[Aventura] Colmillo de Tiburón [T4]

Una sensación de escalofríos recorrió el cuerpo del viejo Illyasbabel el cual se retiraba, junto con su compañero, cabizbajo por la negativa ante el soborno. Uno peor que el otro diría cualquiera, ambos deprimidos por no poder cumplir aquel objetivo habían decidido continuar su búsqueda en otro sitio. Aunque raídamente la esperanza volvió a aparecer cuando Yoshiro hizo presencia frente a ellos, con una actitud de " yo me ocupo chicos, no se preocupen ", a partir de entonces los trataron como reyes, de hecho la mayoría de las personas los miraban con extrañeza, o quizá solo miraban al pelirrojo. La bruta mente de Illyasbabel no tenía idea alguna de lo que allí había acontecido pero se conformaba con lo que veía, por alguna razón le habían permitido el ingreso al casino, cuestión que Illya aprovecharía con creces para burlarse de los guardias. - Eso te pasa por no aceptar el dinero...patán- le diría con tono gruñón. Su compañero Yoshiro había utilizado un truco muy extraño pero ciertamente eficaz, a los pocos minutos de haber arrojado aquel soborno y haber fallado en su intento, los guardias los guiaban hasta lo que parecía ser un salón de buen estilo. 

 Antes de entrar, Illyasbabel abrazaría furtemente con uno de sus brazos a su compañero Shy para luego ingresar al casino, estaba claro que no lo dejaría solo, sino al contario, con su típica actitud bruta lo medio-abrazaría para luego caminar a la par de él hasta llegar a la habitación. Si, había notado que las multitudes por alguna razón inhibían al su compañero, por lo que decidió mantenerse a su lado hasta llegar a su destino. Al llegar a la habitación privada, los ojos del viejo Illya se iluminarían con un brillo inusual, la cantidad de alcohol que allí se presentaba era el sueño del viejo, licores exóticos y cientos de otras bebidas, las cuales se dispondría a degustar. - Vaya Yoshiro, no pensé que eras famoso, no se que haz hecho pero espero que lo sigas haciendo ¡este lugar es de lujo! hE HE! - Exclamó, mientras se separaba de su compañero y se lanzaba hacia la heladera para tomar una de las extrañas botellas de licor. - hhhaaaa, que delicia - dijo, en cuanto hubo dado un primero trago. - Vaya, supongo que desde aquí los encontraremos fácil - dijo, mientras se asomaba al palco para echar un ojo al resto del casino.