el chico rompió primero el silencio con sus palabras, extrayendo a Gretta de unos pensamientos que le empezaban a causar calores.
—¿Vives isla? Yo vivo isla también, ¿cuántas concidiencias, ah?. Y que casialidad, que tu quierres compriar y yo tengo vender. Dicen si alguien concidie dos veces, tienen concidir una tersera, ya entiendes, ah. Le dijo ella, apoyándose sobre la mesa con su antebrazo derecho y dejando el puño izquierdo apoyado con el codo flexionado hacia arriba, mirándolo fijamente a esos ojos exóticos suyos.
Lobo
Gretta estaba comiendo uno de los famosos platos de su compañero Teru, justo cuando entraba por la puerta un Hombre-lobo; llevaba un saco enorme a la espalda y le decía que era para ella. "¿Cómo que para mí? ¿Es un regalo? Sí, eso es, seguro que es un regalo de un admirador secreto que me ama o ¿un detalle de Goku? No, imposible, ese mono no tiene detalles... ¿De Teru? Podría ser, pero esto es más cosa de... Si eso es, ¡es un regalo de Shiro! Se fue dejándome sola sin despedirse, pero aún me quiere y quiere que lo perdone. Yo también te amo, Shiro... Pero, ¿qué es? Gretta corre: ¡Ábrelo!".
—Para mí, ¿de Shiro, verdiad? No digas— Le dijo al lobo acercándose con dos grandes zancadas y poniéndole un dedo en la boca a modo de que guardase silencio —Se que no piedes decir nada, pero yio se, tranquilio.
Cogió el enorme paquete y lo abrió de cuajo, sacando lo que había en su interior; era una armadura perfecta hecha con sus medidas. "Todavía se acuerda de mi cuerpo, es perfecto" Pensaba mientras lo miraba, tendiéndolo en el aire con ambas manos. Acto seguido se lo puso, desanudándose delante de aquel desconocido, como si no estuviese allí. Cuando terminó de ponérselo, aquel lobo mágico ya no estaba allí, también faltaba dinero de la caja.
Gretta se encontraba en el centro de la cabaña, ordenando las cosas que Goku dejaba tiradas por el suelo todos los días. "Este mono... es como un niño". Estaba absorta en el trabajo, cuando de repente una voz la sorprendió. Se giró con un pequeño sobresalto para ver al posible cliente. "Ah, coño, si es Qazan".
—¿Qué dises, Qasan, si soy Gr... Estaba diciendo, pero entonces se fijó bien: "Tú para, que este no es tu pescado, es OTRO pescado, muy parecido, es igual de alto, igual de ancho, con cola, con muchos dientes, pero es más guapo, diría yo". Se acercó más a él, hasta estar algo incómodamente cerca, pero sin movimientos agresivos; eran solo movimientos investigatorios. "Sí, definitivamente es más guapo, bastante más guapo" Se dijo asintiendo mientras lo miraba como si fuese un escáner de arriba a abajo, parando su mirada en algunas áreas.
—¿Qué quierres, guapo? ¿Botiquín dises?— Decía ella mientras iba a su gran mesa, cogía una de sus argamasas rectangulares y se giraba para dársela al squalo. —Son quiatro millon pero por tu, que eres guapo, te dejo en tres millon y miedio ¿ah?, puedo rebiajar más. Le acabó diciendo con un guiño.
Pero no pareció interesado, le pagó y se fue. "Qué pena, tú te lo pierdes, bueno, y yo también me lo pierdo, será cabrón..."
Yoshi
Gretta estaba frente a su gran mesa, moliendo ingredientes: "trompeta alucinógena para olvidar el dolor, cola de caballo para la inflamación, veneno de cobra como acelerante y extracto de culo de castor para que huela a vainilla, vale perfecto, prensamos y listo". Se recordaba ella la lista de ingredientes que necesitaba para crear sus obras médicas paso a paso y acababa prensándolos en una gran masa cuadrada. Luego los envolvía como si fueran fardos de otra cosa...
Vio como la puerta se abría y entraba un humano joven; se quedó mirándola un momento y ella hizo lo mismo. "Mmm, está fuerte y qué cara más bien proporcionada, qué ojos más llamativos... rojos, qué mirada más cautivadora, ufff, no me lo quiero imaginar en la cama encima mirándote fijamente, eso tiene que ser..." Pero el chico rompió primero el silencio con sus palabras, extrayendo a Gretta de unos pensamientos que le empezaban a causar calores.
—¿Vives isla? Yo vivo isla también, ¿cuántas concidiencias, ah?. Y que casialidad, que tu quierres compriar y yo tengo vender. Dicen si alguien concidie dos veces, tienen concidir una tersera, ya entiendes, ah. Le dijo ella, apoyándose sobre la mesa con su antebrazo derecho y dejando el puño izquierdo apoyado con el codo flexionado hacia arriba, mirándolo fijamente a esos ojos exóticos suyos.
Lobo
Gretta estaba comiendo uno de los famosos platos de su compañero Teru, justo cuando entraba por la puerta un Hombre-lobo; llevaba un saco enorme a la espalda y le decía que era para ella. "¿Cómo que para mí? ¿Es un regalo? Sí, eso es, seguro que es un regalo de un admirador secreto que me ama o ¿un detalle de Goku? No, imposible, ese mono no tiene detalles... ¿De Teru? Podría ser, pero esto es más cosa de... Si eso es, ¡es un regalo de Shiro! Se fue dejándome sola sin despedirse, pero aún me quiere y quiere que lo perdone. Yo también te amo, Shiro... Pero, ¿qué es? Gretta corre: ¡Ábrelo!".
—Para mí, ¿de Shiro, verdiad? No digas— Le dijo al lobo acercándose con dos grandes zancadas y poniéndole un dedo en la boca a modo de que guardase silencio —Se que no piedes decir nada, pero yio se, tranquilio.
Cogió el enorme paquete y lo abrió de cuajo, sacando lo que había en su interior; era una armadura perfecta hecha con sus medidas. "Todavía se acuerda de mi cuerpo, es perfecto" Pensaba mientras lo miraba, tendiéndolo en el aire con ambas manos. Acto seguido se lo puso, desanudándose delante de aquel desconocido, como si no estuviese allí. Cuando terminó de ponérselo, aquel lobo mágico ya no estaba allí, también faltaba dinero de la caja.