Son Goku D. Namek
Dr. Goku
06-08-2024, 10:05 PM
(Última modificación: 06-08-2024, 10:29 PM por Son Goku D. Namek.)
Una mirada férrea entre esa majestuosidad, una complicidad entre ambos, se sentía... ese fervor, ese momento bello y cálido entre una hermosa bestia marina y un joven marinero de agua dulce, esa conexión más hermosa que nunca antes había conocido... mientras sostenía a su compañero, Picollo, entre sus brazos.
¿Qué? Era natural, la bestia tenía colmillos y Picollo era de carne y huesos, de seguro tenía hambre el pobrecito, o tal vez expresaba su amor de esa manera, no podia culparlo por haber atacado a su compañero hace tanto tiempo atrás, Goku sentía como si ese ataque desgarrador había sido un capitulo de un pasado tan distante que no podía odiar a esta bestia majestuosa por ello... Sus ojos brillantes y sus escamas resplandecían como el fuego en ese preciso momento, un movimiento grácil y una especie de despedida hacia el joven Goku. Él, con toda la alegría del mundo, respondió a la despedida, un par de dedos en la frente y un "hasta la próxima, querido amigo" fueron expresados en esa memorable escena.
![[Imagen: 202459164425_1.jpg]](https://media.vandalsports.com/master/5-2024/202459164425_1.jpg)
Señor Picollo, creo que todo estará bien a partir de este momento - dijo, mientras sujetaba con fuerza las heridas de su compañero y miraba al horizonte - Se ha ido, ya no creo que le vuelva a darle otra mordidita - añadió Goku, con la esperanza en sus ojos y el corazón cálido por haber intercambiado esa mirada tan refrescante con un ser tan magnífico como lo era Raah Di' Tzz.
Ok, el barco no dio ni media resistencia, cada palabra del pobre Goku fue una falacia tras otra. Estaban jodidos. El ataque de Raah Di' Tzz había sido totalmente certero e imprevisto, como una bofetada de realidad en conjunto con una risa estúpida de parte de Goku mientras volaba por los aires, inconsciente todavía de que él... de hecho... no podía nadar. Volaron metros tras metros, surcaron los cielos hasta el infinito, sin un rumbo claro, sin saber qué les depararía el futuro, sin saber siquiera dónde iban a caer. ¿Sería el mar? ¿Una barcaza? ¿Una isla? ¡Qué importaba a estas alturas!
¡VOLAREEE OOOH! ¡CANTARE! ¡OOOHOOOH! - AAAAAAHHHHH!!! - Goku gritaba sin sentido entre risas mientras volaba por los cielos, inconsciente de lo que pasaría con su compañero, pero manteniéndolo lo más cerca posible si es que la misma gravedad e impulso se lo permitían, incapaz siquiera de sentir su cuerpo todo magullado y adolorido por el impacto, lejos de saber siquiera cuánto tiempo pasaría en los cielos y lejos de saber siquiera si estaba subiendo o cayendo, al borde de la inconsciencia este seguía riendo y animando a su compañero en condiciones tanto o más deplorables que la de el - ¡Creo que nos llegó la hora, señor Picollo!
187 PV - 160 = 27 PV
¿Qué? Era natural, la bestia tenía colmillos y Picollo era de carne y huesos, de seguro tenía hambre el pobrecito, o tal vez expresaba su amor de esa manera, no podia culparlo por haber atacado a su compañero hace tanto tiempo atrás, Goku sentía como si ese ataque desgarrador había sido un capitulo de un pasado tan distante que no podía odiar a esta bestia majestuosa por ello... Sus ojos brillantes y sus escamas resplandecían como el fuego en ese preciso momento, un movimiento grácil y una especie de despedida hacia el joven Goku. Él, con toda la alegría del mundo, respondió a la despedida, un par de dedos en la frente y un "hasta la próxima, querido amigo" fueron expresados en esa memorable escena.
Señor Picollo, creo que todo estará bien a partir de este momento - dijo, mientras sujetaba con fuerza las heridas de su compañero y miraba al horizonte - Se ha ido, ya no creo que le vuelva a darle otra mordidita - añadió Goku, con la esperanza en sus ojos y el corazón cálido por haber intercambiado esa mirada tan refrescante con un ser tan magnífico como lo era Raah Di' Tzz.
Ok, el barco no dio ni media resistencia, cada palabra del pobre Goku fue una falacia tras otra. Estaban jodidos. El ataque de Raah Di' Tzz había sido totalmente certero e imprevisto, como una bofetada de realidad en conjunto con una risa estúpida de parte de Goku mientras volaba por los aires, inconsciente todavía de que él... de hecho... no podía nadar. Volaron metros tras metros, surcaron los cielos hasta el infinito, sin un rumbo claro, sin saber qué les depararía el futuro, sin saber siquiera dónde iban a caer. ¿Sería el mar? ¿Una barcaza? ¿Una isla? ¡Qué importaba a estas alturas!
¡VOLAREEE OOOH! ¡CANTARE! ¡OOOHOOOH! - AAAAAAHHHHH!!! - Goku gritaba sin sentido entre risas mientras volaba por los cielos, inconsciente de lo que pasaría con su compañero, pero manteniéndolo lo más cerca posible si es que la misma gravedad e impulso se lo permitían, incapaz siquiera de sentir su cuerpo todo magullado y adolorido por el impacto, lejos de saber siquiera cuánto tiempo pasaría en los cielos y lejos de saber siquiera si estaba subiendo o cayendo, al borde de la inconsciencia este seguía riendo y animando a su compañero en condiciones tanto o más deplorables que la de el - ¡Creo que nos llegó la hora, señor Picollo!
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