Henry
Tigre Rojo de la Marina
18-12-2024, 03:47 AM
Mis ideas parecían invadir la mente del sargento Murray, el cual, sentando en su gran silla, miraba fijamente al techo de la base. Era un momento de meditación profunda en el cual este debía de analizar los pros, los contras y cada ínfimo detalle que se haya podido dejar fuera de consideración. Aún se podía oler aquél aroma a café, aunque la velocidad con la que el sargento bebía de su taza dejaba que poco de ese aroma siguiese impregnando el lugar.
Por momento parecía que este saldría de la habitación, pero en realidad solo quería felicitar al suboficial Henry y a su apoyo en aquella misión. El condecorado oni le daba una palmada en el hombro al suboficial Henry, el cual se sentía orgulloso de tener semejante reconocimiento por su esfuerzo. Murray le decía a Henry lo complicado de la situación y de como su prioridad Aún recaía en 3 partes; salvar al soldado Ben, proteger las vidas de los demás marines y asegurarse de que ninguna vida civil se vea malamente afectada en dicho operativo.
La marina era un organismo encargado de llevar justicia a todos los rincones de este mundo, siempre contando con el buen criterio de sus hombres. Era algo que Henry aprendió a las malas hace un tiempo atrás, aprendiendo de ello, volviéndose el marina que era hoy en día. Al rato se podía ver a Murray tomando un Den Den Mushi, este llamaba al alférez Kuda para asignarle su nueva misión.
Luego de que Kuda recibiera su misión, el sargento activó otra línea, esta vez se ponía en contacto con la soldado Erika. Con esta última la órden era algo más compleja pero necesaria, tendría que reunirse y coordinarse con varios grupos de búsqueda para asistir a Kuda y encontrar aquél barco pirata. Luego de terminara con las llamadas el sargento Murray parecía más aliviado, ya sea por la presencia o ideas del suboficial Henry.
Pero aún había más, el sargento tenía una misión para Henry. La misión era simple, esta tenía como principal objetivo el evitar el escape de los piratas de aquella isla, era algo que no debía de suceder por segunda vez. La órden era encontrar al Marine Gorgo y preguntarle por un pequeño barco el cual podrían utilizar para neutralizar a un navío más grande. Henry, entendiendo su misión, hace un saludo marcial hacia el sargento Murray, saliendo de la habitación con rápido caminar, pues no había tiempo que perder.
Al salir de la habitación se podía escuchar a Murray hablando solo, maldiciendo a los piratas, esto hizo a Henry algo más pensativo sobre su decisión de subir de rango en un futuro. Si algo estaba claro era que entre mayor sea tu rango más responsabilidades habrían así que no era hora de sembrar dudas en uno mismo y mejor concentrarse en el presente.
— Humm... disculpa, sabe dónde puedo encontrar el despacho de Gorgo? — Henry, ante la duda le habló a una soldado que parecería moverse por la base. — ¡Claro que si! Siga recto y gire hacia el segundo pasillo a la derecha, allí encontrará el despacho del oficial Gorgo. — En una situación en la que el tiempo apremia era de mucha ayuda las direcciones. — ¡Muchísimas gracias! — gritaba el suboficial Henry mientras corría a toda máquina hacia la oficina de Gorgo.
Una vez allí el joven marine tocó la puerta con seguridad. — Adelante. — Era una voz no muy profunda pero de un tono bastante calmado y amable, lo que era una bendición en tiempos como este en aquella base. — Soy el suboficial Henry señor, enviado por el sargento Murray, vengo con una petición. — El oficial era un joven de unos 24 años, bastante alto, de pelo castaño y sonrisa tan jovial como amable, este llevaba unos espejuelos que ajustaba a cada rato. — Oh claro claro, entre por favor, escuché que Murray trajo de sus mejores hombres para acabar con dicha amenaza, dígame, en que puedo ayudarle? —
Aquél tipo sonaba capaz de solucionar todos los problemas del mundo desde su oficina. — Claro — Henry entró a la oficina para tener una charla más privada con el oficial. — Murray me dijo que usted tenía contactos en el puerto y que sería capaz de prestarnos un pequeño y rápido barco en caso de que los piratas decidan escapar. — El oficial escuchaba con atención, con sus manos cruzadas y codos encima de la mesa. — Suena a un gran plan preventivo y por supuesto que ayudaré. —
Este tomó su Den Den Mushi y realizó una llamada, aparentemente a alguien del puerto. — Claro, si... perfecto. Listo, le haré saber a Murray en cuanto tengamos el barco, si necesita algo más aquí estaré. — Este se despedía con una sonrisa, como si estuviera dándo animos para completar dicha operación. — Perfecto, gracias por su ayuda, oficial Gorgo. — Henry se despedía con otro saludo marcial, aunque esta vez dirigiéndose hacia la zona de planificación.
Una vez allí este reunió a los que serían los encargados de esperar a los piratas en aquél pequeño barco. — Bien, haré un inventario de los materiales que necesitarán y un plan más o menos específico de lo que harán. Hay dos posibles situaciones en las que serán llamados a partir, en la primera habremos rescatado al soldado Ben y su misión será hundir el barco en la segunda y poco probable situación estos escapan con Ben, aquí estará prohibido hundir el barco. Quiero que en silencio se pongan a un lado del barco pirata y lancen unas sogas con ganchos para poder subirse a este y detener al barco pirata destruyendo su timon o de la mejor forma que vean. —
Al terminar con su plan los demás soldados le saludaron en señal de comprensión, tomando el inventario que el suboficial Henry les había hecho.
Por momento parecía que este saldría de la habitación, pero en realidad solo quería felicitar al suboficial Henry y a su apoyo en aquella misión. El condecorado oni le daba una palmada en el hombro al suboficial Henry, el cual se sentía orgulloso de tener semejante reconocimiento por su esfuerzo. Murray le decía a Henry lo complicado de la situación y de como su prioridad Aún recaía en 3 partes; salvar al soldado Ben, proteger las vidas de los demás marines y asegurarse de que ninguna vida civil se vea malamente afectada en dicho operativo.
La marina era un organismo encargado de llevar justicia a todos los rincones de este mundo, siempre contando con el buen criterio de sus hombres. Era algo que Henry aprendió a las malas hace un tiempo atrás, aprendiendo de ello, volviéndose el marina que era hoy en día. Al rato se podía ver a Murray tomando un Den Den Mushi, este llamaba al alférez Kuda para asignarle su nueva misión.
Luego de que Kuda recibiera su misión, el sargento activó otra línea, esta vez se ponía en contacto con la soldado Erika. Con esta última la órden era algo más compleja pero necesaria, tendría que reunirse y coordinarse con varios grupos de búsqueda para asistir a Kuda y encontrar aquél barco pirata. Luego de terminara con las llamadas el sargento Murray parecía más aliviado, ya sea por la presencia o ideas del suboficial Henry.
Pero aún había más, el sargento tenía una misión para Henry. La misión era simple, esta tenía como principal objetivo el evitar el escape de los piratas de aquella isla, era algo que no debía de suceder por segunda vez. La órden era encontrar al Marine Gorgo y preguntarle por un pequeño barco el cual podrían utilizar para neutralizar a un navío más grande. Henry, entendiendo su misión, hace un saludo marcial hacia el sargento Murray, saliendo de la habitación con rápido caminar, pues no había tiempo que perder.
Al salir de la habitación se podía escuchar a Murray hablando solo, maldiciendo a los piratas, esto hizo a Henry algo más pensativo sobre su decisión de subir de rango en un futuro. Si algo estaba claro era que entre mayor sea tu rango más responsabilidades habrían así que no era hora de sembrar dudas en uno mismo y mejor concentrarse en el presente.
— Humm... disculpa, sabe dónde puedo encontrar el despacho de Gorgo? — Henry, ante la duda le habló a una soldado que parecería moverse por la base. — ¡Claro que si! Siga recto y gire hacia el segundo pasillo a la derecha, allí encontrará el despacho del oficial Gorgo. — En una situación en la que el tiempo apremia era de mucha ayuda las direcciones. — ¡Muchísimas gracias! — gritaba el suboficial Henry mientras corría a toda máquina hacia la oficina de Gorgo.
Una vez allí el joven marine tocó la puerta con seguridad. — Adelante. — Era una voz no muy profunda pero de un tono bastante calmado y amable, lo que era una bendición en tiempos como este en aquella base. — Soy el suboficial Henry señor, enviado por el sargento Murray, vengo con una petición. — El oficial era un joven de unos 24 años, bastante alto, de pelo castaño y sonrisa tan jovial como amable, este llevaba unos espejuelos que ajustaba a cada rato. — Oh claro claro, entre por favor, escuché que Murray trajo de sus mejores hombres para acabar con dicha amenaza, dígame, en que puedo ayudarle? —
Aquél tipo sonaba capaz de solucionar todos los problemas del mundo desde su oficina. — Claro — Henry entró a la oficina para tener una charla más privada con el oficial. — Murray me dijo que usted tenía contactos en el puerto y que sería capaz de prestarnos un pequeño y rápido barco en caso de que los piratas decidan escapar. — El oficial escuchaba con atención, con sus manos cruzadas y codos encima de la mesa. — Suena a un gran plan preventivo y por supuesto que ayudaré. —
Este tomó su Den Den Mushi y realizó una llamada, aparentemente a alguien del puerto. — Claro, si... perfecto. Listo, le haré saber a Murray en cuanto tengamos el barco, si necesita algo más aquí estaré. — Este se despedía con una sonrisa, como si estuviera dándo animos para completar dicha operación. — Perfecto, gracias por su ayuda, oficial Gorgo. — Henry se despedía con otro saludo marcial, aunque esta vez dirigiéndose hacia la zona de planificación.
Una vez allí este reunió a los que serían los encargados de esperar a los piratas en aquél pequeño barco. — Bien, haré un inventario de los materiales que necesitarán y un plan más o menos específico de lo que harán. Hay dos posibles situaciones en las que serán llamados a partir, en la primera habremos rescatado al soldado Ben y su misión será hundir el barco en la segunda y poco probable situación estos escapan con Ben, aquí estará prohibido hundir el barco. Quiero que en silencio se pongan a un lado del barco pirata y lancen unas sogas con ganchos para poder subirse a este y detener al barco pirata destruyendo su timon o de la mejor forma que vean. —
Al terminar con su plan los demás soldados le saludaron en señal de comprensión, tomando el inventario que el suboficial Henry les había hecho.