¿Sabías que…?
... existe una tribu Lunarian en una isla del East Blue.
[Aventura] Ser marine nunca fue fácil [T2]
Dan Kinro
[...]
Loguetown,
Día 6 de Verano de 724.

Dan Kinro avanzaba por las callejuelas empedradas de Loguetown, con el sonido de sus pasos amortiguado por la niebla espesa que se cernía sobre la ciudad. El viento salado del puerto traía consigo una sensación de melancolía extraña, y el aire estaba cargado de una inquietante espera, como si algo estuviera a punto de suceder. La ciudad, normalmente bulliciosa, parecía estar contenida, como si la niebla misma hubiera detenido el flujo de la vida. Al acercarse al "Trago del Marinero", el bullicio de la taberna comenzaba a filtrarse a través del ambiente denso, como un eco distante de un lugar donde todo podía estallar en cualquier momento.

La taberna se alzaba ante ella como un refugio del caos, un edificio de madera envejecida, con el cartel colgando torcido, como si hubiera resistido más tormentas de las que podía contar. Cuando empujó la puerta, un crujido resonó en el aire, y Dan se vio envuelta de inmediato por la atmósfera densa del lugar: humo de tabaco, olor a ron derramado, y risas ruidosas que no lograban disimular la violencia latente en el ambiente. Las lámparas de aceite apenas iluminaban los rostros de aquellos civiles que estaban apiñados en todas esas mesas desordenadas, algunos jugando a los dados, otros riendo a carcajadas. En el fondo, una pelea comenzaba a tomar forma entre dos hombres, mientras el resto se emocionaba al ritmo de los gritos.

La joven Kuja no era ajena a ese tipo de lugares. Sabía lo que significaba estar rodeada de esa gente: un conjunto de almas perdidas y desperdigadas, buscando una razón para seguir adelante. Pero lo que no iba a tolerar era que alguien intentara marcarle el paso a ella. Su mirada recorrió la habitación, evaluando a cada persona con la precisión de un marinero que observa el horizonte antes de zarpar. No se apresuró, pero tampoco pensó en retirarse. Sabía que las cosas podían estallar en cualquier momento, y en ese tipo de lugares, las peleas eran solo una distracción. Para la chica Kuja, lo más importante era que todo el mundo supiera quién estaba allí.

A lo lejos, varios hombres la miraban, algunos con el brillo de la curiosidad en los ojos, otros con respeto. Dan los observó a su vez, sin dejarse intimidar. No le importaba la mirada lasciva de los borrachos, ni la actitud desafiante de los matones que se sentían con poder por la cerveza en la mano. 

No, ella no era de esas. Su presencia, su postura, su forma de caminar… todo eso hablaba por ella. 

Podía oler el miedo a lo lejos, aunque nadie aún se atreviera a mostrarlo abiertamente.

La tensión en el aire crecía, y no tardó en empezar a incomodarla. ¿Por qué no estallaba ya algo? No le gustaba esperar. La impaciencia de Dan era tan grande como su habilidad para meterse en problemas. Un pequeño suspiro escapó de sus labios, como si ese fuera el único resquicio de calma en medio del caos. Pero solo por un segundo. Porque sin pensarlo mucho más, se levantó y caminó con paso firme hacia la barra.  Posiblemente algunos ojos se posaron sobre ella en cuanto sus botas hicieron eco en el suelo. La atmósfera cambió al instante. Los hombres que antes la miraban con desdén o curiosidad podrían notar que no estaban ante una persona cualquiera.

Dan no dijo nada al principio, dejando que el silencio se alargara por unos segundos. Su presencia lo decía todo. No iba a ser una más en ese lugar, no iba a dejar que los borrachos marcaran el ritmo de su noche. La gente, siempre tan pendiente de cualquier signo de debilidad, se quedó esperando.

Finalmente, con una sonrisa torcida y una mirada desafiante, Dan rompió el silencio con voz firme, como si su sola pregunta pudiera mover montañas.

Aye, ¿qué está pasando aquí?

La marine no se inmutó. Podía sentir cómo la tensión se acumulaba alrededor, cómo todo el lugar aguardaba la chispa que desataría el caos. Pero ella sabía que eso no era lo que quería. No hoy. Hoy, ella estaba allí para divertirse, y si alguien pensaba que la iba a dejar en paz, ya se equivocaba.

Nae, nae nae. No me hagáis esperar… — murmuró, su tono cargado de una ironía mordaz mientras observaba a la multitud.

Tan sincera... y tan bocas.

Sabía que lo que estaba a punto de suceder no sería tan sencillo como una pelea cualquiera. Ella no era de las que se quedaban atrás. Y si algo iba a estallar en esa taberna, quien sabe, hasta se divertiría.

Personaje
Virtudes y Defectos
Datos Bélicos
Inventario
Resumen
#2


Mensajes en este tema
Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Irina Volkov - 05-12-2024, 10:23 PM
RE: Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Dan Kinro - 09-12-2024, 12:03 AM
RE: Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Dan Kinro - 10-12-2024, 03:22 PM
RE: Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Dan Kinro - 17-12-2024, 05:24 PM
RE: Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Dan Kinro - 29-12-2024, 09:38 AM
RE: Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Dan Kinro - 02-01-2025, 03:35 PM
RE: Ser marine nunca fue fácil [T2] - por Dan Kinro - 03-01-2025, 07:39 PM

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