Lance Turner
Shirogami
02-12-2024, 02:12 AM
A punto de marcharme de allí, pude vislumbrar a un ser bastante grande en comparación a la mujer que allí se encontraba, aquella que llamaba tanto la atención. Se trataba de una criatura animalesca, simil a un jabalí humanoide de grandes dimensiones.
Su presencia era bastante intimidante, pero sobre todo sorprendente para mi, no había visto criatura igual en mi vida. Pero para aumentar aún más mi sorpresa, las palabras de Juuken me sacaron de mis pensamientos, resulta que el chico conocía a esa persona, que parecía ser una mujer según lo que me estaba diciendo.
- Creo que se llamaba Ger - Dijo al final, para luego ser cortado de golpe, ni más ni menos, por haber sido chocado por una nueva criatura.
Me puse en guardia, viendo lo majestuosa que era esta criatura, un gyojin a todas vistas con un estado de forma mucho mejor que aquella cerda de la que hablábamos hace poco. Desconocía sus intenciones, pero no tardé en llevar mi mano, con una postura falsamente relajada, sobre mi katana derecha. Juuken no iba chocándose por ahí con la gente, y, quizá sugestionado por mis miedos a ser atacados, cualquier situación que se salga de lo normal me tenía en guardia.
No obstante, aquella criatura enorme reaccionó al instante con alegría al ver a Juuken, llamándole chiquitín. No era extraño eso, hasta yo le llamaba pequeño a veces, pero desde el punto de vista de aquel ser, yo mismo era otro pequeñín.
Relajé mi postura al ver que se conocían y se saludaban con alegría, al tiempo que me preguntaba porqué Juuken conocía a dos criaturas como estas. Parecía que Juuken no tardaría mucho en percatarse en mi incertidumbre, pues pronto me rescató de mis pensamientos para presentarme al gyojin, llamado Kasan, contándome también un poco sobre ellos. Sonriente, tendí la mano hacia aquella criatura llamada Kasan a modo de saludo.
- ¡Un placer, Kasan! ¡No sabía que Juuken tenía un amigo tan grande! Jajajaja - Le dije a modo de broma para romper un poco el hielo. - Mi nombre es Lance, y - Dije interrumpiendo mi presentación por la euforia de Juuken, quien nos arrastraba hacia aquella cerda, que parecía llamarse Gretta.
Reí un poco y miré al gyojin buscando complicidad en caso de verse sorprendido también por cómo estaba actuando y dirigiendo todo Juuken. Sin embargo, ni tiempo hubo para intercambiar palabras, cuando Juuken comenzó a gritar a viva voz el nombre de Gretta.
Ella parecía estar hablando con la mujer de antes, y no muy lejos, parecía haber otro mink, esta vez un gato humanoide. Miré seguidamente a Juuken y posteriormente al gyojin, dirigiéndome en esta ocasión a él mientras señalaba al gato.
- ¿Él también es amigo vuestro? Porque parece que hoy, Juuken conoce a todo el mundo jajajaja.
Pero el ambiente parecía caldearse cada vez más, lejos de tratarse de forma amistosa, aquellas dos mujeres empezaron lo que parecía una discusión. No me llegaban todas las palabras al comienzo, pero el tono de rabia en la voz se entendía a la perfección, y poco a poco, la voz iba en aumento, llegando a escuchar que quería fuera a todos, especialmente a los que tenían pelos por el cuerpo, refiriéndose claramente a los Minks. Estaba un poco confuso, no sabía muy bien qué pasaba con la amiga de Juuken, y ese gato, pero no muy lejos de allí, llegó al rabillo de mi ojo un destello. Miré hacia el sitio de origen, preocupado, cuando me percaté de que se trataba de otro tío grandullón. Este parecía ser humano, pero su tamaño era más que notable.
- Para todos estos, no debe haber diferencia entre Juuken y yo - Pensé riéndome un poco, observando las acciones de aquel hombre fornido y calvo.
Llevaba las cajas con suma facilidad, y un saco a cuestas. No era tan extraño, hasta que empezó a repartir galletas entre los niños que se le acercaban, parecía un buen hombre.
- Quizá pueda hablar con este hombre, parece fuerte y buena persona, ¿Será alguien interesante? - Pensé cavilando si podía tratarse de un nuevo miembro para la banda.
- Juuken, voy a ver si averiguo algo de ese hombre - Le dije en voz baja sin apartar la mirada del grandullón. Acto seguido miré al gyojin, Kasan, con una gran sonrisa. - ¡Kasan! ¡Vengo en unos minutos! Por favor, cuídame al chaval - Dije sonriente dándole una palmada cariñosa a Juuken en la espalda.
Tras esto, comencé a caminar hacia aquel hombre a paso ligero, con idea de llegar hasta él pronto. En mi rostro podía apreciarse una sonrisa de oreja a oreja, buscando entrar de buenas formas ante él.
Su presencia era bastante intimidante, pero sobre todo sorprendente para mi, no había visto criatura igual en mi vida. Pero para aumentar aún más mi sorpresa, las palabras de Juuken me sacaron de mis pensamientos, resulta que el chico conocía a esa persona, que parecía ser una mujer según lo que me estaba diciendo.
- Creo que se llamaba Ger - Dijo al final, para luego ser cortado de golpe, ni más ni menos, por haber sido chocado por una nueva criatura.
Me puse en guardia, viendo lo majestuosa que era esta criatura, un gyojin a todas vistas con un estado de forma mucho mejor que aquella cerda de la que hablábamos hace poco. Desconocía sus intenciones, pero no tardé en llevar mi mano, con una postura falsamente relajada, sobre mi katana derecha. Juuken no iba chocándose por ahí con la gente, y, quizá sugestionado por mis miedos a ser atacados, cualquier situación que se salga de lo normal me tenía en guardia.
No obstante, aquella criatura enorme reaccionó al instante con alegría al ver a Juuken, llamándole chiquitín. No era extraño eso, hasta yo le llamaba pequeño a veces, pero desde el punto de vista de aquel ser, yo mismo era otro pequeñín.
Relajé mi postura al ver que se conocían y se saludaban con alegría, al tiempo que me preguntaba porqué Juuken conocía a dos criaturas como estas. Parecía que Juuken no tardaría mucho en percatarse en mi incertidumbre, pues pronto me rescató de mis pensamientos para presentarme al gyojin, llamado Kasan, contándome también un poco sobre ellos. Sonriente, tendí la mano hacia aquella criatura llamada Kasan a modo de saludo.
- ¡Un placer, Kasan! ¡No sabía que Juuken tenía un amigo tan grande! Jajajaja - Le dije a modo de broma para romper un poco el hielo. - Mi nombre es Lance, y - Dije interrumpiendo mi presentación por la euforia de Juuken, quien nos arrastraba hacia aquella cerda, que parecía llamarse Gretta.
Reí un poco y miré al gyojin buscando complicidad en caso de verse sorprendido también por cómo estaba actuando y dirigiendo todo Juuken. Sin embargo, ni tiempo hubo para intercambiar palabras, cuando Juuken comenzó a gritar a viva voz el nombre de Gretta.
Ella parecía estar hablando con la mujer de antes, y no muy lejos, parecía haber otro mink, esta vez un gato humanoide. Miré seguidamente a Juuken y posteriormente al gyojin, dirigiéndome en esta ocasión a él mientras señalaba al gato.
- ¿Él también es amigo vuestro? Porque parece que hoy, Juuken conoce a todo el mundo jajajaja.
Pero el ambiente parecía caldearse cada vez más, lejos de tratarse de forma amistosa, aquellas dos mujeres empezaron lo que parecía una discusión. No me llegaban todas las palabras al comienzo, pero el tono de rabia en la voz se entendía a la perfección, y poco a poco, la voz iba en aumento, llegando a escuchar que quería fuera a todos, especialmente a los que tenían pelos por el cuerpo, refiriéndose claramente a los Minks. Estaba un poco confuso, no sabía muy bien qué pasaba con la amiga de Juuken, y ese gato, pero no muy lejos de allí, llegó al rabillo de mi ojo un destello. Miré hacia el sitio de origen, preocupado, cuando me percaté de que se trataba de otro tío grandullón. Este parecía ser humano, pero su tamaño era más que notable.
- Para todos estos, no debe haber diferencia entre Juuken y yo - Pensé riéndome un poco, observando las acciones de aquel hombre fornido y calvo.
Llevaba las cajas con suma facilidad, y un saco a cuestas. No era tan extraño, hasta que empezó a repartir galletas entre los niños que se le acercaban, parecía un buen hombre.
- Quizá pueda hablar con este hombre, parece fuerte y buena persona, ¿Será alguien interesante? - Pensé cavilando si podía tratarse de un nuevo miembro para la banda.
- Juuken, voy a ver si averiguo algo de ese hombre - Le dije en voz baja sin apartar la mirada del grandullón. Acto seguido miré al gyojin, Kasan, con una gran sonrisa. - ¡Kasan! ¡Vengo en unos minutos! Por favor, cuídame al chaval - Dije sonriente dándole una palmada cariñosa a Juuken en la espalda.
Tras esto, comencé a caminar hacia aquel hombre a paso ligero, con idea de llegar hasta él pronto. En mi rostro podía apreciarse una sonrisa de oreja a oreja, buscando entrar de buenas formas ante él.