¿Sabías que…?
... Oda tenía pensado bautizar al cocinero de los Mugiwaras con el nombre de Naruto, pero justo en ese momento, el manga del ninja de Konoha empezó a tener mucho éxito y en consecuencia, el autor de One Piece decidió cambiarle el nombre a Sanji.
[Aventura] [T1] El abuelo que saltó por la ventana y se alistó (Argestes Aquilo).
Argestes Aquilo
El Coloso de Dressrosa
Personaje



¿Cuánto tiempo hacía que el anciano no salía de la residencia? Argestes ya no lo recordaba, aunque eso no era extraño para él. Extraño… extraño era el lugar: ocho horas dando vueltas por Loguetown y unas cuantas siestas hasta llegar al Cuartel G-31.



Desde que había cruzado la puerta de la residencia, quién sabe la de vueltas que había dado el anciano con su silla y su fiel Godofredo alrededor del edificio. Gustav, el portero, no le dio demasiada importancia; no era la primera vez que Argestes salía empeñado en ir a alguna parte al otro lado del mundo por la mañana, y por la tarde se presentaba frente a Alfonso, el portero, renegándole por haberlo dejado fuera tantas horas. ¿Por qué iba a ser esta vez diferente? Pues mira por dónde, esta vez lo era.

Nicoletta, esa niña de las visitas de la tarde… «¡qué se creía esa mocosa de tres al cuarto!» No se creía que Argestes había sido un marine con todas las letras, no, no. Ni siquiera cuando la cuidadora aquella, Serafina, la que siempre le servía la sopa a la temperatura perfecta… espera… ¿era Serafina o la otra, Josefa? Josefa era la de las mantas… no, no, Fernanda era la de las sopas… bueno, que la niña esa, Antonietta, aseguraba que Argestes solo era un viejo sin más. «¿Cómo iba a ser un civil si estaba en una residencia de marines? Que no, que no, Marietta no tenía razón», y si no tenía razón ella, la tenía Argestes, y eso para él era un reto.
¡Ay de los insensatos que retaban al viejo Aquilo! No sabían dónde se habían metido. Hala pues, se iba a enterar Violetta. Argestes no solo le demostraría que fue un marine, no, no. El anciano regresaría de su retiro y traería la cabeza de un Yonko a la residencia. Esa misma noche había escrito y enviado la solicitud. «¡Se iba a enterar Henrietta!»


zZz


«¡Cáscaras de krakén fritas!» ¿Por qué Argestes estaba en la pescadería? Y lo más importante, ¿por qué el pescatero lo miraba como si fuera la vigésimo cuarta vez que aparecía ahí en esas seis horas? El olor a pescado se le metía por su abultada napia, mientras Godofredo ponía ojitos pidiendo cabeza. No había que hacerle caso al truhán felino; Godofredo siempre estaba pidiendo comida, aunque fuera a reventar, y encima el pescado no le gustaba. ¡¿A qué gato no le gusta el pescado?!
El olor a mar, la de horas en el barco surcando las olas que había podido disfrutar en su juventud… ah, sí, la Marina. Argestes se iba a enrolar de nuevo en la Marina para cazar un Yonko y llevárselo a esa niña, Loretta.


zZz


Loguetown, menuda ciudad. Mercados, el puerto, el Cuartel G-31 de la Marina, la Residencia de Veteranos de la Marina, edificios a cholón… Desde luego no era un mal lugar para vivir. Lo único malo eran sus habitantes ¡ESPERA! ¡¿Cuartel G-31?! Argestes miraba a Godofredo como diciendo: "Aquí trabajé yo".


zZz




Media hora de siesta en la puerta.
Al despertar, lo primero que vio fue a cuatro reclutas y un médico tomándole el pulso. Argestes los apartó rápidamente refunfuñando. «¡Muerto ni que muerto!» Les dio varios bastonazos a cada uno con el bastón que llevaba siempre enganchado a la silla y retomo la marcha, adentrándose en el cuartel por error.

«Un cuartel de la Marina... anda que no había cambiado todo… y la ropa que me llevan...» Argestes afiló su mirada inquisitiva. «Y se hacen llamar marines… Los uniformes de mis tiempos, eso sí que eran uniformes… y estos reclutas, míralos, cara de besugo con alcachofas que se gastan. Ni para tragarse un anzuelo sirven, míralos».
Tentado a liarse a bastonazos con todos le pareció oír una voz femenina. Giró la silla hacia ella para oírla por el oído bueno. ¿Era el izquierdo o el derecho? Bueno, el oído bueno, confirmando que la Capitana Jela Morell se estaba refiriendo a él.
«¿Motivo para reenrolarme? Ayyy hija mía, menuda pregunta…» El viejo hizo una pausa en la que estuvo a punto de dormirse. Por suerte, lo espabiló un pequeño espasmo producido por las uñas de Godofredo al clavarse en sus pantalones al estirarse.

«Rosetta» Apretó el puño, se le infló una de las venas de la frente... e intentó poner su mejor cara:
Justicia y valor


Resumen
#2


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RE: [T1] El abuelo que saltó por la ventana y se alistó (Argestes Aquilo). - por Argestes Aquilo - 11-12-2024, 05:02 AM

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