Raiga Gin Ebra
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03-12-2024, 08:01 PM
El campo de batalla queda momentáneamente en silencio, salvo por el crujido de las brasas dispersas en el césped. Desde tu posición, puedes ver los cuerpos de los piratas que acabas de derrotar: una escena de caos marcado por el calor residual de tus ataques. El aire está cargado de ceniza, y el suelo bajo tus pies sigue desprendiendo humo. Un escenario que ya debe ser costumbre en ti.
A lo lejos, tus ojos se fijan en el faro. La estructura se mantiene en pie, pero claramente ha sufrido daños. Un cañonazo de la primera tanda impactó cerca de su parte más alta, arrancando una sección de ladrillos que ahora yacen dispersos por el suelo como un recordatorio de lo cerca que estuvo de caer. Sabes que no puedes permitir que algo así vuelva a ocurrir. Y de ahí tus movimientos.
El segundo ataque de cañonazos no tarda en llegar. Apenas tienes tiempo de reaccionar cuando ves las nuevas balas dirigirse hacia el faro. Levantas ambos brazos, con tus extremidades transformándose en columnas de lava que alcanzan el cielo con un brillo incandescente. Logras interceptar dos de las tres balas, creando explosiones de metal fundido y llamas que iluminan la zona. Sin embargo, la tercera bala pasa por encima de tu defensa y cae sobre el faro y rebotando, cayendo finalmente sobre el suelo dejando un cráter humeante cerca del faro, sobre el cual caen algunos ladrillos más.
No está nada mal. El panorama pintaba realmente mal y has conseguido salvar el faro de dos de los cuatro ataques que iban a impactar.
Momento para evaluar la situación. Parece que, al menos por ahora, no hay más cañonazos. El barco pirata guarda silencio, pero la amenaza de nuevos ataques sigue latente. Tomas tu Den Den Mushi y comienzas a dar órdenes.
Parece que has cambiado de objetivo. Ahora pretendes defender el faro, y eso le indicas a los pelotones, los cuales tardan un poco en contestar. Quizá aún siguen luchando. Pronto saldrás de dudas.
Una respuesta llega desde el tercer pelotón, el grupo de seis marines que enviaste a enfrentarse a uno de los grupos piratas. La voz al otro lado del Den Den Mushi está cargada de fatiga.
—Aquí el tercer pelotón… hemos perdido a un efectivo. Dos piratas se llevaron su cuerpo mientras estábamos ocupados con los demás. Pero… ocho de los diez están neutralizados. Los esposamos y esperamos nuevas órdenes, señor.
Vaya, esa no me la esperaba ni yo. ¿Por qué se habrían llevado a un marine caído? No tiene sentido, y eso quizá te inquiete tanto como a mí. Podría ser un simple acto de crueldad, o tal vez están planeando algo más. En cualquier caso creo que es un motivo de preocupación.
Las respuestas de los otros dos pelotones son mucho más breves, casi frías.
—A la orden, señor.
No hay detalles, ni actualizaciones sobre el estado de sus combates. Eso solo incrementa la incertidumbre. ¿Acaso no han asistido a las clases de comunicación? ¿O hay algo más? Desde tu posición, no puedes ver lo que ocurre en sus respectivas áreas, y los sonidos de las batallas se han apagado. No saber cómo les está yendo desde luego es preocupante, pero no puedes perder el foco. Tienes que confiar en que están cumpliendo con su misión.
Por ahora, todo parece más tranquilo en tu zona. El césped sigue ardiendo en algunos puntos, y el calor generado por tus ataques mantiene a raya a cualquiera que intente acercarse. Tomas un momento para analizar la situación, de nuevo. Si los piratas en tierra han sido diezmados y el barco no ha lanzado más cañonazos, podría ser una oportunidad para reorganizarte.
Sin embargo, no puedes ignorar el hecho de que aún quedan enemigos a bordo del barco. Si no actúas pronto, podrían planear un nuevo ataque, o peor, desembarcar refuerzos para reforzar sus tropas en tierra. El faro sigue siendo su objetivo principal, o eso parece, y aunque ha aguantado hasta ahora, no está en condiciones de soportar más daño.
El Den Den Mushi vibra de nuevo. Esta vez, es un mensaje breve y directo:
—Primer pelotón… sin cambios. Continuamos resistiendo. —La voz suena tensa, pero controlada.
Esa actualización, aunque escueta, quizá sea suficiente para darte un poco de alivio. Los pelotones deben estar recibiendo más efectivos ahora gracias a tus órdenes, así que me imagino que tendrán el deber de comunicarse contigo cuando estén reorganizados, ¿no?
A lo lejos, tus ojos se fijan en el faro. La estructura se mantiene en pie, pero claramente ha sufrido daños. Un cañonazo de la primera tanda impactó cerca de su parte más alta, arrancando una sección de ladrillos que ahora yacen dispersos por el suelo como un recordatorio de lo cerca que estuvo de caer. Sabes que no puedes permitir que algo así vuelva a ocurrir. Y de ahí tus movimientos.
El segundo ataque de cañonazos no tarda en llegar. Apenas tienes tiempo de reaccionar cuando ves las nuevas balas dirigirse hacia el faro. Levantas ambos brazos, con tus extremidades transformándose en columnas de lava que alcanzan el cielo con un brillo incandescente. Logras interceptar dos de las tres balas, creando explosiones de metal fundido y llamas que iluminan la zona. Sin embargo, la tercera bala pasa por encima de tu defensa y cae sobre el faro y rebotando, cayendo finalmente sobre el suelo dejando un cráter humeante cerca del faro, sobre el cual caen algunos ladrillos más.
No está nada mal. El panorama pintaba realmente mal y has conseguido salvar el faro de dos de los cuatro ataques que iban a impactar.
Momento para evaluar la situación. Parece que, al menos por ahora, no hay más cañonazos. El barco pirata guarda silencio, pero la amenaza de nuevos ataques sigue latente. Tomas tu Den Den Mushi y comienzas a dar órdenes.
Parece que has cambiado de objetivo. Ahora pretendes defender el faro, y eso le indicas a los pelotones, los cuales tardan un poco en contestar. Quizá aún siguen luchando. Pronto saldrás de dudas.
Una respuesta llega desde el tercer pelotón, el grupo de seis marines que enviaste a enfrentarse a uno de los grupos piratas. La voz al otro lado del Den Den Mushi está cargada de fatiga.
—Aquí el tercer pelotón… hemos perdido a un efectivo. Dos piratas se llevaron su cuerpo mientras estábamos ocupados con los demás. Pero… ocho de los diez están neutralizados. Los esposamos y esperamos nuevas órdenes, señor.
Vaya, esa no me la esperaba ni yo. ¿Por qué se habrían llevado a un marine caído? No tiene sentido, y eso quizá te inquiete tanto como a mí. Podría ser un simple acto de crueldad, o tal vez están planeando algo más. En cualquier caso creo que es un motivo de preocupación.
Las respuestas de los otros dos pelotones son mucho más breves, casi frías.
—A la orden, señor.
No hay detalles, ni actualizaciones sobre el estado de sus combates. Eso solo incrementa la incertidumbre. ¿Acaso no han asistido a las clases de comunicación? ¿O hay algo más? Desde tu posición, no puedes ver lo que ocurre en sus respectivas áreas, y los sonidos de las batallas se han apagado. No saber cómo les está yendo desde luego es preocupante, pero no puedes perder el foco. Tienes que confiar en que están cumpliendo con su misión.
Por ahora, todo parece más tranquilo en tu zona. El césped sigue ardiendo en algunos puntos, y el calor generado por tus ataques mantiene a raya a cualquiera que intente acercarse. Tomas un momento para analizar la situación, de nuevo. Si los piratas en tierra han sido diezmados y el barco no ha lanzado más cañonazos, podría ser una oportunidad para reorganizarte.
Sin embargo, no puedes ignorar el hecho de que aún quedan enemigos a bordo del barco. Si no actúas pronto, podrían planear un nuevo ataque, o peor, desembarcar refuerzos para reforzar sus tropas en tierra. El faro sigue siendo su objetivo principal, o eso parece, y aunque ha aguantado hasta ahora, no está en condiciones de soportar más daño.
El Den Den Mushi vibra de nuevo. Esta vez, es un mensaje breve y directo:
—Primer pelotón… sin cambios. Continuamos resistiendo. —La voz suena tensa, pero controlada.
Esa actualización, aunque escueta, quizá sea suficiente para darte un poco de alivio. Los pelotones deben estar recibiendo más efectivos ahora gracias a tus órdenes, así que me imagino que tendrán el deber de comunicarse contigo cuando estén reorganizados, ¿no?