Snayo
Vagabundo
Ayer, 05:36 PM
Cuando ves a Fleur aun viva aunque estando capturada te alivias, no llegaste tarde, obviamente era una trampa pero tampoco había mucho mas tiempo como para convencer a la gente del pueblo, estabas dispuesto a pagar las consecuencias. Cuando el criminal te rodeno dejar las armas bajaste la bolsa llena de tierra al suelo lentamente y levantaste tus manos mientras añadías con tranquilidad -Tranquilo vengo en son de paz con interés en llegar a un acuerdo, no hace falta la violencia y que ella pague por mi mis deudas con vosotros, seguro que puedo ayudaros de alguna manera- No estar siendo abiertamente violento le quemaba por dentro y algunos gestos en su car delataban su intento de negociación, miro por un segundo a Fleur para ver su reacción ante la opción de dialogo que le ofrecía al bandido. Tras un par de segundos añadió -¿No crees que llevar esta situación a este limite es algo extremo? ¿Qué quieres de mi? ¿Dinero, castigarme o incluso matarme? ¿No crees que un tipo que ha noqueado a uno de los tuyos de dos guantazos puede serte de utilidad? Yo puedo ofrecerte un intercambio, ella y la villa por un integrante nuevo con suficiente fuerza o directamente hacer conmigo lo que quieras ¿Qué te parece?- Le contabas al líder bandido intentando convencerle para que en cuanto liberase a Fleur y Klaus pudiese ponerla a salvo y actuar cuanto antes aprovechando que haya bajado la guardia.
Klaus no sabia cuanto tiempo podría aguantar comiéndole la oreja al sucio y rastrero líder de los bandidos pero necesitaba aguantar por Fleur para ponerla a salvo, una vez hecho eso que pasara lo que tuviera que pasar, estaba dispuesto a sufrir el castigo fuese cual fuera, pero no se dejaría atrapar fácilmente, ahora solo podía confiar en si mismo y la verdad los nervios y ansias de partirle la cara al imbécil ese no se lo estaban poniendo nada fácil.
Klaus no sabia cuanto tiempo podría aguantar comiéndole la oreja al sucio y rastrero líder de los bandidos pero necesitaba aguantar por Fleur para ponerla a salvo, una vez hecho eso que pasara lo que tuviera que pasar, estaba dispuesto a sufrir el castigo fuese cual fuera, pero no se dejaría atrapar fácilmente, ahora solo podía confiar en si mismo y la verdad los nervios y ansias de partirle la cara al imbécil ese no se lo estaban poniendo nada fácil.