Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
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[Aventura] ¡Hoy es el día de Sumpa! [Parte 3 -T4]
Ragnheidr Grosdttir
Stormbreaker
El gigantón ancló sus rodillas en el suelo y con las manos en los oídos. El grito resonó en el túnel como un trueno atrapado entre paredes de piedra, haciendo vibrar el aire y el suelo por igual. Los hombres armados que acababan de llegar se detuvieron en seco, algunos por el puro impacto del sonido, otros con una mezcla de desconcierto y alarma evidente en sus rostros. Uno de ellos, más joven, dejó caer su arma, llevándose las manos a los oídos con un gemido ahogado. El líder de la escuadra no mostró la misma debilidad, pero incluso él entrecerró los ojos, claramente afectado por la intensidad del ataque sonoro. Miró al moreno herido que ahora yacía de rodillas, tambaleándose, como si el mismo grito le hubiera derribado la última pizca de resistencia que le quedaba. El hombre seguía consciente, pero estaba lejos de poder levantarse, respirando con dificultad, como si una fuerza invisible le hubiera aplastado contra el suelo.

¡Formación! — La voz del líder resonó, firme pero con un tinte de urgencia. Sus hombres intentaron reagruparse, aunque el caos que había generado el impacto inicial dificultaba la coordinación. Algunos miraban hacia la sirena con una mezcla de fascinación y temor, como si no supieran exactamente a qué se enfrentaban. El rumor de la leyenda se palpaba en el ambiente; las historias de sirenas no eran desconocidas, pero enfrentarse a una en carne y hueso, especialmente bajo estas circunstancias, era otra cosa. Desde el lado opuesto del túnel, más hombres comenzaron a moverse hacia la escena, bloqueando aún más las posibles salidas. La abertura lateral, aunque estrecha, no pasó desapercibida para algunos de ellos. Uno de los soldados la señaló, pero antes de que pudiera decir algo, el líder alzó una mano para detenerle. — No subestimen a esa cosa —Dijo el líder con un tono severo, sus ojos fijos en la figura de la sirena. Su evaluación era fría, analítica, pero también cargada de una prudencia palpable. Hacía un gesto a sus hombres, indicando que mantuvieran la distancia y no se acercaran sin una estrategia clara.

El ambiente estaba cargado. Entre el eco del grito que aún parecía retumbar en las paredes y la respiración pesada de los presentes, la tensión aumentaba con cada segundo que pasaba. Los hombres evaluaban la situación, sus armas listas, pero sus movimientos estaban llenos de dudas. Había algo en la forma en que las sombras danzaban en las paredes, algo en el aire sofocante y húmedo del túnel, que parecía advertirles de que cualquier paso en falso podría ser fatal. Al fondo, cerca de la abertura lateral, un niño hizo un leve ruido al moverse, tratando de mantener su escondite, pero el eco traicionero del túnel lo delató. Uno de los soldados giró bruscamente la cabeza hacia ese lado, sus ojos escudriñando la penumbra.

El líder no apartaba la vista de la sirena. Era evidente que estaba considerando sus opciones, su mente calculando si perseguirla valía el riesgo que implicaba. Los hombres, aunque armados y en superioridad numérica, no avanzaron de inmediato. Se sentía en el aire: ellos, al igual que el líder, estaban midiendo a su oponente. La pausa era tan densa como el calor que seguía aumentando en el ambiente.

Puedes atacar, si lo haces, les pondré nivel a los enemigos, eso sí, son muchos. Si decides movilizarte, siempre puedes volver por el angosto túne, sola, porque no dará tiempo a los niños a escapar. O caminar por un camino cercano, que te llevará a un laberinto de pasillos.
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RE: ¡Hoy es el día de Sumpa! [Parte 3 -T4] - por Ragnheidr Grosdttir - 14-12-2024, 12:54 AM

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