
Gretta
La Devoramundos
10-12-2024, 02:45 AM
Gretta estaba impaciente viendo como el chico parecía un poco reticente con que entrase alguien a molestar o con aceptar las indicaciones de Gretta sobre el masaje. "Gretta, di algo para convencerlo. ¡Corre! Que se tira para atrás".
—No, no, si entra alguien, yo hecho, tu cliente VIP. Le dijo ella, negando con la cabeza y la mano para quitarle importancia.
Aun así, el chico fue hacia la puerta. "¿Adónde va? ¿La he cagado? Si no he dicho nada, venga, hombre, íbamos a casarnos, a formar una familia... Espera, frena, Gretta, que no se va. ¿Qué busca entonces? ¿La camilla? ¿Será ciego? Tiene sentido; el mundo, a cambio de darle esos exóticos ojos, le quitó la vista... Mira cómo palpa la gran puerta buscando la manivela; pobrecito, no ve que no gasto ese tipo de tecnología. Ahora ha dejado su rara concha ahí apoyada; esperemos que no venga Goku y se tropiece... No, no puede ser ciego; será que se está poniendo nervioso. Es normal, no siempre la gran Gretta te hace un masaje" Pensaba ella, viendo el ir y venir a la puerta de aquel chico.
Al final él volvió a acercarse a la mesa-camilla con un aire más convencido, pero se le veía que aún conservaba alguna duda sobre cómo se realizaban los masajes.
—Nada, nada, solo espialda no bueno para cuerpo, mejior todo, si desniuda, tú tranquilio ¿ah? Le dijo Gretta y el chico pareció terminar de autoconvencerse.
Gretta vio como aquel ángel se iba quitando la ropa: "Uffff, que fuerte está, que cuerpo más bien esculpido. ¿Dónde se mete siempre esta gente que casi nunca los encuentro?" Pensaba ella poniéndose del color de los ojos de Yoshi, entonces el chico se cubrió como pudo la parte final con su chaqueta y luego se tumbó. Ella se quedó mirándolo un momento "¿Me tiro encima ya?" Pero entonces Yoshi habló de una cama; no parecía muy cómodo. "¿Una cama? Que lanzado es este chico. Me gusta".
—Dsifrutia, relaja, ya iremos cama luego. Le dijo, acercándose a su oreja y susurrándole eso, mientras le daba una palmada suave en una de las nalgas.
Acto seguido agarró sus mejunjes y los tiró por encima de la espalda de Yoshi; estaban fríos, pero en seguida el calor de las manos de Gretta arregló la situación. La verdad es que a Gretta no se le daba nada mal; llevaba más de veinte años dedicada a la medicina y sabía mucho de anatomía humana. Empezó a trabajar los músculos más inflamados de Yoshi; con una sola de sus manos ocupaba casi toda la espalda de aquel hombre, así que cada uno de sus dedos era como una mano única. Yoshi estaba recibiendo un masaje a cinco bandas. Gretta poco a poco con el meñique iba empujando la chaqueta de Yoshi que cubría sus glúteos para que se cayese.
—No, no, si entra alguien, yo hecho, tu cliente VIP. Le dijo ella, negando con la cabeza y la mano para quitarle importancia.
Aun así, el chico fue hacia la puerta. "¿Adónde va? ¿La he cagado? Si no he dicho nada, venga, hombre, íbamos a casarnos, a formar una familia... Espera, frena, Gretta, que no se va. ¿Qué busca entonces? ¿La camilla? ¿Será ciego? Tiene sentido; el mundo, a cambio de darle esos exóticos ojos, le quitó la vista... Mira cómo palpa la gran puerta buscando la manivela; pobrecito, no ve que no gasto ese tipo de tecnología. Ahora ha dejado su rara concha ahí apoyada; esperemos que no venga Goku y se tropiece... No, no puede ser ciego; será que se está poniendo nervioso. Es normal, no siempre la gran Gretta te hace un masaje" Pensaba ella, viendo el ir y venir a la puerta de aquel chico.
Al final él volvió a acercarse a la mesa-camilla con un aire más convencido, pero se le veía que aún conservaba alguna duda sobre cómo se realizaban los masajes.
—Nada, nada, solo espialda no bueno para cuerpo, mejior todo, si desniuda, tú tranquilio ¿ah? Le dijo Gretta y el chico pareció terminar de autoconvencerse.
Gretta vio como aquel ángel se iba quitando la ropa: "Uffff, que fuerte está, que cuerpo más bien esculpido. ¿Dónde se mete siempre esta gente que casi nunca los encuentro?" Pensaba ella poniéndose del color de los ojos de Yoshi, entonces el chico se cubrió como pudo la parte final con su chaqueta y luego se tumbó. Ella se quedó mirándolo un momento "¿Me tiro encima ya?" Pero entonces Yoshi habló de una cama; no parecía muy cómodo. "¿Una cama? Que lanzado es este chico. Me gusta".
—Dsifrutia, relaja, ya iremos cama luego. Le dijo, acercándose a su oreja y susurrándole eso, mientras le daba una palmada suave en una de las nalgas.
Acto seguido agarró sus mejunjes y los tiró por encima de la espalda de Yoshi; estaban fríos, pero en seguida el calor de las manos de Gretta arregló la situación. La verdad es que a Gretta no se le daba nada mal; llevaba más de veinte años dedicada a la medicina y sabía mucho de anatomía humana. Empezó a trabajar los músculos más inflamados de Yoshi; con una sola de sus manos ocupaba casi toda la espalda de aquel hombre, así que cada uno de sus dedos era como una mano única. Yoshi estaba recibiendo un masaje a cinco bandas. Gretta poco a poco con el meñique iba empujando la chaqueta de Yoshi que cubría sus glúteos para que se cayese.