
Atlas
Nowhere | Fénix
12-12-2024, 11:26 PM
Vengeance sopesa en silencio tu proposición. Como dices, las heridas en sus brazos son considerables. Tiene uno inutilizado por completo y con el otro, aunque lo continúa usando a duras penas para plantarte cara en el enfrentamiento, no sabe cuánto tiempo podrá contar. Entonces se dirige al fin hacia ti:
—¿Esto? —pregunta al tiempo que saca una gruesa carpeta de entre su ropa y te la muestra—. No tengo ningún tipo de interés en esto. Vimos un barco hundido y creímos que al fin podríamos sacar tajada de algo sin ponernos en peligro. Sólo me ha traído dolores de cabeza. Lo llego a saber y ni me acerco a esa maldita cosa —escupe al tiempo que te tira los documentos—. Tómate eso como una muestra de confianza, un adelanto si quieres. Al niño no lo soltaré hasta que sepa que voy a estar a salvo. Si no podríais llamar ahora mismo a la Marina y tendría problemas serios. ¿Qué me dices? Una muestra de buena voluntad en primer lugar, luego tu parte del trato y después terminamos con lo que queda de la mía.
El capitán Marshall Vengeance se caracteriza por ser un bribón, pero no por ser un estúpido. Ante la posibilidad de quedarse sin comodines en una situación tan comprometida, lógicamente, ha preferido optar por un camino intermedio en el que se pretende guardar un as bajo la manga. Con Neo aferrado por su mano sana de nuevo frente a él —aunque sin hacerle daño alguno, o eso parece—, espera una respuesta por tu parte.
Por la determinación que se filtra de su mirada te diría que es cuanto menos poco probable que acceda a quedarse sin ningún tipo de seguro. Yo no lo haría, al menos, y creo que tú tampoco. Supongo que no es una cuestión de que se fíe o no de tu palabra u honorabilidad —que ya te digo yo que no se fía—, sino de puro y llano instinto de supervivencia.
A tu lado, Fiuri observa la situación en silencio. Si le miras detenidamente, te parecerá intuir que cabecea afirmativamente en señal de que por su parte está bien. Al fin y al cabo se ha desprendido de una de sus bazas y, si osa hacerle daño al joven gyojin, no habrá nada que impide que todo el archipiélago Conomi si es necesario se abalance sobre él.
—¿Esto? —pregunta al tiempo que saca una gruesa carpeta de entre su ropa y te la muestra—. No tengo ningún tipo de interés en esto. Vimos un barco hundido y creímos que al fin podríamos sacar tajada de algo sin ponernos en peligro. Sólo me ha traído dolores de cabeza. Lo llego a saber y ni me acerco a esa maldita cosa —escupe al tiempo que te tira los documentos—. Tómate eso como una muestra de confianza, un adelanto si quieres. Al niño no lo soltaré hasta que sepa que voy a estar a salvo. Si no podríais llamar ahora mismo a la Marina y tendría problemas serios. ¿Qué me dices? Una muestra de buena voluntad en primer lugar, luego tu parte del trato y después terminamos con lo que queda de la mía.
El capitán Marshall Vengeance se caracteriza por ser un bribón, pero no por ser un estúpido. Ante la posibilidad de quedarse sin comodines en una situación tan comprometida, lógicamente, ha preferido optar por un camino intermedio en el que se pretende guardar un as bajo la manga. Con Neo aferrado por su mano sana de nuevo frente a él —aunque sin hacerle daño alguno, o eso parece—, espera una respuesta por tu parte.
Por la determinación que se filtra de su mirada te diría que es cuanto menos poco probable que acceda a quedarse sin ningún tipo de seguro. Yo no lo haría, al menos, y creo que tú tampoco. Supongo que no es una cuestión de que se fíe o no de tu palabra u honorabilidad —que ya te digo yo que no se fía—, sino de puro y llano instinto de supervivencia.
A tu lado, Fiuri observa la situación en silencio. Si le miras detenidamente, te parecerá intuir que cabecea afirmativamente en señal de que por su parte está bien. Al fin y al cabo se ha desprendido de una de sus bazas y, si osa hacerle daño al joven gyojin, no habrá nada que impide que todo el archipiélago Conomi si es necesario se abalance sobre él.